Capítulo 21
-¿Estás nervioso amigo?.
- Sí Kristoff, si lo estoy.
- ¿Es en serio?
- Vamos Kristoff es la décima vez que me lo preguntas.
- Me cuesta creer que estés nervioso en tu primera cita formal con Elsa.
- Lo sé amigo, ni yo mismo me lo explico - le digo mientras ajusto mi corbata frente al espejo.
- Dime Kristoff, ¿Cómo me veo? - volteo para lucir mi traje formal.
- Te ves bien.
- Gracias.
Salgo de mi habitación en camino a la habitación de Elsa, la llevaré esta noche a cenar a la orillas del río Nidelva.
Me siento algo nervioso, hace meses acordamos tener nuestra primera cita formal, estamos a punto de casarnos y con todo lo que ha sucedido no habíamos tenido la oportunidad de salir los dos solos para conocernos más.
Toco la puerta.
Antes de que pudiera pronunciar algunas palabras la puerta se abre y puedo vislumbrar a Elsa con su cabello trenzado, luciendo un vestido azul oscuro de terciopelo con puntos blancos similares al firmamento, su cuello es lo más llamativo del vestido: está compuesto por plumas.
Mi corazón no deja de latir al verla.
- ¿Es… estás lista? - pregunto con una ligera tartamudez.
Elsa ríe momentáneamente por mi nerviosismo.
- Estoy lista (Y/N), vamos - ofrece su brazo para que pueda entrelazarla con la suya.
A las afueras del castillo nos espera un bello carruaje de color negro tirado por caballos blancos.
- Usted primero su alteza - abro la puerta del carruaje.
- Gracias, que considerado.
Ya arriba, el carruaje inicia su marcha.
- ¿Dónde me llevarás (Y/N)?, no me has dado detalles sobre nuestra cita.
- Tendremos una deliciosa cena a orilla del río, debo admitir que esto fue idea de Anna, ella preparó todo para nosotros esta noche.
- Esto es extraño para mí, siempre tengo el control de todas mis actividades.
- Debes procurar de relajarte y delegar Elsa, es mejor para tu salud - acerco su cuerpo hacía el mio para abrazarla.
A medida que mirábamos el paisaje que pasaba delante de nuestros ojos, el viaje de una hora no nos pareció tan largo.
Al bajar, pudimos admirar el hermoso entorno de este lugar, adornado por velas en los árboles y en el piso que señalan el camino que nos llevará a una mesa cuidadosamente preparada con una linterna de bronce encima, custodiada por Kai y Gerda.
- ¿Qué es todo esto? - pregunta Elsa emocionada al borde de las lágrimas.
- Es lo que te mereces, has estado casi toda tu vida encerrada en el castillo, asumo que nunca tuviste la oportunidad de cenar al aire libre acompañado del hermoso caudal del río.
Invito a Elsa a tomar mi mano. Por primera vez mis manos tocan su suave y delicada piel, recorriendo sus largos y finos dedos junto a los míos. Desde que Vördr ya no está con nosotros he adoptado la costumbre de no utilizar mis guantes de cuero que me acompañaron por muchos años.
Nos acercamos a la mesa antes mencionada para sentarnos en nuestros respectivos lugares.
- Bienvenida reina Elsa y general (Y/N) - Gerda nos da la bienvenida mientras Kai descubre una bandeja de plata con un delicioso cordero en su interior.
- Gracias Gerda, esto se ve realmente exquisito.
Ambos tomamos nuestros respectivos cubiertos para cenar.
Levanto la cabeza y contemplo a Elsa devorar el cordero con elegancia, su apetito ha aumentado últimamente.
- ¿Qué? - me pregunta al notar que la estoy observando.
- Nada - suelto una pequeña risa - nunca antes te había visto así.
-¿Así cómo?.
- Con un apetito tan voraz, la primera vez que te conocí comías tan calmada, y ahora te pareces mucho más a Anna.
- Lo sé, he tenido mucho apetito en estos últimos meses, creo que también he subido algo de peso.
- No lo creo Elsa, te ves igual.
Ambos retomamos nuestra comida.
Al finalizar la exquisita cena, mis brazos atraviesan la mesa para que mis manos puedan hacer contacto con las suyas. Acaricio levemente sus nudillos.
- Elsa … ¿Sabes?, el día que Vördr se fue, me dijo algo que lo he replanteado estos meses, me pidió que te hiciera feliz y que nunca encontraría a una mujer como tú. Desde que esa valkiria me dio una segunda oportunidad solamente tengo un objetivo en mente: hacerte feliz. Pero tengo una duda … ¿Por qué yo?.
- ¿De que hablas?.
- De todos los hombres que existen, ya sean príncipes o reyes, ¿Por qué me elegiste a mí?.
Puedo ver el rostro de Elsa sonrojarse paulatinamente.
- Me gustaste desde el primer momento que cruzaste las puertas del castillo con Kristoff, a partir de ese día comprendí a Anna: el amor a primera vista si existe. Traté de evitarlo, pero no pude contenerme de besar tu mejilla cuando nos despedimos esa noche afuera de tu habitación, desde ese momento mis sentimientos por tí aumentaron y lo siguen haciendo cada vez que estás a mi lado.
Mi cuerpo se estremece al oír esto.
- Soy tan afortunado de tenerte, nunca creí que mi vida daría otro giro, en algún momento, cuando era soldado de Agder, creí que mi vida acabaría en una batalla y que nunca encontraría el amor.
Apreto sus manos fuertemente. El rostro de Elsa adopta una ligera sonrisa, como si quisiera decir algo que ha estado ocultando por mucho tiempo.
- Yo también tengo una sorpresa para tí, no eres el único que tiene secretos - levanta una ceja de manera seductora - tengo todo los detalles listos para nuestra boda, espero con ansias a que llegue el día.
- Elsa, ¿Es en serio?, te pedí que debías delegar tus actividades a los demás.
- No podía dejar que otra persona se encargara de esto - libera una risa angelical - la boda se celebrará en tres meses más, envíe las invitaciones a todos los reinos amigos, todo el mundo está enterado.
- Entonces, ¿Fui el último en saber la fecha de mi propia boda? - pregunto indignado.
- Así es, es una pequeña venganza por ocultarme toda esta cena y los hermosos detalles de este lugar.
- Bueno, parece que ya es hora de irnos, hay otra sorpresa esperándonos en el castillo.
- ¿Otra más?.
- Exacto, esta cena fue una distracción para que todos pudieran adornar el castillo.
- ¿Cuál es la sorpresa? - intenta convencerme con un puchero.
- No te lo diré.
- Por favor.
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