— Mi espalda está empapada de sudor, será mejor que me quite la camisa.

Los rayos del sol me están quemando a pesar de la gran cantidad de árboles que hay aquí en el bosque.

Observo por todos lados en este inmenso bosque para quitármela, pero no antes de retirar el peso que llevo con ésta hacha y toda la leña que cargo en mis hombros con un sistema de cuerdas que me permiten transportar grandes cantidades a la vez.

Todo el esfuerzo que he hecho durante 4 días arduos trabajos como: Transportar renos, cazar y cortar leña lo valen si es que quiero que los espíritus me perdonen.

— Allá está el río, será mejor que me refresque.

Jadeo a un ritmo constante antes de llegar hasta el río.

Como ha sido la costumbre en éstos últimos días, el espíritu del agua me realiza pequeñas bromas como: salpicarme algunas gotas cuando estoy desprevenido o cambiar el sentido del flujo para que sea más difícil llenar mi cantimplora.

Eso no es todo, de alguna forma u otra los espíritus han encontrado en mí una fuente de entretenimiento, por ejemplo: El espíritu del viento me azota con una ráfaga en varias ocasiones; El espíritu del fuego que es una salamandra de color azul que me lanza pequeñas llamaradas a mis pies.

El único espíritu que no me ha molestado es de la tierra, sus gigantes usualmente duermen durante el día y salen de noche.

Veo nuevamente a mi alrededor para esta vez quitarme los pantalones e ingresar al agua para así refrescar todo mi cuerpo.

Esa fría sensación al tocar el agua helada con mis pies hace que me arrepienta levemente a ingresar.

— Seré valiente, debo hacerso.

En ese momento me zambullo dentro del agua y nado algunos metros hasta salir con mi cuerpo fresco y más limpio que cuando llegué.

Me visto sin inconvenientes, si no regreso a tiempo seguramente sospecharán de mí.

Pero antes de partir, me siento en una roca cerca del agua para observar el río por última vez y esperar a que mi ropa húmeda vuelva a secarse.

— Es bellísimo, sus aguas son cristalinas. Puedo entender la conexión que tienen los Northuldrans con la naturaleza.

Respiro profundamente como señal de tranquilidad y para adquirir más fuerzas antes de reanudar mis labores.

— La belleza de la naturaleza no está solamente en los ojos, si no que en cómo puedes comunicarte con ella — Volteo al oír una voz femenina a mi derecha.

Sentada a mi lado, veo a Honeymaren, la chica que estaba junto a Elsa el día que llegué. Es fácil de reconocerla con sus ojos café y su atractivo rostro.

— ¿Qué haces aquí? — Pregunto alarmado — Ninguna chica puede acercarse a mí, son órdenes de Yelana.

— Pues, no soy la única — Apunta detrás de unos árboles, donde rápidamente 3 chicas Northuldrans se esconden al vernos.

— ¿Desde cuándo me siguen?

— Desde hace 4 días. No han dejado de hablar sobre tí, te han seguido por todos lados, somos un pueblo que sabe esconderse bien en el bosque — Adopta una expresión confiada.

— ¿Por qué has venido a verme? — La observo detenidamente.

— He venido a entregarte esto, supuse que tendrías hambre — Saca de su bolsillo un panecillo para entregármelo — Además quiero hacerte unas preguntas si no te molesta.

— Lo que quieras — Muerdo el panecillo con entusiasmo hasta acabarlo.

— ¿Por qué decidiste venir al Bosque Encantado? — Cruza ambas piernas con elegancia a la vez que lleva la palma de sus manos a las rodillas para prestar atención.

— Necesitaba hablar con Elsa, ambos estamos peleados. Creí que era momento de reconciliarme.

— ¿Aún sabiendo que estaba aquí?

— Me causó sorpresa al oír de nuevo sobre el Bosque Encantando, supe desde el inicio que no sería bienvenido en este lugar.

— ¿Por ello decidiste aceptar todo este trabajo no es así?

— Sí, sinceramente creí que tendría un castigo peor, incluso temí por mi vida. Pero en éstos días he aprendido a encontrarme a mi mismo, el trabajo me ha hecho pensar en muchas cosas acerca de mi vida.

— ¿Todo esto lo haces por Elsa?, ¿Por qué?, ¿Tanto significa ella para tí?.

