Capítulo 26
Este capítulo me encantoooooo y sé que a ustedes también porque les encanta que se arme fuego igual que a mi 😏🔥
Disfruten el cap mis amores y muchísimas gracias por el lindo apoyo que me dan😍
No olviden sus votos y comentariosssss
Willow
Salgo del auto aplastando mi vestido rojo de terciopelo contra mi cuerpo. Una orden de mi esposo tener que usar rojo esta noche. Los tacones negros son muy altos, pero gracias al cielo, mi comodidad no era afectadas. El cumpleañero se posa a mi lado abotonando su chaqueta y comienza a sonreír hacia las cámaras de los reporteros que se encuentran tomando fotos afuera del lujo hotel y que nuestros guardias apartan con premura.
Si yo no fuera parte de esto, diría que fue una súper estrella la que llegó para que estas personas se maten para hablar y tomar fotos a mi esposo que parece un actor de cine por lo bien que finge que somos una hermosa apareja normal que llega al hotel donde se celebra su humilde cumpleaños.
Entramos rebasando la avalancha de reporteros y carraspeo mirando a otro lado cuando mi descarado esposo baja la mano a mi trasero y lo aprieta.
-Primera prueba pasada-murmura y recibe la copa que le brinda un mesero cuando entramos al lujo lugar.
Tengo deseados de rodar los ojos pero no creo que eso sea educado en este momento.
El hotel estaba lleno de invitados sofisticados, tanto amigos cercanos como colegas de los negocios turbios Alexey. En cuanto llegamos al vestíbulo, fuimos recibidos por un elegante pianista que tocaba melodías clásicas... con un pequeño giro ruso, añadiendo algunos toques de música de películas de mafiosos.
La decoración del salón principal era opulenta, con luces brillantes, cortinas de terciopelo rojo y centros de mesa con rosas negras.
La comida era una mezcla extravagante de platos tradicionales de este país y delicias gourmet que hacían agua la boca. Desde Borsch Ruso a la hasta Blini y Pelmeni, ningún gusto quedaba insatisfecho. Y, por supuesto, no faltaban los vinos finos y los licores caros para brindar por la vida y los logros mi esposo.
Pero no todo era serio y sombrío en esta fiesta. Para animar el ambiente y romper el hielo, Svetlana había contratado a unos magos y payasos para entretener a los invitados. Mientras trataban de impresionar al público con sus trucos, también se aseguraban de no hacer desaparecer ningún invitado de forma literal.
Caminamos hasta lo que puede ser nuestra mesa correspondiente y nos sentamos junto a sus demás familiares. En el centro de la habitación hay una mesa repleta de regalos con envoltorios ostentosos y me pregunto qué le pueden regalar a alguien que ya lo tiene todo y de sobra.
-Que bueno que ya llegaste, estaba a punto de mandar a cortar el pastel-dice mi suegra entre dientes. Llegamos media hora tarde ya que pelie unos cuantos minutos con el hombre orgulloso a mi lado porque no me gusta quiera controlarme de nuevo y a él no le gusta perder-Afortunadamente todos parecen creer que es normal que el cumpleñero haga esperar a sus ansiosos invitados.
Su hijo no responde sino que se ocupa en saludar a las personas que se van acercando a felicitarlo y hablar un copo sobre negocios. Al parecer se cansa de estar sentado porque se levanta y me da una mirada de advertencia antes de desaparecer entre las personas y comenzar a cruzar palabras con los invitados mientras toma una copa.
-Esta noche podría ser más aburrida-digo y me bebo de un solo trago mi copa.
Natalya juega con la cabeza y se levanta de la mesa para reunirse con unas jóvenes pretenciosas que están bailando. Ellas se giran para hablar con ella haciéndose las sorprendidas por su presencia y sonríen invitándola a bailar. No sé ella no se da cuenta, pero a kilómetros se ve que solo lo hacen por temor de no caerle bien a la princesa Bratva, mientras que en realidad no quieren hablar con ella.
Me levanto queriendo ir al baño y aunque siento la mirada de reproche de mis suegros en mi espalda, avanzo y me guío por unas señoras que hacen una pequeña fila para entrar. Miro a todos lados admirando el lujo de este lugar y a pesar de que no es mi mejor noche, agradezco que mis bebés estén seguros durmiendo con Olya.
Mi turno de entrar al baño llega junto a tres mujeres que cuchicheaban detrás de mí y entro al sanitario para hacer mi necesidad más grande en este momento: vacías mi vagina. Aplasto el trasero en el retrete y suspiro de alivio cuando el líquido va abandonando mi cuerpo.
-No se como puede estar con ella-unas voces entran y la puerta es cerrada con pestillo. Puedo escuchar el click desde mi posición-Gianna no tenía mucho juicio, pero por lo menos si era de una buena posición. Su padre era poderoso y haría que nuestras filas de pretendientes... creciera. No se puede negar que los italianos son muy guapos.
Unas chicas hablan afuera. Supongo que no vieron que yo, obviamente su medio de entretenimiento, estoy también metida aquí.
-Es muy bonita, pero ni siquiera puede posar al lado del papacito de Alexey y no parecer una vil ordinaria... como lo que es-las risas resuenan afuera y gracias a los muchos cursos que hice de ruso sé perfectamente que le estoy dando una gran comilla a esas niñatas de mierda. Si supieran que he escuchado cosas peores sobre mi, no perderían su tiempo criticándome
-Si yo fuera la esposa de ese bombón no me despegaría de su lado. Ya entiendo porqué Aleksandra Markovik piensa que tiene oportunidad con él. Ella no lo cuida como debe ser-escuchó otra voz.
Cansada de escuchar sus estupidas palabras salgo y me voy directamente al lavamanos sin decirle ni una palabra haciendo uso de mis malos modales. No merecen ni siquiera un buenas noches.
-Eh... Hola-dice la primera voz que escuche y la miro de arriba abajo viendo que solo es una chiquilla de unos 17 años.
Aprieta los labios al ver que no me interesa usar la hipocresía con ella y se quedan mirándose entre ellas cuando salgo. No me pierdo lo último que esucho antes de alejarme por completo:
-¿Vieron lo mismo que yo?
Me detengo al ver a Alexey hablando muy entretenido con una rubia con piernas tan largas que da vergüenza siquiera describirlo. Es una mujer con cuerpo de sirena. Su pelo rubio cae ondulado a un lado de su cara llegando hasta su cintura que es abrazada por un hermoso vestido negro Versace. Sostiene una copa mientras se ríe por algo que dijo mi esposo y no puedo entender que de chistoso tiene él para contarle a ella.
Debe ser Aleksandra Markovik.
Impulsa por unos detestables celos y porque quiero molestar su noche como él acaba de hacer conmigo, a paso rápido sin importarme las miradas que son dirigidas a mi, camino hasta donde ellos están ubicados.
Cuando creo que por fin podré llegar y arrastrar la dignidad de esa mujer pro el cielo frente a mi descarado esposo, una mano me detiene y me rodea haciendo que mi cuerpo se mieva involuntariamente por la pista.
-Buenas noches, hermosa Willow-dice una voz enigmática y muy educada para mi gusto. Su tono de voz es de un hombre aristocrático-¿me concede este baile?
Una corta risa se me escapa admitiendo lo tonto que eso se escuchó.
¿En que época estamos para esta gente?
Miro nuevamente a la pareja que habla felizmente y me encojo de hombros restándole la importancia que él hizo cuando salió a saludar sin mi.
-Que más da.
Ríe y sigue guiándome de un lado a otro.
-¿Qué tal la velada? Veo que su esposo se la está pasando bien con Aleksandra-por Dios que molesta es su voz.
Asiento y le doy una sonrisa de boca cerrada.
-Bastante bien. Tengo mucha hambre como para devorarme a un ser humano entero, peor bien.
No sé porque me expreso con tanta libertad hacia este hombre que acabo de conocer, pero no me interesa ser educada como él lo es conmigo. Me separo un poco de su cuerpo y es posible que la baba se haya escapado de mi boca.
Es todo un galán. Sus labios finos y un poco pequeños, su nariz fina de esos hombres de las películas de Disney y un cabello oscuro rebelde descansando en su frente. Todo lo contrario a lo que su voz y sus modales me decían.
-Wao.
Una sonrisa genuina se dibuja en sus labios y baja la cabeza para mirarme con unos ojos verdes brillantes que me deslumbran. ¿Que hace in hombre como él aquí?
-Soy Maxim Petrov, es un gusto al fin conocer a la mujer que destruyó al rey tirano.
Frunzo el ceño confundida y las parejas cambiando confundiéndome más cuando quedo entre los brazos de Alexey. Tiene la cara llena de amargura y me lamento por no poder en este momento disfrutarlo.
-¿Te diviertes con ese idiota?
No pude responder porque me apetecía verlo celoso así como yo me encontraba.
-He dicho, ¿te divierte?-repite entre dientes.
Sonrío mostrándole mi mejor sonrisa.
-Oh, no sabes cuánto...
Mis palabras se cortan cuando chica su boca agresiva contra contra la mía y devora mis labios como si estuviera hambriento y mi boca fuera lo único que puede saciarlo.
Aprieta cuerpo contra el suyo y un pequeño gemido se me escapa cuando siento su grueso y duro miembro inquietandome entre nosotros.
-Así me pone tu descaro-murmura entre mis labios.
Miro hacia riba cuando más luces parpadean y mi celó se frunce nuevamente.
En este tipo de lugar suelen pasar estos errores porque además de que mi suegra es una loca del control y no permitiría ningún fallo, este Hotel es lo suficiente reconocido por sus buenos servicios y sin ninguna queja contra ellos en sus redes sociales.
Un mal presentimiento de desarrolla en los simientes de mis huesos cuando veo a todo el mundo a la espectativa, la música se detiene y un grito departe de mi esposo resuena por los aires:
-¡Abajo todos!
Me agarra bruscamente del brazo y me lleva hacia una esquina ocultándonos de lo inminente.
Mis sospechas se confirmaron cuando, de repente, las luces se apagaron y el sonido de disparos llenó la habitación. Un pánico incontrolable se apoderó de todos nosotros mientras nos arrojábamos al suelo en busca de protección. Gritos de dolor y desesperación resonaban en el aire.
En medio de la confusión, supe que no había sido un simple accidente o un fallo eléctrico. Era nuestro enemigo haciendo nuevamente de las suyas el responsable de este acto de barbarie. Un hombre despiadado que había jurado derrocarnos y arrebatar el poder de Alexey.
-Quédate aquí-me tira debajo de una mesa y me encojo en mi sitio queriendo gritarle que se quede a mi lado, pero sabiendo que no lo hará.
Me espanto cuando más tiros resuenan y alguien toma mi brazo.
-Tranquila, soy yo-la voz temblorosa de Natalya me recibe y nos abrazamos sin pensarlo dos veces.
Los tirotesos sonaban cerca de nosotras y la ansiedad me mataba por saber que estaba sucediendo exactamente afuera mientras nosotras nos protegíamos.
Donato no descasará hasta acabarnos. Eso está más que claro. Ese hombre no conoce la palabra rendirse y levantar banderas blancas. Si atacaron aquí puede que también lo hayan hecho con el castillo y eso hace que mis huesos tiemblen nuevamente de temor porque no podría sobrevivir sin mis hijos.
Moriría con ellos.
Pasaron minutos que parecieron horas antes de que los tiroteos cesaran. Cuando por fin me atreví a levantarme, me encontré con un panorama desolador. El salón estaba llena de cadáveres y heridos. Sangre cubría el suelo y las paredes, impregnando el ambiente con un olor metálico.
La luz había regresado y no debajo nada a la imaginación.
Me tape la boca mirando como las jovencitas que antes estaban hablando mal de mi en el baño ahora estaban tiradas en el suelo con balas en sus cabezas y los ojos abiertos llenos de panico.
Buscar a Dimitri se convirtió en mi prioridad. Lo encontré tendido en el suelo, herido pero vivo. Su rostro reflejaba tanto dolor como furia. A su lado, yacía el cuerpo sin vida de Sergey, el padre de Mijail. Mi suegro es uno de los pocos hombres duros que conozco y mi corazón se hace pequeño al verlo llorar encima del cuerpo de su padre mientras Anton con rostro duro cubre el cuerpo de su familia.
Fue en ese momento cuando comprendí el verdadero precio que se paga por vivir en un mundo de criminalidad y poder. Las cicatrices y el sufrimiento iban mucho más allá de lo físico.
Este cumpleaños debió ser una celebración, pero se convirtió en un recordatorio de los horrores que pueden suceder cuando se despiertan las pasiones más oscuras y las rivalidades son llevadas al extremo. Ahora, cada vez que mire hacia atrás y recuerde este fatídico día, no podré evitar preguntarme si podríamos haber hecho algo para evitarlo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro