Parte 2: Capítulo 13
Recostados en una improvisada cama, nos besamos apasionadamente como dos amantes lujoriosos.
Sus besos me dejan sin aliento, su lengua ataca sin piedad a la mía.
Elsa toma la iniciativa, su cuerpo escultural está encima de mí.
No puedo resistirme, cierro los ojos ante la idea de ser sólo un esclavo de sus actos.
Acaricio suavemente su hermosa y larga cabellera con mis dedos. Mis sentidos se agudizan.
Nuestros labios se separan lentamente, su frío aliento golpea mi rostro.
Su sonrisa perversa y su cabello desordenado me excitan levemente.
Lleva las palmas de su mano a mi pecho, mientras abre sus piernas alrededor de mi cintura.
— No dejaré que ninguna chica ponga los ojos sobre tí — Muerde ligeramente su labio inferior.
— ¿Qué quieres decir? — Jadeo.
— Todas las mujeres hablaron de que te vieron desnudo en el río — Toca mi mejilla con deseo — Ellas te deseaban y eso no lo puedo permitir.
Sosteniendo agresivamente mis manos con las suyas. Se recuesta sobre mí y me besa lentamente con sus fríos labios.
La temperatura corporal de mi cuerpo aumenta, mi lengua se siente más caliente que de costumbre.
— ¡Ouch! — Gime Elsa al sentir mi lengua hervir — Tus nuevos poderes te hacen más atractivo, creo que podremos ir más rápido.
Elsa una vez más lleva sus manos a mi pecho, sus rodillas están a la altura de mi pelvis.
Realiza un movimiento sensual con su cabellera de un lado para el otro e inmediatamente su largo y perfecto vestido blanco se desvanece lentamente desde su cuello hasta sus piernas.
Suspirando, contemplo la escultural figura de mi amada, sus grandes pechos y sus finas caderas encima de mí es un deleite para los ojos.
Con Elsa todavía encima de mí, cierro los ojos e intento concentrarme en imitar su poder.
Tal como lo imaginé, mi ropa empieza a quemarse lentamente a la vez.
Los suspiros inquietos de Elsa son más evidentes al estar en contacto con el fuego saliendo de mis poros.
Contrastando el calor, Elsa enfría el suyo al aumentar más la temperatura.
De nuestros cuerpos desnudos se liberan nubes de vapor. El sudor de ambos nos estimula rápidamente.
Nos besamos nuevamente, ella se recuesta encima de mí.
Sus pechos ejercen presión sobre los míos, nuestra enrepierna están muy cerca, listos para actuar.
Cubro su espalda expuesta con la palma de mi mano izquierda, mientras que la derecha recorre lentamente en un viaje sensorial iniciando desde su cuello, pasando por su columna, sus caderas hasta su suave trasero.
Muevo mi mano de forma circular.
Aumento la temperatura de mis dedos para mayor placer.
Los gemidos de Elsa nuevamente aparecen, disfruta de mi actuar.
— Ahora es mi turno — Distingo su ardiente voz a medida que el vapor aumenta.
Con su cabeza recostada en mi pecho, baja lentamente su mano derecha en mi abdomen entre el espacio de nuestros cuerpos.
Sus finos y largos dedos, dejan una estela de hielo y frío hasta alcanzar mi duro miembro.
Con su otra mano acaricia mi cintura mientras besa mi pecho con sus labios.
Elsa frota mi miembro de arriba hacía abajo, disminuyendo la temperatura de su mano con cada movimiento, a la vez que decido aumentar el calor para contrarrestar el efecto.
Libero duros gemidos con su actuar, sin descuidar las caricias en su espalda y en su trasero.
En un movimiento rápido volteo el cuerpo de Elsa, ahora ella está debajo y yo estoy arriba.
— Te amo — Susurro antes de morder ligeramente su oreja.
Bajo mi cabeza besando su cuello, sus pechos y su vientre hasta alcanzar su femeneidad.
Trago algo de saliva mientras mi lengua está a temperatura ambiente antes de actuar.
Con sus piernas abiertas, beso suavemente su entrepierna y desplazo mi lengua por cada rincón al ritmo de sus suspiros.
Sus manos en mi cabeza, guían mi recorrido con energía, en tanto las mías se posan en sus caderas, acariciando su suave piel.
No pasaron muchos minutos antes de subir con mis besos en un camino de regreso por su vientre, sus pechos, su cuello y sus labios.
Ahogados en el aliento mutuo, nos alejamos levemente para no ahogarnos y volver a besarnos.
Ya no hay vapor, hemos alcanzado el equilibrio corporal.
Me separo completamente de Elsa, me alejo unos cuantos pasos para sentarme y abrir mis piernas.
Su mirada sensual y coqueta entiende perfectamente nuestra nueva posición. Atrapa mi cintura con sus piernas y sus brazos rodean mi espalda, permitiéndome posicionar mi miembro para que pueda ingresar en ella.
Gemimos de placer al entrar en contacto con nuestras entrepiernas.
Beso su cuello mientras Elsa controla el movimiento de sus caderas a un ritmo más lento a uno más rápido.
No podemos evitar sonreír al estar tan cerca del otro.
Luego de varios minutos de estimulación mutua, sentimos que el momento va a llegar.
Nuestro sudor empapa cada extremidad, rodeo a Elsa en mis brazos mientras que los suyos atrapan mi cuello.
Mueve sus caderas hacía adelante y hacia atrás, realizando movimientos circulares también.
Gemimos ruidosamente al mismo tiempo.
Sincronizados, ambos sabemos que ya estamos en el punto de no retorno.
Elsa decide apresurar las cosas y mueve salvajemente su cuerpo como una verdadera Diosa.
Tan solo puedo alcanzar su oreja y morderla con deseo como un animal.
Nuestros cuerpos tiemblan al llegar al climax, hace mucho calor, gemimos por última vez como una suerte de despedida.
Sus sensuales y placenteros gemidos estremecen toda mi piel, es el sonido más bello que una mujer podría liberar.
Elsa se separa de mí, permitiendo que pueda recostarme y así ella estar a mi lado.
Mi cuerpo se debilita, tengo mucho sueño. Con Elsa acurrucada a mi lado, nos cubro con una manta para no perder calor corporal.
Abrazado a mi amada, intento transmitir calor con las últimas de mis fuerzas antes de cerrar los ojos y viajar por un largo sueño.
— Extrañaba esto — Susurra Elsa a punto de conciliar el sueño.
— Yo también extrañaba éstos momentos juntos.
——————————————————————————————————————————————————————
— Buenos días — Oigo el susurro de Elsa.
Siento su cuerpo desnudo abrazado al mío.
Sus heladas manos recorren mi pecho.
Lentamente abro los ojos. Ansío ver su belleza natural por las mañanas.
— Te amo — Beso sus labios al posar mis ojos en ella.
Elsa toma mi rostro para que no pueda separarme de sus labios.
Solo bastó un beso profundo para despertar completamente.
— Será mejor que salgamos de aquí antes de que alguien nos descubra — Propongo.
— ¿Qué?, ¿Tienes miedo de que tus admiradoras te vean conmigo? — La mirada seductora y confiada de Elsa me intimida un poco.
— ¡No!, ¡No!, no es eso...tan solo...yo...
— Relájate, te ves tenso — Ríe como una niña — Estoy de acuerdo contigo, además, quiero ver a Iduna.
De inmediato, se pone de pie con las sábanas cubriendo su cuerpo, dejando al desnudo su espalda.
Con elegancia, Elsa deja caer la sábana, exhibiendo con total libertad su perfecto cuerpo desnudo.
Al igual que ella, me pongo de pie para abrazarla nuevamente con nuestros cuerpos desnudos.
Mis manos recorren lentamente desde su cuello hasta sus glúteos. En tanto sus manos bajan con suavidad desde mi pecho hasta mi entrepierna.
Ambos suspiramos de placer. Nuestras lenguas se encuentran una vez más para divertirse.
Luego de acabar. Elsa, en un movimiento fugaz forma una pequeña nube de hielo que baja lentamente hasta nosotros.
Al ver mis brazos, noto que tengo un traje blanco, similar al de Elsa. Es ligero y con estilo, listo para lucir en cualquier lugar, incluso en el campo de batalla.
— ¿Te gusta? — Deja ver una tímida sonrisa.
— Es perfecto, gracias.
Ambos nos disponemos a salir de la tienda.
Ya está amaneciendo.
——————————————————————————————————————————————————————
Luego de salir de la tienda, fuimos directamente a la tienda de Iduna. Al despertar, me vio a su lado y me abrazó con mucha fuerza.
Pasaron los minutos y los tres pudimos iniciar la jornada como una familia normal con la primera comida del día.
Luego de compartir en familia, posteriormente, Yelana, Honeymaren y Ryder nos llamaron a Elsa y a mí para reunirnos cerca del río a unos cuantos metros de la tribu, específicamente en el lugar donde los espíritus de la tierra guardan reposo durante el día.
La vista desde aquí es espectacular, puedo ver las praderas que hay más allá del bosque.
- ¿Por qué nos han traído hasta aquí? - Pregunta Elsa acompañada del sonido del caudal del río.
— Hay algo que (Y/N) debe saber, también será de tú interés — La expresión de Yelana es de suma seriedad.
— ¿Recuerdas que comenté que (Y/N) era el elegido? — Honeyamaren observa fijamente mis ojos.
— Lo recuerdo — Interrumpo.
Honeymaren continúa con su relato:
— La historia que nuestros ancestros nos contaban era la de un héroe que llegaría a nuestro pueblo y nos guiaría en una nueva era de paz y armonía. Se dice que ese héroe será un fuerte guerrero y tendrá una habilidad única al controlar el fuego. Luego de tu incidente, creímos que había un error en la interpretación de la historia, luego Elsa llegó a nosotros y creímos que el quinto elemento, el puente entre los humanos y los espíritu nos guiaría.
— ¿Qué problema hay entonces? — Elsa intenta comprender mejor la situación.
— El problema — Retoma Ryder — Es que habrá una gran batalla. La misma historia de nuestros ancestros decía que los mares y los ríos se secarán, un hombre controlará invadirá el bosque encantado con su ejército.
— (Y/N) — Yelana sostiene mis hombros — ¿Qué tan poderoso es Kol?, ¿Representa una amenaza para nuestro pueblo?
— Es una amenaza real — Suspiro — Aunque desconozca sus motivos para actuar y todo su potencial, sé que es poderoso, él estuvo en el Reino de Sandness no sé que buscaba allí, pero una densa niebla rodeó al Reino, al entrar no había nadie, incluso nuestros aliados de Agder que buscaban a su embajador contrataron a los mejores mercenarios del mundo, Los Mercenarios de Hel y aún así no pudieron salir de ese lugar. Será mejor detenerlo antes de que algo peor ocurra.
— ¿Qué tienes en mente? — La mirada de Elsa muestra desconfianza.
— Iré a su encuentro — Digo con firmeza.
— ¿Sabes donde encontarlo? — Ryder está ansioso por escuchar mi respuesta.
— Francamente no, pero si las historias de sus ancestros son ciertas, deberé proteger el perímetro del bosque encantado. Lo mejor será vigilar a varios kilómetros de aquí.
— ¿Crees que eso funcionará? — Honeymaren no está totalmente convencida de mi plan.
— Si supiera algo más de él podría buscarlo, pero no sé nada, lo mejor será evitar su llegada.
— Si es así, podemos ayudar — Propone Ryder.
— No — Respondo — Ustedes deberán proteger a las mujeres y los niños, iré solo.
— ¡No lo permitiré! — Interviene Elsa — No podrás hacerlo solo, pediremos ayuda a Arendelle.
Mi cabeza da vueltas ante la idea de considerar la ayuda de los soldados de Arendelle, sé que Mattias, Sigrid y Lasse vendrían sin problemas, pero aún así no sé si los demás soldados y por sobre todo a los aldeanos les agrade mucho la idea.
— Está bien, pediremos ayuda — Me libero de mis culpas pasadas que me invaden. Debo asumir que ya no soy el Monarca de Arendelle - En tres días más vigilaremos el perímetro, cueste lo que cueste.
— ¡Así se habla! — Elsa me abraza con todas sus fuerzas.
— Es una excelente idea — Honeymaren aplaude despacio.
— También lo creo — Ryder aporta.
— De ser así, creo que no hay otra opción. Les avisaré a todos — Yelana se coforma ante la idea.
— Todo saldrá bien, es una promesa - Miro confiado a todos.
——————————————————————————————————————————————————————
Pasaron las horas.
El sol está en su punto máximo.
Nuevamente estoy aquí, en el mismo lugar donde los espíritus de la tierra descansan, junto al río. Estoy asombrado al ver de nuevo la espléndida vista desde aquí.
Las praderas se ven increíbles, incluso puedo distinguir algunas montañas a lo lejos.
Sentado en una roca me doy un tiempo a solas para contemplar la vsita y practicar con mis poderes.
Pero no pasaron más de 15 minutos hasta sentir la presencia de Elsa detrás de mí.
— Sabría que me seguirías — Comento sin voltear.
— ¿Cómo supiste que era yo? — Pregunta Elsa sorprendida.
— Sólo lo supe — Sonrío confiado.
— ¿Qué haces aquí? — Toma asiento a mi lado.
-— Quería tener un momento para procesar todo. Ayer todavía estaba pagando mi deuda con todos y en un abrir y cerrar los ojos, soy un guerrero salvador de los Northuldrans.
— Te entiendo, pasé por algo similar — Elsa apoya su cabeza en mi hombro.
— Pero no tengo miedo, sé que puedo hacerlo. Sólo así podré sentir que realmente he pagado mi deuda con ellos.
— Entiendo que tengas deseos de equilibrar tus acciones, pero no permitiré que sufras en el camino.
— Lo sé, enviaste una carta a Arendelle solicitando ayuda. Agradezco tu preocupación.
— No me refiero a eso — Elsa se pone de pie con firmeza - Iré contigo, haremos esto juntos.
Mis ojos no dejan de observar el horizonte.
— Pues, tendremos que hacerlo nosotros solos, los soldados de Arendelle no llegarán a tiempo — Apunto hacía lo que parece ser una neblina a lo lejos.
— ¿Qué quieres decir? — Observa al horizonte también.
— Qué Kol ya está aquí, reconocería esa densa niebla donde fuera — Me pongo de pie, listo para luchar.
— Iré a avisarles a todos — Corre hacía la tribu.
— Te esperaré, cuento contigo — Le digo mis últimas palabras antes de correr hacía el perímetro.
Estoy listo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro