Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

18. Se rompe el trato

Al anochecer, entraba una brisa fresca entre los barrotes de la ventana alta que invitaba a cubrirse con una manta. No teníamos sueño y decidimos conversar, aunque más para desahogarnos que por ganas.

- Carl solo tiene ojos para ti- me dijo Jane-. Al principio esperaba que recobrara sus sentimientos pasados, pero apenas me prestó atención. Siempre ocupado. Solo le veía a la hora de comer y alguna fiesta. El resto del tiempo me dediqué a hacer lo que me venía en gana. Carl solo me prohibió que mis padres se enteraran de que estaba ahí. Una noche vino un ladrón, pero resulta que te buscaba a ti y como no estabas ya no ha vuelto.

- ¿Qué?- me sobresalté-. ¿Qué ha dicho? ¿Qué le has dicho?

- Me preguntó por ti y le dije que ya no vivías ahí.

- ¿No te preguntó si sabías dónde estaba?

- Sí. Pero claramente no podía decirle que estabas aquí encerrada. Imagínate, un ladrón buscándote, que te pille aquí sola...

Quise decirle que no era un ladrón, pero lo mejor sería que no supiera quién era. De todas formas, yo también pensé que recobraría sus sentimientos por Jane, pero al parecer no la volvió a tocar. Al día siguiente, como prometió, Lyon vino a conocer mi respuesta. Había pensado en ello toda la noche y finalmente había tomado una decisión.

- Sí.

Lyon sacó los barrotes de su sitio, dejando libre el hueco de la ventana. Saltó al interior de la celda y nos saludó. No hizo nada. Se sentó sobre la cama y se apoyó en la pared con los brazos detrás de la cabeza. Nos quedamos mirándole extrañadas. No entendía nada. Me miró y finalmente bajó los brazos y con una mano tocando el sitio vacío a su lado, me indicó que me sentara. Así lo hice, tratando de mentalizarme de que tenía que besarle. Me rodeó con un brazo, acercándome a él. Seguía sin entender por qué hacía todo eso y no pasábamos directamente al beso para acabar de una vez con ello.

- Lyon, no entiendo por qué...

- ¿Quieres salir de aquí o no?

Asentí con la cabeza.

- Entonces tu sígueme la corriente.

Me encogí de hombros y le hice caso. Jane nos miraba con cara de no comprender nada. Entonces Lyon se fijó en ella.

- ¿Se ha vengado Carl de ti?

- No es asunto tuyo.

- Si te preguntas si la ha castigado de la forma que pensabas, te equivocas- le dije.

- Shh... Tú no digas nada. Solo haz lo que te digo- me guiñó un ojo.

No sabía si ofenderme o es que tenía un plan. Lo supe en cuando escuché los pasos de Carl dirigiéndose hacia nosotros.

- ¿Quieres besarme tú o pedírmelo?

Las dos me daban vergüenza. Pero quizá prefiriera pedírselo antes que hacerlo yo.

- Pedirlo...- murmuré.

- Pues adelante.

Carl estaba llegando. Lyon quería que nos viera y había esperado al que llegara. Yo vi mi oportunidad para vengarme también.

- Bésame- dije bajito.

- ¿Qué has dicho? No te he oído- dijo Lyon.

- Bésame ya de una vez- dije más alto.

En ese momento, Carl abrió la puerta e interpuso su puño contra la pared entre nuestras caras antes de que Lyon alcanzara mis labios. Nos miró con fuego en los ojos.

- ¿Cómo te atreves?

Lyon esquivó su puño y se apartó.

- Lo hacía por propia voluntad, ¿verdad Sofia?- respondió.

- Sí...

- ¿Ves?- Lyon sonrió.

- No dejaré que te salgas con la tuya. Veo que por fin has coseguido convencerla pero has aprovechado esta situación. Normalmente ella jamás se te acercaría- dijo Carl convencido.

- Tú has hecho lo mismo, has aprovechado las situaciones para obligarla a estar contigo, ella no se quedaría cerca de ti por propia voluntad. Y te lo puedo demostrar: si ahora mismo le das a elegir si quiere ir contigo o no sin que la consecuencia sea seguir encerrada...- le retó Lyon.

- ¿Por qué haría eso?

- Entonces tú también sabes que no te elegirá si le das libertad.

- Me elegirá- contestó Carl.

- Lo dudo. Pero creo que prefieres darle la libertad de irse antes que tenga que conseguir su libertad eligiéndome.

Carl se quedó pensativo. Realmente si no me dejaba libertad de elegir, acabaría pasando algo peor que no quería presenciar. En verdad era mejor tener la libertad de elegir, pero ¿quién me aseguraba que Carl no volviera a por mí o usara otros métodos? Además, ¿qué pasaba con el trato? Si no besaba a Lyon, Sara seguiría siendo su esclava.

Me acerqué a Lyon, cerré los ojos y le di un beso. Jamás imaginé que llegaría a hacerlo, era la última persona a la que pensé que besaría. Acababa de tirar mi orgullo por la ventana. Lyon sonrió y me abrazó desde atrás, mirando a Carl, que no podía creérselo.

- Ahora sí... Es mía.

- ¿Qué...?- quise protestar, pero recordé que me había dicho que le seguiera la corriente para que me sacara de ahí.

- No sabes lo que has hecho, Sofia- dijo Carl.

Me recorrió un escalofrío y empecé a preguntarme si había firmado un contrato sin leer la letra pequeña. Y realmente, así era. Descubriría que no me libraría con facilidad de esos brazos que me rodeaban. Aunque las cosas no sucederían como pensaba.

- No puede ser peor que la forma en que me has tratado ese mes- respondí.

- Claro que sí. En cuanto vuelvas a caer en mis manos sabrás que puede ser peor- me amenazó.

- ¿Ves como sí tomaste la decisión correcta de venir conmigo?- me dijo Lyon-. Estarás a salvo mientras te quedes junto a mí. Ese fue el trato.

- ¿Por qué crees que volveré a caer en tus manos?- pregunté a Carl.

- Porque me aseguraré de que así sea. Mientras estés con Lyon, ciertamente no puedo hacer nada, pero ¿cuánto tiempo crees que podrás estar con él? Hubiera sido mejor que aceptaras mi oferta de darte una segunda oportunidad y olvidarte de James.

- Ah, James... Por supuesto, olvídate de él si quieres mi protección- me dijo Lyon.

Obviamente. Suspiré. Carl tenía razón, ¿por cuánto tiempo podría estar con Lyon? Quería estar con James, pero en cuanto dejara a Lyon, Carl estaría acechando. Y yo pensando que no podría enredarme más en la red. Lyon me condujo fuera a su coche mientras Carl miraba cómo nos íbamos y seguramente estaba ya empezando a planear algo. Una vez en el coche, decidí preguntar a Lyon qué había sido todo eso.

- Tiempo atrás, Carl y yo hicimos una apuesta. Él estaba tan seguro de tu odio hacia mí que dijo que solo te dejaría libre del trato si me besabas por propia voluntad. Claro que yo puse mis condiciones y era que si me elegías, tendría que dejarte en paz mientras estuvieras conmigo. Esta mañana he enviado a tu amiga a su casa porque sabía que accederías. Como puedes ver, he cumplido mi palabra.

- Ya veo... Gracias. Y... ¿Qué quieres de mí exactamente?

- He tenido que despedir a mi sirvienta personal por ti, necesito otra.

- ¿Sirvienta...?

- ¿Qué esperabas?

- Creí que me querías para otra cosa.

- Verás, aunque esté interesado en ti, es pronto para una relación, ¿no crees?

Enrojecí y asentí. Era mejor así. Sonrió al ver mi reacción y siguió conduciendo. Le veía relajado, un poco diferente a como se comportaba antes, pues iba más lanzado. Quizá era consciente de que tenía todo el tiempo del mundo y que no me iría a ninguna parte, ya que si me dejaba, sería mi perdición. O quizá había madurado un poco. Desde luego, no podría haber imaginado lo que estaba sucediendo en realidad y a qué se debía ese cambio de actitud.

Llegamos a su casa, aparcó y apagó el motor. Parecía que quería decirme algo, pero no sabía cómo.

- Sofia... Carl tiene razón, no podrás estar conmigo mucho tiempo...

- No, por favor, no me dejes- le supliqué asustada cogiéndole el brazo y mirándole ansiosa.

Lyon se rió al verme así. Me indicó que bajara del coche y me acompañó al salón, donde nos sentamos en unos sillones frente a frente y con una mesita con té y pastelitos en medio.

- No se trata de eso. Pero si alguna vez sucede algo y no puedo estar aquí, sería un problema que Carl te pillara lejos de mí. Y mucho menos en su propiedad, ahí si no estás conmigo tiene derecho a hacer lo que quiera.

- ¿Y qué podemos hacer?

- De momento siempre que pueda, cuando vaya a alguna parte te llevaré conmigo, pero si no, intenta no ir a otra parte sola que no sea el instituto o algún lugar público como un baile, y aun ahí, preferiría que no fueras sola. No sabes de lo que es capaz Carl... Una vez arruinó nuestra compañía y cuando su padre se enteró le prohibió que volviera a hacer nada por perjudicarnos o le desheredaría. Su padre nos necesita para que su negocio funcione bien. Es muy difícil encontrar alguien de confianza que administre bien su dinero. Además, nuestros padres son primos. Claro que para Carl nada de eso importa a la hora de vengarse. Es por eso que estando conmigo no te puede hacer nada- explicó.

- ¿Cuándo os arruinó?- pregunté curiosa comiendo un pastelito.

- Una vez le quité a su novia.

- Vi lo vengativo que es Carl, pero no pensaba que antes también lo era.

- Normalmente es serio y sabe lo que hace, pero cuando se trata de una traición amorosa pierde el juicio. Siempre ha tenido problemas de autocontrol, aunque los había mejorado con el tiempo y más desde que te conoció. Pero cuando le traicionan es otra historia. Parece una persona diferente- Lyon tomó un sorbo de su té.

- Y yo le he traicionado tantas veces...- dije atónita.

- La verdad, no se cómo sigues viva. Debió de quererte mucho para seguir perdonándote tantas veces. Aunque esta vez, venirte conmigo ha sido la gota que colmó el vaso. Pero aunque no lo hicieras, no creas que te esperaba una buena vida. Carl no se queda satisfecho hasta que tiene su venganza.

Ni James de villano era así, ya que yo le importaba más que su venganza y el deseo. Pero con Carl era al revés, cuanto más le importaba alguien, menos se lo perdonaba. Seguramente Carl esperaba el momento en el que me encontrara con James y rompiera el trato de estar con Lyon para estar a salvo. Contaba con ello. Quizá incluso me tendería trampas. Era capaz. Debía despedirme de James, no me quedaba más remedio, si le veía y Carl se enteraba... Lyon ya no podría defenderme de él. Ni James. Ni nadie. Carl había dicho que me lo haría pasar peor que en la celda... ¿Qué era peor?

No... No quería saberlo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro