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Rastros

El silencio que siguió en el salón solo fue interrumpido por la salida de mi padre. Permanezco en el estudio por largo tiempo, hombros caídos y con ambas manos cubriendo mi cabeza. Mis ojos se detienen en el reloj que tengo en frente y veo como los minutos pasan ante mis ojos. Todos se han ido dejándome solo con mis pensamientos, mientras a mi me es imposible levantarme del sitio en el que estoy.

La he señalado injustamente, si solo hubiera tenido el valor de acusarla...

No hubiera cambiado las cosas, la acusación sobre ella solo causaría se cerrara. Alzo el rostro al escuchar las voces altas en el salón distinguiendo las de mi madre y Kamil.

—¿Qué intentas insinuar? —la pregunta en tono fuerte de mi madre me hace levantar siguiendo las voces.

La reunión de hace unos minutos no se ha acabado, solo se trasladó al salón principal. No soy yo el protagonista, en esta ocasión parece ser Kamil. Hay rastros de llanto en su rostro y derrota en su comportamiento.

Todos están en pie, cada uno en un extremo. Por fortuna los niños no están y no van a presenciar este acto o de lo contrario habrá que mentirles. Los mellizos han salido con todos a comer helado e imagino mi hermano a querido mantenerlos lejos.

Angelo sigue con el rostro divertido, aunque mira con atención a Kamil. Por un instante me parece ver en sus ojos rastros de sospecha, pero es tan fugaz que al verme a los sonríe divertido.

—No lo mires a él...te hice una pregunta y creo fui clara.

La explosión de mi madre hace a Angelo verla intrigado. El mayor miedo de todos es que desee sacarle la verdad a mi prometida a los golpes. Marck luce apenado, papá sigue con el rostro de decepción al mirarme. "Tu tienes la culpa de esto", parece decir su conducta molesta.

—Ella le era infiel de eso no tengo dudas. —insiste Kamil. —fue ella quien pagó para que ese divorcio no se diera.

—Es imposible y lo sabe —advierte Marck —será mejor si desiste de esta mentira que puede fácilmente ser tirada abajo.

Desearía que la tierra se abriera y me tragara, de esa manera no tendría que pasar por esta incómoda situación. Mamá da un paso hacia Kamil quien sigue manteniéndose en pie y firme a su señalamiento.

—Espero que esa acusación tenga bases —advierte mi padre —de ser un truco señorita, usted no se casará con mi hijo. —le señala y Kamil alza el mentón desafiante.

—¿No es acaso un investigador? —le reta. — ¿No vio las señales que dejó? Su adorada cuñada, no es el puto ángel que le ha hecho creer y tampoco ha cambiado una mierda...acaba de acusarme de ser infiel ¿Adivine con quién? ¡Mi hermano!

Una parte de mi le gustaría que las tuviera y que ella no quedara mal. Mi corazón anhelaba que mintiera, síntomas que no he podido olvidar al Demonio Frederick.

Kamil sigue con que es obra de Emma torpedear el divorcio, se ha enterado hace unos minutos. Ella había ido a entregar los documentos del permiso matrimonial y en búsqueda de los tramites que se necesitaban para el mismo.

Recuerdo que en le pedí hacerlo, me había excusado en que necesitaba hablar con mi padre. La realidad era que deseaba me dejara solo porque su presencia empezaba a fastidiarme.

—Lo mejor es detener este matrimonio—logro decir al fin—no puedo arrastrarte a un matrimonio sin amor...lamento si te herí...

Kamil sonríe, pero es notorio que mis palabras le han afectado. Lo cierto es que no deseo dañar a Kamil. Fui un cobarde en no dar aclarar las cosas desde el comienzo.

—Era obvio fue producto del licor, tu rostro contrariado y arrepentido te delataba. Quise creer en verdad me amabas.

A mí me gustaría poder decirle que si la amo o que me de tiempo. No hay nada en ella que me atraiga como mujer y no es porque no tenga atributos...ver a Emma me hizo entender que no había otra mujer en mi vida.

Y quizás nunca la habría...

—Me gustaría decir que lo lamento, pero es imposible.

La sinceridad de mi madre puede llegar a herir. Kamil no necesita de esas palabras en este instante, no es culpable de nada. Solo de quererme e intentar ayudarme.

—No es necesario todo esto —hablo fijando la vista en mamá quien decide ignorarme.

—No quiero parecer una perra cariño, pero mi hijo no te ama.

Angelo sonríe, mientras mis hermanos se ven entre si con rostro apenado. Mamá no suele tragarse las cosas, las dice sin molestarse si ofende o no. Asegura que de callarse su mal genio le causaría una ulcera y esta, cáncer.

Era por eso por lo que se lleva bien con Emma, ambas eran bastante desconfiadas, orgullosas y de comportamientos..." raros" (por decirlo de alguna manera).

—Usted le es imposible ver la verdad, por el cariño que le tiene y le entiendo.

Admiro el control en Kamil, no hay en sus palabras rastros de odio u ofensa. Me pongo al lado de ella y no por que me arrepienta de la decisión de no casarme... ella sigue siendo mi amiga y eso no va a cambiar.

—Puedo entender que no me quieran como pareja, que me ven como oportunista. —sigue y me ve un instante con algo de pesar —imagino creen que esperé a que Alexis estuviera solo para conquistarle...

—Creaste una mentira para separarlos —aclara Sasha y Angelo no disimula lo divertido que se encuentra con esta escena —no adornes las cosas ...—le señala molesta —entregaste fotos e imágenes comprometedoras entre Emma y su escolta.

—¿Dice que las invente? —se defiende girando del todo hacía Sasha y retándola.

—Es imposible hay que admitirlo; aun así, si la seguiste debiste llegar a la verdad sobre Juno. —Marck dice aquello avanzando hacia la salida —no soy partidario de meterme en la vida privada de mis hermanos, pero les sugiero no casarse hasta tanto esto no se aclare.

—¿Por qué siento que tengo que defenderse siendo inocente? Seguí a Emma por petición de Alexis y por mensajes que él recibía. Mi intención no era saber si Juno era o no gay, fue buscar la inocencia de Emma. — Kamil se instala en medio de todos y yo sigo sin tener algo que decir —al igual que él no lo creía hasta que no vi esos mensajes. No fui yo quien le fue infiel, la que torpedeó el divorcio.

Kamil no siguió a Emma por voluntad propia, lo hizo en base a los mensajes que estaba recibiendo sobre su infidelidad. Números de teléfonos descartables que eran imposibles de seguir, en un inicio creí que era mentiras. Hasta que su comportamiento empezó a cambiar, se cerró en sí misma, cambios de humor, salidas extrañas, etc.

Uno de los mensajes lo recibí en presencia de Kamil, quien se negó a creerlo. "—Te demostraré esto es un error". Me había dicho en aquella ocasión.

—Emma me firmó el divorcio sin problemas. ¿Por qué meter mano para no casarnos?

Y se fue de la casa sin llevarse nada, aquel abrazo que presencié pudo ser de consolación. Ahora que detallo un poco mas a fondo, nunca los vi besarse o en comportamientos distintos a amigos. Emma no tenia a nadie cercano a su vida, solo su familia, la mía y al tal Juno. En realidad, solo tenía a mi familia, pues los suyos estaban alejados por todo lo que le hizo a su hermano y al escándalo que siguió.

—Porque necesitaba el apoyo de sus padres por su embarazo. —niega al ver mi rostro de sorpresa y baja los hombros —Ella estaba embarazada de su amante cuando te firmó ese divorcio... no quise decírtelo para no dañarte más.

— ¿Te das cuenta de que lo que dices no tiene ni pies ni cabeza?

Mi padre lanza la voz de protesta que esta a punto de salir de mi garganta. Kamil ha llevado su defensa a terrenos peligrosos, pero sigue fiel a sus ataques. Emma se realizó una prueba de embarazo en una clínica distinta a la de Marck o su familia. Eso le hizo confirmar que tenia un amante y creyó que era Juno, pues era la persona que le acompañaba siempre.

—La foto de ella llorando y siendo consolada por él fue horas después de recibir ese examen —me dice con rostro compungido —puedes decidir creerme o no, en realidad no me interesa. Solo recuerda que ese accidente en donde perdió a su hijo la hizo reconciliarse con su familia.

—Debo admitir nunca he visto a alguien defenderse con tanto esmero —habla Angelo al fin dirigiéndose a la salida no sin antes de decir —Le daré un consejo. Salga ahora que puede, con la frente en alto. —sin decir mas le dice algo al oído a Sasha y sale a la calle.

La teoría de Kamil era incoherente; debía admitir que aquella palabra representaba a Emma y muy bien. Sonaba además a algo que hiciera tras verse acorralada.

—¿De dónde sacaste que Gregory la alejó de Juno por las habladurías? —interrogo —o que se discutieron y él la dejó sola.

—Busca cualquier prensa o revista de la época —se defiende y mi padre le da veracidad a lo que dice asintiendo.

—Pero lo hicieron por temor a una recaída —insiste mi madre —nosotros no teníamos ni idea de lo que sufrió...solo nos enteramos al ella volver.

—¿No les parece raro? —les pregunta —No hablar de su hijo o mencionar su accidente, alejarla de todos por tanto tiempo...

—No esperes que te crea que su familia cubrió esa atrocidad —susurra mi madre y Kamil sonríe. —Jason y Fiorella jamás nos harían algo asi.

Soy invisible para ellos, al hablar de mi descalabro matrimonial; pueda que mi silencio y poca platica contribuyera en ello. Siento que fui arroyado por un auto, incapaz de moverme o hablar.

Me duele admitir que Emma ha realizado cosas peores con tal de salirse con la suya. ¿Pero perder a su hijo? Le quiero dar el beneficio de la duda y me centro en los hechos. No estoy divorciado, Emma me fue infiel o quizás no, estuvo en embarazo, lo ocultó y ese silencio la hace culpable.

Solo que recuerdo el día que le pedí el divorcio llegué a casa y vi la cena servida, rosas, velas, ella con un sobre en sus manos y sonreía como nunca. Acababa de recibir el mensaje de una foto de ella saliendo de un hotel con Juno y creí lo obvio. Kamil los había seguido y encontrado que solo estaba con su escolta, en situaciones bastante extrañas y muy juntos.

Los mensajes no señalaron a nadie y en vista que solo andaba con Juno. Fue bastante lógico pensar que era su amante con quien pasaba mas tiempo que yo. Ese día estaba más hermosa que nunca, sonreía feliz y me dijo que tenia algo que decirme.

"—Te tengo una sorpresa".

"—Yo también"

"—Dudo que sea tan especial como la mía."

"—Te puedo sorprender."

Nos sentamos en la mesa y antes de que ella pudiera hablar o decirme algo. Yo le entregué los documentos del divorcio impidiendo que ella me dijera algo. Solo lo pregunté luego de ella firmar.

Ella guardó silencio por orgullo, puede que alguna fuerza desconocida le obligara hacerlo. Era la palabra de Kamil, quien nunca me ha mentido y me ha dicho la verdad, ha sido sincera y ha velado por mi bienestar; contra la Emma una mujer que ha hecho daño a todos, de todas las maneras posibles y sin el mínimo remordimiento.

—Estamos hablando de una familia que no encierra sus secretos en el closet...los entierra y no lo mencionan jamás. —escucho a Kamil decir y sacudo mi cabeza intentando concentrarme en lo que está pasando en casa.

Nos pide recordar que desde niña era manipuladora, no le importó vender a su hermana en venganza por quitarle (según ella) a su novio, de llevar casi al borde de la muerte al novio de esta, a quien quiso seducir meses después y justo el día de su compromiso encerrándolo en el baño. Niega molesta y se limpia las lagrimas con fuerza

—¿Qué de todo eso salió a la luz? —nos pregunta y ante nuestro silencio sigue —es lo que yo misma creí al verla con ese hombre. Solo lo del pago por esa excursión y salió limpia...

—Recoge tus cosas —sentencia mi madre —si crees que estoy siendo injusta con ella, haz también tu equipaje y le sigues —me dice viéndome a los ojos.

—Te advierto que si pisas un pie por fuera de esta casa...no regresas. Estoy demasiado viejo para ser manipulado de esta manera jovencita —Kamil no le responde y sube por las escaleras sin mirar atrás.

De mi parte tomo las llaves del vehículo y decido alejarme de todos. Solo hay un sitio en el que me siento seguro y hacia ese lugar me dirijo. La casa que compartí con ella los doce mejores meses de mi vida. Se que tengo que hablar con ella y aclarar las cosas, pero temo saber la verdad.

Fui muy injusto con ella o ella demasiado cruel conmigo. Cualquiera de las dos era dolorosa para mí.

En uno era el puñal y en otros la herida...

Emma

Pese al sabor amargo que me dio el descubrimiento de quien era la futura esposa de Alexis, logré disfrutar de la velada. Estaba dispuesta a quejarme con mis padres por permitir que esa mujer entrara en su casa; aunque entendía no era el sitio correcto.

Des y yo disfrutamos de un coctel sentadas en una silla cerca de la piscina y vigilando a un grupo de chicos. Controlar a treinta niños no es sencillo, sobre todo si son amigos de las mellizas y tan inquietos como ellas.

—Están felices —habla Des señalando a sus hijas que muestran a todos los chicos el amuleto mientras sonríen —has dado en el blanco con ese regalo ¿Crees que sea en verdad protector?

—La indígena dijo que si —respondo encogiéndome de hombros. —seria irónico porque solo pagué por el hilo con el que enlazó las piedras. —comento divertida.

—Los verdaderos amuletos no tienen valor, mamá solía decir que quien de verdad tiene ese don, le es imposible cobrar.

Des, parece creer aquellas palabras, yo dudo en que exista ese tipo de poder. Ni siquiera, conociendo al tío Omat y todo la mística que lo rodea. Es imposible que un objeto de madera y varias piedras sin valor logre protegerse de todo mal.

O que una persona tenga ese don.

—Yo necesité de una de ellas en mi adolescencia —confieso.

—Y yo —susurra Des.

Su adolescencia fue mas dolorosa que la mía, no obstante, ella suele negarlo al decir que cada una sufrió mucho en el ambiente en el que estaba.

—¿Por qué estas enojada? ¿Qué te hizo Gregory?

—Y yo que pensé estaba haciendo mi mejor actuación.

Ambas sonreímos ante esa confesión mutua, mis padres están en estos momentos con las mellizas admirando mi regalo. Gregory y Jason hablan alejados de todos, lucen bastante serios e imagino es por lo escrito en esa agente.

—No es con Gregory—hablo al fin —conocer a la prometida de Alexis en el jardín de la casa de mis padres no fue la manera que imaginé de acabar el día.

Que la misma fuera su amiga de la armada y mi paño de lágrimas no hacia menos doloroso las cosas. Des se sorprende por mi comentario, se acomoda en la silla dirigiendo todo su cuerpo hacia mí.

—¿Cómo entró? —enarco una ceja ante lo obvio que es la respuesta y ella se apresura a decir dejando la bebida en la mesa —estaba decorando cuando Alexis hizo presencia... Y, a no ser que la trajera en el maletero del auto, estaba solo.

Ella pudo entrar en otro auto, pero eso seria poco probable. Recuerdo el hombre con el que se besaba, que aseguró ser el hermano, pero solo digo.

—Puede que el la hiciera entrar —respondo.

Desiré no se ve conforme con esa respuesta y yo tampoco. La llegada de mi hermana me hace creer que todo acabara allí, pero mi cuñada decide mezclar a Isabella.

—¿Recuerdas si Alexis estaba acompañado cuando entró? —le pregunta —te vi saludarlo.

—Solo —confirma su Isabella —¿Por qué?

—Por nada en particular —me apresuro a decir rogándole a Des con la mirada que no diga nada.

—Llegó solo —habla Gadien detrás —Entró a los controles en donde yo estaba verificando algunas cámaras por lo de la fiesta. Pregunto por su padrino y el porque de los niños.

Al saber que era una fiesta quiso echarle una mano mientras papá llegaba. De un momento a otro, salió apresurado y sin despedirse. Des y yo intercambiamos miradas cómplices, pero no decimos nada.

—¿Lo viste? —me pregunta mi hermana preocupada y afirmo —¿Te dijo lo del compromiso?

No solo me lo dijo, restregó su felicidad y lo bien que se llevaba con Kamil. Repitiendo con ella hasta las promesas que me había hecho a mí. Detesto el ambiente oscuro y sus miradas lastimeras que le siguen a aquellas palabras por lo que decido alejarme de allí.

—Gregory ya me lo había alertado —les digo levantándome —si no les molesta iré a descansar.

Gadien me da una mano para ayudarme a levantar e Isabella me entrega el bastón rápidamente. Hay día de días, normalmente me manejo sin ese aparato infernal. Otros como el de hoy, en que mi pierna sana se revela y me dice que le estoy dejando el trabajo duro y pesado a ella.

El gritillo de los niños, la risa de ellos y adultos se va alejando conforme voy ingresando a la casa. Dentro de ella el silencio impera y salvo, uno que otro mesero no hay nadie en su interior. La casa luce como yo, solitario y con un frio tenebroso.

En el fondo yo esperaba que el volviera, pero también que lo hiciera solo. Mis pasos irrumpen el silencio del lugar, uno suave, otro más fuerte y Toc, Toc, del bastón.

—¿Te siente bien? —pregunta Isabella detrás de mí y asiento sin verla.

Su respiración es pesada y su voz encierra cierto miedo. Ella sigue sintiéndose responsable de mí y de mi actuar. Por más que le diga que mis inseguridades infantiles no fueron culpa de sus bromas, isabella no me lo creerá, se siente responsable. Lo cierto es que ella era toda risas y diversión, yo me tomaba todo en serio.

—¿Te puedo hacer una pregunta?

—La que desees —se apresura a decir y sonrío al sentir la ansiedad por hacerme sentir bien.

Doy media vuelta hacia ella, porque mi deseo es ver su rostro cuando me responda. Esta a dos metros de mí con una mano en el bolsillo trasero de su vaquero y la otra la mueve de manera nerviosa.

—¿Por qué nunca te fijaste en Alexis? ¿Por ser menor que tú?

Isabella me observa con sorpresa y por un momento se nota contrariada por mi pregunta. Carraspea y se remueve incomoda, pero lo que dice a continuación me deja más preguntas que respuestas.

—Pueda que algunos de mis comportamientos te hicieron creer que me fijaba en tus parejas o los chicos que te gustaban. Te aseguro que no fue asi, muchos de esos infelices se acercaban a ti, para llegar a "la fácil Frederick". —pasa una mano por su rostro y empieza a reír, aunque sin humor alguno—jamás se lo he dicho a alguien, pero asi me sentía cada que ellos me hacían esas propuestas. Jamás me fijaría en alguien a quien tu le gustas...

—Jason estaba enamorado de ti, te hizo creer que era a mí, pero no es asi.

Su primera impresión es un poco cómica, ella abre los ojos sorprendida mirando a todos lados, acto seguido empieza a reír mientras niega divertida. Asegura que no es asi y que Alexis estuvo enamorado de mi desde la adolescencia.

—Debiste verlo el día que te encontramos inconsciente...estaba tan aterrado que incluso lloraba. Ese día me confesó que te quería y prometimos cuidar de ti siempre...

—Lo hizo porque tú se lo pediste...

—En realidad fue su idea. —interrumpe y es notorio la exasperación que va en aumento —yo amé ese trato y decidí aceptar. ¿Recuerdas el día de tu compromiso con Ethan? —ruedo los ojos por que no es algo que se olvida y ella sonríe apenada —¿Por qué crees que ese hijo de puta no quería que Alexis se acercara a ti? Era conocedor de sus sentimientos, no entiendo como no te diste cuenta o como creíste algo tan descabellado.

Isabella y yo nunca nos hemos sincerado de aquella manera, en las pocas ocasiones en que se tocó el tema, solo yo hablé. Nunca le he permitido a ella hablar y me encuentro ese día queriendo escuchar la verdad. Toma mis manos retira el bastón y entramos al estudio. Me deja en un sillón y se dirige al bar en donde sirve dos tragos.

—Me siguió al jardín, aprovechó un momento sola para enfrentarme —empieza a decir. —le pedí decirte la verdad, inicialmente me dijo estaba enamorado, pero las miradas que me dirigía me decían otra cosa. Estaba enterada de como lo conociste porque no hablabas de otra cosa sino de él, aunque te negabas a dar el nombre.

Sus manos tiemblan al servir la bebida e imagino es producto del miedo a que haga daño. Encuentro en ese gesto ternura y en mí madurez, de ninguna manera me dañaré por quien no valía la pena.

—Le enfrenté, lo negó aún más diciendo tus virtudes y como sobresalían por encima de las mías (que son pocas) —sonríe tristemente al avanzar hacia mi y dejar un trago en mis manos —le dije que no podía manipularme y que estaba dispuesta decir que lo conocía sin importarme lo demás. —se sienta a mi lado y por un instante recuerdo ese día como si fuera ayer.

Allí llegué yo, recuerdo y ella sigue narrando como intentó decírmelo y no le creí. Yo le veía con anhelo y hasta suplica esperando que le dijera estaba en un error. Supo que podía ser villana en ese cuento y que quizás era la idea de Ethan.

—Tus ojos me rogaban diciéndome "Dime que te has confundido"—afirmo al recordar lo dependiente emocionalmente que me volví de él. —vi cómo te calmabas en sus brazos y lo entendí...

En esta etapa de mi vida, no sé si aquel comportamiento fue obra de él o mi baja autoestima influyó. La acusé de querer dañar su felicidad y de no aceptar que alguien me quisiera en verdad. Ella por su parte contaba con pruebas para descubrirlo, pero las tenía en Londres.

—Recibí una llamada que debía ir a una reunión en Londres y la queja de Alexis que Ethan te había prohibido estar con él. Necesitaba irme, pero no quería dejarte sola...

—Le dijiste que me cuidara y él lo hizo por que su amor se lo pidió —no son mis palabras fueron las de Kamil, que yo tontamente creí.

—No era necesario pedírselo, es no estaba dispuesto a dejarte sola con Ethan, porque tampoco le caía bien. En su caso fue sexto sentido y en mí cuando me rogó que le dejara hablar...lo hizo justo después de decir que te amaba y de yo confesar que jamás caería en sus chantajes.

Fue durante ese viaje que Ethan me aseguró se habían enamorado y mi enojo al destrozar las cosas develó lencería de Isabella bordada por ella misma. Yo di por sentado que era verdad lo escuchado, cuando la realidad era mas perturbadora.

Ethan había guardado, conservado por dos años aquellas prendas íntimas. Al regresar la enfrenté negándome a escucharla y ella calló pues sabía era la única manera que no me volviera a acercar a él.

—Es lo único que no le perdonarías a un hombre...que se acostara conmigo —confiesa. —hasta que me llamaron por el compromiso entre Alexis y tu...

—Y te inventaste un prometido que acabó siendo tu esposo —sigo por ella y sonríe haciéndome un guiño.

—Lo que comienza jugando, acaba gustando —finaliza estrechando nuestros vasos—Alexis estaba enamorado de ti, todo lo que tu cabeza creó en su momento son imaginaciones.

Me dijeron que casarse conmigo fue por vengarse por verse burlado al intentar seducir a Gadien. Alexis no me perdonaría fácilmente tamaña humillación y me pedía ir con cuidado. Yo agradecí a Kamil su confesión y se hizo mi amiga luego de ello.

¿Quién lo diría? Kamil me ganó en mi propio juego...

La mayor virtud de Alexis se convierte en defecto cuando lo lleva al extremo. La confianza excesiva en los demás y el ser amable con todos le hace blanco fácil de falsos amigos. En eso, él e isabella son bastante parecidos y quizás el motivo por el que llevaron bien desde chicos.

Ello me hizo pensar mientras disfrutaba de la compañía de mi hermana y ese trago, en Kamil, sus ardid para separarnos y el supuesto hermano. Alexis podría ser confiado, pero sus padres distaban mucho de ello.

—¿Te quedas? —me pregunta mi hermana al acabar el trago y afirmo.

—Necesito descansar un poco antes de ir a casa.

Afirma retirando el vaso en mi manos que deja en el bar y se despide moviendo las manos. Solo cuando estoy sola me dirijo al escritorio de papá y enciendo su laptop.

Kamil aseguró que con quien hablaba era un hermano e imaginé llegaron junto con él. Solo que Alexis llegó solo y en ese punto decido ver el reporte en línea de todos los invitados.

—¡Eureka! —susurro sonriente al descubrir que ella no estaba dentro de ellos.

No hay un registro de las cámaras del sitio en donde los vi, pero si de los alrededores. Por varios minutos reviso los mismo palmo a palmo. Sin rastros de ellos besándose, pero si del ingreso del infeliz a la mansión.

—Servicio de catering —leo en la pantalla el nombre que apunto y voy a los empleados.

Era solo una fiesta infantil de cumpleaños, con el mismo control que si fuera un adulto. Incluso un poco más excesiva, teniendo en cuenta que dentro de los asistentes estaban dos Doyle.

—James Slora Sorni —leo el nombre que escribo en un post ti.

Le doy imprimir al rostro que aparece en el currículo enviado por la empresa, coincide con los apellidos de Kamil y se parece al que vi a través de las cámaras alejarse de aquel lugar.

(...)

Lo primero que hay que entender es que nadie hace tantos esfuerzos para entrar a un lugar solo por besar a su amante, sin mencionar que figura como su hermano. En ese punto, creo que todos sospecharían al igual que yo y querían saber ¿Qué cojones sucede?

Sin mencionar que acabé como mentirosa, manipuladora y hasta envidiosa de la zorra astuta. No hay que dejar de mencionar que, de una u otra manera hago responsable de mi perdida a esa mosca muerta.

Y le haré pagar por ello...

La seguridad de los Frederick me abandona a las veintiún horas exactas cuando estoy en casa, Veintidós o tres dependiendo de lo que haga o donde este. La época de rebeldía había quedado atrás, asi que creían en mi cuando decía no iba a salir.

Hoy mentí, pero creo tener una buen punto. Encontré en la prensa el nombre de una empresa de investigadores privados, seguridad y escolta. La publicidad era buena, la zona escogida en el papel periódico, logo y demás daban buena impresión. Había revisado en internet y encontrado que tenían buena referencias, al igual que comentarios positivos.

Llamé al número, pedí una reunión a las 21:30 y aceptaron sin dificultades. Ni siquiera se molestaron en cuestionar mi horario y yo había ideado un número considerado de excusas.

Con la dirección en mis manos salgo del auto y empiezo a buscar el sitio. El hombre que me contestó había asegurado que estaban en remodelación, aun no tenían aviso, pero si referencias excelentes de trabajos anteriores.

Lo único que tengo del individuo es que su nombre es Stan y que no tiene acento. Si, puede parecer ilógico, pero no pude encontrar en él algo que me dijera de donde era. Lo único que se me viene a la mente es que es alguien que ha viajado mucho o estado en diferentes lugares.

Avanzo por el acera viendo los números en las entradas de las puertas o buscando una luz encendida detrás de los aparadores. La gran mayoría, sino toda la zona es de oficina. Detengo mis pasos al encontrar el sitio correcto y viendo a todo lados.

De pronto, ya no es tan inteligente, no soy tan osada. Estoy sola, con un desconocido con el que me contacté siguiendo un anuncio de prensa.

La historia se cuenta sola y hasta puedo imaginar los titulares, encima de mi cuerpo mutilado. En ese instante, la imagen mia con el cuerpo bañado en sangre e inconsciente luce tan real que llego a confundirla con una revelación.

—Empezaba a creer que me habían hecho una broma.

Aquella voz grave sin marca de un país en particular me hace saltar. La risa que le sigue a mi sobresalto eriza los bellos de mi nuca, está detrás de mí, aunque no por mucho tiempo. El dueño de esa voz se instala frente a mí aun sonriente.

—¿No esperaba que la esperase allí? —señala la oficina y luego a mi —casi a las 22 horas, es peligroso señorita...?

—Emma —respondo y afirma indicándome seguirle.

—¿Necesita lazarillo? —niego viendo como observa mi pierna y afirma —una chica con voz hermosa hace una cita a una hora no muy decorosa...los grandes imperios han caído por cosas parecidas.

Tiene en sus labios un palillo que muerde y mueve en su boca de un lado a otro. Aquel acto distraído en esos labios carnosos lo hacen ver jodidamente sexy ¿O es su aire de misterio y peligro? Cabello oscuro, una cicatriz en la ceja izquierda, otra en su barbilla, nariz respingada y un tono de ojos azul intenso que da destellos violeta.

—¿Quiere ir al punto o desea tomar algo? —pregunta al fin deteniéndonos frente a una cafetería —no he comido en horas, rebanándome los sesos en intentar imaginar que puede desear una mujer tanto que se exponga a visitar a un desconocido a estas horas.

—Dos cosas—hablo firme sacando la fotografía de mi pantalón y estirándola hacia él.

Mira la foto lee en voz alta el nombre y afirma. Alza el rostro hacia mi viéndome en silencio por largos minutos antes de decir.

—No sufre de miedo ¿Me equivoco? —niega y sonríe —¿Su pierna es producto de ello?

—En parte—confieso—hice una caminata por terrenos peligrosos y caí a un abismo.

—¿Lo segundo? —pregunta rápidamente guardando la foto en su bolsillo.

—¿Qué tan ético y moralista es en su trabajo? —mi pregunta le hace enarcar la ceja con esa cicatriz y sonreír.

—¿Depende que regla quiere que rompa? —ante mi silencio sigue — soy experto en desobedecer todas las normas, convivencia y conducta impuesta por esta sociedad.

Sonrío al escuchar eso y al parecer le agrada mi respuesta por que se relaja invitándome a entrar en la cafetería. Guardamos silencio mientras el mesero nos toma el pedido, permitiéndome hablar cuando se asegura estamos solos.

—¿Qué desea exactamente?...

Eran casi media noche cuando entré al conjunto de apartamentos, había dejado el vehículo en uno de los tres parqueaderos de la familia e hice el resto de camino a pie. El frio de la noche afectaba mis hueso y mi pierna ya se estaba fallando. Ingreso la llave en la ranura y abro la puerta sin mayor ceremonia.

Las luces se encienden antes que yo pueda hacer algo y me encuentro a mi padre en pie frente a mí. Aquella mirada que tenia años de no ver él estaba de regreso. Esta vez soy inocente y tengo un motivo muy serio para todo lo que hice, sin embargo, su decepción es por un motivo distinto.

—¿Quién era el padre del bebé que perdiste?

Por primera vez se lo que sentía mi hermana cuando era acusada sin motivos y por mi causa. Me encuentro en una situación que no propicié y con la firme intención de no dar explicaciones de mis actos.

Ni hoy, ni mañana, ni nunca...

—¿Por qué haces esa pregunta luego de cinco años?

—¡Respóndeme! —ordena con voz fuerte y levantándose de la silla.

—No tiene sentido una respuesta, cuando tu pareces saberla. —avanzo hacia mi habitación, pero me detengo en mitad del pasillo —a ti debe bastarte que era tu nieto, todo lo demás me importa muy poco.

—Emma...

—No estoy papá... 

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