Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Parte 2: Capítulo 14

Puedo ver como esa niebla se acerca a una velocidad bastante rápida por las praderas que están a las afueras del bosque.

Estoy lo suficientemente lejos y con una gran cantidad de espacio como para atacar.

No dejaré que cruce el perímetro, cueste lo que cueste.

Ya cuando la neblina está a unos cuantos metros, extendiendo mis brazos y genero una muralla de fuego que se expande a diez metros de mis manos.

Cualquiera quien estuviera relativamente cerca podría ver esta densa llamarada que impone temor a sus rivales.

No sé por qué el espíritu del fuego me eligió a mí como su portador. Sólo hay una explicación posible y razonable a la vez: Tengo experiencia en dominar el fuego.

Que curioso, no dejo de recordar a mi antiguo amigo Vördr, sin él, jamás habría conocido el arte del dominio del fuego.

— Cuando esto termine volveré a Arendelle y visitaré el árbol de fresno que planté en tu memoria, es una promesa.

Con la mirada fija y en posición de ataque veo como la densa niebla se detiene justo en frente de mí.

Me doy cuenta que las nubes del cielo están más oscuras debajo de la niebla. Seguramente ese mago debe estar extrayendo el agua que las conforma.

Si es así, debo estar preparado para lo peor.

Desde el fondo, emerge una figura humana vestido con una capucha negra. Su rostro demacrado con muchas arrugas y su larga barba blanca invaden de ira mi cuerpo.

Todavía tengo sentimientos encontrados hacía él.

— Vaya, ha pasado tiempo desde que te vi la última vez — Le oigo decir solemnemente— Me alegra verte de nuevo.

— No puedo decir lo mismo Kol — Aumento la potencia de mi barrera de fuego. La ira me azota por completo.

— Veo que ya sabes mi nombre, está bien, no tendré que presentarme — Comenta con sarcasmo.

— ¿Qué quieres?, ¿Por qué has venido al bosque encantado?.

— ¿No es obvio?. Al igual que tú, quiero el poder, quiero ser el mejor, lucho por mis ideales —  Sus ojos denotan obsesión y codicia.

— ¿Qué te hace pensar que soy igual a tí? — Siento vergüenza por sus palabras.

— Ambos nacimos para luchar y para proteger a quienes más amamos, tú intentas proteger a Elsa y a Iduna; mientras que yo protego a mi pueblo de las tinieblas de los espíritus que invaden las mentes de los Northuldrans. Esos son nuestros motivos para existir.

Sus palabras me causan confusión. Es como si leyera mi mente y conociera mis más profundos sentimientos.

¡Claro!, "El agua tiene memoria". ¡Es obvio!, conoce todo sobre sus víctimas.

— ¿Qué pretendes hacer aquí?, ¿Acaso quieres acabarlos?, ¿Destruirlos?.

— Podríamos decir que sí. Si quiero liberar a los Northuldrans debo destruir el bosque encantado. Sólo así, una nueva era de paz comenzará finalmente para nuestro pueblo.

— ¡¿Qué estás diciendo?!, ¿Cómo pretendes destruir lo que alguna vez fue tu hogar? — Trato de hacerlo entrar en razón.

— ¡Los espíritus del bosque nos condenaron durante varios años en el encierro! — Se exhaspera — Ellos bloquearon la entrada y la salida del bosque por sus propios caprichos y nos privaron la posibilidad de conocer y explorar el mundo. Todo hasta que tú llegaste por primera vez aquí.

— Ahora te recuerdo Kol, no sé cómo no logré reconocerte antes en Sandnes. Has envejecido mucho desde que era un adolescente y asumo que ya deberías estar muerto, pero tu pacto con Hela me dice todo lo contrario.

— También conoces mi historia, no debería sorprenderme, me he convertido en leyenda y he prolongado mi vida gracias a Hela para aprender acerca del hermoso elemento del agua y ver con mis propios ojos el hermoso mundo que hay allá afuera.

— Pero la niebla que cubría el bosque encantado se ha ido. La Reina Elsa y la princesa Anna, nietas del Rey Runeard liberaron a tu pueblo.

— Lo sé, las aguas del río llegaron a mí y pude enterarme de cada detalle. Desde ahí, supe que era la oportunidad perfecta para atacar. Mientras los espíritus del bosque existan, mi gente jamás podrá estar tranquila.

— ¿Qué buscas?, entiendo que los espíritus los encerraron junto a algunas tropas de Arendelle. Estuvieron allí por muchos años, pero ¿Es motivo suficiente como para vengarte de ellos?

— Ellos volverían a hacerlo si sus caprichos así lo quisieran. No soportaría la idea de que mis amigos y mi familia volvieran a ese estado — Cierra su puño en señal de enojo.

— ¿Por qué piensas así?, los espíritus quisieron proteger a tu gente de Arendelle. No debes guardar rencor contra ellos.

— Al encerrarnos, nos controlaron, debíamos obedecer a lo que ellos llaman sus "Leyes Naturales", no podíamos estar en el mismo lugar por más de tres meses, jamás pudimos establecernos como una sociedad civilizada como Arendelle o Sandnes. Sin tu ayuda jamás habría conocido el mundo exterior, tú me hiciste abrir los ojos (Y/N).

— ¿Qué quieres decir?

— Las historias de nuestros ancestros nos relataban que un héroe con la capacidad de controlar el fuego nos guiaría en una nueva era, pudiste entrar al bosque por tu cuenta, de allí supe que tú nos salvarías. Te vi salir entre la niebla luego de que incendiaras todo el lugar, decidí seguirte y para mi suerte pude escapar. Me sorprendí al darme cuenta de que era un hombre libre, que era el primer Northuldra en salir luego de años de encierro. Te doy las gracias por ello, realmente fuiste mi salvador, desde ese entonces supe que nada era imposible, que todas las historias que nos narraban eran más que mentiras de los espíritus para mantenernos en sus garras. Pero había algo que jugaba en mi contra y era mi edad, yo era bastante viejo. Por ello, decidí realizar un pacto con la Diosa Hela, dueña del inframundo, realicé un ritual prohibido hasta que pude invocarla, le ofrecí mi vida a cambio de extender mi vida y la habilidad de controlar el agua que tanto había anhelado. Mi misión estará lista si logro acabar con los espíritus, solo así me iré de este mundo en paz. Mi legado será eterno.

No sé cómo reaccionar ante Kol, está convencido en atacar al bosque y a sus espíritus que habitan en él.

Con una sonrisa, vuelve a hablar:

— Ahora que he aprendido del agua, puedo decir que el agua es vida, es un elemento único en su especie. Nos transmite información, nos enseña y nos permite crear mundos. ¡Estoy a la altura de los espíritus!, ¡Ellos subestiman mi poder!

— ¿Por eso decidiste atrapar a todos en Sandnes? — Cambio de tema y cierro mi puño al recordar sus fechorías.

— Y no solo en Sandnes. He atrapado a mucha gente de distintos rincones de esta tierra — Lo dice sin descaro alguno.

— ¿Con qué fín?, ¿Qué ganas con eso?

— Desde que pude salir de ese nefasto bosque. Encontré conocimiento en cada gota de agua, he aprendido de todos y deseo compartir ese conocimiento con mi gente. Pero no te preocupes (Y/N), ellos están bien, ellos viven en éstas nubes a mi alrededor, he materializado sus cuerpos en agua sin hacerles daño físico.

— ¿¡Acaso no comprendes?! — Exploto en ira — ¡Nos engañaste!, ¡Nos hiciste creer que cambiaríamos nuestras decisiones!, ¡Pero jugaste con nuestras mentes para robar nuestros recuerdos y experiencias!. Jamás sentiría empatía hacía alguien como tú.

— Admito que mis métodos son poco éticos, admito que incluso a mis primeras víctimas les inducí la muerte física, pero he ido perfecccionando mis técnicas. Ahora necesito que sus muertes sean oníricas para adueñarme de ellas sin problemas.

Su rostro demacrado nuevamente denota avaricia y codicia. Ha perdido la cordura, no muestra ni un rasgo de culpa o empatía.

Dudo que pueda hacerlo entrar en razón.

— Debería darte vergüenza tus palabras Kol. Eras muy respetado en el bosque y mírate ahora, estás al borde de la locura. Detendré esto de inmediato — Me posiciono listo para atacar.

— Espera (Y/N) — Ofrece su mano — No debemos pelear entre nosotros, ambos podemos formar una alianza.   Eres fuerte, tú y yo podremos iniciar una nueva era para los Northuldrans. Únete a mí y los liberaremos de una vez por todas, acabemos con los espíritus que gobiernan el bosque.

Su mirada oscura me indica que ha perdido su capacidad de razonamiento, está al borde de la locura total.

— No puedo, si me uno a tí traicionaría a la mujer que más amo. Atacar a los espíritus del bosque sería atacar a Elsa, y a mí, el espíritu del fuego habita en mi interior. Mi deber es protegerlos a de lugar.

— De ser así, no tendré más opción que eliminarte de mi camino — Con su mano derecha reúne una gran cantidad de agua — Tuviste tu oportunidad y la desperdiciaste, tus poderes habrían ayudado a liberar a tu amada, manipulada por los espíritus al hacerle creer que es el puente entre el mundo humano y espiritual. A partir de ahora somos enemigos mortales.

En un rápido movimiento arroja el agua a mi rostro. El impacto de toda esa agua reunida hace que caiga por el duro césped de la pradera.

Sin perder tiempo para recuperarme, arrojo una bola de fuego hacía Kol.

Pero de forma sorprendente crea una barrera de agua que rodea todo su cuerpo y apaga el fuego fácilmente.

Con enojo, desde el suelo, lanzo más bolas de fuego, una tras otra, intentando impactar con un ataque certero.

Al igual que antes, su barrera le protege de todos mis ataques.

Ya más recuperado, me pongo de pie y creo unas dagas de fuego.

Empuñando mis armas corro a toda velocidad hacía Kol.

Pero increíblemente soy incapaz de traspasar la barrera, ya que la fuerza del agua me arroja hacía atrás.

— Hoy no será tú día de suerte, el día de la liberación finalmente llegará.

— No cantes victoria tan rápido Kol — Concentro mis energías para crear una espada hecha completamente de fuego. La llamarada es tan potente que ilumina con un gran brillo a nuestro alrededor.

Sin pensar demasiado, intento cruzar su barrera de agua con mi arma.

El fuego está a una temperatura tan alta que se forma vapor entre los dos elementos.

— Ya es suficiente, esto es aburrido — Realiza un movimiento de manos, creando una especie de látigo de agua e inmediatamente impacta en mi dorso descubierto.

El impacto desestabiliza mi cuerpo y el dolor provoca que pierda la concentración en mis poderes.

Caigo de rodillas al suelo y con mis manos cubriendo la herida que me ha causado.

— Yo…soy…el…elegido — Pronuncio éstas palabras inconscientemente.

Kol camina posicionándose a un pie de distancia conmigo.

Debilita la barrera que cubre todo su cuerpo.

— Ya cumpliste tu deber como el elegido, me liberaste del bosque — Patea mi rostro con la suela de sus zapatos — ¡Ahora es mi turno de cumplir mi parte!, ¡Liberaré a mi gente!

Mis ojos miraron al cielo, mi cuello estaba apuntando hacía arriba, perdí el aire por un instante y luego caí al suelo con todo el peso de mi cuerpo para ver los pies de Kol.

No puedo creerlo, con tan pocos movimientos logró debilitarme.

Me siento desfallecido, pero no puedo perder. Debo ser fuerte, no dejaré que se salga con la suya, no le permitiré entrar al bosque encantado.

Ignorando el dolor, extiendo los brazos en el suelo, creando un apoyo para así no perder el equilibrio y levantarme.

— No entrarás al bosque Kol. Mi deber es protegerlos — Trato de respirar fluidamente.

— Ríndete y ve a Agder. No permitas que ellos te dominen, no eres más que un esclavo para ellos, no les interesas. Hoy, será un día donde una nueva era surgirá para los Northuldrans, hoy te liberaré para siempre (Y/N) como gratitud por liberarme a mí.

La niebla avanza más todavía, pero mis ojos se abren al ver que se crean figuras hechas de agua negra y bastante sólida.

¡Kol está creando un ejército para invadirlos!

Las armaduras de aquellos guerreros que está creando Kol son muy familiares: Trajes completamente  oscuros, guantes y cascos de tonalidades oscuras. ¡Claro!, ¡Son los Mercenarios de Hel!, seguramente logró estudiarlos al momento de secuestrarlos en Sandnes.

Con mis energías algo recuperadas, arrojo bolas de fuego antes de que se formen completamente.

Algunas figuras se desmoran, pero de inmediato se regeneran. A este paso no podré acabar con todas si no tomo medidas más extremas.

— Te detendré Kol, cueste lo que cueste.

Respiro profundamente y en un estado mental de total concentración, cubro mi cuerpo con fuego.

— No podrás hacerlo — Ríe intentando provocarme — Conozco tus pensamientos, conozco tus motivaciones y tus errores. No quieres hacer esto, quieres ser un hombre libre. ¿Acaso no lo ves?, tus inseguridades te hacen tomar malas decisiones.

— ¡No pienso escucharte! — Cierro los ojos — Me has causado bastantes problemas, ¡Te eliminaré!.

De pronto, con la temperatura subiendo por mi cuerpo, caen pequeñas gotas de sudor de mi rostro, bajando por mis mejillas hasta separarse de mi cuerpo.

Al observar algunas gotas, noto que éstas no caen al suelo, si no que viajan hasta Kol.

Está extrayendo mi información de ella con mi sudor. ¡Lo detendré ahora mismo!

De mis manos, genero unas lanzas de fuego y las arrojo hacía Kol.

Pero durante el trayecto éstas se apagan.

— Es inútil, todo está formado por agua. Desde las nubes de los cielos hasta las napas subterráneas. Tus poderes no servirán contra mí, estás acabado.

— ¡No!, ¡Lucharé hasta el final! — Estoy perdiendo los estribos.

— Sé todo sobre tí, tus poderes son inútiles, ese antiguo espíritu que te proveía esa fuerza demoníaca era más poderosa que los mismos espíritus, ellos solo quieren verte derrotado, te han mentido, te están manipulando y todavía te rehusas al aceptarlo — Apunta al bosque.

— ¡No escucharé tus mentiras!, ellos me dieron su confianza a pesar de mis errores y no pienso defraudarlos.

Libero más fuego alrededor de mi cuerpo. La temperatura quema todo mi metro cuadrado: césped, flores e incluso el aire se siente más pesado.

Tengo solo una oportunidad para atacar a Kol con un golpe certero.

Corro de forma suicida hacía él.

Kol tranquilamente regenera la barrera de agua esperando mi ataque.

Extiendo mi puño para atacar su pecho.

Logro superar la barrera de agua…

…mi puño hierve el agua que lo protege…

…cinco centímetro más y tocaré su pecho.

Todo transcurre lentamente.

Levanto la vista a Kol. Su expresión sonriente me preocupa.

Realiza un gesto con sus dedos.

Cuando ya creía que su muerte sería inminente, rápidamente una gran cantidad de agua azota por sorpresa todo mi cuerpo, atacando principalemente mis brazos, dorsos y mi pecho. Alejándome de él hacía atrás e impactando mi espalda con la dolorosa caída.

El dolor es insoportable, mi victoria estaba casi asegurada. Pero él es realmente poderoso.

Oigo pasos acercarse.

Kol me observa antes de hablar:

— Si hubieras muerto en tus sueños no estarías aquí para ver esto — Inclina su cuerpo en cuclillas hacía mí.

Se levanta con agilidad y se retira con su ejército hacía el bosque encantado.

Malherido, con mis extremidades agotadas cierro los ojos producto del cansancio.

— Perdóname Elsa, te he fallado.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro