Willow

A pasos torpes se persiguen por el patio tirándose los juguetes y riendo. Son un poco extremos para divertirse, pero es algo de lo que ya no me preocupo. La primera vez que Zoa le tiro el chupete a su hermano hice un espectáculo. Casi lloro al verla reír por su hazaña. Luego con mucha paciencia aprendí que es la forma que utilizan para llamar la atención del otro y se entretienen de esa manera.

Es por eso que nada de juguetes pesados. A pesar de que aún no me gusta mucho verlos en esas jugarretas, tengo que decir que me he reído mucho verlos intentar ser niños grandes cuando solo cuentan con un año y algunos meses.

Hoy el cielo está gris y la brisa comienza a elevarse por lo que voy por ellos.

-Se acabo el juego, adentro con mamá y la tía-les digo haciéndoles cosquillas y tomándolos en mis brazos.

Balbucean enojados y patean por bajarse y se ríen cuando corro hacia adentro sacudiéndolos en el proceso. Les sonrío y me río con ellos. Sin embargo, me asusta un poco tener que usar estos métodos para que se sientan bien. No siempre es así porque también he tenido que aprender a regañarlos. Principalmente a Zoa que a salido más traviesa que Edmon.

Mi pequeño príncipe es lo más serio y pasivo que he podido conocer. He aprendido que solo deja salir ese lado loco cuando Zoa lo busca para hacerlo, si no, se queda mirando caricaturas o jugando con los pequeños carros de carrera que le regalo Natalya.

Los dejo en su sillita de bebé y me paseo por la cocina en busca de su papilla mientras Zoa llora por salirse de la silla y Edmon me persigue con la mirada. Me volteo a hacerles morisquetas y mi hija se va tranquilizando mirando ansiosa lo que coloco frente a ella. Es una comelona y sé que no puede rechazar la papilla de frutas con un poco de canela en polvo por encima al igual que Edmon que comienza a entrarle los dedos.

Mis dedos tiemblan al recordar lo que me hizo venir a casa antes de mi horario de salida de la constructora.

Entré en un estado de shock que hizo que Michael personalmente me trajera hasta aquí. Se que quedo preocupado a pesar de que estaba muy enojado por la situación en la que Alexey me puso. Natalya me recibió desconcertada y por suerte los niños en ese momento se encontraban durmiendo, por lo que no tuvieron que ver a su madre actuar como una loca que no sabía en donde estaba parada y hasta donde piensa llegar su padre.

Nuestro reencuentro no será para nada bonito. Eso lo sé a la perfección. Querrá saber que ha sido de sus hijos y no estoy tan segura de sí intentará a toda costa acabar con la vida de la mujer que lo privó de su libertad y de conocer a sus hijos delante de la seguridad de la cárcel. El día que lo rechácese le di la espalda a su infierno para buscar un arcoíris que todavía no consigo y que posiblemente solo será posible el día que le canten su sentencia.

Mis ojos se encharcan al recordar su última frase:

-Nos volveremos a ver las caras, Willow Jones.

-Hey-Natalya entra a la cocina y me frota el brazo.

Le doy una sonrisa de boca cerrada y aprovecho que ella está ahí para fregar algunos trastes sucios que ocupan el fregador.

-No tienes que estar preocupada-dice mi aun cuñada detrás de mí-Mi hermano no podrá hacerte nada. Por lo menos físicamente. Es una cárcel de máxima seguridad en la que hasta para cagar tiene monitorización así que despreocúpate que con la principal rama judicial que lo quiere encerrado de tu lado no va a hacer de las suyas.

Desde que me conoce se ha mostrado amable y comprensiva conmigo. Incluso al ser la culpable de que su hermano no esté aquí disfrutando de sus hijos y su libertad. Es por eso que no puedo si quiera juzgarla por denotar un poco de rencor en cuanto menciona a los agentes.

Michael no puede venir a esta casa sin avisar porque sabe que ella tiene que saberlo antes y así poder encerrarse en su habitación. A pesar de que sabe que su hermano merece estar donde está, no le cae en gracia que el hombre encargado de esa misión se presente ante ella como si nada hubiese pasado.

La entiendo.

Si Leo fuera un criminal y tuviera que ver a quien lo encarceló como perro por su casa en mi casa me volvería realmente loca. Es triste que se limite solo a estar entre estas paredes cuidado de los sobrinos. En mis días libres que son los fines de semana le he dicho que puede salir con confianza a algún lugar sin que le hagan algún daño por ahí, sin embargo, no me escucha y busca cualquier excusa para no hacerlo.

Me inquieta esta actitud suya, pero ya es adulta y aquí cada quien define como vive. He estado pensando que una vez que lo sentencien, debería buscar un lugar nuevo para vivir y dejarla en libertad de creer que tiene que ser guardiana de Zoa y Edmon como si le hubieran dado esa orden divina y no pudiera dejar la tarea.

Se lo he comentado a Michael y él está de acuerdo conmigo. Natalya debe vivir su propia vida no puede estar con nosotros todo el tiempo. Incluso si quiere volver con su familia Michael no se interpondrá y hará que sus amigos del FBI tampoco lo hagan. Aun no se lo comento a ella porque estoy segura de que reaccionará mal y he de admitir que tampoco estoy lista para que ella imponga distancia entre nosotras antes de que ese momento llegue.

-Tú y yo sabemos que tu hermano cuando quiere algo lo logra y no me haré la que nada sabe; sabiendo a la perfección que él puede ingeniársela ahí dentro y organizar alguna mierda contra mí-acomodo los trastes y me limpio las manos para girarme y sentarme en el banco frente a la isla-Tu tampoco deberías cegarte.

Limpio la boca de Zoa sabiendo que lo hago en barde porque de todas maneras volverá a ensuciarse. Sin embargo, si eso me puede alejar de su mirada por tan solo un minuto, no me importa.

-Mírame, Willow-levanto la mirada y la miro a esos ojos idénticos a los de él y a los de mis hijos-No tienes que verlo como un enemigo. Pide perdón y deja que conozca a los niños antes de que lo trasladen al ser juzgado. Él te perdonará, aunque te haga sufrir al principio, tu sacrificio valdrá la pena.

Me froto la frente y niego con la cabeza. Una corta risa me abandona y cuadro los hombros en mi sitio dejando que los niños entren los dedos en la mamila.

-Tú eres la que no entiende. El fingirá que me perdonó y al final me matará o me hará sufrir de tal manera que morir parezca un alivio. Es lo mismo que espero de parte de tu familia y toda la Bratva que no dudo debe estar buscándonos para arrancar a estos niños de mis brazos y ponerme a tragarme lágrimas de azufre-niego con la cabeza sin poder creer que ella, conociéndolo de toda la vida, lo subestime-Entiende que para mí no hay finales felices al lado de tu hermano. Tus sobrinos podrán estar como reyes con ellos, ¿pero ¿qué hay de mí? Ellos me necesitan...

-Estás tan equivocada al pensar que lo haces por ellos-señala a los pobres inocentes que comen sin saber que estamos hablando de su padre mafioso-Esto se trata de ti. De protegerte de tu error y solo eso. Temes tanto enfrentarte a tu realidad que no te atreves a mirar más allá de este sueño vano en el que ese agente de porquería te ha encerrado-ríe y me mira con decepción-Esperaba que después de un tiempo entraras en cabeza, pero veo que no. Veo que tu único deseo es estar bien tú mientras le haces creer a tus hijos que también lo estarán al estar lejos de lo que su padre le ofrece...

El impacto me duele más a mí que a ella.

Mis manos arden al ver su rostro marcado por mi mano.

Solo pude ver rojo cuando ella comenzó a hablar sobre algo de lo que todavía no entiende. Al hablar de mi siendo egoísta sabiendo todo lo que he sufrido durante todo este tiempo y lo mucho que he luchado por mantenerme en pie para que Zoa y Edmon puedan salir a la calle sin que lo tachen de ser hijos de un mafioso como si los errores de su padre y su familia fueran de ellos también.

-Perdón, lo menos que quiero es lastimarte porque te quiero y respeto muchísimo. Sin embargo, no hables de algo que no estás viviendo en carne propia.

Asiente y con los ojos llenos de lágrimas deposita un beso en la mejilla de los niños que ahora me miran con temor.

-Lo único que quiero que entiendas es que estás en una burbuja de fantasía, pero mañana no será así y ya verás las consecuencias.

Se retira corriendo a su habitación y choco mi frente contra la isla.

Por más que me quiera convencer de lo contrario sé que llegará el día en el que tendré que ver cómo mis pesadillas se hacen realidad. Llegará el día en el que esas lágrimas de azufre se hagan realidad.

Dicen que cuando las cosas más tranquilas están hay que tener cuidado porque nada bueno sucederá a continuación y de eso quedaré más que convencida cuando me reencuentre con el papá de mis hijos.

***

Holiii

¿Qué tal mis amores hermosos?

Espero el capítulo les haya gustado lo suficiente como para votar y comentar, y no me quejaré si lo comparten con sus amix jjj😉

¿Quién que está ansiando el reencuentro de la parejita?

Estoy que me como las uñas esperando a leer sus reacciones cuando publique ese cap😊

Gracias por leer, les llevo en el 🫶🏽