Los pájaros cantaban saludando la mañana. El resplandor del sol bañaba la hacienda en preciosos rayos dorados. Una vista magnífica y deslumbrante. Aunque nada de eso alegraba la mañana de Dylan.

Habían pasado sólo dos días desde que se hubiese instalado en la Myrtlhes Plantation. Y ese tiempo tan corto , hacía que se cuestionara su decisión. Pensar en aquel hombre le causaba escalofríos. Sin mencionar que no podía dejar de pensar en la tristeza que emanaba de él. ¿Eso también fue su imaginación?

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En una habitación escondida entre la bella Myrtlhes Plantation ,estaba recostado sobre una mesa vieja ,un personaje inusual.

Éste no entendía ,como aquel hombre se empeñaba en quedarse en esa hacienda. Todos sus esfuerzos de que ese tipo no fuera carnada viva para los demonios que habitaban en la casa ,estaban llegando a su límite.

¿Debería sólo cruzarse de brazos ,y permitir que la naturaleza siguiese su curso? ¿Por qué estaba actuando tan amable con el humano , protegiéndolo de una muerte segura?

Eso daba igual.

Lo importante era que el humano no había descubierto el espejo. Si eso llegase a ocurrir ,no se verían pequeños espectros entre la casa ;los demonios y fantasmas cobrarían su forma y descuartizarian al humano en un parpadeo.

Que fastidio. En ese momento ,el humano tenía que elegir limpieza para perturbar su tranquilidad. La sola idea de limpieza le traía dolores de cabeza. Le recordaba a sus momentos en los que todavía seguía con vida ;antes de que un vil ser acabará con su existencia.

La rabia de William se desvaneció. .El humano no había limpiado ya la casa hace dos días?

Subió las escaleras ligero como un potranco, abrió despacio la puerta y recorrió la casa con cautela. No lo veía por ningún lado. Un mal presentimiento lo atrapo. Se dirigió a la habitación prohibida. El candado en el suelo le confirmo sus sospechas.

Su estado de ánimo causó un estruendo a su alrededor. Las luces empezaron a encenderse y apagarse ;las ventanas y puertas se cerraron con violencia ;la oscuridad reino en la casa.

Antes de que el humano logrará fijarse ,se filtró en la habitación posicionándose en un rincón. Estaba asustado ,lo podía notar por su respiración lenta y entrecortada. Al principio recorrió la habitación buscando señales inusuales ,hasta que su mirada se topó con él.

William dió grandes zancadas hacia el humano ,provocando que este caminara hacia atrás temblando mudo.
Cuando el humano chocó con la pared ,su respiración se detuvo. William lo agarró con fuerza por la corta cabellera azabache ,obligándole a que le viera directamente a los ojos.

El humano temblaba. Estaba pálido y parecía que se desmayaría en cualquier momento. William acercó su cara hasta que sus frentes se chocaron ,hablando lenta y amenazadoramente al humano.

- Espero que esto te quede bien claro. No quiero verte cerca de eso espejo ,ni porque tu vida dependiera de ello. Si sólo quieres morir ,yo mismo me encargaré de darte muerte. Más no permitiré otro sacrificio que manche esta casa. - acto seguido. William lo noqueó usando sus poderes ,y lo dejó caer al suelo. Las luces volvieron a la normalidad ;la casa parecía impecable como si ningun ser sobrenatural hubiese causado un caos en ella.

Eso tenía que ser necesario para que el humano se largará de esa casa. Su trabajo había terminado. Podrá descansar en paz.

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Cuando cayo la noche ,William tuvo la seguridad de que el humano habia tomado la decision de irse de la casa y no volver nunca mas. Para su sorpresa ,no fue asi.

Salio de su escondite esperando conseguir la casa abandonada. Sin embargo ,el humano no se habia ido. Lleno de ira ,William subio los escalones que conducian a la habitacion donde se hospedaba el humano. Su primer pensamiento ,fue darle un susto que lo haria correr de esa casa para nunca mas volver.

Lo que no se esperaba ,era que el humano estuviese esperando su llegada al otro lado de la puerta.

Cuando William entro a la habitacion ,su cuerpo se paralizo de golpe. Intentaba moverse con todas sus fuerzas ,mas su cuerpo no cedia por mas que él se lo ordenaba. Al principio no entendio la situacion ,hasta que visualizo el gran dibujo plasmado en las paredes de la habitacion. Un dibujo repleto de diversos simbolos complejos en latin.

Diablos. El humano le habia tendido una trampa y habia caido redondito.

- ¿Qué sucede? ¿No te puedes mover? - pregunto el humano haciéndose el inocente.

- Maldito. ¿Te crees muy listo? Pronto veras lo que te espera una vez salga de esta prisión. - gruñó William mirándolo con odio.

- Claro ,Claro. Entiendo. Probablemente me sacarás la carne de los huesos ,la prepararas en estofado ,te librarás de un humano indeseado en tu casa y tú preciado espejo nunca será tocado por nadie más.

William hizo un gesto de repugnancia en su rostro. Esa porquería de espejo nunca sería llamada "suya". Era un inmenso dolor de cabeza que atormentaba su alma.

- Suficiente de juegos. Liberame y lárgate de esta casa.

El humano le dirigió una mirada cargada de seriedad. Cruzándose de brazos se lo quedo mirando analizando su ser.

- Creo que no conoces tu puesto. Estas encerrado en mi trampa. Estas a mi disposición. Así que ahora harás los que yo diga.

William gritó con furia cargada en su voz. Ahora sí el humano había cruzado la línea. No tendría piedad con su cuerpo minúsculo y delgado. Lo haría picadillo sin tener piedad. Su respiración se había hecho dificultosa ,sentía que las venas de su frente le estallarían.

Tan concentrado estaba en su ira ,que no se dió cuenta cuando el humano se había acercado. No fue sino hasta que puso ambas manos alrededor de su cara ,poniéndose en puntillas juntó su boca con la suya en un beso profundo que terminó de dejarlo sin respiración.

- Espero que con esto te haya quedado claro. A partir de ahora ,estas a mi disposición. -repuso relamiendo sus labios.