— Sí, no lo entenderías pero Elsa es todo para mí, con ella me he vuelto una mejor persona, logré hacer amigos y pude vivir en paz en un mundo sin guerras y sin violencia. Fuimos padres antes de contraer matrimonio, Iduna llegó a este mundo de un día para otro, y aunque algunas veces deseé que eso no hubiera pasado, volvería a ese momento las veces que fueran necesarias.

— Elsa es muy afortunada (Y/N). Se ve que la amas. Deberás cuidar tus espaldas, nunca he visto a las chicas tan entusiasmadas con un hombre, los chicos están muy celosos con tu presencia — Honeymaren se acerca a mi oreja para susurrarme — Para la próxima…deberás tomar un baño con algo de ropa, no has dejado nada a la imaginación.

Sonrojo notoriamente al percatarme que me he bañado a la vista de las chicas. Tengo bastante pudor y de haber recorrido los alrededores previamente tal vez las habría descubierto, pero no fue así.

— Gracias…lo tendré en cuenta.

Honeymaren se levanta dispuesta a marcharse.

— Una última cosa que me gustaría saber: ¿Cómo obtuviste tus poderes?.

— Es una larga historia. Mi caso fue muy distinto en comparación a Elsa, yo fui maldecido por una bruja, ella logró que un espíritu habitara en mi cuerpo, él me decía que hacer en mi cabeza y en mis sueños en algunas ocasiones, gracias a él aprendí a utilizar el fuego y tuve la habilidad de transformarme en un demonio. No supe de su existencia hasta que Elsa lo notó, utilizó un libro de hechizos de su biblioteca y logró que ese espíritu saliera de mi cuerpo. Desde ese entonces logré convivir con él, hasta que decidió sacrificarse para que yo pudiera vivir en el mundo de los vivos.

— ¿Y qué se siente tener el control de un elemento? — Me mira con bastante curiosidad.

— No es fácil, es una gran responsabilidad. Lamentablemente yo fui utilizado para la guerra, no era más que una herramienta. Controlar un elemento te hace tener los pies en la tierra, te hace vivir con más humildad y deseas proteger a los tuyos como de lugar.

— Es impresionante, Elsa me dijo algo similar, dijo que con sus poderes deseaba protegernos a todos aquí en el bosque, que ella estaba dispuesta a hacer lo que fuera para que nadie saliera lastimado.

— Me alegra oírte decir eso. A ella le gusta tener el control de todo, está bastante obsesionada con el trabajo y no ha perdido su esencia en este lugar, cumple a la perfección su rol como puente entre el mundo humano y espiritual.

— Tus ojos — Sonríe.

— ¿Qué hay con ellos?.

— Brillan cuando hablas de ella. Puedo ver lo enamorado que estás.

— Pues sí, lo estoy — Intento relajarme.

— Me voy, no quiero que tengas problemas por mi culpa. Adiós, nos vemos.

— ¡Espera un momento!

— ¿Qué ocuree?

— ¿En serio crees que asesiné a alguien con mis poderes?.

Homeymaren suspira antes de responder:

— No lo sé, yo era muy pequeña cuando sucedió, hay muchas dudas acerca de ese día. Yo no soy quien para juzgarte.

Cálidamente, con una sonrisa, se marcha sin prisa alguna hacía la tribu.

En tanto, me pongo de pie para continuar con mi labor, pero no antes de mirar por todos lados.

Como me lo esperaba: Nuevamente algunas chicas se esconden detrás de los árboles al verme. No podré hacer nada para convencerlas de que se vayan.

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Ya es de noche y mi cuerpo está cansado, ansío dormir.

Todos están reunidos en una gran fogata con la leña que reuní para celebrar una de sus tantas ceremonias.

Elsa a la distancia evita realizar contacto visual conmigo. Debe seguir enojada por no comentarle acerca de mi pasado en el bosque encantado.

A lo lejos, veo como desde ancianos a niños danzan alrededor del fuego. En ese último grupo veo a Iduna jugar con los demás.

Iduna iste de la misma forma que los Northuldrans, pero a diferencia de ellos, es la única a quien se le permite llevar el cabello suelto, tal vez ser hija de Elsa le ha dado ese privilegio.

Mi corazón está mucho más tranquilo al saber de ella. Aunque no he podido verla por la restricción que se me ha impuesto de no acercarme a las mujeres de la tribu.

Me alegra verla divertirse, en Arendelle no tuvo muchas oportunidades de convivir con niños de su edad.

En fín, es hora de ir a dormir. Por suerte tengo una tienda de campaña propia para mí solo.

No es lujosa, su forma circular es bastante peculiar, pero de todas formas es bastante acogedora.