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Capítulo 8

La pareja tomo a sus hijos para sentarse en la cama mientras tenían a sus amados pequeños en sus brazos abrazándose

-Hijos míos, dentro de poco ustedes tendrán un hermano o hermana-dijo Lucifer aferrándose más el abrazo

-Como me gustaría que estuvieran con nosotros hijos, que puedan estar con su hermano-dijo Lilith llorando abrazando un poco más a sus hijos

-Mi amada, perdóname, todo esto es mi culpa, si nos hubiéramos ido del jardín cuando pudimos, no estaríamos separados de nuestros hijos-dijo Lucifer llorando

-No, no, no amado mío, nada de esto es tu culpa. Recuerda que yo fui la quien no quiso moverse de ahí por los niños. También es mi culpa-dijo Lilith llorando

-Amor, ¿recuerdas la canción que le cantabas a nuestros niños antes de dormir? – pregunto Lucifer con una sonrisa

-Claro que me cuerdo mi amado, nunca olvidare las canciones que les cantaba, por que la hicimos para ellos-dijo Lilith mirando a sus hijos dormir tranquilamente

-¿Por qué no las cantas? Así ellos podrán dormir más tranquilos. Y cada año en el cumpleaños de ellos en el Infierno, podrás cantarlas, ¿Qué te parece? -dijo Lucifer acariciando las cabezas de sus hijos con una sonrisa

-Me parece buena idea querido y poder modificarla un poco. Mis hijos, espero que un día estemos juntos otra vez y que se queden en nuestro reino-dijo Lilith abrazando más a sus hijos

La Reina del Infierno empezó a cantar 4 canciones que les cantaba a sus niños antes de dormir, mientras que los 2 soberanos se ponían a lado de los niños, Lucifer a lado de Astrophel y Lilith a lado de Dánica. Luego de 20 minutos, Miguel entro a la habitación, no quería interrumpir el hermoso momento familiar. Entro a la habitación y sus ojos no podían creer lo que veía. La luz de la luna llena iluminaba toda la habitación mientras que los padres de familia estaban sentados en la cama con sus hijos en brazos mientras estaban cantando unas canciones. A Miguel le dio tristeza tener que separarlos otra vez para que los gobernantes regresaran a su reino. Los soberanos al escuchar la puerta abrirse vieron al Arcángel que los miraba con una cara de tristeza.

-Lo lamento, pero ya acabo su tiempo...tienen que regresar al Infierno-dijo Miguel triste

Los amantes se miraron entre si y asintieron, mientras no dejaban de cantar para luego levantarse de la cama con cuidado de no despertar a sus hijos para luego acostarlos en la cama arropándolos con mucho amor. La luz de la luna iluminaba las lágrimas de ambos padres haciendo que se rompiera el corazón de Miguel.

-Amor...-dijo Lucifer llorando mirando a su esposa

La reina ya sabía lo que significaba esa mirada que le estaba dando su esposo, su corazón se rompió en pedazos al escuchar el tono de voz y esa mirada significaba solo una cosa "hay que irnos mi amada". Lilith no pudo evitar soltar más lágrimas y el dolor que estaba sintiendo en ese momento......otra separación de sus hijos.

-No...no amor, no quiero, quiero quedarme con mis niños, por favor...-dijo Lilith llorando mirando a Lucifer mientras lloraba

-Amor...-dijo Lucifer llorando tomando las manos de su amada

Lilith miro por un momento a su esposo, luego a sus hijos y por último a Miguel. La reina empezó a llorar más fuerte por tener que separarse otra vez de los pequeños mientras que Lucifer no pudo evitar llorar más fuerte también.

La Soberana del Infierno se acercó a sus hijos para darles un beso de buenas noches que duro mucho, el Soberano del Infierno también hizo lo mismo no dejaban de cantar está canción.

"Canten, pequeños principes. Buenas noches, hijos míos. Descansen en el abrazo de la luna. Alzad nuestro arullo, espiritus de la tierra. A través de las nubes, el cielo y el espacio...Cargad con la paz y el frescor de la noche. Y cargad con nuestra pena con amabilidad. Astrophel y Dánica, serán mucho más amados de lo que creen. Por favor hijos míos, que los problemas se alejen de sus mentes...Y perdennos por desde ahora para ustedes faltar..."

 Aunque las voces del Señor y la Señora del Infierno se quebraban en ese momento, no dejaron de cantar. Astrophel abrió lentamente sus ojos y miro las caras de sus padres, pero lamentablemente su vista era borrosa y no pudo ver bien sus caras, para luego volver a quedarse dormido.

Los Reyes nuevamente besaron las cabezas de sus hijos y con todo el dolor en su corazón salieron del cuarto. Miguel cerró la puerta, pero antes de que se cerrara completamente, la pareja vio por última vez a sus hijos. Llegaron a la sala donde la Soberana cayo de rodillas y no pudo evitar llorar, Lucifer se arrodillo para abrazar a su esposa, pero también para él Rey era imposible, sentía el mismo dolor que su amor, ser otra vez separados de sus hijos, era muy difícil para ellos, pero los 2 pusieron sus manos en el vientre de Lilith para luego calmarse un poco.

-Hermano, señorita Lilith, espero que les haya agradado ver a los niños otra vez-dijo Miguel nervioso

-Gracias Miguel, por esta oportunidad de dejarnos ver a nuestros hijos. Pero...me da tristeza que nuestros hijos...no vayan a conocer a su nuevo hermano o hermana-dijo Lilith sollozando

-No te pongas así señorita Lilith, le hará daño al niño que llevas dentro de tu vientre-dijo Miguel preocupado

-Hermano, no digas nada, tú no sabes lo que estamos pasando, tú no sabes del dolor que nosotros estamos pasando por que nuestros hijos están aquí, separados de nosotros. No tienes la mínima idea de cuando nos dieron la noticia de que íbamos a ser padres otra vez-dijo Lucifer llorando de enojo

-Además no sabes el sentimiento que nosotros estamos pasando al saber que mis hijos no van a poder conocer a su hermano-dijo Lilith enojada

-Lo sé, pero les prometo que seguiré haciendo lo que les prometí y felicidades por su tercer hijo, él heredero al trono del Infierno-dijo Miguel un poco triste

-Eso no cambiara nada de lo que nosotros pasamos-dijo Lilith

-En eso mi amada tiene razón, veremos a Astrophel y a Dánica crecer mediante imágenes en la esfera de cristal...no será lo mismo-dijo Lucifer triste y serio

Miguel abrió el portal que los llevara al Infierno. La pareja sin mirar a Miguel, cruzaron el portal que los llevaría a su palacio, se sentían vacíos así que fueron a su habitación para descansar.

En el cuarto de los soberanos

Los reyes se acostaron en la cama mientras hablaban emocionados de su reencuentro con sus amados pequeños

-Dánica se veía tan hermosa con sus pequeñas alas, sin duda saco el color de tu cabello-dijo Lilith feliz

-¿Viste los ojos de Astrophel? – pregunto Lucifer emocionado

-Si mi amado los vi, sin duda nuestros hijos se ven tan lindos como ángeles. Hijo mío, ya quiero que nazcas para que estés con nosotros finalmente-dijo Lilith acariciando su vientre

-Mañana mandare a construir un regalo y para que lo vea nuestros súbditos lo vean para qué en cada año, en el cumpleaños de nuestros hijos, el pueblo pueda dejar una ofrenda o algo, ¿Qué opinas amor mío? – pregunto Lucifer con una sonrisa acariciando el vientre de su esposa

La Reina miro la acción de su esposo de como acariciaba su vientre mientras le formaba una pequeña sonrisa, sin duda su amado sabía cómo alegrarla y más cuando estaba así de pensativa

-Ya quiero ver la sorpresa que vas a mandar a construir mi amado-dijo Lilith con una sonrisa

-Sera una sorpresa para ti amor, ya verás que te va a gustar-dijo Lucifer con una sonrisa

Lilith miro a su esposo, pero tenía mucha hambre, pero le daba pena decirlo. Pero su esposo sabía lo que su esposa quería

-¿Qué quieres de comer amor mío? – pregunto Lucifer con una sonrisa

-¿Qué? ¿Por qué supones que quiero algo de comer querido? – pregunto Lilith nerviosa

De pronto se escuchó el estómago de la Reina rugir haciendo que se sonroje mucho

-Ahí está la respuesta mi amor, ahora dime, ¿Qué se te antoja? – pregunto Lucifer

-Hay hijo mío, tú ganas amor. Quiero algo amargo por favor, muero de hambre-dijo Lilith acariciando su vientre

-Enseguida le digo al chef que traiga algo amargo para ti mi amada-dijo Lucifer saliendo de la habitación

La Soberana se quedó sola en su habitación mientras veía su vientre

-Hay hijo o hija, ya quiero que nazcas, te estoy esperando con todo mi amor. Te protegeré con mi vida si es necesario, mi pequeño o pequeña-dijo Lilith acariciando su vientre con mucho amor

Lucifer había regresado con la comida de su amada, pero se quedó en la puerta escuchando a su amada hablar con su nuevo fruto de amor. Lilith dirigió su mirada a la puerta y vio con una sonrisa a su esposo quien se acercó con la comida.

Pasaron 9 meses.

Y el vientre de Lilith había crecido mucho, tenía muchos antojos y algunas nauseas. Lucifer todavía estaba planeando la sorpresa a su esposa. El Rey le prohibió a su amada hacer fuerzas, hace 4 meses la soberana le dio un dolor muy fuerte en el vientre durante una expulsión en la sala del trono.

Fue revisada por el médico del Infierno donde les dijo, si la Reina no estaba en reposos durante el resto del embarazo, podrían perder al heredero. Así que Lucifer se puso estricto con la seguridad de su esposa y la de su futuro bebé.

En el cuarto.

La Soberana del Infierno estaba en su habitación recostada en su cama acariciando su vientre con mucho amor, hasta que sintió un dolor en el vientre, se levantó de la cama para ir a buscar ayuda, pero de pronto...la fuente se rompió...su bebé ya estaba en camino

-¡Agh! ¡Aaah! ¡Guardias! ¡Lucifer! – grito Lilith de dolor

Algunas sirvientas que estaban ahí entraron rápido preocupadas por el grito de la Reina

-Mi señora, ¿Qué tiene está bien? – pregunto la sirvienta

-Mi hijo...ya viene... ¡Agh! – grito Lilith respirando agitadamente

-¡Iré por el médico! ¡Jovencita, ves a llamar al Rey ahora! ¡Nuestra Reina dará a luz ahora! – grito la sirvienta

La segunda sirviente salió rápido de la habitación en busca del Soberano del Infierno que seguramente estaba en su oficina

En la oficina de Lucifer

Estaba hablando con una persona encargada de hacer vitrales del palacio y le estaba dando las indicaciones al empleado las indicaciones que quería ese vitral, fueron interrumpidos por la sirvienta

-¿Qué pasa? ¿Por qué entras a mi oficina de esta manera? – pregunto Lucifer serio

-Perdone mi señor, pero es la Reina, está a punto de dar a luz-dijo la sirvienta cansada

-Después hablaremos de esto. Ahora voy a ver a mi esposa-dijo Lucifer con una mirada iluminada y emocionado salió de su oficina para ir a su cuarto

En el cuarto

Lilith estaba llorando de dolor mientras esperaba al médico y a su esposo

-¡Lucifer! ¡Agh! Ya es hora...mi pequeño-dijo Lilith mientras se acomodaba en la cama

De pronto la sirvienta llego con el doctor para que atendiera el parto

-Bien mi señora, por favor. Puje

La Reyna con miedo asintió y pujo con todas sus fuerzas mientras lloraba de dolor

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