Después de haber estado tres días a la deriva tras el naufragio, fueron rescatados por un barco pesquero sin nombre quienes amablemente los salvaron del agua congelada del mar antes que alguno enfermara o muriera de hipotermia. Dos días más tarde llegaron a Inglaterra, al puerto más cercano en donde descendieron del barco pesquero, el hombre dueño del barco ofreció trabajo a los otros hombres quienes aceptaron prometiendo todo los mejor.

—Mucha suerte, niñas— hablo uno de los hombres cuando ambas bajaron del barco, Lilibeth les sonrió y miro como el pequeño barco se dirigía al otro lado en busca de diésel para poder regresar al mar.

Los ciudadanos de la costa de Inglaterra observaron con impresión la vestimenta de ambas mujeres, murmuraban en voz baja y se reían al ver que usaban ropa de hombre.

—Olvidaba los estándares sociales que debemos cumplir— resoplo Ravena y Lilibeth le sonrió.

Junto a los otros dos jóvenes se abrían paso entre las personas, una mujer soltó un grito y Lilibeth se dio vuelta al reconocer el grito de su madre. Angelina Death se abrió paso entre las personas y abrazo a su hija con fuerza, al separarse de ella tenía varias lágrimas en sus mejillas.

—¿Dónde has estado? He estado muy preocupada por ti Lilibeth— hablo y le sonrió, miro la ropa de su hija, Lilibeth espero un regaño por parte de su madre, pero solo le sonrío— Te ves muy bien y eso parece muy cómodo, quisiera usar uno— le susurro eso último.

Lilibeth le sonrío y miro a los dos chicos.

—Mama, quiero presentarte a Johnny York y Dominic Chester, ambos nos ayudaron mucho a Ravena y a mí.

Angelina le sonrío a los dos jóvenes en forma de agradecimiento hablando con rapidez, entre ello, Lilibeth pudo entender que ya los había invitado a comer. Ravena sonrío al mirar entre las personas a su madre aproximarse, ambas se observaron y Ravena no espero para alcanzarla.

—¡Madre! — grito haciendo que Angelina y los tres chicos miraran hacia donde se dirigía— ¡No sabes todas las aventuras que he vivido! Conocí personas maravillosas y un gran monstruo intento...

—¿Dónde estabas? — la callo Angelina y la tomo del brazo apretándola— No sabes todo lo que has ocasionado desde tu partida...

—Estoy bien mama, no te preocupes por eso— le sonrío Ravena, pero su madre negó.

—No me refiero a eso Ravena, las invitaciones ya han sido mandadas y el vestido de novia ya está terminado, la boda es mañana y tú no estabas aquí.

Ravena frunció el ceño sin dejar de ver a su madre.

—Pero el príncipe está muerto— recordó.

—Eso ya lo sé Ravena— exclamo la mujer alzando las manos— No te casare con un muerto. He conocido a un hombre que ha heredado una enorme fortuna tras descubrir petróleo en costas mexicanas, solo te lleva treinta años, es un excelente partido.

Ravena parpadeo y negó con la cabeza.

—Pero yo no quiero casarme— susurro y Angelina frunció el ceño— Mama, soy solo una niña, quiero vivir mi vida, yo...

—Basta de tus tonterías Ravena— negó Angelina y la jalo del brazo— Vamos, debemos ver los preparativos de la boda.

Ravena se giró mirando a Lilibeth, Johnny y Dominic mirándola partir, este último iba a moverse, pero la mano de Johnny lo detuvo.