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Prohibido


Con LuisaPaz4 como que hemos hecho una dinámica de; yo escribo el inicio y tú continualo (osea yo)

Así que está es la primera parte públicada en la página AoKaga 5 X 10.

Está parte es como dije; de su autoría, así que los créditos son para ella. La segunda; que es el capítulo siguiente y final, es mía.

Disfruten de la lectura.










—Vamos, Daiki ¿qué te sucede? ¿No estás llorando o si?



—No. — Murmuró Aomine amortiguado. La cara enterrada en el pecho de su pelirrojo y las manos  abrazándolo posesivamente desde la cintura.



— ¿Entonces qué es? Ya nos dijeron que esto se me quitaría en un par de horas, volveré a crecer tonto. — Se rio, ya se había acostumbrado a ese tono de voz.



La noche anterior se había dormido en su cuerpo de 23 años, abrazo a su novio después de una larga sección de sexo vainilla, como muy pocas veces. Y esa mañana lo había despertado un grito nada masculino de Daiki, solo para darse cuenta de que estaba en su cuerpo de 13 años.

Habían entrado en crisis por cerca de media hora y justo cuando estaban a punto de volverse locos, la videollamada de Akashi Seijuro los había "tranquilizado" el tenía el mismo problema, tenía a un dormido y acurrucado Furihata de 10 años en su regazo, chupandose el dedito pulgar como un bebé, ¿Quien iba a decir que el castaño había dejado esa maña pasados los 12 años? En fin, que lo que sea que hubiera pasado, terminaría a la misma hora esa noche. No había nada de que preocuparse.



"Nadie debe verlos así, manténganse en casa."



Eso les había dicho el heterocromatico.

Ninguno había preguntado nada más. Lo mejor sería obedecer.

Y ahora Taiga estaba sobre el regazo de Daiki, suplicandole salir a jugar un ratito, no creía que algún conocido fuera a verlo, y si alguien preguntaba, dirían que eran primos.



—Vamos, o espera... ¿Tientes miedo de que te de una paliza con 13 años? — Se carcajeo Kagami, contoneándose sobre el cuerpo de su moreno novio.



—Taiga, deja de moverte, joder...— Suplicó el ahora mayor.



— ¿Hm? ¿Por qué? — Frunció el ceño Taiga. Entonces dejó caer la pelota y se sentó al completo, más respingó al sentir un bulto bajo suyo. Abrió los ojos grandemente y enrojecio de vergüenza. —Estas duro. — Afirmó.

—Si. Soy un pervertido. — Confirmó Daiki, mortificado.



Taiga sonrió, entendiendo al fin lo que pasaba con su pareja.



— ¿Qué te has estado imaginando? — Preguntó rodeandole los hombros con los brazos, está vez se contoneó a posta.



—Taiga. No. Eres casi un bebé. — Gruñó Daiki, apretandolo con más fuerza contra sí, rozando su clavícula con la nariz.



—Oh, vamos, tengo 23, solo mi cuerpo parece de 13. — Refunfuñó alzándose un poco para besarlo en la boca, más Daiki no la abrió, por ello Taiga sacó la lengua y empezó a lamerlo con suavidad y coquetería.



—Taiga, estoy seguro de que a los 13 aún eras virgen. Jodeer. — Rugió al sentir la lengua de su chico lamerlo sin recato.



— ¿A poco no quieres meterlo en este cuerpo? — Insinuó.

—Quiero sacarte esa ropa y empalarte hasta que llores con esa vocecita aguda. — Afirmó.

—Ngh, seguramente lo sentiré muy grande... — Jadeó Taiga empezando a empalmarse también.



—Y podré manipularte a mi antojo sin que tengas oportunidad de resistirte. — Gruñó Daiki alzando las caderas, imitando embestidas, odiando la ropa de por medio. — ¡Pero eso no va a pasar, no voy a tener sexo con un niño! — Y sin mas se lo bajo del regazo y lo dejo sobre la cama con suavidad, para luego encerrarse en el baño.



Taiga chillo frustrado, se levantó de la cama y empezó a aporrear la puerta.



— ¡Vamos, Daiki! ¡No te voy a denunciar, lo prometo!—



—Ve a a ver caricaturas, mocoso precoz. — Le gritó Aomine desde el otro lado, un doloroso bulto en sus pantalones.



Taiga frunció el ceño indignado, para luego sonreír malicioso.



—Si no vas a ayudarme, bien, aún se meterme los dedos, debe bastarme con este pequeño cuerpo... — Insinuó.



— ¡No te atrevas, Kagami Taiga! — Gruñó Daiki, golpeando la frente con la puerta.



—Disfruta mis gemidos desde allá, tonto...—



Daiki estaba sopesando llenar la bañera y ahogarse en ella.

Ese sería un día muy largo.


FIN(Por ahora)

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