Joe estaba en el mismo sitio que acostumbraba estar para pensar lo que nunca se percató la presencia de Morgana , que aunque no quería a Úrsula apreciaba a su sobrino quien le recordaba a ella de joven.

-Querido Joe que haces en este lugar tan solo.—Lo que le saco de sus pensamientos y este volteo.

-Tia Morgana ¿que haces aquí?—Pregunto curioso ya que no los visitaba debido que su tía y Úrsula no se llevarán muy bien que digamos.

-Una tía no puede venir a visitar a su querido sobrino favorito.—Lo que esté se salió una risilla .

-Soy tu único sobrino tía.—Dice con una leve sonrisa.

-Exactamente y tienes suerte en serlo querido.—Dice acercándose a él y tomar su mentón.—Porque esa cara dile todo a la tía Morgana que te hizo la bruja de Úrsula.

-Mi madre quiere que enamore a la hija de Tritón. —Comento el plan de Úrsula.

-¿Y eso te trae así? —Arqueo la ceja izquierda conocí como nadie aese chico que era algo más.

-Tu más que nadie conoces a mi madre

-Por desgracia si.—Dijo molesta.—A que viene todo ese algatreo.

-¿Quien es mi padre?—Lo que sus ojos entre abrieron y está quería desviar la mirada.

-Y que tal está saliendo el plan de enamorar a la hija de tritón.

-Morgana...

-Sabes que algún día heredarás los poderes de tu madre.

-¡Morgana!—Dijo ya desesperando se por como debía a la conversación.

-Esta bien tu ganas te lo diré todo. —Suspiro resignada. —pero escucha bien pero nunca se te ocurra ir a tierra firme entendistes.

-¿Porque? ¿que hay de malo allá arriba y que tiene que ver de lo que estamos hablando?—Pregunto curioso.

-Lo que voy a contarte te lo llevarás a la tumba de acuerdo.—Asiente el chico sin comprender lo que quiere decir.—Tu madre cuando era más joven presumia de gran belleza siempre tan elegante, en esos tiempo parecía tan ingenua e inocente.

-Se me hace raro como llego a esa apariencia.

-Cuando crees tener el control acaba descontrolandose.

-Espero que no sea una decepción lo que voy a enterarme.

-Tu madre vivía en el palacio.

-Eso siempre está diciendo lo que no se como antes podía tener esa vida y ahora estamos en esa  asquerosa cueva.

-Por lo menos vives en algún lugar niño, cuando llegastes a este mundo tu también estabas en el palacio.

-¿Porque no lo recuerdo?

-Tonto eras un bebé como recordarás algo así.—Le da un golpe en la cabeza, lo que esté se soba.

-Pero porque razón se fue de ese lugar.

-La corrieron de ese lugar cuando descubrio Triton que tú eras hijo de un humano y que...—Se callo queriendo silenciar sus labios.

-¿que sucede porque no sigues contándome... ?

-Es mejor que lo dejemos aquí es demasiado difícil de explicar está situación.

-Es por mi madre ella no lo sabrá tía.

-A mi no me interesa tu madre Joe.—le responde.

-Entonces que es...

-Tu...

-¿Yo?—Dice impactado .—Pero yo estaré bien.

-Cuando sepas la verdad no miraras con los mismos ojos a Úrsula.

-Solo yo estaré bien.

-Joe, yo sé que siempre has pensado que tu madre es una bruja.

-Y lo es, en literal ...

-Cuando tu llegastes a este mundo naciste siendo un humano.—Lo que dejó en shock a Joe dejándolo boca abierto, que se hizo hacia atrás y negó con la cabeza.

-Eso no es posible.—Se negaba en creerlo.

-Se lo difícil que es para ti pero lo es y tú no naciste con tentáculos, tu madre lo hizo con su propio hechizo.

-¡ Sabía que estaba loca pero no tal extremo !—Dijo exhaltado

-Entiende Joe en ese tiempo fue difícil , aunque es difícil de creerlo tu madre...—Respirando hondo.— te amo alguna vez.

-Ursula no ama a nadie.—Responde de inmediato y cruzando los brazos.

-Yo soy de testigo del gran sacrificó que hizo para protegerte aunque no lo demuestre fuistes lo único que atesora aunque también eres un mal recuerdo.

-Eso me hace sentir genial.—dijo en modo de sacracsmo.

-Comprende era joven inesperta.

-La defiendes tanto.

- Más que nadie vi lo que le pasoa Úrsula en esos tiempos.

-Porque mejor empiezas desde el comienzo.

-Si te lo cuento necesito que me jures nunca ir a tierra firme, entendido.

-Ya te dije que si.

-Tu madre trabajaba en el palacio con tritón siendo una...—le costaba decirlo.

-¿Una que...?—pregunto.

-Una sirena—Retumbo esas palabras en sus mente que lo dejo helado como era posible que su madre ahora era.