Willow

¿Conoces esa sensación de que después de ese momento exacto en el que estás viviendo nada será igual?

Es lo en este momento yo estoy sintiendo.

Las paredes protectoras que había establecido para protegerme de esta realidad han quedado destruidas desde que me dijeron que tenía que reunirme con él. Podía resistirme. No estaba en la obligación de obedecerle. A pesar de que los agentes me prepararon mentalmente para que sepa todo lo que se me vendría arriba, nada se compara a vivirlo en carne propia. Nadie me dijo que terminaría enamorada de un hombre lleno de orgullo, seguridad, dinero, mafia, atractivo y una personalidad demoledora a la que no te puedes resistir.

En mi defensa podía haber dicho que no estaba preparada para verlo de nuevo. Mi psicóloga da testimonio de eso. He tenido avances que ella ha felicitado en repetidas ocasiones, pero eso no evita que de vez en cuando tenga pesadillas que parecen reales. Veo a Donato parado frente a mi cama viniendo por mi nuevamente y Alexey haciéndome sufrir por ser una vil mentirosa y traicionera. Mi peor error fue enamorarme de un hombre que lo único que tiene para ofrecerme es sufrimiento. Cuando Michael me busco luego de espiar como me llevo a mi casa luego de esa noche en el club, me dijo todo sobre Alexey. No le creí, debía comprobar que él estaba equivocado y que se estaba cegando por su enamoramiento al hablarme mal del guapo empresario que se fijó en mi esa mañana en la cafetería.

Se quedo desconcertado al presenciar mi incredulidad y me dejo una tarjeta con su número de teléfono para que lo llamara por cualquier emergencia. Esa emergencia fue ese día que volví a respirar en el hospital y mama me presiono a tomar la decisión. Estaba resentida con la vida por ponerme en esa situación cuando creí que todo marchaba perfecto, y con él por mentirme en mi cara al decirme que podía protegerme.

Por hacerme sentir segura a su lado cuando el principal peligro para mí era él.

Llore tanto ese día luego de que se lo llevaran que tuvieron que sedarme para que no termine cometiendo una locura. Yo solo quería ser amada y cuidada por ese hombre que ahora pasaría toda su vida encerrado en una cárcel recordando que afuera a sus hijos los está cuidando y educando la misma mujer que lo engaño vilmente al no dar pruebas del amor que profesaba. Podía evitarme toda esta amargura y quedarme a su lado, pero estaba contra la espada y la pared y contra eso no hay escapatoria. Me da asco recordar como uno de los agentes me felicito por mi valentía al entregar a mi esposo.

Fue el momento más doloroso de mi vida y estoy segurísima de que luego de irme de aquí también será algo que me marcará.

Mi corazón me lo dice a gritos y aun así no puedo levantarme de esta silla y largarme para ver una película con mis hijos y quedarnos dormidos a medio drama como siempre hacemos. No tengo el valor de no escuchar las próximas palabras que por más que me partan el alma siento que son necesarias para yo poder seguir mi camino.

Esta tan diferente.

Su piel ya no está tan limpia como antes. Ya no parece ese hombre elegante que fácilmente lo podías confundir con un hombre sin tanta oscuridad en su corazón. Sigue teniendo el pelo rapado a los lados y arriba el pelo amarrado. Sus brazos están tatuados, pecho y espalda cubiertos de ellos. Su mirada vacía y esa postura encorvada que lo hace ver como un animal enjaulado listo para despedazar.

Se rasca la barba descuidada y apoya la barbilla en la palma de la mano mirándome directamente a los ojos.

-Por largas horas espere que este día llegara. Espere mirarte a los ojos y ver de nuevo esa mira fiera que me mostraste en el hospital... -se ríe como si lo que dijera tuviera algún doble sentido para él. Parece un desquiciado y mentiría si este hombre no da un miedo que te cagas-Estas aquí, vestida con ropa cara y elegante. Una buena postura y una seguridad que entiendo te la dieron mis hijos. La felicito, señora Volkova.

Cielos, ¿Como te resistes a cachear a alguien y a la vez a brincarle arriba y besarlo como si no hubiera un mañana?

Este hombre me dio y quito todo.

Sabía que me iba a pasar esto, pero soy cabeza dura como diría mi papa. Me gusta vivir al máximo y probar los límites de las personas. Mostrar que si ellos pueden; yo puedo. Que nadie está demasiado por encima de mí y aquí están mis consecuencias. Odiándolo y amándolo, aunque ya no reconozco. No es su físico. Ni siquiera sus tatuajes que le hacen ver más agresivo. Es el. Su voz sin emoción y esa postura de que ya no le importa nada es lo que me choca.

Sentir que ya no significo absolutamente nada para el hombre que se veía capaz de todo es realmente demoledor.

Al grano. Me esperan en casa-le respondo cortante.

No es el único que puede jugar a que no me importas una mierda.

Sonríe y ladea la cabeza evaluándome. Mi mirada se queda en su piel dorada, sus músculos más fortalecidos, su mandíbula más definida. En pocos meses también tuvo grandes cambios que no fueron solo de actitud. Se inclina hacia adelante y mira mis labios un momento para luego chasquear la lengua.

-Supiste engañarme con tu actitud de mojigata que nunca había visto una buena polla, ¿eh? -se recuesta del espaldar de la silla y esta chirria bajo su peso. Como puede se cruza de brazos ya que las cadenas no es que le den mucha libertad que digamos. Me recuerda a mí en ese almacén donde dure noches esperándolo-Seré breve y conciso. Ahora me vez en esta posición. Esposado como un animal feroz y sin salidas, pero voy a regresar. Más pronto de lo que tú en este momento piensas y tus amigos agentes imaginan. Te conviene estar de mi lado si quieres conseguir esa asquerosa paz que me han dicho que buscas.

Se escapará.

No sé cómo, pero está buscando o ya encontró la forma de salir de estas paredes. Es estúpido que me esté contando sus planes delante de los guaridas y aún más estúpido porque sabe que se lo puedo decir a Michael y que en menos de lo que canta un gallo no podrá salir ni al patio y reforzaran la seguridad, además de que podría haber micrófonos escondidos. Pero es Alexey Volkov del que hablamos. Nada de lo que hace es sin pensarlo y evaluarlo. Esta muy seguro de que lo hará y maldición si no me estoy poniendo histérica en este momento.

Me los quitara.

Va a querer quitarme a mis niños y no descara hasta conseguirlo. No les dará el amor que yo les doy, ni la educación, ni la tranquilidad y mucho menos le asegura que llegaran a los 15 con vida porque por más que la sangre despiadada de los Volkov corra por la sangre de ellos, todavía son niños. Niños que no saben siquiera cual es el sabor del helado que más les gusta y ya tienen un futuro planeado y que no se puede cambiar por más que yo luche. Tendré que cambiar de casa hoy mismo. Si Alexei cree que puede escapar de esta prisión es porque ya le está echando el ojo a ellos y no perderá el tiempo a la hora de arrancármelos de los brazos tan pronto ponga un pie fuera.

Quiero gritarle y rogarle que no lo haga. Que nos deje vivir una vida tranquilos lejos de toda esta inmundicia, sin embargo, no me hará caso. Para empeorar me imagino quien pudo hablarle de mis planes y de que no es un bebe como cualquiera espera, sino dos. Si es ella pues en este momento estoy en grandes problemas.

-¿Quieres que te crea? -suelto una pequeña risa y cruzo las piernas. No me pierdo su mirada en el pequeño abierto que tiene la falda mostrando mi piel. Aun así, se sigue mostrando como si no le importara un comino, idiota-No me darás esa "asquerosa paz" como dices. Lo que buscas es quitármelos para convertirlos en demonios como tú y encerrarme toda la vida para que sufra imaginando en todo lo que pueden estar viviendo.

Ríe y niega con la cabeza como si yo solo hablara cosas sin sentido.

-Tienes una gran imaginación, Willow... -vuelve a inclinarse en la mesa de metal y su mirada se oscurece-pero te equivocas en algo. No los convertiré en demonio porque por más que las personas no lo cran, el demonio no se hace, se nace y tus adorados niños ya lo son.

Estrelló una mano en la mesa y pongo mi cara cerca de la suya.

-No te atrevas a meterte con ellos porque te juro que te mato. ¡Te mato, Alexey!

Los guardias en ningún momento intervienen y eso solo me afirma que estos también están comprados.

Vendidos.

-Admiro tu coraje de mama oso, pero es que no estas entendiendo. Te estoy dando la opción de que vivas a mi lado criándolos en completa "tranquilidad" y te resistes. ¿Entonces cuál de los dos es el malo aquí que solamente piensas en ti y no en que ellos necesitaran a su padre?

Me levanto y comienzo a dar vueltas de un lado a otro.

¡Maldición! ¡Maldición! ¡Maldición!

Las bolas comienzan a girar en mi cabeza y abro la puerta para salir corriendo.

-¡Cuando te atrape será peor, esposa!

Al diablo con la paciencia y al diablo con mi tranquilidad porque me han jodido de la peor forma y me arde como nada.

Abro la puerta de la habitación en la que esta y no me fijo en más nadie. Solo en él y salir de este lugar.

-¡Vámonos, vámonos! -le grito como desquiciada.

No pregunta. Me toma de la mano y salimos corriendo.

Llegamos al parqueo en menos de lo que te puedes esperar y los agentes aceleran sabiendo que algo no va bien. Afuera sigue lloviendo a cantaros y la tierra esta lodoso cuando abandonamos la prisión donde está encerrado mi carcelero y peor pesadilla.

-El hará algo. Lo sé-comienzo a jipar y mi pecho sube y baja agresivo-hará algo. Ellos harán algo.

Michael toma un teléfono diferente al suyo. Uno más antiguo y marca un número.

Me abraza y frota mi cabeza.

-Tranquila, ellos estarán bien. Los mejores agentes están cuidando de ellos-dice tranquilizador, pero no funciona.

Yo solo quiero llegar y encontrarlos dormiditos o simplemente haciendo esos grandes desórdenes que saben hacer cuando no estoy en casa.

Michael me mira con horror y muevo mi cabeza de un lado a otro sin querer creerlo.

No están en la casa. Natalya escapo con los niños, Willow.

Todo el tiempo viví con el enemigo y no lo sabía.