He venido con Cameron a visitar a Nora y Ross. Y en estos momentos, me encuentro a solas con Ross. Nora salió a comprar helado junto a Cameron.

Nos hemos puesto al día sobre las distintas cosas que fuimos preguntando, y en cada oportunidad, Ross no ha dejado de mencionar que me ve bien, tranquila, y que eso es algo que lo pone muy feliz.

Sé que me quiere preguntar algo respecto a mi vida sentimental y amorosa, lo veo en su mirada. Lo conozco tanto que ya sé leer sus ojos. Pero, en vista de que teme dar con una respuesta negativa, o bien de que siente que quizá me moleste, prefiere callar.

Así que decido ponerle voz al tema.

—Estoy viéndome con alguien. — Lo confirmo. Sus ojos encuentran los míos, me mira fijo, como si me estuviera estudiando con ellos. Como si quisiera buscar en mi mirada como me siento con eso.

Es algo que Steven siempre hizo. Cada vez que le contaba algo, se quedaba viéndome fijo. Según él, los ojos transmitían algo que las palabras no. Y, por lo tanto, antes de decirme algo, siempre veía mis ojos.

Y esta vez, me encuentro haciendo lo mismo con Ross. Él me mira fijo, pero yo también lo hago. Le acabo de confesar que me estoy viendo con Logan, y contarle eso al padre de tu gran amor, es algo fuerte. Es por eso que me encuentro buscando algo en su mirada, ya sea aprobación, negación, enojo, alivio, lo que sea.

Ross respira profundo, sonríe y entrelaza su mano con la mía. Todo está bien, le gusta saber que hay alguien. O eso me transmite con su cuerpo, con sus ojos y con su sonrisa.

—Quiero saberlo todo.

Me dice. Y entonces lo hago, le cuento todo lo necesario respecto a Logan. Y en todo momento, Ross no ha dejado de sonreír.

—Suena como un buen hombre — dice cuando termino de hablar.

—Lo es.

—Y que sea paciente, al saber todo sobre mi hijo, me hace entender lo mucho que te quiere —asiento. Me refugio en sus palabras, pero me pierdo en la mención de mi hijo.

De hecho, la mayor parte del hogar se encuentra llena de fotografías de Steven. Sí, también lo está la mía, pero se siente diferente al estar aquí, en la casa de sus padres, con sus recuerdos a mi alrededor.

—¿Gia? — Dejo de divagar visualmente por cada foto, y pongo atención en Ross—. Dime que no te sientes mal por continuar con tu vida.

Me encojo de hombros.

—Eso estoy tratando.

—¿Sabes una cosa? —elevo ambas cejas—. Me tranquiliza bastante saber que estás con alguien, de la forma que sea. Y sé que lo mismo va a sentir Nora. Estábamos preocupados por ti, en ese sentido. Temíamos por nunca escuchar algo como esto, y ahora que me lo dices, me agrada bastante. Con esto no quiero que pienses que pensábamos que necesitabas sin falta la presencia de un hombre. Sabíamos que estabas bien, pero también sabíamos que tu corazón estaba cerrado ante la mínima posibilidad de conocer a alguien. Y por eso repito, me tranquiliza saber que te has dado una oportunidad.

Mis ojos comienzan a picar por las lágrimas que se quieren presentar. Y cuando Ross me lleva a sus brazos, cada una de ellas se pierde en su camiseta azul.

Ross no dice nada, solo me abraza fuerte y yo lloro aún más. Es que tampoco es necesario que me diga algo, ya dijo suficiente. Y que esté aquí, con su cariño en forma de abrazo, es todo lo que necesito en estos momentos.

Escucho que Nora llega con Cameron, y como sé que a mi hijo no le gusta verme llorar, me separo de Ross y corro hasta el baño. Me lavo el rostro, respiro profundo, me tranquilizo y salgo.

Cuando llego a la sala, veo que Ross le está contando algo por lo bajo a Nora, y cuando ella me mira, cuando sus hermosos ojos brillan para mí, nuevamente tengo ganas de llorar.

Y cuando me abraza, sin decir nada al respecto, ahogo mis lágrimas en su ropa.

—Estamos felices por ti. — Me dice, me confirma, y entonces no tengo ganas de romper este abrazo.

Todo mi entorno está feliz con mi vuelta de página, incluso Steven sé que está bien con eso, ya me lo dejó bastante claro más de una vez.

Entonces, si todo está bien, si todo me empuja hacia adelante, no hay forma de que pase algo que me eche hacia atrás.

¿Cierto?

Y para terminar este gran encuentro que tuvimos, Nora deja el helado en la nevera y salimos a la calle, con la única intención de terminar en Olivers.

Hasta Cameron sabe que debemos pedir la pizza con extra queso.

—¿Y qué te va pareciendo? — Le pregunto a Logan a través de la pantalla. Por temas laborales, ha tenido que viajar a otra ciudad por dos semanas, así que aquí estamos, compartiendo una charla por video llamada, luego de que hice dormir a Cameron. Me dijo que se ha llevado mi manuscrito para leer en sus tiempos libres.

—Lo siento, pero no voy a responder.

—Eso significa que no te está gustando y no sabes cómo decirlo sin herir mis sentimientos.

—No, nada de eso. Pero no puedo tener una opinión muy formada cuando tan solo voy cinco capítulos.

—Pero mi pregunta no se refiere a la historia en sí.

—Oh... quieres saber si me dan ganas de leerla, si me gusta como escribes y lo que tienes para contar con este característico personaje.

—Exacto. — Logan se queda en silencio, pensando en la respuesta, pero mirando hacia la pantalla—. Dios mío. Si lo estás pensando tanto es porque...

—Llegas a decir algo malo de ti y juro que finalizo la llamada. — Me interrumpe y me hace sonreír. Responde con otra sonrisa, y luego lleva una de sus manos hacia su cabello. Ha crecido un poco, así que tiene esas ondas que tanto me gustan. Quisiera estar ahí con él. Quisiera estar acariciando su cabello.

—Si te deja más tranquila, tienes que saber que tu forma de escribir hace que uno quiera más y más —continúa—. Supongo que te ha pasado, eso de leer a un autor, decir un capítulo más y dejo, pero sigues leyendo porque no puedes parar —asiento—. Bueno, eso me está pasando. Y si no fuera por el trabajo, estaría mucho más avanzado. Me quedo con la sensación de querer más, pero me veo obligado a cumplir con mis obligaciones. Así que sí, Gia, me gusta como escribes y tengo la sensación de que voy a amar a tu personaje.

Sus palabras traspasan la pantalla y llegan a mi cuerpo para erizar mi piel. Pero, sobre todas las cosas, sus palabras ingresan por mis oídos y se instalan de forma inmediata en mi corazón.

Logan nota que sus palabras tuvieron un impacto positivo en mí, así que sigue hablando, sigue llenando de halagos mi trabajo, y de paso, me halaga a mí también.

Me siento una persona maravillosa, y todo por el simple hecho de que logra que me vea a través de sus ojos.

No sé si la historia que escribí sea buena, pero Logan me hace sentir que es la mejor del mundo, y que yo soy la mejor también.

Logan saca su móvil y le saca una fotografía a la pantalla de su notebook.

—¿Qué haces? —. Le pregunto, y acto seguido me llega un mensaje suyo. El cual contiene la fotografía que acaba de sacar. En ella estoy yo, sonriendo de oreja a oreja, con un brillo especial y único en los ojos.

—Así de bonita te ves cuando alguien cree en ti —me dice—. Y espero que tú también lo hagas. Porque si la confianza de otro te da belleza, imagina todo lo que te puede dar tu propia fe en ti.

Y una vez más mi corazón se siente refugiado por el hermoso impacto que hay en sus palabras.

Ahora, en cada latido, se desprende una luz verde que me irradia por completo. Puede que parezca una locura esto que digo, pero es lo que percibo.

Percibo una maravillosa sensación que se pasea por todo mi cuerpo, sin dejar espacios sin su toque verde. ¿Y por qué digo que es de ese color? Porque según dicen, el verde es el color de la esperanza. Y mi vuelta de página, con Logan de la mano, se siente como un golpe de esperanza.

—Te quiero —. Le digo, sin pensarlo dos veces, pero sin arrepentirme por ello—. En verdad te quiero. — Lo repito para marcar mi sinceridad, y también porque su rostro cambió por completo tras decirlo. Ahora lo veo feliz. Y esta vez, no siento que puedo ser capaz de arruinar esa emoción, de apagar el brillo de sus ojos o de borrar su sonrisa.

—Esperaba tenerte cerca para decirte algo como esto, porque la mejor manera es mirando a los ojos. Pero ya voy a tener la oportunidad, mientras tanto, me queda este medio. Yo también te quiero, Gia. Incluso sé que te quiero mucho más de lo que tú dices.

No le respondo a eso, porque sé que tiene razón. Sé que me quiere mucho más de lo que yo a él, pero no me siento mal por eso, Logan no deja que eso suceda.

Y de pronto, yo también me siento feliz.

Hola, color esperanza, espero que dures mucho. Adiós.

*

HOLA.

Creí que no iba a salir nada bueno al sentarme para escribir, pero algo salió y lo que Gia tuvo para contarme me gustó. Espero que a ustedes igual.

Creen que eso de la esperanza va a ser algo duradero? Yo no voy a responder, porque estaría dejando spoiler y me gusta que lo vayan descubriendo a medida que actualizo. Pero aún así, me interesa mucho saber lo que piensan, sienten y demás...

El único spoiler que les voy a dar, o más bien la pista que quiero dejar, es algo relacionado al libro que escribió Gia. Ustedes ya conocen la historia, está en mi perfil. CHAN. Se imaginan cuál es?

Espero que esta semana haya otra actualización, crucen los dedos por mí.

Nos leemos pronto!