El alargado espejo reflejaba a Ravena portando ya en largo vestido y blanco de novia, su madre detrás de ella terminaba de acomodarlo sin parar de hablar sobre los preparativos y todo lo bueno que ambas obtendrían de esa boda. Ravena miro por el espejo a su madre observado que ella solo le importaba su propia felicidad, bajo sus ojos al vestido con tristeza mientras las palabras de Lilibeth que le decía que solo tenían una vida resoban en su cabeza.

—Solo falta el ramo— hablo Angelina con una sonrisa, la mirada de madre e hija se encontraron y Ravena se dio media vuelta mirándola— Ravena yo...

La joven espero que su madre siguiera hablando, la mujer dejo de mirar a los ojos a su hija y observo el vestido, luego la volvió a ver y le sonrío.

—Voy por el ramo— soltó y se dio media vuelta abandonando la habitación.

Las palabras que había esperado Ravena hizo que la joven regresara su vista de nuevo al espejo, frunció el ceño mirando su reflejo y tomo una decisión.

***

Las campanas de la iglesia de la catedral de Notre Dame de Londres resonaron haciendo que Lilibeth observara desde el muelle hacia la ciudad, una mano se colocó sobre su hombre y uno de los tripulantes le sonrío, Lilibeth le devolvió la sonrisa y dejo sobre el barco de madera una bolsa blanca llena de ropa, su madre se había empeñado en que se llevara eso y les dio mucha comida para algunos días, sonrío agradecida con la madre que le había tocado, Johnny tomo su mano y ella le sonrío.

***

Los pasos apresurados de la joven mientras esquivaba a las personas resonaba en el pavimento, los altos tacones le impedían correr con más velocidad, pero no tenía tiempo para quitárselos. Ravena llego hasta el muelle con el vestido blanco todo sucio de la parte de abajo quedando de un tono café, frente a ese altar tomo la decisión de irse, no iba a permitir que su madre siguiera manipulando su vida a su conveniencia, habría amado pedirle disculpas al novio, pero eso la habría retrasado, así que en la primera oportunidad que tuvo huyo de la catedral. Miro el barco a la lejanía, pero aun no zarpaba, sin tener otra opción entro al mar y comenzó a nadar hasta él. El agua fría le calo en los huesos y el vestido de novia se inflaba, nado con toda la velocidad que pudo, afortunadamente para ella el barco se detuvo puesto que estaban revisando que no tuviera alguna falla.

—¡Esperen! — grito desde el mar aferrándose al navío, uno de los hombres escucho un grito y se aproximó al borde del barco, el hombre soltó una sonrisa— ¿Enserio pensaban dejarme? — pregunto desde abajo.

—¡Paren todo! — ordeno el hombre y la nave volvió a detenerse, la escalera cayó al agua y Ravena la tomo con fuerza comenzando a subirla, el vestido se había hecho pesado por el peso del agua, dos hombres estiraron sus manos ayudándola a subir, uno regreso con una toalla y se la coloco en los hombros— Niña ¿No estabas en tu boda?

Lilibeth salió del compartimento del capitán al sentir que el barco se había detenido, soltó una sonrisa muy amplia al mirar a la persona que había llegado, detrás de ella aparecieron Johnny y Dominic, este último sonrío aún más.

—No, esa boda no es mía— contesto la pregunta que le había hecho el hombre— Me voy a casar con quien yo quiera y cuando yo quiera...— miro a Dominic quien sonrío sin dejarla de mirar.

Ravena paso al lado de los hombres arrastrando el vestido y sonrío cuando se colocó frente a Dominic. Ambos se sonrieron mirándose a los ojos, comenzaron a acercarse poco a poco...

—Basta de romanticismos, pongamos este barco en acción— grito uno de los hombres sobresaltando a Ravena y Dominic quienes se sonrieron— ¡Muévanse todos!

El barco comenzó retomar la marcha alejándose de Inglaterra.