—No corran, nos seguirán— hablo uno de los hombres.

—Ni que fueran perros— solto Lilibeth.

Mark observo a los hombres y luego miro a los extraños que se aproximaban.

—Hagan una barrera y que las niñas queden protegidas— ordeno.

Los hombres comenzaron a moverse formando un circulo dejando a ambas jóvenes en el centro. El grupo de extraños detuvo su paso, los hombres portaban únicamente una bermuda de color blanco, tenías varios tatuajes en el cuerpo y los observaron con curiosidad.

—Yo hablare— hablo se adelantó Dominic y los hombres lo miraron, los extraños lo miraron, el joven movió la mano— Nosotros estar perdidos, nosotros necesitar ayuda— los extraños intercambiaron una mirada frunciendo el ceño— ¿Ustedes hablar un idioma o entenderme?

Un hombre anciano se abrió paso entre su tribu y murmuro algo con otro de su clan. Luego, dejo de ver a su compañero y miro a los extraños de la isla.

—Bienvenidos, si hablar tu idioma.

Dominic miro a sus compañeros de barco quienes intentaban no reírse de él, Ravena lo miro con una sonrisa llena de diversión.

—No es gracioso Culpepper— hablo y se cruzó de brazos.

Mark dejo de observarlos y dio un paso hacia el frente.

—Nuestro barco ha naufragado y no tenemos nada, ni coma ni agua, mucho menos armas— hablo mirando a uno de los hombres que los miraban con desconfianza— Queremos saber dónde estamos y una manera de volver al mar.

Una mujer entre ellos dio un paso hacia el frente mirándolos.

—¿Cómo naufrago su barco? — pregunto alzando una ceja.

—Aún no se con exactitud, un animal extraño lo golpeo, lanzaba llamas por la boca— comenzó a decir Mark y se encogió de hombros— No sé cómo describirlo, desconocía que un ser tan gran habitara el mar. No tiene forma de un tiburón o algún pez, es algo alargado y su cabeza parece como un dragón, o eso es lo pude ver.

La mujer intercambio una mirada con su tribu y miro al hombre mayor de todos, quien era el líder de ellos por ser el más sabio.

—Es el—hablo el anciano y miro hacia el mar— Otra vez ha regresado, alguien lo ha vuelto a invocar.

Los jóvenes fruncieron el ceño, Dominic tomo la palabra.

—¿De quién habla? ¿Invocar? — pregunto y miro a la mujer que estaba hasta el frente.

La mujer que estaba al frente volvió a hablar.

—¿Ustedes creen en demonios? — pregunto mirándolos.

Lilibeth frunció el ceño.

—Mi madre me hablo una ves de ellos, pero no crei que aun existieran.

La mujer asintió con la cabeza y miro a su tribu, luego regreso su vista al grupo.

—Síganme.

***

Las antorchas iluminaban la oscuridad mientras entraban a una cueva subterránea, los habitantes de la isla pasaron el fuego por algunas imágenes, Dominic se acercó a la pared y observo un dibujo de una gran serpiente en el mar, arriba de ella estaba un hombre con una lanza brillante y amenazaba con lanzarla. Uno de los hombres coloco el fuego de la antorcha sobre gasolina y se ilumino el lugar completo, en las paredes estaban más dibujos del mismo ser.

—Él es Leviatán— señalo la mujer llamada Kira y señalo al monstruo— Es un demonio creado principalmente por dios para proteger los mares de las posibles amenazas que pudiera ocasionar el demonio— explico mirándolos— Pero el demonio fue más poderoso y sedujo al ser para pasarlo de su lado convirtiéndolo en uno de los cuatro príncipes del infierno, junto con Satanás, Lucifer y Belial. Reina los mares en busca de almas que le fueron prometidas por alguien que lo haya invocado.

Ravena paso su mano sobre uno de los dibujos, miro en uno de ellos el gran animal y a su alrededor varios barcos hundidos.

—Pero ¿Por qué esta aquí? — pregunto Dominic mirando al hombre que explicaba— ¿Quién pudo haberlo convocado?

