Que el nuevo empleado de la editorial esté coqueteando conmigo, sólo me lleva a pensar en una persona: Logan.

¿Y por qué pienso en él cuando, según el resto de las  opiniones femeninas, el tipo frente a mí es atractivo hasta la médula?

Porque no me estoy sintiendo ni cómoda, ni halagada. Esto último es algo que me dijo Miranda, la encargada de manejar el catálogo de autores. "Deberías sentirte halagada porque un hombre como Simón tiene interés en ti."

No lo entiendo, ¿debería sentirme así sólo porque es atractivo? ¿O por qué? Sea cual sea el motivo que se haya cruzado por su mente, a la hora de decirlo, no es suficiente para lograr que me sienta halagada. Ni por más que me de más de un motivo me sentiría así.

Es por eso que me encuentro pensando en Logan. Cuando él coqueteó conmigo en casa de Lisa y Carl, me sentí muy deseada y eso no me incomodó ni molestó. Es más, me gusto haberme sentido así.

Mientras que uno me está provocando rechazo, el otro me hizo sentir bien, a gusto conmigo.

—Entonces, ¿qué me dices? —pregunta Simón, haciendo lucir sus perfectos dientes blancos.

—¿Sobre qué?

—Me encanta que seas tan despistada —lo dice sonriendo. No lo soy en absoluto, sólo no lo estaba escuchando—. Sobre cenar esta noche.

Se pasa una de sus manos sobre su cabello castaño claro, y en sus ojos verdes hay un brillo de emoción.

No niego su atractivo, porque en verdad lo es. Sólo que, siendo sincera, no me mueve un pelo. Y sé que eso es algo que me viene pasando hace tiempo, con todos los hombres, pero lo de Simón es diferente. No es mi tipo.

Se nota a leguas que es un hombre sin compromiso, que vive su soltería de la mejor manera. Y eso no está mal, pero no es lo que necesito hoy en día. Ni lo que quiero. 

Podría llevarse muy bien con Morgan, quien nos mira desde atrás. Luego de su dolorosa ruptura, y de meses de terapia, sé que está viviendo su soltería sin compromiso, y con mucha diversión. Tal como Simón. Además, Morgan es muy divertida, eso es un factor muy importante. Al menos para mí.

—Lo siento, Simón, pero...

—No me rechaces —me interrumpe—. ¿Tienes algún plan esta noche?

—De hecho, sí. Me espera una maratón de Disney con mi hijo —frunce el ceño y se tensa.

 Sí, he visto esa reacción antes.

¿Por qué algunos hombres se espantan al mencionarles que tengo un hijo?

—No sabía eso.

—Lo sabes ahora —sonrío—. Pero no es por eso que no acepto tu oferta —me pongo de pie y lavo mi taza de café en el fregadero—. No estoy interesada —lo enfrento, sin dejar de sonreír—. Pero te presento a Morgan.

—¿Qué? —Morgan se pone cual tomate—. Gia...

—Anda, dime que no te gusta —le susurro y sonríe—. Es muy divertida, tiene tu edad, y además, es muy hermosa.

Simón pasa sus ojos hacia Morgan, y luego vuelve a mí. Espero que al menos intente entablar una conversación con ella, sino me voy a sentir una idiota por haberla expuesto así.

Simón sonríe, y asiente. No sé que significa eso, pero salgo de la cocina y los dejo solos.

—¿Cómo pudiste dejarlo ir? —se queja una de mis compañeras cuando paso por su cubículo.

Ruedo los ojos y me encierro en mi oficina.

Al instante en que me siento frente a la notebook, para continuar con mi corrección actual, me llega un mensaje de Will.

A que no adivinas...

Pistas?

Música, y la banda

Pienso  que responderle a eso. Sé que ya están trabajando junto a Christopher. El abogado de confianza dió el visto bueno, y eso tranquilizó a los padres. Ahora sólo resta que los chicos cumplan con la parte de su trato, y no bajar sus calificaciones escolares.

Van a tocar en algún lado?

SIIIIIIII

Oh, vaya. No puedo tener esta conversación por mensaje, así que lo llamo y me atiende al primer pitido.

—¡Vamos a tener una primera presentación oficial, Gia Elizabeth Beckman! —debo alejar el móvil de la oreja a causa de sus gritos y el de los chicos de fondo.

—¡Y eso me pone muy contenta, William August Beckman!

—¿Ya puedo cambiarme el nombre? Un artista no puede llamarse August —me río.

—¿Dónde será la presentación?

—En el bar de unos amigos de Chris. Y antes de que te espanten, no nos darán alcohol.

—Me preocupa que me tomes tanto como un oficial de policía.

—Porque lo eres , ¿o no que Gia es una policía? —los chicos se burlan de eso, y no me queda otra que reír—. Espero que vengas.

—¿Cuándo?

—El sábado.

—Tendré que hablar con Molly, para saber si puede quedarse con Cam esa noche. Sólo pásame la dirección del bar por mensaje, y luego lo consulto con ella. ¿Will? Te felicito. A todos. Este es el comienzo de algo bueno, de eso estoy segura. Te amo.

—Sí, yo igual.

—¿Tú, qué?

—Eso que has dicho.

—¿Qué? —sonrío, porque me gusta ponerlo nervioso. De pequeño me decía que me amaba todo el tiempo, ya de grande le ha costado más.

—Adiós —corta mi llamada y me río. Y a los pocos segundos me llega un mensaje suyo.

Yo también te amo

Sonrío por eso, y le respondo con muchos emojis de corazones. Acto seguido, me bloquea. El amor de un hermano en tiempo de bloqueos de whatsapp.

Me río porque no es la primera vez que lo hace, el muy maldito.

Y por más que quiera volver a trabajar, mis ojos caen en la fotografía de Steven. Cojo el marco entre mis manos, y beso su rostro.

—No los abandones, amor, por favor. Sabes lo mucho que necesitan de tu energía —y al instante en que le pido eso, me siento en paz, demasiado tranquila. Como cada vez que le hablo. Por lo tanto sé que me está escuchando.

—Te amo —le susurro, dejó la fotografía y pongo nuestra canción en la notebook.

Cuando The One llega a mis oídos, la sensación de quietud se extiende por todo mi cuerpo. Y cuando pienso que voy a llorar, no sucede, pero a diferencia de ello, no puedo dejar de sonreír.

Está aquí conmigo, de eso estoy muy segura.

Es de noche, y con Cameron estamos eligiendo que película de Disney poner.

—Ese feo —dice cuando pasamos por Toy Story, finjo que se me rompe el corazón, se ríe y me repite que la película es fea.

—¡Bimax! —grita de contento cuando ve que Grandes Héroes está en la pantalla. No sé cuántas veces la llevamos viendo, pero cada vez, se siente como la primera.

Apago la luz, abro el paquete de palomitas, y le doy play a la película.

Cuando la película llega a la parte del saludo entre Hiro y Baymax. Cameron se para en el sofá y dice un nombre con mucha alegría.

—¡Dogan, Dogan, Dogan! Dogan, mamá —se sienta a mi lado, sin dejar de sonreír.

Logan no es la primera persona que lo saluda como el dibujo animado, sin embargo, fue en el único en quien pensó ante la escena. De hecho, es la primera vez que lo hace.

—¿Echas de menos a Logan? —le pregunto.

—Si, etaño.

¿Podré dejar de sorprenderme por como se muestra ante la sola mención de su nombre?

Sonrío, cojo el móvil y le escribo a Logan. El último mensaje que tengo de él, es uno donde me pregunta si me dijo algo en estado de ebriedad. Mi respuesta es una mentira, porque le dije que no.

Haces algo mañana? Aquí hay alguien que te echa de menos

Junto al mensaje, le envío una foto de Cameron. Y mientras espero por su respuesta, recuerdo la travesía que fue llevarlo hasta su casa esa noche.

En el asiento de atrás, tenía a Cameron durmiendo en su silla de seguridad. Y en el asiento delantero, tenía a un Logan, con los primeros botones de su camisa desabotonados, despeinado y cantando una canción que Lisa, en un total estado de ebriedad como el suyo, entonaba desde la puerta de su casa.

Sólo Carl y yo fuimos los sobrios de la noche. Si hay una próxima vez, tiene que ser diferente. O... no, mejor no. Prefiero a la Gia sobria. ¿Quién sabe como puedo llegar a ser con varias copas encima?

Cuando Logan se despidió de mí esa noche, acarició mi rostro, dijo que no entendía como podía ser tan hermosa, y como si no hubiera dicho nada, se bajó del auto y entró a su casa.

Entonces, ¿cómo no iba a mentirle? Preferí eso antes que decirle: Oh, sí, coqueteaste conmigo, me mirabas imaginando cosas sexuales en tu mente, porque eso me diste a entender y me dijiste hermosa. Nada del otro mundo.

¡No podía decirle eso!

Hago algo con ustedes, a dónde vamos?

Responde, y sonrío. Recuerdo su coqueteo y siento cosquillas en el estómago.

Hola, ¿cómo andan las estrellas de Steven? *se quiebra en el llanto*

Hoy no habrá doble capítulo. Estoy con otras cosas encima, y no pude escribir el siguiente. Pero tampoco quise dejarlas sin nada.

Eso si, hoy no hay capítulo doble. Pero puede que este fin de semana, suba el que les debo hoy. Si? Así no se nos hace tan larga la espera.

Como siempre, les agradezco por leer y acompañarme en esta historia. Se vienen cosas muy muy interesantes...

¿Les va gustando?

Les dejo la canción de Gia y Steven, para recordarlos, Y LLORAR. Bueno, perdon. 

https://youtu.be/nygrvuZTijA