Un hijo
El auto se detiene frente al sitio y con ellos mis pensamientos. En mi mente hay más dudas que respuestas, cada que investigo un poco mas sobre mi compromiso, entiendo menos. Al parecer y por alguna razón que desconozco, no dejé un registro oficial de la compra de ese anillo…
—Te espero dentro.
La voz de mi padrino me llega y me bajo del auto ayudando a Emma a hacerlo segundos después. Con todos afuera del auto, incluido la mirada burlona del chófer, el tío Jason mi padrino me advierte.
—Te recomiendo ir con esa chica y evitar aun mas su furia. Algo me dice que todo este caos es por celos…mismos que te advierto no voy a tolerar.
Un comentario dicho en tono suave, pero sin aquella sonrisa que le representaba. Quien llamó a mi padrino fue papá, lo hizo tras haberle llamado yo. Mi padre tiene sus teorías fijas en cuanto a lo que sucedió y sobre esa misma esta investigando.
—¿Podemos tener privacidad? —le pido viendo al hombre detrás de ella.
—Déjanos solos Stan, —el antipático personaje solo afirma alejándose.
Lo sigo, consciente que si es experto no va a irse del todo, pero nos dará privacidad. No es el mas adecuado para ella, la prensa podría lapidarla de saber quien es o su pasado, aun asi, no hay nadie mas capaz de cuidar de ella que ese matón.
—¿Sabes que fue el peor dolor que experimente? —me pregunta una vez estamos solos. —que me hiriera a quien le expliqué y conocía mi dolor, mi pasado, el que sabía lo rota y vulnerable que estaba, el poco valor que sentía hacia mí.
Ella tiene el mentón alto y sus ojos es el de un cielo despejado. Aquel porte firme, una mano en su bolsa y la otra en el bastón. Lo único que hay de mi esposa es su físico, todo lo demás es un derroche de sensualidad, firmeza y valentía. Emma se había convertido en una mujer hermosa por dentro y por fuera.
—No te hice daño —insisto —te dejé libre porque creí…
—Que te era infiel—sigue por mí y sonríe —Kamil te lo dijo ¡Que linda es Kamil! Ella quiso abrirte los ojos y luego de eso las piernas ¿Qué ocurrió primero?
—No es necesario…
—Esa persona hizo exactamente aquello que dijo nunca haría —sigue, ignorando mis protestas. —¿Qué me quedaba después de ver ese documento? Solo contaba con algunos segundos para responderme. Decidí darte la libertad, quizás mis esfuerzos por ser una buena esposa no funcionaron o que decidiste buscar a alguien mejor.
Confiesa que el peor dolor fue ver y sentir morir a nuestro hijo dentro su vientre junto con la certeza que no volvería a ser la de antes. Pero antes de eso experimento uno igual de doloroso, al darme la libertad. Lo paradójico de todo era que yo esperaba que se negara a firmar o se defendiera. Porque la juzgue como la Emma que conocía, sin darme cuenta de que mi chica ya empezaba a dar rastros de madurez.
—Estoy dispuesto a demostrarte que estoy arrepentido y todo esto fue producto de nuestro poco dialogo —niega acomodando su bolsa y llamando a su chofer detrás de mí.
—¿Quieres buscar culpables? —me pregunta—la misma que me tiene en este lugar, porque su patética existencia considera que es un rival para mi… —sonríe esta vez genuina y niega —tu y yo sabemos que estoy fuera de concurso. Gracias por decirme la verdad, por dar la cara y aceptar culpas. Lastimosamente lo nuestro no es posible, ya no.
Me di cuenta de lo perdido que estaba en la vida de Emma al verla alejarse. La persona que caminó a su izquierda era el mafioso y compañero de lucha de Angelo Vryzas. Estanislav Mazur, un polaco de descripción agradable, pero dueño de una mirada que perturbada.
Muchas cosas sucederían si lo veías por primera vez, sus exóticos ojos color violeta, aquella extraña cicatriz en su cuello, la certeza que tienes frente a ti a una persona oscura, entre otras muchas. Lo cierto era que Emma había buscado al peor de los hombres como acompañante en la ciudad, pero estaría bien custodiada…
Si es que eso era lo que quería.
Verla avanzar con él a su lado con aquella inclinación en su lado izquierdo me hizo entenderlo. Había perdido al creer las mentiras de un anónimo y en el juicio de Kamil. Mi esposa tenia motivos para no perdonarme, pero yo el triple para buscar su perdón.
—¿Qué haces aquí? —la voz del cuarto Frederick me obliga aterrizar. —Deberías estar con tu prometida.
Me encojo de hombros a manera de respuesta, sin dejar de ver el pasillo por donde se ha ido. Kamil no ha hecho otra cosa mas que acusar a Emma de todas las maneras posibles y yo le había seguido el juego estúpidamente.
—Papá dice Emma no pudo hacer lo que dice. —respondo al fin y la risa que precede a mi comentario me obliga a verlo. —todo esto es un malentendido.
En pie, brazos cruzados, de civil, con un maletín en cuero y una sonrisa, el que fuera mi mejor amigo hasta hace seis años se burla de mí. Detrás de él su hermano mayor pasa por nuestro lado sin dirigirnos la palabra, seguido de Matthew su gemelo, ambos con la misma actitud beligerante.
—No puedes culparlos—dice y afirmo —no te culpamos por buscar tu felicidad, pero nos toca las pelotas que vengas a restregárselas cuando ella ha pasado, por tanto.
—No lo planee…
Jason quien esta por sentarse se incorpora rápidamente y me enfrenta. Siempre ha sido de los que protege a su hermana menor sin importar que fuera culpable. Hoy día hará honor a ese gran don y un poco mas grande, al saberla inocente.
—¡No me vengas con estupideces! —recrimina —hace tan solo tres meses atrás me topé contigo en Afganistán, estabas según tu festejando porque Emma seguía soltera. Aseguraste lo primero que harías al pisar suelo estadunidense era buscarla ¡Te creí! —se acerca de manera amenazante apuntando el dedo índice en mi pecho—te rogué pasaras la cruda allí…ahora me entero de que estabas comprometido ¿Qué mierdas te sucede?
Me incorporo lentamente al escuchar aquellas palabras y todo lo que sigue. Jason describe el día en que me comprometí con Kamil, aquella noche que no tengo clara en mi cabeza.
—La llevas a la casa con un maldito anillo de diamantes y ¿No lo planeaste? Si mi hermana cometió un error te aseguro que lo pagó esos veinte días en aquella montaña.
Da un paso lejos de mí, pero me encuentro con que frente a mí tengo al hombre capaz de decirme la verdad. Jason Jr. Es de los que dirá la verdad sin importar si esta dañe.
—No lo recuerdo—confieso al ver que da media vuelta y esta por partir hacia sus hermanos. —El compromiso, como llegó ese anillo a su dedo, ni siquiera hay un registro de compra en mis tarjetas.
Se detiene a pocos pasos de mí y da media vuelta lentamente. Volví a casa y me encontré con los estados de mis cuentas. Sin saber en qué momento o porque, me encontré buscando el anillo dentro de esos papeles. Duré toda la tarde, parte de la noche haciendo llamadas, corroborando datos y demás.
—Kamil se contradijo mucho en el altercado que tuvo con mis papás. Me dejó la duda…imagino que por eso lo hice.
Jason sigue en silencio sin hacer nada, al tiempo que yo me las juego todas para adquirir un buen aliado. No se acerca, pero puedo ver en su rostro que me cree y le sorprende mucho lo que esta escuchando.
—Solo dejé de buscar porque me llamaron del hospital, diciendo que Kamil había sufrido un accidente.
Pensé que se había intentado hacer daño, en un inútil intento de llamar la atención. Jason se cruza de brazos escuchando el relato de las enfermeras y doctores que la recibieron. Kamil había sido asaltada, la encontró un transeúnte tirada en la calle. El hombre no quiso quedarse para no tener problemas con la policía, pero el doctor había anotado la placa del auto que la trajo.
—¿No fue atropellada? —pregunta y abro las manos en señal de confusión.
—Al verme me dice que un auto se le lanzó encima y que pudo ver quien conducía…
—Emma —sigue por mí.
—El que la dejó en el hospital dio una dirección de donde la encontró y Kamil otra muy distinta.
—¿Por qué mentiría con algo que podría confirmarse fácilmente?
Sin mencionar que la acusación contradice todo lo que he visto en Emma ahora. La mujer que me encuentro es madura, no la domina las emociones y sabe controlar su rabia (que aun puedo ver en su rostro). Creí que su madurez se debía a su accidente y aunque es probable que influyera, se que la perdida de nuestro hijo tuvo que ver.
—Hazme un favor Alexis y aléjate de ella, no te ha necesitado en este tiempo y no lo hará ahora.
No es una orden, su voz es casi una suplica que toca una fibra sensible dentro de mí. Hago parte de aquellas cosas dañinas que ella ha querido enterrar, regresar a su vida puede hacerla recaer.
—Sigue siendo mi esposa…
—Hablaré con mi padre —me interrumpe abriendo los brazos indiferente—no hay un motivo real por el cual deban seguir casados, tú nunca la amaste y ella a ti ya no…esta también tu prometida. —finaliza.
La primera es una mentira, la segunda me niego a aceptar. Lo único que le considero cuenta con mi apoyo es Kamil y las razones por las cuales señaló a Emma como culpable.
—No pienso alejarme de ella —le advierto.
Afirma instalándose de medio lado con todo su cuerpo pendiente a mis movimientos. Jason es de pocas palabras, pero de muchas acciones, adora al igual que sus otros dos hermanos a las chicas de la familia (incluyendo, mamá, tías y prima) y para protegerlas no es nada delicado.
—Lo imaginé, pero soy un hombre que suele atacar de frente —me advierte —te haré a un lado a las buenas o a las malas si ese llega a ser su deseo —antes de partir me señala sin ningún rastro de sonrisa—esa misma advertencia va para tu prometida, me importa muy poco que sea una mujer. Hay maneras suaves de sacarlas del juego y dejarla por fuera.
Sin mas se pierde en los pasillos, dejándome, asimilando aquellas palabras. Recibo el mensaje de Marck quien me dice debo ir a la clínica que ignoro. Solo decido moverme cuando de mis padres me indican debo hacerme presente.
(…)
Avanzo por los pasillos del hospital de forma lenta, al fondo puedo ver a mis padres y mis hermanos. Es el hombre quien se acerca a mi el que tiene toda mi atención. El general Slora, no se ve nada feliz y puedo imaginar sus primeras palabra; sin embargo, las tres primeras me dejan sin aliento y las que siguen al borde del desmayo.
—Lamento todo esto. —empieza alzando una documento hacia mi —encontré esto dentro de los estados de cuenta. Es la factura de un anillo de compromiso, ese que nos dijo a ti a mi que tu compraste. Existe además una reservación de un hotel con dos semanas de anticipación, cena, bebidas, etc.
El general, era conocedor de la manera en que le pedí matrimonio a su hija. Era amigo de Jason y por ende, en algún tiempo superior de mi padre (allí se conocieron papá y el tío Jason). Le pedí excusas por pedirle matrimonio borracho y le aseguré hacerlo de la forma correcta.
—Estuve buscando registros de ese compromiso —confieso y el general se ve apenado.
—Debí imaginarlo, no es que Kamil no sea hermosa…es que amas a tu esposa —habla con voz afligida —encima de todo y creyendo en ella, llamó a Frederick y le exijo respuesta. Fue cuando me dijo que ustedes continúan casados que me detuve a pensar.
¿Qué se supone debo decir? Ella se aprovechó de mi estado, quizás lo propició su excusa fue su cumpleaños. Los documentos que me muestran son bastante claros, ella planeó algo justo el día de su cumpleaños. Lo hizo en aquel hotel que insistió fui yo el que quise entrar por estar cansado.
—¿Cómo esta ella? —pregunto al fin.
La mirada que me dirige es de alguien que está a punto de darme la peor de las noticias. Cierro los documentos en espera que lance el golpe y este no sea fuerte.
—Ella y él bebé están bien.
Retrocedo varios pasos y el hombre frente a mí intenta sostenerme. No recuerdo nada de ese día y en adelante, me he asegurado no estar con ella; no obstante, no es algo que se deba decir a un padre.
—Estoy dispuesto a costear gastos…—el hombre alza una mano en mi dirección para impedir que siga.
—Tienes tus motivos para dudar de ese embarazo. Entiendo tu dilema, no pienso forzarte a hacer cosas que dañarían a mi hija —me calma — Mi esposa y yo, hemos decidido lo mejor es esperar que ese niño nazca …después de eso, podremos tomar una decisión.
No es mi hijo; no puede serlo, es en todo lo que pienso viéndolo estrechar mi mano. Este embarazo me obliga a divorciarme y a dar la cara, si llega a ser mio…
¿Kamil planeó todo? Todo la señala como culpable, pero ¿Cuál es la finalidad? Ha dejado demasiados cabos sueltos. Lo que dijo Jason en la estación es cierto ¿Qué gana con decir una mentira tan estúpida?
—¿Sabes si ella tenía a alguien antes que a ti? —me pregunta empezando a caminar hacia mis padres. —su madre y yo notamos que antes de ti, no le conocimos novios o parejas.
—En Londres —respondo indiferente con la vista fija en mi madre quien parece querer asesinarme —fue en los días en que la conocí, terminaron meses después de irnos.
Lastimosamente no se mucho de ello y desconozco por que el hombre hace las preguntas. Estoy mas concentrado en mantenerme alejado de mi madre que en cualquier otra cosa. Pienso además en Emma y que este niño nos aleja del todo, aun si no es mio.
—¿Dónde estabas? —me reta y guardo silencio para no incomodar al padre de Kamil con mi respuesta.
El general se muestra incomodo y en algunos momentos su comportamiento es hasta colérico. Notamos que no entra en la habitación, solo su madre esta con ella y me dicen que solo lo hizo un vez, pero no duró mucho.
—Si fuera mi hija tu estarías vuelto mierda. Ha sido demasiado calmado y educado, ambas cosas no son cualidades de un padre cuya hija acaba de ser dejada casi en el altar y con la barriga llena de huesos—la voz del griego es de burla y bufo molesto —creo que el viejo sabe algo que tu no.
—¿Cómo qué? —le reto a responder, pero solo me gano una mirada de burla alejándose.
—Aun no lo sé, pero planeo averiguarlo.
Aun si lo sabe no lo dirá, porque su lado sádico dejó secuelas en su miserable vida.
Disculpen por no actualizar, pero ando con crisis existencial.
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