Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

El test

Todos especulaban sobre el paradero de Kamil y la ausencia de James. Los Frederick le había dado una mano, cuando todos le dieron la espalda. Mi padrino hizo exactamente lo mismo con Jedrek y le pagó mal. Que sucediera lo mismo con James, le afectaba y se negaba a verle como culpable.

James lo veía como un padre, no daba un paso sin pedirle consejo. El dueño de Ind. Frederick estaba al tanto de toda la vida de James, incluso del permiso que pediría y los motivos de este. Gracias a ese vínculo logramos saber que la historia que me narró aquella noche fue cierta. Hasta que el general lo culpó de darle esperanzas a Kamil. Cuando enfrentó la verdad y logró demostrar su inocencia, aseguró era demasiado tarde.

El general le dio el lado a su hija muy a pesar de su culpa, dándole la espaldas a su hijo adoptado. El que limpió su historial fue mi padrino, quién desde entonces lo ha acogido. Sobre el porqué darme una carpeta con documentos falsos o decir estar casado dijo no saber, pero planeaba averiguarlo.

Todo indica está buscando a su hermana para protegerla y eso nos lleva a creer que entregar información falsa fue para desviar la atención. Eso no explica por qué habló de flora y entregó información falsa.

Recojo la corbata de la cama contemplando la vista de mi mujer en el balcón. Se dice que el silencio y calma es algunas veces gritos de auxilio. El auto impuesto por Emma y empezaba a preocuparme. A tres semanas de no saber nada de James o Kamil, parecía no molestarle el encierro. Lo que aumentaba en gran medida mi preocupación.

No es que su comportamiento fuera raro, ella hacía el trabajo desde casa y, de hacer algo por fuera Stan era quien salía. Emma jamás tendría miedo o se escondería. Los motivos por los que hoy lo hacía eran un misterio.

Ha pedido traer un juego de mesas de la piscina y ordenó instalarlo en el balcón. Desde allí, con su laptop y el móvil finiquita los detalles de la ceremonia de los empleados fallecidos. Acomodo mi corbata viéndola a ella rascarse la nariz y hacer un mohín de fastidio por algo que ve en la pantalla.

—Tú padre me ha pedido ir a verle ¿Quieres acompañarme?

Aleja la mirada de la pantalla y me contempla por unos segundos en silencio. No ha salido en más de veinte días y eso no es sano para ella. La cita con su psicóloga lo hizo por video llamada, Stan aseguró le insistió en salir, pero se negó.

—Si quiera visitar a mis padres lo haría.

Inspiro y suelto el aire, razonar con un Frederick nunca es fácil. Regresa su atención a la pantalla, ignorando mi presencia en segundos.

—Has estado encerrada mucho tiempo...

—No me volveré loca...

—No es lo que quise decir y lo sabes. —replico apretando los dientes.

Bufa molesta y ese gesto mueve un mechón de su cabello que se ha soltado de su peinado. Cuando me brinda atención otra vez sus facciones se relajan, sus hombros caen y sus labios dejan de lucir apretados.

—¿Quieres que te acompañe? —levanto una ceja y sonríe regresando a su laptop —creo que puedo hacer una excepción.

El que dijo que estar casado era una maravilla, muy seguramente lo hizo con su esposa en frente, pueda que amenazado de alguna manera por ella.

Tú no querías a una mujer común O'hurn ¿A quién mierdas te quejas? Adorabas su rostro de muñeca, su cuerpo de barbie, pero también sus desequilibrio psicológico.

Tomo el saco y lo calzo sin verme en el espejo o a ella, en definitiva, está planeando algo. Una pésima idea decirle todo lo que sabía de James y Kamil, pero su padre había ordenado ella lo supiera. Avanzo hacía el maletín y siento sus manos rodear mi cintura.

—Lamento hacerte enojar —se disculpa y suspiro largo —he prometido a mamá estar tranquila.

Tomo sus brazos alejándome de mi cuerpo y giro en búsqueda de su rostro. Sigo sintiendo que oculta o trama algo, aquella quietud y silencio suele ser el preámbulo de alguna locura. Apoya su rostro en mi pecho suspira abrazándome fuerte. Solloza al hacerlo y ese acto crea una alarma en mi cuerpo que me tensa. Su corazón palpita desbocado como si acabase de correr una maratón.

—No eres una chica de miedos bebé ¿Por qué ahora sí? Tu padre nos ha asegurado todo está controlado...

—Tengo un atraso.

La mano que acaricia su espalda se detiene, mi piel se eriza y el corazón empieza a latir casi al mismo ritmo que el de ella. Se que es solo un atraso, pero es uno con muchas probabilidades. Ninguno de los dos se ha cuidado en estos días.

Tomo su rostro entre mis manos y hago que me vea. Sus ojos tienen un tinte de terror, lleva días esperando ansiosa la llegada de su periodo. El estrés de lo que está viviendo, saber que Kamil le quiere hacer daño, aunque no sepamos porque a ella exactamente y el recuerdo de lo sucedido hace seis años.

—Podría ser estrés y yo...

Tiene miedo de perder otro bebé si llega a estar en embarazada. Puedo entender su miedo, incluso compartirlo. La diferencia entre hoy y el ayer, aparte de la experiencia vívida, es que ella no está sola.

—¿Confías en mí? —me atrevo a preguntar y afirma luego de una pausa —en ese caso, debes saber que nada ni nadie podrá dañarlos.

Recalco cada frase sosteniendo su mirada y le sonrío. No es ni de lejos la misma situación, sin importar si está o no embarazada nadie le hará daño. Dejo un beso en sus labios y vuelvo a abrazarla.

—¿Cuándo podremos estar seguros?

—Tengo diez días de retraso. Puedo ir con Matt, pero...

—No quieres alarmar a tus padres —hablo por ella y sonríe —compraremos una manual —le digo y asiente.

En unas horas podré saber si seremos padres o no, en medio de toda esta locura es un viento fresco. Le doy privacidad para vestirse y salgo al pasillo.

La habitación principal está en mitad del largo pasillo, hay dos maneras de bajar. Una es por una escalera en forma de caracol que te lleva directo al comedor. La otra es una imperial, con una rampa en intermedio que se separa a cada lado en dos rampas en sentido opuesto que llegan hasta el salón privado de la casa.

Decido tomar el segundo y estoy en mitad de camino cuando el sonido de algo caerse detiene mi avance. Permanezco en mitad del largo pasillo en espera que el ruido se vuelva a reproducir o que alguien salga de la puerta al final de los dos pasillos; pero, el silencio reina en los segundos siguientes.

El ruido fue bastante claro, el de un cristal estrellarse y su procedencia fue el ático, un sitio lleno de recuerdos de los antiguos habitantes de la casa. Regreso sobre mis pies, caminando hacia la puerta que da acceso al último lugar de la casa.

—Alexis ¿Qué haces allí? —me llama Emma justo cuando estoy con la mano en la perilla —Está lleno de juguetes de Matt y Gregory nadie ha entrado a ese sitio en años. Creo que podemos rescatar algunos, llevarlos a Hugo ¿No crees?

—Hay que preguntarles a tus hermanos primero —comentó ubicándome de perfil, pero con la mano en el pomo de la puerta. —escuché un ruido...

—No hay nadie allí y mamá te pide apresurarte, ha llegado el general y Epson.

—Hay que enviar a alguien a revisar —comento y afirma.

Golpeo distraído una última vez la puerta en madera y camino hacia Emma. La presencia del general puedo entenderla, no la de Epson. Era nieto del multimillonario dueño de Ind. Frederick. Ese que muchos creían le dejaría todo por ser quien más estaba empapado de la empresa y llevar su mismo nombre.

Nunca ocurrió, ni a él o a los otros nietos nacidos de su hijas.

Sus únicos pecados fue nacer de mujeres, ello le impedía crecer el apellido Frederick. Aunque muchos aseguraban que el ocaso de su vida el anciano se volvió loco, y fue el verdadero motivo por el que hizo todo aquello.

—¿Tienes idea de que hace Epson allí? —pregunto al llegar a mitad de la rampa.

—Yo solo sé que ese nombre está maldito. —comenta fastidiada apretando los labios —cada que sale a la luz, sea por él o por el abuelo es para algo malo.

La última vez que se escuchó hablar de él, fue cuando mi padrino amenazó con dejarle todo a él si Matt y Gregory no sentaban cabeza. Ambos se casaron evitando con eso que se cumpliera la amenaza, pero sólo el matrimonio de Gregory prosperó. El de Matt claudicó con cuarto año de casados.

—Me parece raro que tu papá pidiera verme y justo en una reunión con él. —guardamos silencio al llegar al primer piso y ver en la entrada a Stan trayendo a Aquila de la correa.

—¿Puedes enviar a alguien pasar por el ático?

Su ceja se alza interrogante, Stan no obedece una orden que no tenga un motivo. A Emma no le molestaba darle explicaciones de cada una de ellas, pero tendrían problemas para trabajar al servicio de alguien más.

