Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

1. YES, AND?

Narra Ana

Agarro con fuerza el micrófono cuando estoy apenas a unos minutos de llegar al edificio donde se va a celebrar una de las reuniones más importantes a las que he podido asistir. Apenas llevo dos años en el sector periodístico y editorial como redactora y correctora, pero gracias a la reputación que he ido forjando desde que asistí a la Universidad, ahora puedo estar aquí.

Eso y que mi jefe haya confiado en mí para conseguir, como él dice, la entrevista del año. Ya que la periodista que se tenía que encargar del evento está enferma. Y, como dice mi jefe, no hay una suplente mejor que yo para que todo salga bien en este evento. Mis objetivos de esta noche son muy claros: debo conseguir que un integrante del equipo de voleibol más prestigioso y reconocido mundialmente acepte que le entreviste. En concreto, quiere que sea el famoso Alexander Jones a quién tengo que conseguir una entrevista. Además, debo hacer un informe de lo que va a ocurrir esta noche para poder tener la noticia lista para publicarla mañana en el periódico.

Fácil. Sin contar que yo nunca me he formado especialmente para entrevistar a los demás. Se me da mejor encerrarme y escribir artículos o corregir libros.

Estoy a punto de llegar al lugar, ya puedo ver cómo se van preparando los periodistas de distintas cadenas de televisión y de periódicos. Inspiro hondo lentamente y me preparo mentalmente para que todo salga como lo previsto. Saco el móvil del bolso cuando recibo una notificación. Sonrío al ver el mensaje de mi mejor amiga.

Lilia: Mucha suerte esta noche. No te pongas nerviosa, lo vas a hacer genial. Ya me contarás mañana.

Apago el teléfono y lo vuelvo a guardar en cuanto la respondo. Miro hacia la ventana del lado del coche donde estoy sentada, acabamos de llegar. Pago al taxista antes de salir y cerrar la puerta tras de mí. Busco entre la multitud de periodistas a una persona en especial. Él se da cuenta de mi presencia cuando me voy acercando hacia donde se encuentra. Mi mejor amigo se hace a un lado para que pueda ponerme en primera fila. Él es el camarógrafo y periodista que me ha acompañado, a mi suerte, en este evento. Lo que me da demasiada tranquilidad y fuerza para que consiga que todo vaya bien.

De esa manera nos conocimos. Cuando entré a trabajar en New York Confidential nuestro jefe nos puso juntos y ya han pasado dos años de eso. También puede ser interesante e importante destacar que, gracias a mí, mis dos mejores amigos sean pareja. Aunque, sinceramente, a veces es una tortura teniendo en cuenta que somos un grupo de tres y dos de ellos son novios.

—Hola guapa, ¿estás lista para entrar? —me aprieta el hombro con su mano antes de toquetear algo de su cámara.

—Eso creo. Si esto sale bien podremos subir de nivel en el periódico.

Jake me mira con comprensión.

—Lo sé, sé muy bien lo importante que esto es para tí.

Hace una semana que mi jefe se acercó en la pequeña zona que ocupo en el edificio del periódico para comentarme sobre este proyecto y lo que, tanto Jake como yo, podíamos conseguir. Comentó que éramos de los mejores empleados que tenía y que, si conseguimos que esta noche saliera bien y que yo consiguiera la entrevista con Alexander Jones, podría suponer un ascenso en el trabajo. Y, con ello, poder ampliar nuestra zona y poder viajar más que ahora.

Todo lo que había soñado desde pequeña ahora depende de lo que ocurra esta noche.

Me acomodo en la fila donde los periodistas debemos estar, justo en la entrada de la mansión, de quién es dueño nada más y nada menos que el cantante Archie Harrison Rinaldi. Es quién ha organizado la gala benéfica de esta noche. Me concentro en los coches que van llegando poco a poco.

Es ahora cuando todo se vuelve un alboroto por parte de los periodistas, quienes intentan llamar la atención de los famosos que van pasando. Por suerte, consigo entrevistar de manera rápida a la cantante Noa Moore, que iba acompañada de su pareja y su representante, y a la escritora e influencer Breena Lennox.

