Otra fiesta, otra noche.

Park amaba las fiestas en su mansión. Todas las mafias pueden asistir para negociar entre ellas y las drogas jamás faltan como motivo de negocios.

La mujer alfa a lado de Park, viste un vestido negro algo translúcido y su maquillaje es demasiado fino dando una apariencia de mujer llena de lujos pero intmidante. Esta acepta una copa de Park mientras ambos hablan en el sofá rojo de la mansión.

Ambos bromean entre ellos con chistes de doble sentido pero Jimin por dentro estaba tan agobiado de escucharla aunque por fuera daba una apariencia de divertirse. Solo sonreía y reía forzado mientras le daba unos sorbos a su copa de vino costoso.

Jeongguk podía observarlo todo desde la barra de tragos de la mansión. Su traje negro y camisa blanca debajo de este estaba abierta en su pecho, dejando ver casi hasta los primero abdominales marcados y un poco sus pectorales. Su cabello largo recogido en una coleta y sus ojos sobre encima de una copa que bebía mientras intentaba tranquilizar a su alfa para no saltar sobre esa mujer alfa que parecía querer que Park se le insinuara para reclamarlo como su Omega.

Pero el Omega sabía que tramaba esa mujer cuando siempre se le pegaba demasiado al cuerpo rozando sus pechos en su brazo y intentando forzar el celo de Park.

El alfa de Jeongguk era tan tranquilo, dócil, inocente y incapaz de hacer daño pero la mente del azabache insistía al alfa que sea violento y lo ayudara a pelear.

Su padre solía decir que Jeongguk había nacido con un alfa demasiado tímido, débil, incapaz de luchar otros alfas y sobre muy miedoso de mostrar sus colmillos. Siempre retraía sus colmillos y jamás podía saber con exactitud que tan largos eran.

El dicho dice que cuánto más largos sean los colmillos de un alfa entonces demuestra ser muy fuerte, cuan violento es o cuan dispuesto a matar está. Pero el alfa del azabache jamás demostró su colmillos más allá del tamaño normal que poseía en su dentadura.

Terminó de beber su trago, colocó la copa sobre la barra y se giró hacia esta misma apoyando sus codos en esta, evitando no mirar esa escena de Park junto a esa mujer. Seguramente ella sea más fuerte que él.

Solo tenía que planear como ganar en las peleas. Taehyung le comentó que cada alfa era diferente en las peleas y por ende, ningún alfa era débil, cada uno tenía un punto de fuerza a favor.

“No seas tan bueno con ellos porque después de todo, ellos desean lo mismo que tú. Mejor convierte ese alfa agresivo. No tienes un alfa fuerte al observarte.”

Negó rápidamente, tomó las llaves de su vehículo sobre la barra y le dió una mirada rápida a Park, quien aún hablaba con esa mujer, y luego se giró hacia la salida de la mansión, de la cual desapareció hasta llegar al vehículo y marcharse lejos para reencontrarse con Tae.

Jamás se percató que mientras se marchaba a la salida de la mansión, Park le dió una mirada divertida y sonrío mientras bebía de su copa, ignorando los temas de conversación de esa mujer alfa a su lado.

𝐄𝐋 𝐃𝐄𝐒𝐄𝐎 𝐃𝐄 𝐓𝐄𝐍𝐄𝐑𝐓𝐄

Taehyung sacudió sus brazos después de tenerlos medianamente en alto para que Jeongguk pueda golpear en los guantes que llevaba en forma de práctica.

Volvió a elevar sus brazos y enseñó sus manos cubiertas de guantes para Jeongguk regresará a practicar golpearlos.

Ambos en el ring de ese gimnasio viejo, lo único que se oía era la respiración agitada de Jeongguk y los gritos de aliento de Taehyung con cada golpe que el azabache daba a los guantes.

Cada vez la velocidad era más rápida, debía esquivar y golpear pero nunca lograba esquivar todos los golpes que Taehyung le lanzaba en modo de práctica, ya que estos golpes impactaban en las diferentes mejillas de Jeon.

—Golpe, golpe, abajo.

Jeongguk golpeó dos veces en ambos guantes con sus manos cubiertas vendas blancas y luego intentó esquivar el golpe de Tae agachando su cabeza pero recibió el golpe en su mejilla quitándole el equilibrio a su cuerpo.

El azabache no podía concentrarse demasiado cuando la imagen de Park con esa mujer lo desconcentraba. Y por alguna razón, su alfa se encontraba tristeza y rendido al solo pensar que debía luchar otros alfas más fuertes que el. Ese alfa de su interior solo era miedoso y no lo ayudaba cuando le pedía que lo hiciera.

Jeongguk no parecía tener alfa con la ausencia que demostraba este mismo en él.

—¡SACA ESE MALDITO ALFA, JEON!

Pero Tae le ayudaría a sacarlo, quería que ese alfa renaciera de forma fuerte y quitarle toda esa agresividad que un alfa puede tener. Quería oírlo gruñir, morder y demostrar sus colmillos de forma real.

Golpe tras golpe era lo que sufría su rostro por no esquivar con precisión y su cabeza comenzaba a doler cuando su alfa interior lloraba de vergüenza por no saber cómo ayudar a Jeongguk en esa situación. Solo tenía miedo.

—Mierda... ¿Qué le sucede a tú alfa? por la manera en que recibes los golpes sin defenderte puedo saber que tú alfa tiene miedo.

Antes de que el azabache rizado lanzará otro golpe, Jeongguk cayó sobre el suelo del ring y su respiración agitada indicaba sobreexigencia.

Taehyung se puso de cuclillas a su lado y sonrió victorioso.

—Eres débil, Jeon.

La mirada del nombrado apenas podía mantenerse en contacto visual cuando sus párpados pesaban de cansancio.

—Siempre lo supe.

—¿Y piensas serlo siempre?

Jeongguk negó con sus ojos cerrados y aceptó la mano de Taehyung para ponerse de pie nuevamente.

—De nuevo, desde el principio.—Dijo Tae colocándose frente al contrario y elevó sus manos listo para recibir los golpes de este.—Con fuerza, a Park no le gustan los débiles y a su Omega fuerte tampoco.

Los días pasaban demasiado rápidos, el alfa de Jeongguk luchaba por quitar su miedo pero aún no vencía el miedo completamente como para pelear más fuerte de lo que su cuerpo podía hacerlo. Sus colmillos apenas salían pero se escondían entre los demás dientes de su dentadura. Los dolores corporales aumentaban cuando su alfa no curaba sus heridas y siempre recurría a algún tipo de maquillaje para tapar las heridas de su rostro.

La primera vez que usa un maquillaje en su vida. Se encontraba en una cafetería cuando observaba como una mujer se aplicaba una base de maquillaje sobre su rostro y luego se la olvidó sobre la mesa donde se encontraba para ir al baño.

Jeongguk jamás perdió la oportunidad, observaba aquel pequeño y redondo recipiente con base dentro desde la distancia de su mesa. Observó hacia todos lados, se colocó la capucha de su sudadera y se puso rápido de pie para acercarse a la mesa de esa mujer. En cuanto pasó por a lado de esta, hizo un movimiento rápido para tomar la base de maquillaje y introducirla en su bolsillo para luego salir de la cafetería sin ser visto.

Con ella, cubrió algunos pequeños hematomas de su rostro y heridas para poder ir a su trabajo sin problemas. Su jefe nunca sospechó del maquillaje. Eso fue un alivio para él pero debía cubrir cada vez más la piel con maquillaje cuando cada día de práctica su rostro resultaba herido.

Su cuerpo dolía demasiado que apenas podía tomar asiento. Sus costillas y todo su torso en general demostraban hematomas de todos colores pero en su mayoría eran morados algo azulados.

Dormir en las noches era una tortura. No sabía en qué posición colocarse sobre su cómoda cama matrimonial, siempre soltaba quejido de dolor con cada posición que tomaba.

Sufría de dolor pero su alfa nunca paraba de llorar en su interior cuando podía saber cómo Jeongguk sufría por su culpa.

Cada día chequeaba si sus colmillos crecían pero por más que dolía su dentadura, en realidad nunca había un cambio presente. Todo era como normalmente era cada día.

Hasta que un día todo fue molestia. Dónde estar frente al espejo y observarse era lo que más lo enfurecía. Todos sus hematomas era por culpa de su alfa, quien se rehusaba a salir y ayudarlo. Quería romper su maldito reflejo en el espejo cuando se veía aún débil cada día más.

No tenía tiempo para reflexionar con su alfa, en dos días las peleas comenzarían y aunque tenía todas las técnicas en su memoria, la fuerza de su alfa lo abandonaba. Incluso en esa noche donde se encontraba nuevamente en ese gimnasio con Taehyung y debía practicar con objetos filosos.

En un mal movimiento junto con su cuchillo en su mano, Taehyung logró equivale el intento de herirlo y lo tomó por la espalda. Este último no perdió tiempo y cortó levemente su mejilla de su rostro.

Eso lo sorprendió, jamás se esperó que Taehyung fuera a herirlo de esa manera. Aún así sucedió y la primera regla que tenían entre ambos allí; era que no eran colegas cuando entrenaban de esa forma.

Luego de eso se tomaron un descanso, aún el simple hecho de que Jeongguk no tenga un alfa valiente le provocaba muchos pensamientos a Taehyung, dejándolo pensativo en el momento de descanso.

—¿Estas listo para luchar?

—Realmente si aunque mi alfa interior sea miedoso.

Jeongguk bebió un sorbo muy largo de agua y luego colocó la botella de agua sobre la banca, a un lado donde se encontraba sentado, y Taehyung solo lo observó con un poco de preocupación mientras el azabache se quitaba las vendas de sus manos.

—Te encontrarás bien.—Dijo Tae para no seguir dándole más rodeos a sus pensamientos y la búsqueda de encontrar una solución a todo.

[...]

—Esta bien, escucha con atención. Necesito que cambies tu forma de expresarte. Tu tarea es observarte en este espejo mientras repites lo que te digo.

Taehyung colocó un espejo de cuerpo completo sobre una pared del gimnasio y luego le señaló el lugar a Jeongguk, pidiendo que se pare frente al espejo para ver su reflejo.

El azabache se encogió de hombros cuando se vio al reflejo y luego desvío su mirada al azabache rizado cruzado de brazos a su lado con su mirada en él.

—Es solo un reflejo para ti pero lo siguiente para ti es aprender actuar.

—¿Actuar?

Taehyung asíntio y rebuscó en su bolsillo de su pantalón un cigarrillo. Se lo extendió al contrario, quien lo tomó y lo colocó entre sus finos labios mientras se observaba al reflejo, luego se encogió de hombros como si nada novedoso ocurriera.

El azabache rizado saco un mechero y con él encendió el cigarrillo para luego pedirle que le diera una calada.

Jeongguk tosió al ser la primera vez probando un cigarrillo y Tae no pudo evitar reprimir una risita.

—Te acostumbraras.

—Es difícil.—Dijo el azabache observando el cigarrillo prendido entre sus dedos y escuchó como Tae soltó una risita para luego palmar su hombro.

El azabache rizado caminó lejos de Jeongguk con sus manos en los bolsillos de su pantalón mientras la novedad salía de sus belfos.

—Hace unos días oí que Jimin busca una mano derecha para sus negocios. Perdió dinero por culpa de un traidor en su mafia, obviamente no sobrevivió pero creo y tengo la certeza de que tendrá que recolectar un poco de dinero. —Taehyung caminó unos pasos más hasta la banca y se giró hacia el contrario.—¿Sabes robar un banco? Porque ese es el plan de ese Omega. Recuperar dinero para su mafia.

Jeongguk lo observó y luego se observó a él mismo en el reflejo. No sé sentía capaz, que tal si fallaba y su jefe supiera que él no estaba haciendo un buen trabajo. Todos pensaran que Jeon era un policía con dos cartas, de día era un oficial y de noche un intento de mafioso.

Podía perder el trabajo si cometía delitos siendo policía. Podía perderlo todo y decepcionar a todos los que creen en él.

—¿Cómo puedo ser parte del robo?—Susurro por lo bajo el oficial.

—Mejor ve a su mansión, habla con él y has que toda su mafia te conozca.—Taehyung tomó asiento en la banca y procedió a hablar.—Y algo que casi se me olvida es que no puedes tener esa apariencia. Podemos cambiarla un poco. ¿Que tal un piercing o un tatuaje más?

—Bien, ¿En dónde crees que puedo hacerlos?

—Conozco el lugar perfecto y a la persona perfecta, déjalo en mis manos.

[...]

Ambos alfas caminaron por unos callejones húmedos, sucios y repletos de personas que se recargaban sobre las paredes sucias de estos con mujeres o otro hombres. Todas las miradas de desprecio y molestia recaían en Jeongguk al ser un rostro nuevo en los lugares de ese barrio bajo de la ciudad.

Taehyung solo era observado con respeto y miedo cuando este mismo dirigía su mirada hacia las personas de allí mientras caminaba con seguridad y confianza.

Le hizo una seña a Jeongguk con su mano para que lo siguiera hasta donde debían llegar mientras que el nombrado observaba a todas esas personas seguirlo con la mirada con cada paso que daba detrás de Taehyung.

El azabache fue empujado bruscamente en el caminó y chocó contra el hombro de un hombre que pasaba por su lado y este le lanzó una mirada de molestia con fuertes impulsos de golpearlo pero la mirada de Tae sobre el hombre hizo retractarse a este mismo en su lugar, dejando libre a Jeon.

Aún así, muchos hombres daban pasos bruscos hacia Jeon con la intención de buscar pelea mientras expulsaban ese humo de sus cigarrillos en el rostro del azabache, solo para molestarlo y faltarle el respeto todo el tiempo con cada paso que daba. Era constante y tedioso momento en el que Tae sabía que sería así en un principio hasta Jeongguk pueda obtener respeto en la calles gracias a las futuras peleas callejeras de las que sería parte.

Cuando llegaron al lugar que el azabache rizado deseaba llevarlo, ambos se adentraron en un local de tatuajes y piercings. El dueño de este salió detrás del mostrador para abrazar a Taehyung y luego observó con detenimiento a Jeongguk, quien observaba todo el sitio con admiración.

Los diferentes diseños de tatuajes colgaban en las paredes del local como muestra, en recuadros cubiertos de vidrio y algunas muestras de perforaciones de piercings en partes de cuerpos, que estaban hechos de manera sintética para que no sean partes reales de cuerpo. Solo muestra para los clientes.

La música hip hop sonaba a un bajo volumen en el local para no incomodar a nadie que lo visite y ambientar el momento con comodidad.

—¿Recuerdas del alfa que te hable? Él es exactamente ese alfa y viene conmigo para solicitar un cambio de apariencia.

El alfa desconocido y dueño del sitio, observó a Jeon de arriba abajo, examinando que tipo de apariencia era exactamente la que llevaba ahora y imaginó que tipos de tatuajes le vendrían bien o mal en su piel o incluso que tipo de piercing debía tener de acuerdo a sus facciones.

—Taehyung ¿Es otros de tus alfas que pelearan en esas peleas callejeras organizadas por la mafia Park? Sabes que la mafia Park detesta este lado de la ciudad. El es parte de ella, pueden asesinarnos si le hago un tatuaje aquí.

Taehyung resopló, colocó su manos sobre sus caderas y se giró levemente hacia atrás para darle una mirada rápida al azabache detrás de él, Jeongguk, quien observaba ambos hablar.

El primer nombrado se giró hacia el tatuador, Hoseok, quien llevaba diseños de tatuajes muy profesionales en la parte de su cuello, brazos y dos piercings en su rostro como labio inferior y otro en su ceja izquierda.

—Somos la mafia contraria, lo sé, pero Park realmente no le importa que ahora que donde sean sus piercings y tatuajes. No te preocupes, no puede ocurrir nada malo. Soy su representante y Park no puede opinar nada sobre eso aunque el pertenece a su mafia. Él necesita un representante si o si para ingresar a las peleas. —Explico Taehyung moviendo sus manos con cada palabra que salía de sus labios.

—¿Entonces esas son tus últimas palabras?

—Claro que sí. Anda, hazle un tatuaje y piercings. Confío en tí, Jung.

La mano del rizado cayó sobre el hombro del nombrado, quien sonrío y le hizo una seña con su mano a Jeongguk para que lo siguiera a una habitación detrás del local para comenzar su trabajo.

Cuando los tres alfas ingresaron en la habitación, Jeongguk pudo seguir admirando muchos más diseños de tatuajes en esa habitación. Todos pegados en las paredes y luego observó una camilla negra para tatuar perfectamente junto a una silla a su lado.

Luego se encontraba una mesa metálica móvil para las tintes y la máquina de tatuajes sobre esta con algunas agujas en paquetes para perforaciones a un lado.

—Toma asiento, hombre.—Dijo el tatuador, siendo el primero en tomar asiento a lado de la camilla.

Jeongguk tomó asiento allí mismo y observando como Taehyung tomaba una revista para sentarse en una banca para leerla mientras lo esperaba. Mientras tanto, Hoseok vertió un poco de tinte en la abertura de la máquina para poder tatuar el diseño que se le venía a mente para Jeongguk.

Cuando terminó, le indicó al azabache que retire su ropa superior para poder tatuar su espalda y eso fue algo de lo que dudó este. Realmente no sabía lo que iba a suceder pero se recostó en la camilla como el tatuador le dijo, boca abajo y dejando su espalda al descubierto.

—Me sorprende que tengas tatuajes en tus dedos y torso de las manos. Pensé que los polis odiaban los tatuajes.

—No influye en mi trabajo, así que está bien.

Hoseok hizo un puchero levemente para reprimir su sonrisa satisfactoria y le dió una mirada rápida a Tae, quien se encogió de hombros sin dejar de ver la revista en alto entre sus dos manos.

Jeongguk esperó por el típico dolor de las agujas sobre su piel cuando la máquina comenzara a tatuar y así fué, la parte superior de su espalda, justo en sus omóplatos y un poco sus hombros fueron tatuados poco a poco con un dibujo que tomó varias horas por el tamaño grande que cubría casi toda su espalda y la cantidad de tinte que se utilizó.

El tatuaje fue un Ouroboros, el símbolo representativo de la mafia Kim, el cual significaba eternidad y infinito acompañado del significado de los miembros de la mafia referido a la idea de que vivir es renacer constantemente y la mafia Kim jamás se acababa cuando siempre se expandía mucho más por ciudad. Siendo la competencia de la mafia Park, representada por un dragón rojo.

Jeongguk estaba entre dos mafias ahora mismo.