-¿Pero por que lo preguntas y por que sabes nuestros nombres? Nosotros no hemos dicho como nos llamamos-dijo Dánica mirando a la familia

Dijo Dánica al ver lo extraño que se están portando la familia real, vio a todos y se sorprendió al ver que los ojos de cada uno de ellos se estaban aguantando las lágrimas

-Mi hermana tiene razón nosotros no hemos dicho nuestros nombres-dijo Astrophel

Astrophel también lo noto abrazo de lado a su hermana también noto que la familia real estaba a punto de llorar. Se sorprendieron más por que Aloqua se acerco a ellos para abrazarlos a ambos

-Hermanos...hermanos por fin...por fin los pude conocerlos...al fin-dijo Aloqua abrazando a Atrophel y Dánica llorando

-Por fin después de tanto tiempo...podemos verlos...conocerlos...abrazarlos-dijo Charlotte llorando

Charlotte se acerco llorando abrazando a sus hermanos

-No puedo creerlo mis hermanos...por fin los hemos conocido, mis hermanos...por fin-dijo Lucius llorando acercándose a sus hermanos

-Sabia que un día iba a llegar este día...pero no sabia que iba a llorar con este momento-dijo Fenri

Fenri también se acercó a ellos abrazándose todos los hermanos mientras lloraban de felicidad y se abrazaban con amor

Astrophel y Dánica sentía algo extraño como que ellos los habían conocido y más a la chica que se llama Aloqua no duraron en corresponder al abrazo mientras lloraban igual. Todos los del pueblo estaban llorando de felicidad al ver ese reencuentro con sus familias. Incluso hasta sus amigos estaban llorando por ese reencuentro.

Después de un rato todos se separaron limpiándose sus lagrimas se miraron a los ojos para sonreírse.

-Creo que empezamos con el pie izquierdo, vamos a presentarnos todos, así es mejor-dijo Charlotte

-Como ustedes saben, mi nombre es Aloqua y tengo 20 años-dijo Aloqua secándose sus lágrimas llorando

-Soy Fenri soy un año menor que Aloqua-dijo Fenri con una sonrisa

-Y yo Charlotte la más tierna y adorable de todos ellos, pero me pueden decir Charlotte o Charlie y tengo 18 años-dijo Charlotte con una sonrisa

-Bueno soy el ultimo hermano gemelo de Charlotte, Lucius, como gemelo de Charlotte tengo la misma edad que ella-dijo Lucius con una gran sonrisa

-Y el día de ayer tuvimos dos nuevos hermanos se llaman Dusk y Layla-dijo Charlotte emocionada

Los 2 hermanos tenían más preguntas por sus cabezas por lo que estaban viviendo. No sabían que tenían más hermanos una sorpresa más que tenían que aclarar.

- Pero ¿ustedes son nuestros hermanos? – pregunto Dánica nerviosa

-¿Cómo es posible...? No sabíamos que teníamos hermanos...esto es una gran sorpresa para nosotros-dijo Astrophel en shock

-Así es somos hermanos, nosotros teníamos tantas ganas de conocerlos. No saben cuanto esperamos por esto, de que un día ustedes vinieran aquí abajo y conocerlos-dijo Aloqua con una gran sonrisa

-¿Es una broma eso lo que dijiste verdad? Nuestros padres siempre han estado pensando en ustedes hasta nos contaban historias de lo que hacían ellos cuando los tuvieron a ustedes 2-dijo Fenri con una sonrisa

-Bueno es que no nos acordamos de ellos, cuando pedimos nuestro milagro...no pudimos ver sus caras y solo vimos momentos borrosos-dijo Dánica triste

-No se preocupen ahora están con nosotros, con su familia. Y créanme cuando les digo esto que nuestros padres siempre los han amado-dijo Lucius con una sonrisa

-Pero... ¿Cómo supieron que ellos dos son nuestros hermanos? – pregunto Lucius

-Muy fácil ellos tienen el mismo color de cabello y ojos de sus padres. Nadie de aquí tiene ese mismo color de cabello y ojos altezas-dijo la señora

-También es más fácil reconocer a un hijo de los soberanos por el vitral, y cuando vimos a los dos príncipes sabíamos que eran ellos, pero nosotros queríamos que lo supieran a su modo, pero tardaron mucho-dijo un señor con una sonrisa

-Bueno, valió la pena este reencuentro-dijo Lucius con una sonrisa

-Tienen que saber que sabemos mucho de ustedes así que no se asusten si sabemos lo que les gusta o no-dijo Charlotte

-Por lo visto ustedes nos llevan una gran ventaja, por que no sabemos nada de ustedes...hermanos-dijo Astrophel con una sonrisa

-¿Les puedo dar otro abrazo? – pregunto Charlotte emocionada

-Claro que sí, aunque no lo creas siempre quise tener más hermanas. Y se cumplió-dijo Dánica con una sonrisa

Dánica se acerco a Charlotte y la abrazo fuertemente sintiendo ese abrazo cálidamente de un gran reencuentro entre hermanas

-¿Yo también me puedo unir al abrazo? - pregunto Aloqua emocionada

-Claro que si hermana-dijo Dánica con una sonrisa

-Créeme no tienes idea de cuanto tiempo espere a que uno de mis hermanos que estuvieron lejos de nosotros...me dijera hermana-dijo Aloqua a punto de llorar

-Entonces así te llamare, por que eso es lo que eres para mi y lo eres, mi hermana-dijo Dánica abrazándola también fuertemente

-Bueno bien para ti porque tengo otros hermanos más para disfrutar de una buena pelea con espadas-dijo Astrophel con una sonrisa

-Cuando gustes podemos entrenar en un momento con las espadas, pero tienen que ver a nuestros padres ahora-dijo Lucius con una sonrisa

-Díganos, ¿Cómo son nuestros padres? – pregunto Astrophel nervioso

-Eso lo tendrán que ver con sus propios ojos. Nos fuimos del palacio para disfrutar de la fiesta del pueblo-dijo Fenri con una sonrisa

-Sobre todo para no ver lo empalagosos que se vuelven nuestros padres, es tierno, pero de cierta forma ellos...-dijo Lucius

-Empalagan de más a eso se refiere nuestro hermano-dijo Charlotte con una sonrisa nerviosa

-¿Podemos ver a nuestros padres? – pregunto Dánica ansiosa

-Claro que si ellos estarán muertos de la emoción por verlos finalmente, los 2 han sufrido demasiado su ausencia todo este tiempo-dijo Charlotte emocionada

-Los demás pueden seguir disfrutando de la fiesta nosotros nos vamos a ver a nuestros padres-dijo Lucius

-Vamos-dijo Charlotte con una sonrisa

Lo que no sabían es que dos guardias transformados en murciélagos estaban viendo todo, pero no vieron todo. No vieron que se sus visitantes se trataban de los primeros hijos de los reyes del infierno, entonces volaron de regreso al palacio.

En el jardín del palacio

Lucifer y Lilith seguían paseando en el jardín hasta que sus espías les dijeron lo que vieron

-Ya veo, entonces unos ángeles vinieron a nuestro reino-dijo Lilith pensativa

-Lo bueno que nuestros hijos están ahí para que arreglen este asunto, pero conociéndolos, ellos van a necesitar toda nuestra ayuda en este asunto-dijo Lucifer mirando a su esposa

-Amor mío mejor vamos a esperarlos en la biblioteca y ya que los sirvientes o los guardias nos digan que regresaron para resolver este tema-dijo Lilith con una sonrisa

-Sin duda mi amada esposa tiene razón como siempre, está bien, haremos lo que diga la gran esposa real, cuando vengan nuestros hijos díganles que nos esperen en la sala del trono, que nos llamen cuando lleguen-dijo Lucifer

-Si mi señor-dijeron ambos espías

En ese momento los reyes regresaron al palacio para esperar a sus hijos que regresaran a su hogar, pero se llevarían una gran sorpresa