Capítulo 10
Kristoff está sentado en un asiento de la enfermería del castillo mientras Anna
cura las hematomas de su rostro con una bolsa de hielo.
- ¿Puedes volver a repetir lo que dijiste Kristoff? - pregunta Anna.
- Era temprano, yo estaba alimentando a Sven cuando vi a (Y/N) siendo arrastrado por dos hombres con armaduras negras, intenté luchar para que no se lo llevarán, pero fracasé Anna, no hice lo suficiente para salvarlo - Se recrimina Kristoff.
- No fue tu culpa, veremos la forma para traerlo de vuelta, estoy segura que Elsa podrá solucionar esto.
- ¿Crees realmente que podrá arreglar esto? - pregunta Kristoff con desconfianza - ya escuchaste que el tratado real no puede ser interferido por el rey, ¿Que te hace pensar que podrá hacer algo?.
- No lo sé Kristoff, solo tengo fé que esto se solucionará de la mejor manera - contesta dulcemente Anna.
La reina Elsa ingresa a la enfermería para ver el estado de salud de Kristoff.
- ¿Cómo te sientes Kristoff? - pregunta Elsa.
- Mucho mejor, creo que esos tipos no pudieron del todo conmigo, soy muy rudo.
Anna ejerce presión en el ojo de Kristoff con el hielo.
- ¡Auch!, Anna ¿Por qué hiciste eso? - gimotea Kristoff
- Veo que no eres tan rudo como dices Kristoff - Anna suelta una pequeña risa con esta última acción.
Elsa no puede evitar reír ante esta situación mientras se sumerge en sus pensamientos. Han sido días difíciles para ella, no deja de sentirse culpable por tu partida, hubiera deseado con todas sus fuerzas poder hablar contigo cuando tuvo la oportunidad de hacerlo, solamente hubiera querido que supieras una cosa...
- Elsa, ¿estás bien? - Anna interrumpe al notar el rostro pensante de su hermana.
- Si Anna, estoy bien, sólo estoy un poco preocupada por (Y/N), el general Reidum comentó al consejo que fue llevado a Agder por los mercenarios de Hel.
- ¿Los mercenarios de Hel?, ¿Que es eso? - consulta Kristoff.
- Los mercenarios de Hel son una organización guerrera secreta destinada a prestar sus servicios a determinados reinos, incluso son capaces de asesinar a alguien si es requerido.
- ¡NO!, ¿Crees que puedan matar a (Y/N)? - exclama preocupada Anna mientras tapa su boca por la impresión.
- No lo sé Anna, pero algo muy raro está sucediendo, el general Reidum envío una carta para solicitar su retiro de Arendelle, la respuesta debía regresar en 4 días más, pero llegó en 30 minutos.
- ¡Tenemos que enviar un ejército para recuperarlo! - propone Anna.
- No podemos hacer eso, Arendelle es y siempre será un reino pacífico, enviar a un ejército sólo provocará el inicio de una guerra.
- No tenemos otra alternativa, iremos nosotros a Agder para recuperar a (Y/N) - plantea Kristoff - sé que es un viaje de 4 días, pero pondríamos quedarnos con Gran Pabbie para que el viaje no sea tan largo.
- Me parece una excelente idea Kristoff, tenemos que traerlo de regreso, él nos ha ayudado mucho en el poco tiempo que lleva con nosotros, sé que haría lo mismo si estuvieramos en su lugar - Anna apoya la idea con entusiasmo.
- Creo que no nos queda otra alternativa - suspira Elsa.
- Está decidido - Kristoff se levanta rápidamente de su asiento - prepararé todo lo necesario para irnos, busquen a Olaf mientras cargo a Sven.
Todos se retiran de la enfermería.
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Kristoff está en el establo amarrando el trineo a Sven, además de las cosas necesarias para el viaje.
Anna y Elsa junto con Olaf están listos para viajar.
- ¿Llevas todo lo necesario? - pregunta Elsa.
- Así es, llevo de todo, abrigo, alimentos y algunas herramientas.
- Entonces ya es hora de partir - exclama Anna con voz de líder.
- Que bien, me gustan las aventuras - aplaude Olaf.
Todos toman sus posiciones dentro del trineo, salen lo más rápido posible del castillo.
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Ya es de noche, luego de un largo tramo están a punto de llegar a El Valle de la Rocas Vivientes donde viven la familia adoptiva de Kristoff.
Anna y Olaf inventaron sus propios juegos para divertirse durante el camino, en cambio Elsa había llevado un libro para poder leer durante el viaje, pero sus pensamientos de angustia solo la atormentaban, incluso llegando a congelar el libro que tenía en sus manos en reiteradas ocasiones.
- Bueno, ya llegamos - exclama Kristoff al adentrarse a su antiguo hogar. Todos los trolls están transformados en rocas.
- ¡Hola Familia! - Grita alegremente Kristoff a su familia.
Todas las rocas se mueven de un lado a otro al reconocer la voz de Kristoff.
- ¡Kristoff llegó! - exclaman eufóricos todos los trolls al ver el trineo.
- Hola chicos, los extrañé - saluda Kristoff mientras los demás descienden del trineo guiado por Sven.
Los trolls se abalanzan al hombre de cabello rubio hasta perder el equilibrio, mientras que Bulda recibe a los otros invitados.
- Anna, Reina Elsa y Olaf, me alegra que estén aquí - Saluda Bulda con una gran sonrisa- ¿Que los trae por estos lados?.
Anna responde por todos:
- No venimos por mucho tiempo, sólo estamos aquí para pasar la noche, tenemos un largo viaje hacia Agder - la expresión de Elsa cambia al oír la palabra Agder.
- Oh, ya veo, será un placer recibirlos aquí esta noche, especialmente por los muchachos, se ven muy felices jugando con Kristoff y Sven.
Gran Pabbie aparece sorpresivamente e interrumpe la charla. Se dirige a Elsa y toma su mano.
- Veo una profunda preocupación en tu corazón reina Elsa, por favor acompañame.
Gran Pabbie lleva a Elsa a un lugar apartado para poder hablar sin ninguna distracción.
- ¿De que querías hablarme Gran Pabbie? - pregunta con sospecha Elsa.
- Siento mucha inquietud de su parte su majestad, pero especialmente dentro de su corazón.
Elsa se ruboriza al notar hacia donde se dirige esta conversación
- Presiento que es por alguien que usted estima.
- Así es, mi cabeza no deja de pensar en esa persona, sé que no lo conozco demasiado y que no debería involucrarme tanto, pero no puedo evitarlo - Elsa se resigna.
Gran Pabbie se acerca lentamente, mientras Elsa toma asiento en una piedra para estar a su mismo nivel.
- Es normal sentir eso su majestad, todos los seres del universo estamos destinado a tener a alguien con quien complementarnos, muchas veces el corazón está por sobre la razón. Pero no solo eso veo dentro de tí, algo te angustia sobre esa persona.
- No sé como explicar esto, pero, hay cosas que se dicen sobre él y no sé si creerlas o no, sé que la persona que me describen es muy diferente al que yo conocí.
- Si quieres puedes ser mucho más específica, no hay nada que no haya escuchado antes.
Elsa inhala y exhala antes de hablar.
- Se dice que esta persona, es un asesino despiadado, que ha matado mucha gente a su alrededor, además, tiene poderes al igual que yo, es conocido por todos como El Demonio, no es una persona mala, lo sé, él salvó a Kristoff y a Anna de situaciones peligrosas - Elsa intenta controlar sus emociones, el lugar se siente más frío.
- mmmm, El Demonio de Agder, he oído sobre él antes - el semblante de Pabbie cambia a una expresión mucho más seria.
-¿Que ha escuchado sobre él? - pregunta Elsa con curiosidad, en su mente esta última declaración confirma que todo lo dicho sobre tí es verdad.
- Es un caso muy peculiar, fue maldecido hace muchos años por una bruja proveniente de Corona que le dió la cualidad de controlar los elementos dignos de un demonio, junto con la habilidad de cambiar su forma, pero no a voluntad como desearía, su transformación siempre está vinculado a sus sentimientos, si ve que un ser que ama está en peligro, tratará de protegerlo, aunque pierda la consciencia y el demonio que habita en él tome el control de sus acciones.
Una sensación de escalofrío recorre por la espalda de Elsa.
- ¿Que se puede hacer al respecto?.
- Como todo poder que es asignado a los humanos, tanto de nacimiento como de maldición, el amor es la única solución.
Hay un breve silencio entre ellos.
- Creo que es tiempo de irnos Reina Elsa, tiene que descansar, un largo viaje los espera.
Los dos se retiran del lugar para reincorporarse a los demás
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Hace tres días que partieron del Valle de las Rocas Vivientes. Toda la familia de Kristoff se despidió, incluso prepararon algunos bocadillos para el viaje.
A medida que se acercaban a Agder un aura de nerviosismo azotaba a cada uno de ellos, la incertidumbre de no saber con que se encontrarán hace presagiar un mal recibimiento en ese reino.
Sólo queda cruzar el extenso bosque existente antes de llegar a Agder, el bosque no era tan vasto como los de Arendelle, pero aún así dificultaba el poder orientarse debido a su espeluznante apariencia y la nieblina que invade el ambiente, un verdadero laberinto ese lugar.
Sven disminuye su andar.
- Excelente, creo que nos perdimos - Se queja Kristoff.
- ¿Que te parece si preguntamos al hombre enmascarado de allí? - señala Olaf a un hombre que a lo lejos viste de negro y porta una máscara y los observa detenidamente.
- No creo que sea una buena idea Olaf - responde temblorosa Anna.
El hombre enmascarado se acerca a pasos agigantados.
Elsa adopta una posición defensiva.
El hombre está a unos metros de ellos. Corre velozmente dispuesto a atacarlos.
Kristoff detiene su marcha con una patada. El hombre cae.
Antes de poder reaccionar, como arte de magia surgen otros hombres enmascarados iguales al anterior, en total son 7. Forman un círculo para rodearlos.
No tienen posibilidad alguna de luchar, cualquier probabilidad de ejercer la fuerza resultará inútil, los superan numéricamente.
Todos los hombres desenvainan sus espadas.
- ¡ALTO! - se logra oír la voz grave de un hombre surgiendo desde el fondo.
El hombre de apariencia joven y de preparación militar se aproxima al trineo.
- Reina Elsa, su majestad, ¿Que está haciendo por estos lados? - Se inclina el hombre - mis disculpas si mis hombres le causaron algún inconveniente.
- No se preocupe, pero, ¿Podría decirme su nombre? - pregunta Elsa.
- Oh claro, donde están mis modales, me presento, mi nombre es Hrolf, ex consejero real de mi hermano Ragnar.
- ¿Ex consejero? - pregunta Elsa con asombro.
- Así es su majestad, yo fui parte de su consejo, pero decidí rebelarme contra él junto con mi colega el capitán Enok, caído en combate, con el fín de liberar a Agder. Por desgracia mi hermano fue derrocado y falleció en manos de un príncipe de tierras lejanas que ha establecido una tiranía en mi pueblo.
- ¿Quien es ese príncipe? - hace la pregunta Kristoff.
- Es el mismísimo príncipe Hans Westergard de las Islas del Sur - responde Hrolf con seriedad.
-¡¿Que hace Hans aquí?! -exclama Anna furiosamente.
- El príncipe Hans y el rey Ragnar eran muy buenos aliados, pero un día, Hans le pidió a Ragnar uno de sus mejores hombres para poder asesinarla a usted reina Elsa, ese hombre se negó a realizar esa labor y decidió huir ...
- ¿Te refieres a (Y/N)? - pregunta Anna.
Los ojos de Hrolf se ensanchan.
- ¿Lo conocen?, ¿Eso significa que llegó a Arendelle?.
- Si, pero los mercenarios de Hel lo trasladaron a Agder - responde Elsa.
- Oh ... Hans debió contratar a los mercenarios para seguir a (Y/N) hasta Arendelle, sólo ellos pueden controlar a alguien tan fuerte como él. Tenemos que buscar la forma de rescatarlo.
- Por eso vinimos aquí, a salvarlo - toma la palabra Kristoff.
- No será tan fácil, pero tengo un plan - dice Hrolf.
-
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