—Eso no puedo decírtelo, pero debe ser alguien que quiere logran algún propósito con él, Leviatán acepto con la condición que se le darían almas...—miro a los otros jóvenes— Díganme ¿Ha muerto ya gente?

Ravena asintió con la cabeza.

—¿Puede destruirse? ¿Cómo lo hacemos? — volvió a cuestionar Dominic.

Otro hombre hablo.

—Solo hay un lugar que a Leviatán le teme más que a nada— señalo otro dibujo en la pared— El triángulo de las bermudas, en ese lugar caen muchos rayos que sería lo que lo mataría. Necesita un rayo muy potente para ser destruido y ese el lugar.

Los tres jóvenes miraron la imagen dibujada en la pared y detrás de ellos el segundo oficial bajo sus ojos al suelo con cierta pesadez de culpa sobre él, miro a sus hombres quienes tenían preparado un nuevo barco.

***

El barco Malaventura se movía de un lado a otro por la tormenta, los faros de luz ya se habían apagado, dentro de la nave el hombre que relevo al capitán se encontraba al mando y los demás hombres dormían menos uno quien con una lámpara descendía las escaleras del barco hasta la cubierta de abajo. Ahí, el agua ha había entrado y empapaba al joven quien encadenado se había quedado dormido, abrió los ojos al sentir una tenue luz.

—Si tan solo no hubieras presenciado esa muerte, estarías bien muchacho— hablo Freddy y se arrodillo frente a el— No debiste involucrarte en algo que no importaba, debías estar con tu madre ayudándola en esos momentos.

Johnny alzo sus ojos mirando al hombre.

—No tengo mama, murió cuando nací— hablo.

Freddy dejo la vela sobre un barril y se volvió a arrodillar.

—Una lástima, mi más sentido pésame— hablo sin dejarlo de observar— Pero comprenderás que no te puedo dejar ir después de que hayas visto lo que paso.

Johnny negó con la cabeza.

—Ya te he dicho que no, le diremos nada a nadie, te lo prometo— sintió el agua del mar escurrir de su cabello a su rostro.

Freddy se levantó y se acercó a la ventana.

—Mi hermano ya lo sabe— hablo mirando el cielo— Y el querrá salvarlos. No se me haría extraño que en este preciso momento nos esté siguiendo.

—¿Tu hermano? — pregunto el joven frunciendo el ceño.

El hombre se giró a verlo y le sonrió.

—El segundo oficial del barco Buenaventura, Mark— un relámpago ilumino la cabina— Ambos nos criamos en el mar, nuestros padres murieron igual que los tuyos y quedamos huérfanos. Después de eso y con mucho trabajo compramos un barco llamado Aventura. Ese día me tocaba a mi llevarlo al mar, pero Mark se adelantó y tomo el timón siendo el encargado de comandarlo, pasamos una gran tormenta— miro de nuevo a la ventanilla mirando el mar— Y vio un camino diferente, yo vi otro, le pedí que tomara el que yo había visto y él se negó tomando el que quiso. Comenzamos a adentrarnos a las aguas más profundas y solitarias cuando algo nos golpeó— miro a Johnny— El demonio del mar, Leviatán. El ser comenzó a atacarnos hasta lograr su hundimiento, yo caí al mar y mis hombres murieron por culpa de Mark, llegue a una roca en donde pude subir, pero el demonio me siguió, enojado, me prometí a mí mismo que vengaría la muerte de mis hombres y le ofrecí mi alma y mi respeto a aquel ser— saco de su bolsillo un collar de estrella de cinco picos— El alma que le prometí es la de mi hermano para salvar la mía, pero aun no pago mi deuda, debo matarlo.

Johnny miraba al capitán del Malaventura sin saber que decir u opinar.

—Es hora de pagar mi deuda— hablo y se dio media vuelta alejándose de él.

—¡Y eso que tiene que ver con nosotros! — grito Johnny y el hombre se giró a ver— No queremos morir, libérame y convenceré a ellos tres que nos marchemos, no diremos nada a nadie.

Freddy soltó una risa y negó con la cabeza.

—No niño, ahora tus amigos y tu tendrán que morir.