En la mañana siguiente Lilith despertó con sus ojos un poco hinchados. Miro a lado suyo sintiendo ese vació que se encontraba en su cama. Lo miro con triste unos momentos, hasta que se paró de su cama, se cambió y se arregló para poder salir de su cuarto, pero antes de salir de ahí, miro el lado de su cama dónde dormía su esposo. Luego de eso, salió de su cuarto. La Reina camino por todos los pasillos hasta ir al comedor para ver a sus hijos desayunar. Estuvieron hablando un poco cómo familia para alivianar un poco el ambiente. Terminaron de desayunar. Y cada quien se fue hacer sus actividades. Lilith tenía que ejecutar a dos demonios que le faltaron la memoria de su esposo y no respetar el duelo de toda su familia. Sus hijos querían entrar para ver el juicio, pero ella les negó la entrada. No quería que sus hijos vieran ese lado de ella cuando se trata de castigar a alguien, así que mejor era que no estuvieran presentes, pero lo que no sabía que sus hijos siempre espiaban cuando había un juicio.

Lilith mando a que trajeran a esos pecadores que faltaron el respeto al luto de todo el pueblo, los demonios de la corte ya estaban listos. Pero tenían miedo por qué sabían el carácter de la Reina cuando se enoja o le faltan el respeto a alguien de su familia. Ya antes había castigado a unos pecadores, y todo el mundo le tenía miedo por la forma en que la Reina se defendía se defendía y cómo castigaba a los pecadores. Pasaron 40 minutos. Llegaron los guardias que trajeron a 3 pecadores unos simples adolescentes que terminaron en el Infierno. Los 3 demonios estaban temblando, pero a la vez les valía lo que iban hacer ya que escucharon los rumores en que la Soberana del Infierno castigaba a todo ser infernal.

-Mi señora. Aquí están los pecadores que pidió-dijo un guardia

Lilith estaba en su trono mirando a los pecadores que estaba pensando en algo para castigarlos por el acto que cometieron.

-Muy bien, empecemos esto de una vez. Se les acusa a ustedes 3 por ignorar el luto de nuestro Rey del Infierno. Sobre todo, de intentar pintar una estatua de toda mi familia. Este acto no puede ser perdonado. Por nadie. ¿Ustedes quien se creen para hacer algo así? No sólo faltaron el respeto a la memoria del Rey del Infierno. Le faltaron el respeto a mi esposo, al amor de toda mi vida. Y ustedes no hicieron nada más que burlarse de eso-dijo Lilith mirando seriamente a los 3 adolescentes seria y enojada

-Lo lamentamos vieja. Pero la verdad, ¿a quién le importa la muerte de una persona? No me importa de quien se trata, no lo conozco, ni siquiera merece mi "respeto"-dijo el adolescente del medio

-No es cómo si nos interesada eso. Si lo hicimos es nuestro problema, ¿no vieja? Además, lo bueno que su esposo no se quien sea me da lo mismo. Es que este muerto, no nos interesa en absoluto-dijo el adolescente de la derecha

-También no nos interesa que una vieja como tú nos diga estas cosas tan inútiles. Sobre amor y todas esas payasadas, vámonos chicos-dijo el adolescente de la izquierda

Los chicos estaban a punto de irse, pero una duquesa hablo

-¡No pueden irse así! ¡Están en presencia de la Reina del Infierno! – grito la duquesa enojada

-Eso no nos importa quien sea la vieja-dijo el adolescente del medio

Lilith al escuchar esto. Uso sus poderes para evitar que esos 3 pecadores se vayan. Agacho su cabeza para luego levantarla y mirar seriamente a los pecadores que tenía enfrente. Con sus poderes los regreso a donde estaban, y aparecieron unas cadenas del suelo para evitar que esos muchachos se fueran sin ser castigados por la misma Reina del Infierno. Todos en la sala del trono sabían lo que eso significaba. Y es que hicieron enojar a la Reina cuando les dijeron que no hicieran eso por nada del mundo.

-Ustedes...no saben con quién están hablando...y tampoco saben quién soy así que se los diré... ¡Están en presencia de la Reina de todo el Infierno! ¡¿Quiénes son ustedes para poder hablarme de esta manera?! ¡Ustedes están en mi reino, en mi Infierno! ¡No sólo soy la Reina de todo este Infierno, si no también soy la Primera Mujer de la Tierra! Estaba considerando en perdonarlos siempre y cuando pedían ustedes perdón por esta falta de respeto hacia mi esposo. Pero no será así está vez. Ustedes no tienen ni idea de lo que se siente perder al amor de tu vida.

Los adolescentes miraron con terror a la Soberana ya que vieron cómo se transformaba en su forma demoniaca asustando a todos los presentes por el enojo de su Señora, todos se alejaron un paso de ella excepto los prisioneros, los guardias estaban quietos ahí, pero a la vez muriéndose de miedo. Lilith se levantó de su trono para bajar de los escalones para avanzar hacia sus prisioneros que con tan solo cerrar sus manos las cadenas se apretaban lentamente lastimando las muñecas de los 3 jóvenes.

-Su castigo va a pasar por qué yo voy hacer que suceda. Serán arrojados al Purgatorio dónde no podrán salir de ahí nunca más.

-No puede hacer eso, nosotros podemos renacer y seremos nuevos de regreso en la Tierra-dijo el adolescente de la derecha

Lilith guardo silencio para luego contestar con una sonrisa dejando impactados a los 3 muchachos encadenados

-Tengo que admitir algo sobre ustedes 3 insolentes. Hay que ser valiente y un poco loco para enfrentarse contra mí. También me sorprende algo. Todo aquello que el hombre ignora no existe para él, por el eso, el universo de cada uno se resume el tamaño de su saber. Y ustedes tienen poco conocimiento acerca de mí y de mi esposo Lucifer-dijo Lilith seria y enojada

-Lo lamentamos, pero por favor, no nos haga daño-dijo el adolescente del medio con temor

-Eso hubieran pensado antes de enfrentarse a mí de esa manera. Guardias. Hagan lo que les digo, llévenlos al Purgatorio de una vez-dijo Lilith regresando a su trono

-Si mi señora, como diga-dijeron ambos guardias

Cuando Lilith regreso a su trono mientras veía como los guardias y escuchaba los gritos de esos adolescentes, había cosas que estaban pasando por la mente de la Reina mientras cerraba sus ojos, haciendo preocupar a toda su corte.

-Mi señora, ¿en que piensa? – pregunto el administrador preocupado

-No se preocupen, estoy bien, estoy tomando una decisión. Pueden retirarse, la ciudad sigue en luto y no hay nada por hacer, más que este juicio-dijo Lilith mirando hacia la nada

-Pero mi señora...hay cosas muy importantes que hacer el día de hoy-dijo el duque

Lilith miro al duque enojada haciendo que este guardara silencio para evitar hacer enojar a la Reina por cuestionar sus ordenes.

-Lo siento mi señora, no volveré a cuestionar sus órdenes-dijo el duque con temor

-Me parece bien. Si alguien me necesita estaré en mi estudio quiero que le digan a mis hijos que los estaré esperando en mi estudio. Vayan por ellos en este momento-dijo Lilith levantándose de su trono seria

-Si mi señora-dijeron con temor todos los demonios de la corte

Lilith salió de la sala del trono para poder ir a su estudio. Para que luego los presentes de la corte pudieron respirar con tranquilidad para luego ver que la Reina se fue.

-Sin duda cuando su majestad se enoja da mucho miedo-dijo una duquesa con temor

-Tiene razón señorita, pero se les advirtió que no hagan enojar a la Reina y no quisieron escuchar. Ahora todo el Infierno sabrá que hicieron enojar a su majestad-dijo el duque

-Bueno, creo que nos podemos ir de aquí para atender nuestros asuntos-dijo un administrador

-No podemos irnos de aquí, tenemos que quedarnos aquí hasta que la Reina regrese

Todos los presentes de la corte se miraron entre si con miedo para luego asentir con la cabeza para quedarse un rato más. Para luego salir de la sala del trono para avisarle a los hijos de Lilith. 

En el mundo humano

Con Lucifer y el mensajero

Lucifer estaba un día entero curándose, sus heridas ya casi terminaban de cerrarse, pero decidió mejor que regresaría al Infierno, no esperaría que sus heridas se curaran por completo

-Bien regresemos a casa-dijo Lucifer poniéndose de pie

-Mi señor, lo ayudare, no se preocupe-dijo el mensajero

-Muchas gracias por todo Ahmed, fuiste de gran ayuda este tiempo que estuvimos aquí-dijo Lucifer mirando a Ahmed

-No es nada mi señor, es un placer poder ayudarlo- dijo Ahmed ayudando a Lucifer

-Ya quiero ver a mi amada. Estuve mucho lejos de ella, quiero ver la sorpresa que se llevara cuando me vea-dijo Lucifer con una sonrisa

-No será algo malo mi señor-pregunto Ahmed

-Al contrario, quiero sentir esa emoción al ver la reacción de mi esposa e hijos-dijo Lucifer con una sonrisa