El barco Malaventura se acercaba al barco inmóvil del Buenaventura, uno de los tripulantes del primer barco alzo una bandera blanca en señal de paz, Lilibeth miro al primer oficial y ordeno con la mano que bajaran las armas.

—Primer oficial— saludo Freddy mirando al hombre, ambos barcos quedaron al menos dos metros lejos uno de otro— ¿Dónde está el capitán?

—Murió en la tormenta— explico el primer oficial— Cualquier trato que quieran hacer se dirigirán a mí— se señaló con la mano.

Freddy miro al hombre y le sonrió.

—Su amigo ha venido a hablar conmigo, pero no me convencen sus palabras, además...— miro a los otros tres chicos, Lilibeth lo miraba con ojos muy abiertos de impresión al volverlo a ver— Tenemos tratos pendientes...

Movió su mano y otro de sus hombres tenia a Johnny con un cuchillo en la garganta.

—Espera, no hagas una tontería—pidió uno de los hombres del barco Buenaventura.

—Yo no hare la tontería, las harán ustedes— señalo a la tripulación del barco contrario— Quiero a esos cuatro conmigo o juro que termino de hundir su nave. Puedo salvarlos a todos ustedes, pero a cambio quiero a los niños.

—¿Por qué los quieres? Lo que haya pasado entre ustedes ya ha pasado, tal y como lo dices, solo son unos niños— hablo un hombre del barco Buenaventura hacia Freddy.

Freddy miro como los hombres se colocaban al frente de los tres jóvenes protegiéndolos. El hombre miro a los suyos y luego sonrió.

—Si es lo que quieren— hablo en voz alta y luego saco de su bolsillo un collar de estrella de cinco picos, Johnny lo miro sin saber que significaba.

El mar comenzó a moverse con violencia haciendo que las velas de las dos naves se movieran de un lado a otro, el agua comenzó a salpicar y del fondo emergió el gran animal que había sido el responsable de casi destruir el barco Buenaventura. El animal soltó un gruñido y brillo, Freddy señalo con la cabeza el otro barco bajo la mirada de Johnny.

—¿Conoces a mi amigo niño? — pregunto Freddy tomando del brazo a Johnny obligándolo a ver el gran animal— Yo le llamo, el destructor.

El animal miro los dos barcos y coloco sus ojos alargados en el Buenaventura, volvió a hundirse en el mar dirigiéndose al barco para él, enemigo. El monstruo golpeo el barco provocando que Dominic cayera al mar.

—¡Cuidado con la asta! — grito uno de los hombres cuando cayó en el barco partiéndolo en dos.

El barco se partió en dos y comenzó a hundirse en el mar mientras los hombres andaban buscando salvarse.

—¡Por aquí! — grito uno de ellos mientras ayudaba a las dos chicas a subir al pequeño bote— ¡Salgan del agua, vamos!

Dominic fue ayudado por otro de los hombres al subir el segundo barco y el animal se hundió en las profundidades del mar. El barco Malaventura retomo su curso alejándose de la tragedia de su hermano barco, el Buenaventura.