C a p í t u l o 39: Soltar.
Al parecer, la confesión de Logan, es algo nuevo solo para mí.
Recurrí a mi padre en primer lugar, y no se mostró para nada sorprendido por la noticia. Luego se sumó mi madre, y su mirada me dio a entender que era algo obvio.
Y, por último, lo hablé con mis amigos. ¿Es necesario aclarar que no acotaron nada que no haya escuchado en mis padres? Al igual que ellos, Carl y Lisa también lo sabían.
Entonces, ¿cómo puede ser que yo no lo haya notado?
Lisa opina que una parte de mí bloqueó esa posibilidad, más que nada porque, lamentablemente, no me encontraba en la misma sintonía que Logan.
No es para nada lindo pensar que no estábamos en la misma sintonía. Si tan solo me hubiese dado cuenta de que Logan estaba sintiendo mucho más de lo que yo lo hacía, habría frenado las cosas a tiempo.
Pero de nada sirve apuntar mis pensamientos por ese lado del camino. Ya esa posibilidad se encuentra bloqueada, ahora mis pasos están por el sendero donde las cosas avanzaron, sin control, al punto donde lastimé a un buen hombre.
¿Por qué fui tan tonta de creer que, si las cosas no salían bien, podíamos ser amigos? Así como en la adolescencia. No tuve en cuenta ni el paso del tiempo, ni el crecimiento que fuimos teniendo debido a nuestras experiencias.
Hoy ya no somos aquellos chicos que podían sentir y dejar de sentir en una semana, o en un mes.
Hoy ya no estamos explorando, ni conociendo el campo amoroso.
Hoy sabemos un poco quienes somos, lo que queremos, lo que no.
Hoy ya tenemos una idea de lo que es el amor, su parte linda y fea.
Hoy ya no podemos sentir y dejar de sentir con facilidad. Bueno, al menos yo no.
Quiero mucho a Logan, pero él me quiere mucho más. Y obviamente, fui cruel al pedirle ser amigos.
No dejo de lastimarlo y me odio por eso.
Respecto a esto, no solo lo he hablado con la gente que quiero, sino que también, lo hablé con mi terapeuta. Su respuesta fue la siguiente: Yo pienso que existe la posibilidad de que sientas lo mismo que Logan. Pero tienes clausurada esa puerta, y sabes por qué. O más bien, por quién.
Al parecer, la solución a todo el lío que tengo en mi mente, y mucho más en mi corazón, se soluciona con dejar ir a Steven.
¿Por qué para todos suena tan fácil y para mí parece una tortura terrible?
Es por eso que he venido a visitar a Nora y Ross. Ellos pueden entender lo complicado que es pasar de página.
He venido sola, Cameron no quiso despegarse de Will. O más bien, ninguno quiso hacerlo. Así que, mientras ellos de seguro se están divirtiendo, Nora y Ross me reclaman por su ausencia.
—Les prometo que la próxima viene sin falta —les sonrío.
—¿Cómo están tus cosas, cariño? —me pregunta Nora mientras me alcanza una taza de té verde—. ¿Cómo va el trabajo?
Le respondo que todo va bien. Les cuento acerca de los cambios que estamos teniendo al abrir las posibilidades a más géneros literarios, y también les comparto la noticia de que han traducido muchos de nuestros libros.
—¿Y Logan? —pregunta Ross y ante la simple mención de su nombre, suspiro pesadamente. Ambos lo notan, me miran con mucho detenimiento, y por último dejan sus tazas para prestarme más atención. — ¿Podemos saber qué pasa?
No les respondo. Lo único que hago es observar el pastel de naranja que Nora preparó para nuestra merienda. El favorito de Steven.
He llorado mucho estos días, así que me niego a volver a hacerlo. Espero no quebrarme cuando empiece a hablar, o cuando escuché lo que ellos tienen para decirme.
—Yo... no sé, es decir, yo... no...
Nora posa su mano sobre la mía, cuando nota que estoy temblando, me da un breve apretón reconfortante.
—¿Se trata de Steven? —. Cuando la miro a los ojos, noto como se iluminan con su nombre.
Siempre la he admirado mucho por eso. Perder a Steven fue lo peor del mundo para Nora y Ross. Recuerdo que jamás se soltaron la mano, y que juntos salieron del pozo depresivo que la pérdida les generó.
Pero salir de allí no fue tan sencillo para Nora. Creí que sus ojos tristes jamás la iban a abandonar. Es más, llegué a creer que la pesadumbre se había instalado para siempre en su cuerpo. Ni cuando Cameron estaba cerca podía dejar de lado su dolor.
Todos empezábamos a creer que habíamos perdido a la Nora de siempre. Más Ross que, pese a lo difícil que era ver a su compañera tan apagada, jamás se rindió y siempre continúo luchando por ella.
Y un día, así como así, volvimos a escuchar la risa de Nora, aquella que liberaba cada vez que Steven hacía o decía una payasada. También la escuchamos hablar sobre los planes que tenía para su vida. Y, como si eso no fuera poco, sus ojos volvieron a cobrar vida. Algo que sigue presente hasta el día de hoy, más cuando nombra a su hijo, o lo recuerda gracias a una anécdota o alguna acción de Cameron.
—Siempre se trata de Steven. — Respondo y bajo la mirada.
—¿Y cuándo se trata de ti? —. Pregunta Ross, y me encojo de hombros.
—Quieres mucho a Logan, ¿cierto? —. Asiento a la pregunta de Nora—. Pero no puedes dejar de tener presente a Steven. —Vuelvo a asentir. Nora acerca su silla a mi lado y me rodea con uno de sus brazos. Apoyo mi cabeza sobre su hombro y luego entrelazamos nuestras manos. Ross está delante de nosotras, listo para ponerse de pie y abrazarnos a ambas en cualquier momento. — Siempre lo vas a tener presente. Jamás lo olvidaremos, es parte de nosotros y eso está bien.
—Pero la gente me dice que debo soltarlo, dejarlo ir. Dicen que debo pasar de página y yo... no puedo. —Mi voz se quiebra, pero suspiro profundo, tragando todas mis lágrimas.
—Debes soltarlo de tus pensamientos. Debes liberarlo de tu culpa por vivir, y sentir algo por alguien más. Debes pasar de página para continuar con esa nueva emoción que alguien más te presentó —. Continúa Nora—. Steven está ocupando en ti un lugar que no le corresponde. Algo nuevo en ti que no te hace bien.
—Y nuestro hijo, ¿provocaba algo negativo en ti? —. Pregunta Ross.
—Por supuesto que no.
—Entonces, si quieres soltar a Steven, debes dejarlo ir de ese lugar que te hace mal y te echa para atrás —Ross observa a Nora—. A tu lado, tienes el mejor ejemplo de que eso es posible.
Ross le sonríe a Nora como si fuera la primera vez que la ve, y de seguro ella le responde igual.
—Eso mismo, cariño. Steven siempre nos ha enseñado a seguir adelante y, por lo tanto, él debe ocupar ese lugar en tu corazón. Uno que esté lleno de vida y cosas bonitas. No debe estar en ese espacio triste que te hace sentir que seguir con tu vida está mal —Nora me abraza más fuerte—. No es fácil entender que lo instalamos en un lugar feo, donde nada de allí lo representa. Pero te prometo que darle el espacio que merece es sencillo cuando te rodeas de la gente correcta. Vas a poder, ¿si? Vas a continuar con tu vida. Vas a recuperar tu esencia. Cuando Steven ocupe en ti el lugar que le pertenece, vas a ver que todo se va a solucionar.
Y tal como lo dije antes, Ross se pone de pie, se acerca a nosotras y nos rodea con sus brazos.
Las palabras de Nora y Ross tuvieron un efecto profundo y fuerte en mi corazón. Es decir, vine aquí sintiéndome pesada por todo lo que siento y pienso de manera constante, pero estar con ellos, escucharlos y verlos, me hace sentir un poco más liviana. Fueron mi bocanada de aire fresco. Me ayudaron a no sentirme tan ahogada.
¿Puede ser que la culpa que siento se deba a que instalé a Steven en un lugar que no le corresponde? Es decir, ¿me siento así de mal porque lo puse en un espacio frío y oscuro?
Supongo que lo analizaré luego. Ahora solo quiero rodearme de este amor. Porque si estoy con Nora y Ross, estoy más cerca de Steven que en cualquier otro lugar.
Y estando aquí, entre los brazos de Nora y Ross, siento que Steven está ocupando el lugar que le corresponde. Ese donde está lleno de vida, colores, huele a pastel de naranja recién horneado y de fondo se escucha alguna canción de Pink Floyd.
Ahora bien, cuando me vaya de aquí, ¿qué lugar tendrá ese gran amor en mi?
*
Hola, estrellitas. Cómo están?
No les pareció muy justo lo que le dijeron Nora y Ross?
Tal como ellos, yo también creo que Steven está ocupando en Gia un lugar que no le corresponde, no lo representa ni mucho menos merece.
Espero que a nuestra Gia no le cueste mucho quitarlo de ese lugar. Y que sane, primero por ella misma, luego por su hermoso niño, y por último, ver si se encuentra lista para empezar algo nuevo con Logan.
Se que el capítulo fue corto. Perdón. Pero les gusto?
Falta menos para darle un cierre a la novela
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