—Escuché ruidos, pero me encargo al regresar.

Cualquier empleado cumpliría la orden ante aquella respuesta, no Stan. Insiste en que no es un empleado, basándose en el hecho que no devenga un salario.

—Necesitan control anti-plagas, Aquila traía hace unas horas una rata casi tan grande como él —se mofa.

Aquila ladra descontrolado y todos reímos ante su ruidosa protesta. Tiene tonos más agudos en algunos instantes, sin mencionar que su ladrido acaba en aullido.

—He trabajado en casi cualquier cosa, jamás haciendo de niñera de un sarnoso...es humillante —se queja soltando la correa de Aquila y en segundos está olfateando los pies de su dueña.

—Sólo te faltan dos semanas, después solo quedan una amistad y las clases si aun la necesitas.

—Mientras eso sucede, recordaré viejos tiempos cazando ratas, pueda que me coma alguna y veré si aquel sabor exquisito era real o producto del hambre.

Sonríe disfrutando del rostro horrorizado de Emma y el de contrariedad mío perdiéndose en el interior de la casa. No tengo nada en su contra, hace bien su trabajo y es leal. Lo que no me gusta es ese aire de mafioso que por más traje costoso que usen no se les borra.

Aplica para él y Angelo, quien está a nada de convertirse en esposo de mi hermana.

A juzgar por el rumbo que ha tomado, irá al jardín posterior, sitio en el que suele dejar su auto o moto. Sobre él porque esconde el auto o lo deja lejos del sitio acostumbrado no se sabe mucho, a parte del hecho de fastidiar a Emma por tener que caminar de más.

(...)

Emma pasa directo con su madre escoltada por sus sobrinas, a mí me aseguran estar esperando y me dirijo directo al estudio. Antes de entrar doy dos toques en la puerta alcanzando a escuchar la acalorada discusión que se produce detrás.

—¡Adelante! —la orden impartida del otro lado no da lugar a espera y obedezco.

Mi padrino está en pie, su puño izquierdo apoyado en el escritorio, un comportamiento agresivo muy de él cuando algo no le gusta. Justo en frente está el general en actitud agresiva, Epson al lado izquierdo parece querer esfumarse por el sillón.

—¿Quién dio la orden de disparar una vez lo vean? —mi padrino recalca cada palabra con un golpe en el escritorio.

—Está muy bien entrenado y peligroso, las autoridades dieron esa orden—responde el general —no conoces a James tanto como yo.

—Entra, en unos minutos te atiendo —me ordena y señala una silla a un costado sin verme.

Estiro la mano hacia Epson dándole un saludo silencioso, está nervioso es evidente no es un hombre de peleas. Con siete años menor que su primo, se ve bastante muy de menos edad, por su ropa bastante juvenil.

—¿Un peligro para quién? ¿Para tu hija?

—Entrego información falsa Jason —aclara el general bajando el tono de voz para ver en mi dirección —¿Qué otra cosa te dijo?

—Sabes lo que dijo Ian —es mi padrino quien responde. —la verdad, porque puedes pisotear a James todo lo que te de la maldita gana, pero siempre dirá la verdad. Lo quiero vivo, sano y sin un maldito rasguño —le advierte.

El anciano y yo solo compartimos miradas inquietas, sin entender el motivo del enojo. Jason Frederick solo puede cabrearse de esa manera cuando a quien atacan es a uno de los suyos.

—Pensé que habías aprendido con el hijo de ese mafioso a no meter la mano al fuego por nadie...sobre todo cuando no conoces los sentimientos de los demás.

En respuesta Jason sonríe y mira a Epson quien saca algo del maletín entregándose a un general que lo toma con cautela. Lo que sea haya leído lo hace palidecer, retroceder varios pasos y cuando creo que va a caer da media vuelta abandonando la estancia de un portazo.

Mi padrino se tira en el sillón apoyando sus brazos en el escritorio y sus dos manos en la sien. James hizo esa investigación siguiendo sus órdenes, cuando Gregory le advirtió sobre lo que encontré en el diario de Emma. Él necesitaba respuestas, James llegó con él advirtiéndole del comportamiento de su hermana.

—Él le entregó esos papeles falsos, es él quien ha querido desviar la atención y culpar a James. De la misma manera que lo hizo en la armada, pero no se lo voy a permitir. —habla tras una larga pausa. — James no está buscando a su hermana de eso estoy seguro.

