Creo que es la primera vez que veo a alguien demasiado emocionado por ver a Cameron. Ni siquiera cuando lo conocieron por primera vez he visto tanta alegría.

Logan camina de un lado al otro, estamos en mi casa, esperando a Cameron. Ha salido con Molly por un helado, y según Logan, están tardando demasiado.

Me río por eso.

—Hace cinco minutos llegaste, y ellos se fueron poco antes de eso.

—Si bueno, pero, ¿tanto te puede llevar comprar un helado?

Vuelvo a reírme, y luego la risa se transforma en una enorme sonrisa cuando veo cómo brillan los ojos de Logan ante la voz de Cameron; le está diciendo a Molly que el helado está delicioso, y cuando ella inventa una canción al respecto, mi hijo estalla en una fuerte risotada.

Un carcajeo que se detiene cuando encuentra a Logan parado en el medio de la sala.

No le he dicho que Logan vendría a visitarlo, y no lo hice por el simple hecho de que cuando sabe que alguien vendrá a verlo, pregunta todo el tiempo por esa persona. Desde que abre los ojos hasta que la visita llega. Y si no viene, el niño se transforma en adulto y presenta un reclamo.

Cameron me mira, y luego vuelve a Logan. Repite la acción una dos veces, como si no creyera real la presencia que está viendo.

—¿Qué? ¿No hay un abrazo para mí?

Logan apoya sus rodillas en el suelo y abre sus brazos, a la espera de Cameron.

—¡Dogan!

Con la cara llena de chocolate, ríe de alegría, arroja el helado por esa emoción, y aunque Molly haya intentado atajarlo, cae al suelo de inmediato.

Cameron corre hacia Logan, y se abrazan tan fuerte que ambos terminan recostados, riendo, sonriendo, diciéndose lo mucho que se echaron de menos.

—¡Mamá, Dogan volvió! —. Dice, entre risas.

—Y no volveré a irme, ¿de acuerdo? —. Le responde Logan, sin soltarlo. Aunque, creo que ninguno de los dos quiere despegarse del otro.

Me dirijo hasta la puerta para despedir a una Molly que no deja de hacer bromas al respecto. Algunas de ellas, no son aptas para menores.

Luego, voy hasta la cocina para buscar todo lo necesario para limpiar el suelo.

Cuando vuelvo a la sala, me encuentro con que ni Cameron ni Logan están donde los dejé. Pero enseguida escucho sus voces viniendo de arriba. Cameron le está enseñando sus nuevos juguetes y Logan se pone feliz a su par.

Termino de limpiar el chocolate del suelo y subo hasta la habitación de Cameron. Me apoyo sobre el umbral de la puerta y los observo.

No han notado mi presencia, están muy concentrados viendo uno de los cuentos que Nora y Ross le han traído a su nieto.

Cameron pasa de hoja en hoja, contándole la historia a Logan, recordando lo que le leo todas las noches antes de irnos a dormir.

Logan nota mi presencia, y cuando sus ojos se encuentran con los míos, veo el brillo del amor en su mirada. Y cuando entiendo que todo eso es a causa del niño que tiene a su lado, me siento demasiado tranquila.

Cameron me ha preguntado tanto por Logan todo este tiempo que, ahora que lo tiene todo para él, no tiene espacio para otra cosa. Lo vuelve loco, lo lleva de aquí para allá, le enseña más juguetes, luego lo lleva hasta el patio trasero y le enseña la flor que su abuela vino a plantar ayer. Después le pide que se siente en el césped, que quiere darle otra cosa.

Logan le hace caso y con Cameron nos metemos a la casa, todo por pedido de él. Y cuando le alcanzo la caja con panecillos de arándanos, corre hacia el patio y se sienta junto a Logan.

Quisiera decir algo al respecto, pero ambos están tan emocionados, y charlatanes entre sí, que no encuentro lugar para meter aunque sea una palabra. Así que solo los miro, maravillada.

—¡No te moste mi dirario!

Cameron recuerda el dinosaurio que Molly le regaló, por lo que entra a la casa, recordando que lo dejó en el sofá.

—No tienes idea de lo mucho que lo eche de menos. — Opina Logan y extiende su mano—. Gracias, Gia —dice cuando la entrelaza con la mía—. Gracias por permitirme volver.

Sonrío, y mi respuesta se ve interrumpida por la presencia de mi hijo. Quien le pide a Logan que suelte mi mano para que pueda coger al dinosaurio.

Hablan del juguete, del nombre, y de Molly. Y entre todas las sonrisas que Cameron le está regalando a Logan, recuerdo aquella tarde en el campo, cuando lo llamó papá.

Suspiro por ese momento. Pero sonrío cuando comprendo que ya no duele y que tampoco me genera rechazo.

Sé que si Logan va a ser parte de nuestras vidas, en cualquier otro momento lo volverá a llamar de esa manera. Y ya estoy lista para ese acontecimiento. Si el recuerdo de la primera vez no me hace daño, significa que cuento con la fortaleza necesaria para resistir cuando se repita.

La primera vez me tomó de sorpresa, ahora ya lo sé; va a pasar. Y eso está bien.

Mi hijo necesita un padre de corazón, alguien con quien jugar, reír, charlar, cantar, discutir, y todo lo que uno hace a medida que crece en esta vida.

Pero, más allá de poder con eso, siempre le voy a recordar que en la estrella más brillante o en la nube más grande y esponjosa, se encuentra su papá. Un ángel que siempre lo va a cuidar.

Que a los dos nos va a cuidar.

Me tumbo sobre el césped, observo el cielo, y cuando me encuentro con esa nube grande y esponjosa, se me llenan los ojos de lágrimas. Las mismas se deslizan por mi rostro, y cuando las borro con mis manos, encuentro una sonrisa en mi rostro.

—¿Estás bien? —. Me pregunta Logan, y lo miro a los ojos.

—Todo está más que bien. Todo estará mejor.

Me sonríe y deja un beso corto sobre mi boca. Cameron se ríe por eso, y Logan vuelve a besarme, provocando más risas por parte de mi niño al que se ponen rojas las mejillas.

—Dogan besó a mamá.

Dice, sonriendo, feliz. Se tumba a mi lado y Logan nos acompaña. Y mientras ellos se dedican a buscar formas en las nubes, yo le pongo toda mi atención a esa grande y esponjosa.

Todo está más que bien. Todo estará mejor.

*

Hola, estrellitas. Y perdón por el capítulo corto. No había otra cosa más por agregar a esta felicidad que rodeó a esta familia. Porque sí, ellos ya son una familia :')

Solo creo que es necesario dejarles este aviso, para contarles que el capítulo 44 será el último antes del epílogo. Si es que a Gia y Logan no se les ocurre otra cosa más para contarme y así poner otro capítulo.

Sé que no estamos listos, pero ya tendremos que despedirnos de esta bilogía...