Cambié el peso de mi cuerpo de una pierna a otra, nerviosa. El equipo de voleibol debe de estar a punto de llegar. Siento una pequeña emoción al acercarse la hora de conocer en persona a mi equipo favorito. Porque sí, adoro el voleibol y una de las cosas por las que acepté venir aquí, a parte del ascenso, es porque iba a poder hablar un par de minutos con algunos de ellos.

Poco a poco una fila de coches se van acercando hacia donde todos nosotros estamos. Inevitablemente, siento como mi estómago se encoge, sabiendo que el momento está a punto de llegar. Miro brevemente a mi mejor amigo y asiento brevemente. Él parece entenderlo ya que coloca su cámara para enfocarme.

Las puertas del primer coche que llega se comienzan a abrir. Mantengo la compostura y coloco mi pelo hacia atrás para que no me moleste. Formo una sonrisa en el rostro cuando veo a los primeros jugadores caminar por la alfombra.

Inspiro hondo antes de intentar llamar la atención de, al menos, uno de los jugadores. Sonrío, triunfante, cuando capto la atención de uno de los centrales del equipo. Levi, el susodicho de pelo rubio y metro ochenta, se va acercando con tranquilidad hasta quedar enfrente de mí.

—Buenas noches, preciosa —me dedica una amplia sonrisa antes de esconder sus manos en los bolsillos de su pantalón.

—Buenas noches, Levi, me gustaría hacerle un par de preguntas para el periodico New York Confidential —me doy cuenta que su presencia me impone aun mostrándose encantador. Aunque, por lo que veo, él sabe a la perfección el efecto que causa en los demás.

—Claro, te escucho —toda su atención se centra en mí, listo para responder a mis preguntas.

Abro la boca para pronunciar la primera pregunta, pero mi mirada termina desplazándose hacia lo que está ocurriendo detrás de Levi. O más bien, quién es el hombre que acaba de entrar en la alfombra. Le sigo con la mirada cuando continúa andando sin pararse a dejarse entrevistar. En ese momento me doy cuenta de que, quizás, va a ser difícil de que yo lo consiga. Como si notara mi mirada en él, Alexander giró su cabeza para fijar sus ojos en mí, haciendo que mi corazón diera un pequeño salto.

Y por un momento siento que todo mi alrededor desaparece.

Conforme Alexander Jones, el pelinegro tatuado de otro metro ochenta, continúa andando en dirección al interior de la mansión, sigue sin apartar sus ojos de los míos. Llegando a pasar por detrás de Levi para, poco después, terminar apartando la mirada para desaparecer por la puerta. Casi he podido sentir cómo el cruce de nuestras miradas había sido eterno cuando solo había sido apenas unos segundos.

Inspiro hondo, volviendo a la realidad. Siento que mis mejillas arden cuando Levi me dedica una sonrisa pícara, haciéndome ver que se había dado cuenta de la escena. Por suerte, no dice nada al respecto. Intento mantener la compostura y hago desaparecer al pelinegro de mi mente para poder seguir con el guión de preguntas que me entregaron.

──── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ────

Somos los últimos en entrar al interior de la mansión ya que los periodistas que habían tenido el mismo privilegio que yo, ahora intentaban entrar los primeros. Como si fueran a perder la noticia por no entrar antes que los demás.

Suspiro, mirando a mi mejor amigo, quién me dedicó una sonrisa divertida.

—¿Lista? —se coloca a mi lado conforme continuamos avanzando hacia la gran sala.

Miro embobada todo lo que me rodea. La sala es muy amplia y está demasiado bien iluminada con las lámparas de araña que cuelgan del techo. Todo está muy bien organizado, justo como lo haría yo si fuera una mujer famosa y millonaria.

—No, pero solo queda conseguir que Alexander Jones acepte que se le pueda hacer una entrevista — Aprovecho para recorrer la mirada por la sala y buscar a The New York Bulls.

Encuentro al equipo cerca de la zona de comida. Sonrío. Sin duda yo haría lo mismo si fuera ellos. Veo de reojo como Jake se dedica a grabar y a hacer fotos de algunas secuencias y escenas de la sala para el periodico.

—¿Por qué no vas a intentarlo? —pregunta sin apartar la vista de su cámara para seguir con su trabajo.

—Creo que voy a esperar a algún momento donde él esté solo, me da respeto ir sola cuando todos están juntos —Jake suelta una pequeña carcajada.

—Sabía que sacarías tu lado vergonzoso.

Pongo los ojos en blanco antes de volver la mirada hacia donde Alexander se encuentra. Como si él notara mis ojos en él, este se gira hasta encontrarme y mantener la vista en mí. Trago saliva y continuo analizando el lugar, siendo la primera en dejar de mirarlo.

—Sabes muy bien que yo no estoy muy especializada en esto de ser periodista —le recrimino.

—Lo sé, ya me ha contado Lilia que te ponías muy nerviosa cuando tenías que hacer presentaciones o entrevistas.

Me encojo de hombros.

—Simplemente no es lo mismo, pero sabía que en algún momento me tocaría volver a hacerlo.

—Como ahora —asiento y él me dedicó una sonrisa comprensiva.

El tiempo se va pasando con rapidez y yo aprovecho a tomar algunos apuntes para los artículos que tengo que hacer para el periódico. En un momento me quedo sola ya que Jake se pasea por el lugar para hacer fotos a todos los famosos posibles. Parece que está encantado con lo que hace.

Vuelvo a buscar a Alexander con la mirada y descubro que está caminando solo por la zona de comida. Intento tranquilizar mi repentino nerviosismo y me atrevo a caminar en su dirección. Quién sabe si voy a volver encontrarlo solo en lo que queda de noche. Conforme me voy acercando a él, siento que él corazón comienza a latir mucho más rápido. Estoy demasiado nerviosa pero quiero quitarme esto de encima. Estoy a unos pasos de él.

Alexander está de espaldas a mí, por lo que no se percata de mi presencia. Aprovecho a observarle con rapidez, ya que en la entrada no tuve la oportunidad de hacerlo. Alexander me saca casi una cabeza, no pensaba que iba a ser tan alto cuando lo vi antes. Va vestido con un traje negro que hace que su espalda ancha se marque mucho más. Me pongo recta cuando se gira para mirarme. Al parecer sí que se ha dado cuenta de mi presencia. Mi mirada se desvía a sus brazos y cómo se marca sus músculos en la chaqueta. Trago saliva con nerviosismo y alzo la mirada hacia sus ojos.

Aprieto la libreta contra mi estómago y guardo el micrófono en el bolso, sin saber pronunciar ninguna palabra.

Vamos Ana, tú puedes, ya te acercaste a él.

Vuelvo a inspirar hondo antes de hablar:

—Buenas noches, me llamo Ana Gómez y soy periodista —comienzo.

—Me he dado cuenta —alza una de sus cejas, lo que hace que me ponga un poco más nerviosa.

—Verás, pertenezco al periódico New York Confidential y me preguntaba si podría... —su rostro se comienza a endurecer, veo como aprieta los labios y aparta la mirada para poco después volver a mirarme.

—A tí te he visto fuera antes, entrevistando a Levi —me interrumpe, observandome con seriedad.

—Así es —asiento.

No entiendo aún a qué viene eso, por lo que me deja muy confusa.

—Mira, cariño, parece que tus superiores no quieren darse cuenta que no me interesa que me entrevisten. Así que no lo intentes, no me interesa, puedes irte porque no vas a conseguir nada. No sé cuántas veces se lo repetiré a tu periódico —mi expresión cambia de la confusión al enfado.

¿Quién se ha creído que es para hablarme así? Que sea famoso no significa que tenga ningún derecho a hablarme con superioridad y sin ningún tipo de confusión. Alexander se da la vuelta y me da la espalda para seguir caminando por la zona de la comida, lo que hace que mi enfado aumente.

Con un arranque de valentía camino con rapidez hasta ponerme frente a él. Alexander se para de golpe para no chocarse conmigo y me mira con confusión. Estamos demasiado cerca, pero me da igual. Levanto la mirada para encararlo.

—Mira, yo no tengo ninguna culpa de lo que sea que te pase a tí con la prensa, yo solo estoy haciendo mi trabajo. Así que, si no es mucho pedir, sé un poco más educado cuando un periodista se acerque a tí con buenas intenciones. No somos nosotros quienes elegimos lo que tenemos que hacer, solo acatamos órdenes de nuestros jefes. Así que, para la próxima vez, baja un poco tu creencia de superioridad y respeta a los que hacen su trabajo.

Entrecierro los ojos mientras lo miro de arriba abajo mientras que él me mira con una mezcla de confusión y sorpresa. ¿Será que nadie se había atrevido a decirle cuatro palabras al voleibolista? Pues ya era hora de que se lo dijeran y parece que me tocó hacerlo a mí.

Me doy la vuelta muy digna y busco a mi mejor amigo con la mirada. Cuando lo encuentro comienzo a caminar con rapidez hasta llegar a él, deseando alejarme lo máximo posible de Alexander. Puedo notar su mirada puesta en mí.

Jake me dedicó una sonrisa, pero esta va disminuyendo conforme me acerco a él. Parece que se ha dado cuenta de que algo no va bien.

—¿Ocurre algo? —cuestiona, bajando la cámara.

—Sí, lo que ocurre es que parece ser que Alexander Jones es un completo imbécil —Jake me mira con confusión, sin entender nada.

—¿Qué ha pasado? —dice mientras lo busca con la mirada.

—Al parecer no se lleva muy bien con la prensa y lo ha tomado conmigo —comento mientras guardo la libreta en mi bolso. Yo ya he cumplido lo que mi jefe me ha pedido que haga.

—Yo ya he terminado de hacer mi trabajo ¿has terminado también? —asiento—. Pues vámonos.

—Sí, ha sido una noche larga —suspiro.

Comenzamos a caminar hacia la salida. Inevitablemente mis ojos recaen de nuevo en Alexander, quién está de vuelta con su equipo. Este también se vuelve para reparar en mi presencia. Ninguno de los dos aparta la mirada del otro hasta que decido mirar hacia el frente y salir del salón.

Suspiro, agotada, esperaba todo menos lo que había ocurrido hoy. Por suerte, no iba a volver a cruzarme con él más.

──── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ────

Me despierto, confundida, al escuchar cómo mi teléfono no para de sonar. Creo recordar que anoche lo dejé sin sonido. Me incorporo con pereza, necesito dormir más. Abro la boca con sorpresa cuando me doy cuenta al tomar el teléfono de que es la hora de la comida. ¿Cómo es posible que haya dormido tanto?

Miro a la pantalla sin entender nada. Tengo demasiadas notificaciones por todas mis redes sociales y no sé por qué. De normal no suelo tener tantas. Me doy cuenta que Lilia me ha escrito pero, antes de que entre al chat, me está llamando.

—Me tienes que contar muchas cosas —Dice a modo de saludo.

Arrugo el entrecejo, con confusión. ¿Qué es lo que tengo que contar?

—¿Qué ocurre? —cuestiono.

—No sé, dímelo tú. ¿Cuando tenías pensado contarme lo de Alexander Jones y tú? —me reprocha.

—¿Qué es lo que pasa entre nosotros?— pregunto aún más confundida.

—Ana, no te hagas la loca. Y mira que yo, tú mejor amiga, se tiene que enterar de lo vuestro a través de Internet y redes sociales.

Me despierto de golpe al escuchar sus palabras. Siento que mi corazón se para de golpe.

—Espera, espera ¿qué está pasando? —cuestiono, incrédula.

Lilia suspira al otro lado de la llamada.

—Todo el mundo se ha enterado que tienes algo con Alexander Jones. Han filtrado una foto de anoche donde vosotros se os ve muy juntos —aclara.

En ese momento siento cómo mi cabeza empieza a trabajar a toda velocidad. Estoy casi segura que está a punto de colisionar.

—Tengo que colgarte, Lilia. Luego te llamo —no le doy tiempo a despedirse o replicar ya que le doy al instante al botón rojo.

Con el corazón latiendo a toda velocidad me atrevo a entrar a internet para descubrir qué es lo que está pasando. Aunque no hace falta que busque nada porque lo encuentro nada más entrar.

Lo primero que veo es a mí de espaldas y después a Alexander frente a mí, mirándome. Es fácil reconocerle ya que queda cara a cara con la persona que ha hecho la foto. La segunda cosa que sé es que la imagen tiene muy buena calidad, por lo que ha tenido que ser alguno de todos los periodistas que había en la sala, por lo que va a ser muy difícil de averiguar. Me doy cuenta que la persona que había hecho la foto sabía lo que hacía, porque supo tomar un ángulo donde realmente parecía que Alexander y yo estábamos muy cercanos y como si nos estuviéramos a punto de besar.

Entro a una de todas las noticias que se han publicado, deseando que mi identidad no hubiera sido expuesta. Aunque, en el fondo, sabía que no iba a ser así. No iba a ser difícil encontrarme. Y sobre todo la persona que mandó la foto a los medios de comunicación. Con el corazón latiendo a toda velocidad, leo uno de los artículos.

¿Es posible que Alexander Jones haya encontrado el amor?

Rumores apuntan a una posible relación entre el famoso deportista y una redactora de uno de los periódicos más reconocidos y leídos del Estado

Las redes sociales se han incendiado con la noticia de un posible romance entre el jugador de voleibol, Alexander Jones, y la redactora de New York Confidential, Ana Gómez. Los rumores comenzaron a circular tras la publicación de una fotografía en la que se les ve besándose en la gala, la cual ocurrió ayer. En la imagen, se les ve muy juntos y fuentes confiables han confirmado esa inesperada cercanía delante de todo el público. Esto ha provocado y desatado la especulación sobre una posible relación sentimental.

Si bien ninguno de los dos ha confirmado o desmentido los rumores, la química entre ellos es evidente en la fotografía. Además, se sabe que ambos se encuentran solteros en este momento, lo que aumenta la posibilidad de que exista un romance entre ellos.

¿Se confirmará el romance?

Solo el tiempo dirá si esta pareja se consolida o si solo se trata de una simple amistad. Sin embargo, lo que sí queda claro es que la química entre ellos es innegable y que la noticia ha causado un gran revuelo en las redes sociales.

Manténgase conectados a nuestras redes sociales para más información sobre este posible romance.

—Mierda —es lo único que se me ocurre decir a modo de conclusión de todo lo que ha pasado en tan solo unas horas.

Pierdo la cuenta de las veces que he leído el artículo. Ahora mismo mi cabeza no para de procesar la información, sin saber que hacer ahora. Solo había una cosa que sabía con total certeza.

Y es que todo estaba a punto de cambiar. Para bien o para mal, pero iba a cambiar. Y no estaba segura de si esto me haría bien.



.......................

Holaaa!!! ¿Qué tal el capítulo?

Tenía muchas ganas de subirlo porque he amado escribirlo. Como veis ya sabeis más o menos los clichés que va a llevar la novela y no sabeis lo mucho que voy a disfrutar escribiendo a Ana y Alexander.

También quería comentar que este libro tendrá la misma dinámica que EDQLEDDB en cuanto a los títulos de los capítulos. En este libro será de nuevo con canciones, pero esta vez solo con las de Ariana Grande, mi patrona <3

La semana que viene subiré nuevo capítulo, en instagram diré que día exactamente (teenagerwriter_).

Nos leemos pronto :) <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro