Capítulo 3
Willow
Me abotono la camisa despacio mientras me miro en el espejo. Mi cabello está más largo y ondulado. Mi cuerpo más definido por todo el ejercicio que he hecho para botar el estrés y distraer la mente de tantos problemas. Mis senos más grandes por amamantar y mi mirada ya no tan sonriente por tener que estar luchando para poder mantenerme en pie. Ahora reflejo la seguridad que siempre pensé que tenía cuando no era así. No solo mi ropa es elegante y cara. Yo ahora soy elegante y cara.
Lo único que me da un poco de tranquilidad en este día es que mi madre me llamo esta mañana para decirme que se encontraban feliz disfrutando de Hawái con mis hermanos y mi sobrina. Una de las condiciones para ayudar en la Misión Volkov fue que ellos tuvieran toda la seguridad y comodidad posible y eso lo han cumplido al pie de la letra. No me atreví a decirles que hoy iba a tener un encuentro con el hombre que me casé años atrás y que tanto los hizo sufrir por tener que hacerlos ver como su hija fue destruida hasta el cansancio.
Ese día no quise llamar al FBI. Solo quería ser abrazada y que el me dijera que estaría conmigo. La cosa es que les informaron a mis padres sobre mi secuestro y mi madre llamo al hospital para decirme que si no lo hacía yo lo hacia ella. Preferí que el me odiara a mí en lugar de a ella porque no soportaría que sea ella el punto de su odio.
Mi familia son todo para mí y no me gustaría que estén en el ojo del huracán como me encuentro desde que nos conocimos en el café de Peter. Todavía a estas alturas estoy complacida por mi decisión porque gracias a eso, ahora ellos se encuentran bien. Papa no deja de preocuparse porque cree que mi lugar es con ellos y no entiende que cada quien debe tener su espacio.
Me aliso la falda de cuero negro que se ajusta a mi cuerpo a la perfección y quito una pelusa de mi blusa manga larga roja escarlata. Gracias a mis genes no me quedaron rollitos del embarazo, al contrario, me dejo mejor de lo que estaba. Miro a mis niños durmiendo encima de mi cama y sonrío por inercia.
Son tan hermosos que me derriten el corazón y a pesar de que a veces me hacen travesuras que me sacan de quicio-como echarle talco a mi secador de pelo antes de yo secármelo y tirarle comida a mi ropa-no cambiaría nada de ellos. Son perfectos. Antes de alistarme los bañe, le puse pañales nuevos y me tome el tiempo de jugar con ellos y darle de comer antes de dormirlos. Es mi pasatiempo favorito cuando llego del trabajo.
Hoy por petición de Michael no fui a trabajar.
Según el para que me prepare para este momento, pero no sabe el error que cometió.
En todas estas horas libres solo he podido pensar en cómo será verlo de muevo.
Respirar su mismo aire y mirarlo a esos ojos con los que tanto he soñado y tenido pesadillas en medio de la noche. Se que lo que me dirá. Sera como ser apuñalada mil veces porque una cosa es estar del lado bueno de Alexey Volkov y otra muy diferente del lado no tan amable. Pregúntale a la psicópata de Gianna si me equivoco.
Es otra con la que he tenido pesadillas. A pesar de que sé que Alexey no volvería con ella por obvias razones, no he podido evitar imaginarlos a ellos dos follando mientras planean como vengarse de mí. No he parado de pensar en que él tuvo que haberse acostado con alguna en la cárcel. Alexey no es precisamente una persona casta, mucho menos cuando su esposa le quito lo que debió tener por derecho.
Cierro los ojos y respiro una y otra vez para botar la ansiedad que me causa estar en esta situación.
No importa cuánto tiempo pase. Siento que siempre tendré el mismo sentimiento de atracción y ese puto deseo ardiente que no sale de mis venas. Sera horrible cuando vea su rostro lleno de asco y rechazo hacia mí. tengo muy claro que no debo volver a esas aguas porque nada bueno me traerá, estoy consciente de que no saldrá de la cárcel porque Michael no ha perdido el tiempo y me ha informado de la situación. No es solo un delito que ha cometido, sino más de diez. No solo le cuentan los de ahora, sino los que cometió aun estando fuera del ojo público. No me quiero embarcar en sus juegos nuevamente y no quiero volver a ser esclava de las ilusiones vanas que desarrollaba hacia mí.
Nunca me amo realmente y nunca lo va a hacer porque soy parte de sus enemigos ahora por más que duela.
Pasos crujen en la escalera y no tardan en tocar mi puerta.
-¡Pasa! -grito terminado de ponerme los aretes.
Me siento en la cama y levanto la mirada cuando la puerta es abierta.
-Ya te vinieron a buscar-avisa Natalya sin mostrar ningún tipo de rencor por la cachetada de ayer. Cosa que agradezco porque no puedo lidiar con eso ahora-El esta abajo.
Asiento y me coloco los tacones negros de aguja.
-Estas hermosa-dice dedicándome una media sonrisa.
Sonrío y me levanto acercándome a ella. Le doy un abrazo y beso su cabello sintiendo el amor maternal que he desarrollado por ella. Le tengo mucho aprecio por el sacrificio que hizo al estar a mi lado y no con su familia. Al preocuparse por mis niños y por mi como si fuera su deber hacerlo. Me rodea con sus brazos y duramos un corto periodo de tiempo pegadas. Me alejo y le acaricio el cabello que ya no lleva tan perfecto como solía hacerlo. Sus hebras rubias ya no tienen tanto brillo como antes y me apena en sobre manera que mientras yo crezco como persona ella se debilita.
-Te quiero. Nunca lo olvides y no dejare de arrepentirme por pegarte.
Asiente y limpia una lagrima que rueda por sus mejillas.
-Yo también te quiero mucho. Eso es lo que no puedes olvidar.
Le doy una sonrisa de boca cerrada y miro por última vez a mis hijos antes de salir de la habitación.
Una sensación rara se desarrolla en mi pecho, sin embargo, no le hago caso. Nada puede pasarles porque están protegidos por cinco agentes y hay un monitoreo de cámaras que no solo yo vigilo desde mi habitación, sino que también el FBI. Me encuentro con Michael recostado de su auto afuera y se quita los lentes de sol mirándome de arriba a abajo con apreciación. Le agradezco que no sea con deseo hambriento como muchos hacen. Odio que me hagan sentir como si solo soy un símbolo sexual sabiendo que soy mucho más que eso.
Como siempre preciosa, Will-dice con una media sonrisa de esas matadoras que tiene.
-Gracias-le respondo cuando me abre la puerta trasera del auto.
Me subo y saludo a sus compañeros que se encuentran delante. Michael rodea el auto y se sube a mi lado. El auto está inundado de su perfume embriagante y aprecio que es muy agradable a mi olfato y su vestimenta por igual. Va relajado con polo negro, chaqueta, pantalones de jean y botas de combate del mismo color. El pelo lo lleva alborotado y comienzo a replantearme si me vestí demasiado exagerada para la ocasión.
-¿Estas preparada para volver a verlo? -pregunta a la vez que rodea mi mano con la suya y la aprieta.
Podría mentirle diciéndole que sí.
Sin embargo, no quiero decir algo que no siento. Alexey no es algo para lo que alguien pueda estar preparado. No sé con quién me reencontraré porque he escuchado que las personas son cambiadas cuando entran a ese lugar. Si ya el era cruel, ahora es imparable.
-No lo estoy.
Asiente comprensivo y mira hacia delante.
-Él te hará sentir como la basura que él es porque eso es lo que quiere lograr con esta idea absurda de verte-me dice y lo miro atentamente escuchando sus crudas palabras-no le va a importar que seas la madre de sus hijos. Lo único que le importa es conseguir llegar a ellos y a toda costa convertirlos en un demonio asqueroso igual que él y su gente. No te dejes convencer de absolutamente nada que diga. Te manipulara para que caigas, tu mantente firme en todo momento. Por más fuerte que seas ahora Alexey es un hombre inteligente, creado y criado para ser lo que es ahora y es ser un mafioso infeliz que tiene sus mañas para conseguir lo que quiere.
Hace una pausa y me da un mirada entrecerrada.
»Eso tú lo sabes de sobra-dice con un rastro de rencor. sí, lo sé porque le parí dos hijos y no fue precisamente hablando que los hicimos-No logre que me dejaran estar en la conversación, pero los guardias que lo custodian son amigos cercanos que te protegerán de cualquier inconveniente. Ten cuatro ojos porque puede usar cualquier cosa para atacarte.
Asiento una y otra vez convenciéndome de lo que dice que ya sé, pero que no está de más escucharlo de otra persona.
Llegamos a un aeródromo y un grupo de agentes que había visto antes y algunos que no, nos escoltan hasta el avión ya listo para despegar. Cuando entramos mi mirada se encuentra con la de un hombre calvo y de gafas de contacto ya sentado en uno de los mullidos asientos blancos y tomo asiento frente a él.
El hombre traga saliva mirándome de arriba abajo y se saborea el labio inferior causándome repugnancia.
-Con razón está obsesionado con usted-murmura por lo bajo, pero no me lo pierdo y Michael tampoco porque aprieta la mandíbula y cuando le da la mano le aprieta la suya más de lo debido haciendo que la cara del hombre se ponga roja.
Cruzo las piernas y me acomodo esperando que mi amigo y jefe me diga quién es el.
-Este es Roslin David-dice cuando se acomoda frente a mi-El Alcaide de la prisión en la que esta tu esposo. Vino para acompañarnos a la visita ya que la cárcel esta oculta y solo los que trabajan en ella saben dónde está ubicada.
Trago saliva sintiendo como esto se hace más real a cada segundo que pasa.
***
Holiii
¿Como me les trata la vida?
¿Pensaban que leerían reencuentro tan rápido? Pues na' mi amor.
Jajajaajjajajajja
(Risa malévola)
No se olviden de dejar sus votos y comentarios, eso me ayudan un montón a que otros conozcan la historia de mis tóxicos.
¡El próximo domingo seguimooooos! A menos que dejen muchos comentarios y no olviden sus votos, pues ahí el asunto será diferente.
Los llevo en el ♥️
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