Las cosas vienen marchando bien. O muy bien, para ser totalmente sincera.

Señor amor se encuentra en su proceso de edición. Y solo Logan sabe de esta noticia. Quiero que sea una total sorpresa para todos. Aunque luego, seguro quieran asesinarme por callar.

Randall le tiene mucha fe a la historia. No sé si es por el cariño que me tiene, o por la amistad que cargamos desde hace años, pero dice que hace tiempo no lee un manuscrito que le haya hecho pasar por todas las emociones habidas y por haber. Más que críticas, o consejos, a la hora de hablar de la edición, he recibido halagos. Dice que no hay nada por corregir que, así como está, va a salir a la luz. Espero que su ojo de editor no falle.

Lejos del trabajo, y de mi oportunidad como escritora, tengo que decir que he conocido a la familia de Logan. O más bien, los he vuelto a ver después de muchos años.

Julie, la mamá de Logan, me recordaba como la compañera a la que su hijo siempre elegía para los proyectos. También recordó a mi madre. Al parecer, Logan le dijo que era buena con los postres, ya que fue lo primero que me dijo al mencionarla.

En cuanto a sus hermanos, fue conocerlos desde cero debido a que eran unos niños cuando Logan era mi compañero de clases. Pero han sido muy buenos conmigo. George es más reservado, pero Wendy es todo lo contrario. Es súper simpática y charlatana. Me presentó a Vera, su novia, y me prometió que la próxima vez que ella hiciera tacos, me iba a llamar para invitarme.

Bastó verlos una vez para sentirme parte de su pequeña familia. Y considero que no hay nada más hermoso que eso. Es simplemente satisfactorio sentirte parte de una familia que no es la tuya.

Pasó lo mismo con mi familia. Le hicieron un lugar a Logan, lograron que se sintiera a gusto y cómodo. De hecho, en estos momentos, Logan está en el cine junto a mi padre y Will.

No fui invitada. Y podría decir que era una salida de chicos, para sentirme menos mal. Pero sí invitaron a mi madre, nada más que ella ya tenía sus planes. Entonces, al saber que no me incluyeron, me siento un poco ofendida.

Solo un poco. Predomina más la felicidad al saber que mis hombres favoritos están juntos.

Lisa y Carl hace rato tomaron a Logan como un amigo. Es más, ya fue sumado a nuestro grupo de WhatsApp. Ahí solo nos hablamos para pactar un nuevo encuentro, pero sobre todas las cosas, en el grupo predomina la suma atención que le damos a los stickers y a los memes. Esa es la verdadera importancia.

¿Y qué puedo decir de Cameron? ¡Adora a Logan! Se vuelve loco de amor cada vez que lo ve.

Cuando Logan cruza la puerta, enseguida lo rodea con sus brazos y lo arrastra hacia su zona de juegos.

Y si no están jugando, o creando un mundo con su imaginación, están cantando u bailando por toda la casa.

Es hermoso y satisfactorio verlos juntos. Me encanta la relación que tienen. Me encanta cómo es Logan con mi hijo.

Toda madre que no está en pareja con el padre de su hijo, o si bien se encuentra en la misma situación que yo, en una donde el padre del niño ya no se encuentra presente, merece un Logan lleno de amor para su pequeño.

Termino de hacer dormir a Cameron y me llega un mensaje de Logan. Me avisa que ya está volviendo y me pregunta si queremos helado. Le digo que Cameron se acaba de dormir, pero que yo sí quiero helado.

Cuando llega, busco cucharas y nos ubicamos en el sofá para degustar de la fresa, el chocolate y el mousse de limón.

Por veinte minutos me habla de la salida que tuvo con mi padre y Will. Por lo que me está contando, y a juzgar por su rostro cargado de emoción, tal parece que ha sido una salida muy divertida. Y que se volverá a repetir. Es más, ya tienen un grupo y todo.

Me encanta todo lo que está pasando. Estoy siendo feliz por cada instante.

Logan ve que los instrumentos de Steven se encuentran fuera de su lugar y me pregunta al respecto.

—Vinieron los chicos. Hicieron una nueva canción. Dicen que este lugar los inspira.

—Y no es para menos. —Comenta, asiento y sonrío. Pero cuando un pensamiento se cruza por mi mente, borro mi sonrisa y frunzo el ceño—. ¿Qué sucede?

Miro a mi alrededor. La casa está llena de cosas de Steven, y últimamente, Logan se viene quedando mucho a dormir por aquí. Es más, hasta Thor ya está instalado con nosotros, y Penélope está feliz por su compañía. Hasta Molly está feliz, lo ama.

A lo que voy con esto, es que de a poco las cosas de Logan se van sumando al hogar. Y no, no es algo que me moleste. No me siento invadida ni nada por el estilo. Me gusta y disfruto de su compañía. Nos llevamos bien y nos entendemos.

Pero mi ceño fruncido se debe a otra cosa.

—Gia. Me estás asustando.

—Mañana guardaré todo. —Afirmo, y ahora él junta sus cejas.

—¿Qué?

—Bueno, tal vez no mañana. Dame tiempo, ¿sí?

—¿De qué estás hablando?

Suspiro profundo.

—De las cosas de Steven. —Bajo la mirada—. Dame tiempo. Te prometo que pronto dejarás de ver sus instrumentos, libros y esas cosas.

No quiero hacerlo. No quiero guardar los recuerdos de Steven en un baúl. Pero es lo más justo para Logan. Él es mi ahora, y la casa debe estar decorada con el hoy.

—Yo no quiero que hagas eso —dice Logan, y elevo mi mirada hasta sus ojos—. ¿Por qué estás diciendo esas cosas?

Me encojo de hombros.

—¿Acaso no es lo más justo?

—¿Para mí? —. Asiento—. No, Gia. Lo más justo para mí es que me des un lugar entre todos sus recuerdos. No me molesta que las cosas de Steven estén aquí. Jamás te pediría que guardes los recuerdos de tu gran amor, y del padre de tu hijo.

—Pero...

—No, pero nada. No quiero que vuelvas a repetir algo como eso. —Entrelaza su mano con la mía—. No me siento incómodo ni fuera de lugar, si es eso lo que te preocupa. Me gusta ver mi cámara de fotos junto a sus instrumentos, o me agrada ver las revistas de mi trabajo al lado de sus libros —sonríe—. Hasta me gustan sus feos cuadros —nos reímos, y mis ojos se nublan de lágrimas de felicidad por tener a mi lado a un hombre tan bueno como Logan—. Las cosas de Steven van a permanecer aquí.

—¿Sabes una cosa? —. Seco mis lágrimas, pero Logan detiene mi acción para continuarla él.

—Dime.

Lo miro a los ojos, veo el brillo de su mirada. Me encuentro con su amor, su cariño, su empatía, su consideración. Me encuentro con todo aquello que me regala a diario.

Me encuentro en sus ojos y me siento amada, cuidada, respetada, valorada. Su mirada me abraza, me envuelve en un manto de protección y me lleva a un mundo donde todo está bien.

Nosotros estamos bien.

—Steven debe estar feliz de que te encontré.

Logan sonríe, sin incomodidades. Me entrega una sonrisa sincera.

—¿Podemos ir mañana al cementerio? Me gustaría presentarme en su lugar de descanso.

Sonrío.

—¿Harías eso?

—Haría cualquier cosa por ti, Gia. Te amo, ¿acaso no te has dado cuenta?

Suspiro y asiento. Aun no puedo decirle que lo amo, pero eso parece estar bien para él. Y ahí viene otra cosa buena de su parte; no me presiona.

—Yo... — Decirle que lo quiero, cuando él me dijo que me amaba, no me parece justo. Por lo tanto, me callo.

—Tú me has dado un lugar en tu vida, y en tu corazón. Esa es la única respuesta que necesito hasta que te sientas lista de responderme de la misma manera.

Me sonríe y luego me abraza. Llevo mi oreja hasta su corazón y cierro mis ojos cuando escucho sus latidos. Son tranquilos. Me envuelvo en ellos, y me pierdo en su ritmo, impregnada en el aroma de la colonia que Logan usa.

Todo está marchando bien.

Todo seguirá yendo a ese ritmo.

Steven Fry el deseo de tu estrella fugaz se está cumpliendo.

Sonrío cuando pienso en él, y abrazo aún más fuerte a Logan. Una lágrima se desliza por mi rostro y se pierde en la curvatura de mi mueca.

Estoy siendo feliz.

*

Hola, estrellitas.

Solo paso a decirles que la próxima actualización va a traer el epílogo de esta historia. Se termina esta bilogía y no estoy lista. Creo que ustedes tampoco.

Y nos espera algo emocionante. O al menos yo ya sé lo que nos espera y quiero llorar.

Ahora bien, ¿puede Logan ser tan hermoso y bueno? Lo amamos. Estoy feliz de que Gia esté junto a un hombre como él.

Steven también debe estar feliz :') .