Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Parte 2: Capítulo 11

Al igual que ayer, el calor azota mi frente.

Las gotas de sudor nuevamente bajan por mi espalda y ésta vez caen por mis mejillas.

Es un trabajo bastante agotador cortar leña de los árboles con una hacha. Toma bastante tiempo y tus energías te consumen más rápido de lo que parece.

¿Lo peor?, es que todavía no es mediodía y queda bastante trabajo por hacer además de recolectar leña. Además debo cuidar de los renos y encargarme de ellos en su alimentación y sus desechos.

Ayer parece que la ceremonia se prolongó más de lo que creía, sus cantos no me dejaron dormir plácidamente como hubiera querido.

Por ello, mis movimientos pueden parecer débiles y perezosos en algunas ocasiones.

— 1, 2, 1, 2 — Trato de marcar el ritmo.

Este árbol es bastante grande y ésta en un estado deplorable, aún así es difícil de cortar.

— Será mejor que me quite mi camisa.

Ahora con más frescura en mi cuerpo.

Cuando me disponía a continuar con mi trabajo oigo a alguien a unos cuantos metros detrás de mí:

— ¡Hey tú!, ¡Sirviente!, ¡Ven acá!

La voz proviene de Nils, uno de los hombres más fuertes y con más experiencia dentro de los Northuldrans. Él ha sido como mi guardia desde que Yelana me ordenó mi castigo. Francamente no lo soporto.

— No soy tu sirviente — Volteo a verlo. Odio ver su rostro, odio ver su cabello blanco y su contextura más formada que la mía. Es un hombre alto y de muy mal carácter, bastante similar a la de los vikingos.

— No lo repetiré de nuevo, te he ordenado que vengas acá, ¡De inmediato!.

Dejando caer mi hacha camino alrededor de cinco metros para ir hacía él.

Inclino mi rostro hacia arriba para mirarlo a los ojos.

— Ya estoy aquí, ¿Qué quieres?.

— Nada, sólo he venido a recordarte que debes cuidar de los renos cuando termines — Comenta con tono soberbio.

— Eso ya lo sé, tú no me das las órdenes Nils. Te recuerdo que no soy tu sirviente — Cierro mi puño como si fuera a golpearlo.

— Eres el sirviente de los Northuldrans y por ende también mío, cuando termines con los renos desarmarás mi tienda, nos iremos al atardecer en busca de un lugar mejor.

— No lo haré — Miro con convicción a sus ojos.

— Que lástima, ¡Tendrás que hacerlo!

Con su impresionante fuerza tan solo tuvo que empujar mi pecho para desestabilizarme y hacerme caer.

Nils ríe con desprecio y se marcha antes de que pueda enfrentarme a él.

Pero no quiero pelear, no aquí, Elsa de seguro que me mataría si lo hiciera.

Respiro serenamente antes de levantarme y volver a trabajar.

——————————————————————————————————————————————————————

— Bien, parece que son todos.

Miro a mi alrededor como precaución antes de marcharme con los renos.

Ya es hora de comer.

Mis brazos están agotados luego de cortar toda esa leña.

Guío a los renos que me siguen para dirigirnos hacía donde están todos.

Faltan unas cuantas horas antes de que nos marchemos con nuestras cosas para pasar los próximos 3 meses en un mejor lugar.

Los Northuldrans son un pueblo nómada que recorren todos los rincones del bosque encantado para aprovechar los beneficios que les entrega la naturaleza.

Al estar en contacto con ellos y admirar su cotidianeidad he aprendido a valorarlos mucho más.

Como es la costumbre, mi comida ya está preparada y servida a muchos metros de toda la tribu que está sentada y reunida en dos círculos: Uno para hombres; y otro para mujeres y niños.

Todos me tratan como si fuera un perro o un delincuente. En fín, no pienso quejarme de ello, para mi suerte, tengo un tazón de sopa caliente y pan.

Mi estómago pide desesperadamente comida. A pesar de todo el trabajo realizado, todavía me siento perezoso y con mucho sueño.

— ¡Hey tú!, ¡Sirviente!, ¡Ven acá! — Nuevamente oigo a Nils que me llama.

Todos los hombres se ríen a carcajadas con su actuar.

Lo ignoro completamente para concentrarme en mi comida.

— ¡Sé que me escuchas!, ¡No lo repetiré de nuevo! — Otra vez trata de llamar mi atención.

No sé si es por la falta de sueño, pero me irrita escuchar su detestable voz.

Sin pensarlo dos veces, dejo mi plato de lado y camino hacía él y los demás.

— ¿Qué quieres? — Miro al suelo donde se encuentra Nils.

— Tráeme un poco de sopa — Ofrece su plato vacío esperando a que lo tome.

— ¡No! — Doy unos pasos atrás y pateo su recipiente, éste se aleja a unos metros de nosotros.

El ruido del plato tocando el suelo hace que todas las mujeres nos observen con preocupación.

Incluso Elsa e Iduna que están juntas me observan.

— Te di una orden y espero que la cumplas — Su mirada se vuelve sombría.

De inmediato, se pone de pie y deja imponer su gran tamaño.

— No lo haré, no sé que tienes en contra de mí, pero no seguiré tus juegos. Es una advertencia.

— ¿Qué pretenderás hacer?, ¿Me desafiarás? — Libera su ya característica risa burlesca. Se creé el mejor, no es así.

Alguien debe darle una lección y darle un baño de humildad.

— ¡Así será!, Nils, ¡Te desafió a un duelo! — Apunto a su rostro.

— ¿Escuchaste eso?, (Y/N) luchará contra Nils — Son algunos de los comentarios que oigo decir.

Los hombres, nos reúnen en un círculo en una arena de pelea improvisada.

Para estar más cómodo, retiro mi camisa para no sudar más de la cuenta.

Algunos suspiros se dejan caer de las mujeres que miran con curiosidad este duelo:

— Es hermoso.

— Bastante guapo.

— Espero que gane.

Levemente mis mejillas se tornan rojas al oír los cumplidos.

— Bien, las reglas serán simples — Nils toma la palabra — El primero que pueda desestabilizar al oponente y hacerlo caer será el ganador del duelo.

Rayos, esto será un duelo cuesta arriba, me siento débil y perezoso a la vez, además de que mi estómago está vacío. Para el colmo, Nils es mucho más alto y más fuerte que yo, con un golpe sería capaz de desestabilizarme.

— ¡Está bien! — Muestro mis puños listo para luchar.

— A la cuenta de 1…2…y…3  — Uno de los hombres inició la cuenta regresiva.

Ambos nos movemos hacía nuestra derecha, nos trasladamos en círculos sin dar un solo golpe ni despegar la mirada del otro.

Me acerco a toda velocidad para dar mi primer golpe en su pecho.

Para mi mala suerte, mi ataque no le causó daño, su cuerpo es tan duro como una roca.

— Ahora es mi turno — Me da una patada en mi pecho al estar a unos cuantos metros de él.

Su golpe hace que mi cuerpo se mueva hacia atrás como si volara de espaldas y mis pies no toquen el suelo.

Si no hago que mis pies toquen el piso de manera correcta, lo más seguro es que pierda la postura y caiga vergonzosamente.

Con toda la concentración, mi pie izquierdo toca el suelo sin inconvenientes, pero lamentablemente mi pie derecho no logra impactar de buena manera, haciendo que mi cuerpo se mueva de un lado a otro como una gelatina.

Debo volver a recomponerme o caeré por mi torpeza.

— Esto es por tí papá — Oigo decir a Nils.

Nils corre con todas sus fuerzas para impactar contra mí con un golpe final

Fui un idiota al desafiarlo, no estaba en mi mejor condición para un duelo y aún así decidí hacerlo.

Cierro mis ojos a la espera del ataque, sabiendo que mis piernas no pueden sostenerme con firmeza.

Repentinamente, siento como una gran cantidad de viento me protege.

Intento abrir los ojos, pero no puedo hacerlo con claridad. Es una gran ventisca.

Ya cuando todo terminó, miro a Nils que yace en el suelo y sorprendido.

— ¡¿Qué fue eso?! — Grita Nils indignado.

— No lo sé — Comento con muchas dudas.

— Es obvio — Yelana ingresa al improvisado campo de pelea — Los espíritus del bosque te han perdonado.

Muchas voces se oyen alrededor, algunos están confundidos, otros están indignados, pero nadie cuestiona las palabras de la sabia mujer.

— ¿Qué dices?, ¿Cómo puedes estar tan segura?  — Pregunta Ryder.

— Sólo mirenlo a él — Apunta al suelo, hacía la salamandra que camina tímidamente a mis pies.

La salamandra se detiene y con sus grandes ojos me mira con ellos.

De un momento a otro, trepa por mi pierna hasta alcanzar mi rostro.

— ¡¿Pero que haces?!, ¡Vete! — Trato de quitarla con mis manos.

Sorprendentemente, la salamandra ingresa por mi boca con total libertad.

Es asqueroso, la saliva se acumula por mi boca mientras trata de entrar.

No puedo moverme, esto no está nada bien.

Sin que pueda explicarlo, pero la salamandra se desvanece antes de ingresar por mi tráquea, hasta que finalmente puedo cerrar la boca.

Mi pulso aumenta, mis sentidos se agudizan, mi sangre arde. Es una sensación familiar, pero no puedo recordar qué es.

— Es el elegido — Comenta Yelana al observar tal impresionante acto — Al fín, luego de años, éste día ha llegado.

Caigo bruscamente al suelo, mi transpiración es considerable, siento como si tuviera fiebre. Mis dedos arden, pero deseo hacer un chasquido con ellos.

Junto la punta de mis dedos y realizo el distintivo movimiento de los dedos al rozar.

De imprevisto, sale una pequeña llamarada de éste.

— No puede ser — Miro con incredulidad tal acto — He vuelto a controlar el fuego.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro