Capítulo 15
No dejo de contemplar al muchacho, su cuerpo frío y sin vida me deja con muchas dudas.
Vuelvo a tener una ligera comezón en mi nariz.
Siento una presencia detrás de mi , volteo y veo que son Sigrid, Anna, Elsa y Kristoff.
- ¿Se encuentra bien general (Y/N)?, ha estado mucho tiempo aquí en la mazmorra.
Con nerviosismo giro mis ojos señalando el cadáver.
Anna horrorizada suelta un grito al entender mi mensaje.
- ¡No es posible, está muerto! - exclama Anna antes de abrazar a Kristoff con todas sus fuerzas.
- ¿Cómo es eso posible?, nadie puede entrar aquí - se acerca Sigrid al cuerpo para analizarlo, toma la palabra nuevamente:
- No presenta daños físicos, llamaré al médico, tal vez haya bebido algún veneno, les pediré que se retiren de aquí, les entregaremos los resultados posteriormente.
Todos salimos del lugar esperando los resultados en el pasillo, uno de los guardias abandona su puesto por orden de Sigrid para llamar al médico de Arendelle.
Después de unos segundos llega el guardia custodiando al doctor Anton, un hombre de mediana edad que viste de traje gris, junto con su maletín de cuero donde trae consigo todas sus herramientas de trabajo. Ambos ingresan a la mazmorra.
- Anna, Kristoff, no es necesario que se queden aquí, yo me quedaré con (Y/N) a esperar los resultados - ordena Elsa.
La pareja no contradice la orden de la reina y se retiran del lugar.
- Todo saldra bien (Y/N) - me consuela Elsa mientras me abraza delicadamente, sus manos recorren por todo mi cabello. Puedo oler el perfume de su cuello, eso me relaja momentáneamente.
Pasaron alrededor de 15 minutos para que Sigrid y el doctor Anton salieran a entregarnos los resultados.
- No hay explicación sobre la causa de su muerte - dice el doctor.
- ¿Están seguros? - digo con voz temblorosa.
- Seguros, hicimos todos los exámenes posibles, no se sabe la causa de su muerte - responde Sigrid con decisión.
- Buen trabajo, pueden retirarse - ordeno.
«Ella vendrá por mí», no dejo de pensar en eso, ¿Quién vendría por él?, si es que vino, ¿Por dónde entró?, ¿Cómo es posible que no haya dejado rastro alguno?.
La comezón en mi nariz es más fuerte.
- He visto que tienes mucha comezón en tu nariz - me dice Elsa mientras ve mi intento de aliviar el pequeño ardor que produce mi nariz.
- Lo sé, esto es incómodo.
- ¿No has tenido comezón en otra parte de tu cuerpo?.
Al oír su pregunta, detengo mi actuar, concentrando todos mis sentidos para percibir si hay otros lugares de mi cuerpo que me causen molestia. El ardor de mi nariz regresa.
- No, sólo en mi nariz - me rasco nuevamente.
- Esto no es bueno, acompañame - Elsa toma mi mano para guiarme.
Entramos a uno de los cuartos del castillo, es la biblioteca real de Arendelle, un cuarto rojo compuesto por estanterías de madera ubicadas en las esquinas de la habitación, hay muchos libros en este lugar, en algunos casos es necesario utilizar una escala para alcanzar los libros que están en altura. Elsa recupera fácilmente un libro que se encuentra a la altura de su pecho.
-Vámonos - me ordena Elsa al momento de guardar el libro en un bolso.
- ¿A donde? - digo algo intranquilo.
- Tú sólo sígueme, iremos solos tu y yo.
Vamos al establo y tomamos unos caballos, al salir éstos galopan a gran velocidad por toda la ciudad en dirección al bosque.
Luego de unas horas cabalgando llegamos a una zona aislada de la ciudad, este es otro punto del bosque que no he recorrido anteriormente, pocos árboles y mucho prado.
Elsa baja de su caballo.
- Aquí es.
-¿Que cosa? - pregunto.
- Ven aquí.
Me bajo del caballo y camino hasta quedar frente a frente a los ojos de Elsa, notando una ligera preocupación en su rostro.
Ella toma unas piedras y forma un círculo a mi alrededor, después saca el libro y lo lee detenidamente.
Elsa pronuncia las siguientes palabras:
«Invoco a todos los ángeles y los santos, me dirijo a tí oh creador.
Te pido tu bendición, tu protección y tu intersección.
Separa al espíritu del cuerpo de (Y/N), expulsa al demonio que habita dentro de él,
libera sus influencias mantenlo alejado de cualquier fuerza malvada»
Después de esto, sentí una fuerte presión en mi pecho, sentí que mi corazón iba a salir expulsado por mi cuerpo. Pero fue algo mucho más extraño.
Una luz oscura emana adentro de mi pecho hacía el exterior.
Mis manos tiemblan, miro a Elsa y noto que ahora luce más tranquila y segura de lo que está sucediendo.
La luz se eleva a la altura de mis ojos y lentamente adopta una forma humana espectral difícil de reconocer a medida que continúa su metamorfosis.
Al terminar, mi expresión es evidentemente de asombro, la luz adoptó mi forma, es como mirarme al espejo, pero de manera más oscura, la tonalidad de su piel es gris, sus ojos de color burdeo y sus labios negros, una versión gótica de mi mismo.
El espectro no pronuncia ni una sola palabra, el silencio es su aliado, nota mi expresión de confusión.
Después de unos segundos, rompe el silencio:
- Veo que al fín nos conocemos personalmente (Y/N), me presento, mi nombre es Vördr - inclina su cuerpo hacía mi en forma de reverencia.
- ¿Vördr?, tú eres el demonio que ha estado conmigo desde ese día que me escapé del orfanato, esa mujer de sonrisa siniestra y de ojos rojos que me lanzó esa maldición ... ahora recuerdo ... ¡TÚ ME DIJISTE QUE MATARA A TODOS DEL ORFANATO, TÚ CONTROLASTE MIS MANOS PARA QUE LANZARA BOLAS DE FUEGO!.
- (Y/N), por favor calmate - pide Elsa asustada.
- ¡No puedo Elsa, no he dejado de pensar en todas las personas inocentes que he matado por la culpa de este ente! - unas lágrimas salen por mis ojos.
- No es lo que tu crees - dice Elsa - Vördr no tiene la culpa, él es tu espíritu guardián.
- ¡¿Mi espíritu guardián?!, ¡esta cosa no puede ser mi espíritu guardián! - grito con más fuerza.
Vördr suelta una risa soberbia.
- Veo que tienes mala memoria (Y/N), yo te salvé la vida la otra noche, yo te desperté para que pudieras defenderte de ese muchacho que quería asesinarte.
-¿Crees que eso me convencerá de que seas mi espíritu guardián?, ¡te mataré con mis manos!
Retiro mi guante y hago un gesto de querer lanzar una bola de fuego, pero para mi mala suerte no pude hacer nada.
- Que ... ¡¿Qué está pasando?! -exclamo.
- No puedes hacer nada (Y/N), yo soy el que te entrega los poderes, gracias a mí puedes transformarte en un demonio, gracias a mí te has hecho un nombre por todos los reinos. Gracias a mi pudiste redescubrir el poder de crear fuego y controlar seres inanimados, yo te he dado todas las instrucciones de como usarlos a través de los sueños, ¿Acaso ya no recuerdas?.
Tiene razón, esa noche, después de que el rey Ragnar me nombrara como oficial ballestero, tuve un sueño muy extraño: me veía a mi mismo de niño chasqueando mis dedos y creando pequeñas llamas de fuego. Al día siguiente intenté replicarlo y mi impresión fue mayor al saber que si podía hacerlo, a las semanas posteriores soñaba con las distintas maneras de invocar el fuego en mis manos, todo gracias a Vördr.
Veo a Elsa que está afuera del círculo, con el libro en mano y su mirada seria.
- ¿Cómo sabías de esto Elsa? - pregunto.
El rostro de Elsa cambia drásticamente a uno más melancólico.
- Mi abuelo... también sufrió una maldición, él tenía un demonio conviviendo con su alma, sospechaba que estabas maldito, presentaste todas las señales de estarlo: la voz en tu cabeza y la fuerte comezón en tu nariz. Sabía que con el libro familiar de hechicería encontraría la forma para retirarlo.
- Eres un hombre afortunado (Y/N) - dice Vördr - tienes a una mujer muy inteligente a tu lado, sé que la harás muy feliz cuando ustedes estén casados.
Me sonrojo con lo que dijo Vördr, él ha estado en mi mente todo este tiempo y ha vivido junto a mí todos los momentos más importantes de mi vida...incluso los momentos más íntimos que he compartido con Elsa.
- Tenemos que regresar, se está haciendo de noche y todos se preocuparán por nosotros.
- Lo mismo digo, regresemos.
- ¿Que pasará contigo Vördr?, ¿Pueden los espíritus vivir sin un cuerpo? - pregunta Elsa mientras monta su caballo.
- Lamentablemente los espíritus no podemos vivir sin un cuerpo, pero quiero pedirle amablemente a (Y/N), su alteza, que me permita volver a su cuerpo, no interferiré en lo más mínimo en sus acciones.
- ¿Qué opinas (Y/N)?, ¿Estás de acuerdo? - pregunta Elsa.
- Esta bien, has estado conmigo desde que era niño, podré convivir contigo el resto de mis días si fuera necesario - suelto una sonrisa sincera.
- Sabía que podrías volver confiar en mí - dice Vördr antes de convertirse en luz y regresar a mi pecho.
Me subo al caballo y sigo a Elsa para retornar a Arendelle.
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- ¡Elsa, (Y/N)!, ¿Dónde se metieron? - pregunta Anna alarmada por nuestra ausencia.
- Déjalos Anna, necesitaban un momento a solas, ¿Estoy en lo correcto Elsa? - pregunta Kristoff insinuando algo.
Elsa se sonroja demasiado.
- No, no, sólo fuimos a ... hacer algo - responde ocultando lo que pasó.
- Está bien hermanita, no vamos a debatir por lo obvio - ríe Anna.
Rápidamente interrumpe Sigrid acompañado del doctor Anton al pasillo donde nos encontramos los cuatro.
- ¡General (Y/N), General (Y/N)! - exclama Sigrid preocupada.
- ¿Que ocurre?.
- General, tiene que acompañarnos a la mazmorra, hay algo que usted debe ver.
Me apresuro lo que más puedo a la mazmorra, recordando que el cuerpo del joven asesino todavía yace encerrado.
Al entrar a la mazmorra, el doctor Anton descubre el pecho del joven, mostrando unas marcas en su piel, como si alguien se las hubiera infringido con un cuchillo, de lejos se puede apreciar una «M» y una «G».
-¿Cómo pasó esto? - pregunto alarmado.
- No lo sabemos general (Y/N), después de hacer las pruebas esta mañana, volví para hacer otro examen y vi que su pecho estaba sangrando, encontrándome con esto que usted acaba de ver - cuenta el doctor Anton.
- ¿Alguien más a entrado aquí?.
- Nadie, mi general - contesta Sigrid - los guardias han estado custodiando la entrada todo el día, es imposible que alguien haya podido atacar a este muchacho.
- «Madre Gothel», me dice Vördr en mi cabeza - «por favor, pídeles a Sigrid y al doctor Anton que se vayan, tengo algo importante que decirte».
- Si me permiten, Sigrid y doctor Anton, me gustaría estar a solas aquí, quisiera analizar las marcas si ustedes me lo permiten.
- Como usted diga mi general - dicen al unísono mientras se cuadran delante de mí.
Ambos se retiran de la mazmorra y me dejan sólo en la habitación.
Después de unos minutos, Vördr, convertido en luz, sale de mi pecho y adopta mi forma nuevamente para comunicarse conmigo.
- Ahora dime, ¿Quién es Madre Gothel?.
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