El general es quien hará de todo para todo para limpiar el nombre de su hija. A medida que creció y su hija empezó a hacer preguntas, Ian le dio varias versiones sobre el fallecimiento de su madre. Ninguno de ellos era cierto.

—Se contradijo en muchas de ellas y eso la llevó a buscar la verdad.

Epson saca varios documentos que deja en mis manos. Es el reporte de un accidente en auto y una carta de despido. La carta de despido tiene el logo de Ind. Frederick es hacia una mujer, la misma que falleció en el accidente. Ambos me dicen es la verdadera madre de Kamil.

—Mira la fecha del día del accidente —me pide Epson.

—Es el día que Emma nació.

—Estaba de viaje con papá, yo sabía que Fiorella daría a luz en cualquier momento. Papá ya empezaba a tener quebrantos de salud y me dije que era hora que descansara. Epson estaba al frente de Dallas, me habló de la empleada con problemas con el alcohol...

Hicieron todo para no despedirla, ella prometió muchas veces que iría a terapias, nunca cumplió. La despidieron cuando llegó a trabajar alicorada. Epson le entregó el reporte del despido, supo que era la esposa de un excompañero y le buscó.

—Fui a verla a decirle que conocía a su exesposo —mi padrino alza el rostro al techo y niega —él le había dicho que estaba conmigo y Epson nos presentaría a su hija.

Su presencia en la puerta le hizo entender que algo raro sucedía. Explicaron que estaban dispuesto a darle una última oportunidad. Se fueron del lugar y la dejaron feliz porque no perdería su empleo.

—Cuando nos fuimos ella salió a buscarlo en el lugar en que sabía lo iba a encontrar, —comenta Epson —allí se enteró que sus sospechas eran ciertas le iban a quitar a su hija, pero que su exesposo se había casado para solo para lograrlo.

El general buscó a compañeros de trabajo, se hizo a copias de los llamados de atención, amenazas de despido, llegadas tardes y alicorada. Armo el juicio de custodia con todas esos detalles, en papel es como si Ind Frederick le hubiera ayudado a arrebatar a la custodia de su hija. La realidad es que nadie sabe cómo se hizo a toda esa documentación sobre su exmujer.

Es difícil decirle a tu hija que tus malas decisiones ocasionaron la muerte a su madre. Puede que él no le diera licor, pero si contribuyó a que su autoestima disminuyera. No le brindó apoyo y la solución fue buscarle otra madre a su hija.

—Ian no la golpeaba, pero le hacía sentir inferior. Eso y saber que tenía amante la hizo caer en un agujero sin fondo.

—El día del accidente nació Emma, ella venia de regreso de recibir el veredicto...

—¿De quién es Flora y por qué James la nombró su esposa? —pregunto.

—Creo que es lo que quiso decir con "El resto de la investigación te la dejo a ti" —hace una pausa y sonríe con algo de tristeza —es difícil saber quiénes son los dueños.

Fue creada sin ánimo de lucro y controladas por personas jurídicas con forma de fundaciones. Cuentan con un patrimonio destinado a un fin de interés general y, por tanto, un patrimonio que no pertenece a nadie.

—Jason y yo creemos que los dueños son parte de la familia. —responde Epson y yo veo a mi padrino apretar los labios y puños con fuerza —yo vendí mis acciones hace una década y seguí trabajando con él...hay muchos que se niegan a dimitir.

—Hay un grupo que no me perdona ser el heredero del viejo. Han hostigado y sido un grano en el trasero todos estos años. Tienen la información, el tiempo y odio hacia mí. pueden jugar con ella como se les dé la gana. Kamil es una chica con problemas hija de un hombre sobreprotector...

Era perfecta para ellos. Tal cual Emma y yo lo fuimos para Kamil...

Cuando salgo del estudio una hora después me encuentro a Emma sentada frente a la puerta sosteniendo una paleta blanca en sus manos y llorando. Mientras avanzo hacia ella en un camino que se hace largo sonríe levantándose, entregándome la pieza blanca.

No es la primera vez que veo una prueba de aquellas, de adolescente con hormonas disparadas me vi en la necesidad de comprar algunas para mis novias de turno. Se cuando son negativas, porque las vi muchas veces y respiré aliviado en todas ellas.

Una raya roja bastante clara y otra un tanto más débil. Me daba la feliz noticia que iba a ser padre.

—Lo harás bien, porque ya fuiste una excelente madre —le digo abrazándola. —soy yo el que debe demostrar ahora que estoy a tu altura.

—¿Qué sucede? —pregunta su padre detrás de nosotros. —¿Linda? —insiste y le entrego el test como respuesta. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro