•*3*•
Kanae estaba tomando una taza de té de jazmín que le había ofrecido Oyakata-sama y su esposa, estaba sentada frente a ambos en la sala donde usualmente eran las reuniones de pilares.
— Ya debes de conocer a Muichiro — Escuchó la voz calmada del pelinegro
— ¿Muichiro? — Musitó un poco confundida.
— Oh, que maleducada fui. — Escuchó la voz de la esposa de Oyakata-sama— Muichiro es el nombre del niño que ayer lleve a tu finca, una disculpa por no mencionar eso tan importante — La albina hizo un reverencia en forma de disculpa
— No se preocupe, Amane-sama, se que estaba ocupada. — Sonrio de forma reconfortante. — Muichiro-kun ya despertó, pero parece tener amnesia y quería pedirle que lo deje en observación tal vez una semana. — Agregó aprovechando que sacaron el tema de aquel niño de ojos mentas.
— Me alegro mucho que haya despertado y me calmaría saber que está a tu cuidado, puede quedarse el tiempo que veas necesario. — Dijo de forma calmada Oyakata-sama tomando un sorbo de té.
— Oyakata-sama, disculpe mi atrevimiento al cuestionarlo, pero, pensé que hablaríamos sobre el demonio que tiene en su finca, ¿que tiene que ver Muichiro-Kun? — Cuestionó confundida ladeando un poco la cabeza la chica mariposa, el hombre sonrió ligeramente, sabía que era la Pilar indicada para enterarse de su decisión a primera instancia.
— El demonio es el hermano gemelo de Muichiro, su nombre es Yuichiro. No sabemos muy bien lo que sucedió ya que al convertirse en demonio Yuichiro perdió sus memorias y teníamos la esperanza que Muichiro nos contara pero con su amnesia no será eso posible. Yuichiro atacó a mi esposa e intentó atacar a su hermano, en cambio se detuvo a hacerlo. Es sorprendente que él se aferre demasiado a su humanidad, se niega a sus instintos, y a pesar de tener hambre tiene desde ayer viviendo aquí y no a hecho nada por atacarnos, incluso intentó huir por su temor a si mismo. Tomamos un gran riesgo al tráelo aquí, y estamos casi seguros que no a consumido ningún humano, me atrevo a decir que está arrepentido de haber herido a Amane-san y tiene miedo de sí mismo por ser un demonio.
Kanae se encontraba anonada por lo que acaba de escuchar, ¿un demonio que se aferraba a su humanidad y estaba arrepentido de haber lastimado a alguien? ¡Realmente debe ser un corazón muy puro! Estaba sorprendida y emocionada, ¿será que su sueño de un mundo de paz entre demonios y humanos será posible? Es algo muy difícil, solo un demonio entre miles o millones de ellos que a demostrado no comer humanos, pero es un pequeño avance. Quien sabe, quizás pronto haya más demonios como el, si todos ponen un granito de arena eso es posible.
— ¡KYAAAAAA! — No pudo más y soltó un gran grito de emoción, lo cual divirtió a los Ubuyashiki pero mantuvieron sus rostros y actitudes calmadas. Usualmente la ojirosa tenía una personalidad muy tranquila y positiva, muy calmada, parecía que por nada podría llegar a hacer un escándalo como este, pero la pequeña posibilidad de que lo que anhelaba pasara de la ficción a la realidad la emocionaba mucho. — ¡Gomenasai! — Exclamó inclinándose en muestra de disculpa con un gran y notorio sonrojo en la cara. — ¡Me emocione mucho! ¡Le prometo que no volverá a pasar! — Dijo con nerviosismo a saber como reaccionarían.
—Levanta la cabeza, mi linda espadachín, no tienes porque avergonzarte. — Sonrió con dulzura, su voz tan calmada y forma de ser tan sensata podía hacer sentir a cualquiera en un ambiente familiar, sonaba tal y como un padre.
— Gracias, oyakta-sama — Le regaló una alegre sonrisa a su superior. — Oyakata-sama, ¿puedo ver al demonio, por favor? — Pidió amablemente intentando ocultar su emoción, el mencionado asintió.
Amane se ofreció para guiar a la joven a donde el demonio, aunque está ya supiera, Kagaya se quedó en la sala de reuniones acompañado de sus dos hijas mayores, Hinaki y Nichika. La de ojos ciruela toco un par de veces el shoji de la habitación. — Yuichiro, vamos a pasar — Indico la albina para abrir la puerta suavemente.
Los ojos de la pilar se pasearon por la oscura habitación, Amane se puso a un costado del marco de la puerta e indicando con su mano y asintiendo le dio el pase a la Kochou. Kanae se percató del pequeño demonio de no más de 11 años, estaba al fondo de la habitación y no la veía de forma muy agradable, su mirada era profunda, y tenía el entrecejo arrugado. Su aspecto aún era humano, era idéntico a Muichiro, no es de extrañar pues eran gemelos, sus ojos aún conservaban características humanas, no había mutado mucho realmente, noto las garras en sus manos y no se le hizo de extrañar que tuviese colmillos aunque aun no los haya visto.
— ¡Ay, que lindo! — Exclamó corriendo a abrazar al pequeño demonio. — ¡Eres muy tierno! — Chillo alargando la "u"
— ¡S-suéltame! ¡No me gusta! ¡Basta, tonta! — Gruñó el demonio pataleando y empujando el rostro de Kanae esperando que esté la suelte.
— Solo un poco más — Apretó un poco el abrazo y finalmente lo soltó. Yuichiro corrió a donde Amane, está ya había cerrado la puerta para evitar los rayos de sol. El azabache se escondió detrás de la albina y tomó fuertemente su kimono, asomó su cabeza viendo a la extraña chica mariposa y le sacó la lengua.
«Siendo humano... me detestaba. Ahora como demonio parece tenerme mucho afecto.» Pensó la albina, era una situación un tanto irónica, siempre que los visitaba recibía insultos de su parte e incluso llegó a tirarle agua encima, pero ahora el demonio aceptaba abrazos sin respingar de parte de ella y ahora la usaba como escudo, la veía como un lugar seguro, como su madre.
— ¡Parece quererla mucho, Amane-sama! — Canturreo la Pilar enternecida, ese ojimenta frente suyo no era un demonio, solo un pequeño niño. — ¡Es muy tierno! — Alargó la "o" poniendo sus manos sobre sus mejillas. — Hola pequeñín, me llamó Kanae, ¡mucho gusto! Tú debes ser Yuichiro, ¿no es así? — Se acercó lentamente la hashira al demonio quien solo apretó aún más el agarre sobre la tela amarilla del kimono de Amane.
— ¿Que haces aquí? — Pregunto aun desconfiado sin salir de su "escondite".
— Yuichiro, ella es la médico que cuida de tu hermano. — Aclaró la albina, rápidamente la expresión del menor cambio a una sorprendida, aún dudando salió de detrás de la Ubuyashiki.
— ¿Pero por que trae una katana? — Kanae puso la mirada en blanco ante la pregunta, ¿como reaccionaría el niño si se entera que ella caza a su especie? — Amane-San, ¿ella es una cazadora de demonios? ¿Como sabré si puedo confiar en ella si los cazadores matan a demonio como yo? — Ese niño si era inteligente y tenía buena intuición.
— Prometo no hacerte nada, pequeñín, si soy una cazadora, pero creo fielmente que los demonios y humanos podemos convivir en paz. — Sonrio ampliamente juntando sus dos manos simulando la unión entre ambos seres. — ¡Y tú estás aquí para demostrarlo! — Canturreó estirando su mano derecha hacia el niño insitándolo a que la tomara. El demonio primero vio a Amane, esta no dijo nada ni hizo nada, luego miro con duda a la cazadora, con algo de nervios y duda tomo la mano de la chica, en cuanto hicieron contacto la chica lo jalo hacia ella envolviéndolo en otro abrazo. — ¡Das mucha ternura! — Volvió a chillar.
— ¿Y Mui?
— ¿Eh?
— Muichiro. ¿Cómo está el? ¿Cómo está mi hermano? ¿Está bien? — El niño la vio directamente a los ojos notando su preocupación en estos. La hashira se encontraba en una discusión interna, se le hacía muy cruel y doloroso él contarle que su hermano había perdido la memoria y que ahora no lo recordaba ni recordaba quién era el mismo.
— Está bien — Aseguró regalándole una sonrisa tranquilizadora, más sin embargo el demonio frunció el ceño, no le había creído.
— Mientes.
— ¿Eh?
— Mientes.
— No lo hago.
— Mientes. ¿Que le pasó? ¿Él está bien? — Preguntó con seriedad el demonio rompiendo el abrazo y viendo con seriedad a los ojos de la pilar.
— Él está bien. — Volvió asegurar ya con algunas gotas de sudor resbalando por su frente a causa de los nervios.
— Mientes. Ya dime la verdad. — Insistió una vez más cruzando los brazos, la hashira suspiró.
— Físicamente, él está bien. — Sonrió acariciando los cabellos del demonio.
— ¿A que te refieres? — La pilar no dijo nada, no quería partirle el corazón.
— Cuando este mejor te llevare a que lo visites. Lo prometo. — Se agacho hasta quedar cara a cara con el y alzó su meñique, el niño asintió y unió su meñique con el de la chica.
— Cuídalo muy bien. — Pidió con preocupación al azabache, la chica asintió.
— Cuando pueda te visitaré, Yuichiro-Kun. ¡Eres un demonio muy interesante! — Canturreo levantándose y dirigiéndose hacia Amane, está entendió que ya quería irse y sin decir nada se dirigió a la puerta.
— Si necesitas algo avísame, Yuichiro. — Pidió la mayor y el asintió, pero realmente no pensaba hacerlo.
Kanae y Amane salieron de la habitación dejando nuevamente solo al demonio. La hashira de la flor se dirigió nuevamente a donde estaba el líder de los cazadores, tal vez su decisión era precipitada y por la emoción no lo pensaba bien, pero no parecía dudarlo en ningún momento.
— Oyakata-sama, he tomado una decisión respecto a Yuichiro-kun. — Dijo entrando al salón y haciendo una leve reverencia para sentarse frente a su superior. Amane igualmente pasó pero se sentó a un lado de su esposo.
— Te escuchó, hija mía.
— Pienso que es muy temprano para contarle de esto a los demás pilares, y estoy segura que ninguno querrá apoyar mi idea de que los demonios y humanos podamos convivir y querrán matar a Yuichiro. En cambio, yo prometo apoyar a Yuichiro, es un demonio diferente a los demás, el es merecedor de seguir siendo tratado como un ser humano, y me atrevería a decir que merece tener aún el título como humano, así que apoyando su idea de dejarlo vivir y a pesar de carencia de más pruebas, ofrezco mi vida por él. Si Yuichiro llega a atacar a un humano más, aunque no lo lastime o lo asesine, yo lo decapitare y abriré mi estomago con mi espada. Estoy segura que ninguno de los dos tendremos ese destino, pero igualmente pondré mi vida en juego.
La habitación se mantuvo en silencio después de tales palabras de la pilar, ella empezó a sudar en frío al no tener respuesta de ninguno de los Ubuyashiki presente. ¿Había dicho algo malo? No, oyakata-sama y Amane-sama estaban a favor de dejarlo vivir, ¿por que había tanto silencio?
— Apoyo a Kanae-sama. — Escuchó la voz de la mujer albina, está mantenía aún su rostro sereno. — Yo fui la que lo ha dejado vivir y ha tomado el riesgo de traerlo a pesar de saber las posibles consecuencias. Si ella da la vida a pesar de realmente no ha hecho nada malo, si Yuichiro lastima a alguien más también abriré yo misma mi estomago con un arma. Como dijo Kanae-sama, para darle peso a sus palabras. — Las dos quintillizas mayores voltearon a verse entre sí, ellas habían estado la vez que Yuichiro atacó a su madre, aunque no lograron conocerlo como humano, creían en la intuición de su madre, confiaban en ella y le tenían mucha devoción.
— Nosotras también. — Aseguraron las niñas de apenas seis años al unísono, como si estuvieran conectadas. Los ojo de la chica mariposa brillaron al escuchar tales palabras, tal vez, ¿quien sabe? ¿Y si hay otro demonio como Yuichiro? Ella sin duda los apoyaría y ofrecería también su vida a pesa de no conocerlos.
— Teniendo esto como argumento y la vida en juego de cuatro personas creo que es más que suficiente para que los pilares le den una oportunidad. Si un día llega haber una situación con Yuichiro podremos ocuparlo para defenderlo. Te lo agradezco mucho, hija mía.
Ya había pasado cuatro días desde que se reunió con Oyakata-sama, realmente le ponía triste la situación de los gemelos, pero por otro lado le emocionaba el saber que su sueño se podía hacer realidad y quería ver como su decisión daba frutos. También durante su reunión con el líder de los cazadores él le contó sobre que existe dos demonios que están fuera del control de Kibutsuji Muzan y que viven con una poca cantidad de sangre, esto la emocionó aún más.
Había iniciado con una que otra "prueba" para Muichiro para saber si el diagnóstico era correcto. También le dijo cuál era su nombre, le tomó mucho esfuerzo y tiempo recordarlo, o mejor dicho, aprenderlo, pero finalmente lo había logrado. Shinobu ya había llegado de su misión y estaba ayudando a Aoi con su entrenamiento, Kanae le enseñaba la respiración de concentración total. También la hashira de las flores había logrado contactarse con un instructor de la respiración de agua, pronto Aoi sería guiada por su cuervo kasugai a la casa de aquel instructor.
Sobre como iba Muichiro le había planteado varias preguntas personales, cada una se la hacía en momentos distintos. La primera fue "¿Quien eres?", el niño lo dudo pero respondió correctamente su nombre. Le había pedido a Aoi que intentara hablar con él niño, le fue muy difícil, pero finalmente le sacó platica, y así salió la segunda pregunta la cual fue planteada 8 minutos después de hablar con Aoi, "¿con quien has hablado?", a lo cual el chico respondió haberlo olvidado. Para la tercera le pidió a Kanao que armara un rompecabezas con el niño, Kanae le puso una bandeja en la cama a Muichiro para que pudiera hacerlo sin moverse mucho de su lugar, y después de unos minutos de haberlo armado le pregunto que había hecho, lo cual el niño también respondió haberlo olvidado.
— Te lo digo hermana, ese niño es un caso perdido. — Refunfuñó Shinobu, desde el día anterior que ella había llegado se percató de la dedicación de su hermana mayor con el niño desconocido, el niño olvida todo, absolutamente todo, le decían algo y respondía "como quiera se me va olvidar", no hablaba mucho, todo el día se la pasaba acostado con la mirada en el infinito, solo se movía si era obligado por alguien de la finca ya sea para las medicinas, alimentarse, aseo personal, o las múltiples actividades que le ponía su hermana mayor.
— Ara-ara Shinobu, lo mismo decías de Kanao, pero estoy segura que algún día ambos seguirán a su corazón. — Kanae cargo a la pequeña niña recién mencionada quien estaba a un lado de ellas ya que Kanae le había pedido que le ayudara con algo, las tres mariposas estaban en el marco de la puerta entreabierta viendo a Muichiro.
— Aún pienso eso de Kanao. Ella no puede seguir decisiones. Y él — Señaló al azabache. — Olvida todo prácticamente a los cinco minutos, no creo que sepa si quiera qué pasa a su alrededor. — Comentó intentando abrirle los ojos a su hermana.
— Deberías relajarte más, hermana. Muichiro-kun pronto podrá recordar, yo me encargaré de eso. — La ojirosa entró a la habitación dejando a sus dos hermanas en la puerta. — Hola Muichiro-kun, ¿como te encuentras hoy? — Preguntó más no obtuvo respuesta, el niño apenas y la vio. — ¿Está bien si te hago unas preguntas como siempre? Esta vez serán sobre lo que quieres para tu futuro. — Otra vez el futuro pilar la ignoro, más no le tomó importancia y tomó una libreta, un frasco de tinta y un pincel. Shinobu entró en la habitación y Kanao había regresado al pasillo a sentarse donde pasaba todos sus días recibiendo los rayos de sol.
— Nee-san, te he dicho que no tiene caso, el niño parece estar vacío. — Dijo algo irritada la de puntas moradas.
— No creo eso, solo necesita un poco de ayuda. — Respondió para acercarse a Muichiro. — ¿Que quieres hacer con tu vida, Muichiro-kun? — Le preguntó al niño, pensó que iba a responder con un "No lo se" como siempre, pero esta vez no fue así.
— Asesinar demonios — Dijo de forma objetiva y natural.
— ¿Ah? — Las Kochou soltaron un jadeo de sorpresa, rápidamente Kanae anotó su avance.
— ¿Y por qué? — Preguntó alegre por la respuesta tan distinta.
— Los odio. — Respondió simplemente sin ninguna emoción en su rostro o voz, rápidamente Kanae lo anotó, estaba demostrando una emoción indirectamente, no lo mostraba, pero lo podía apreciar verbalmente.
— ¿Y sabes el por qué?
— No. Solo los odio. — Aseguró el menor.
Ambas Kochou salieron de la habitación para dejar descansar a Tokito, la mayor iba festejando internamente, tenía una pista más de la razón de ser de Muichiro. — Al parecer tiene un odio a los demonios, puede ser porque fue atacado por los demonios recientemente. El no lo recuerda pero su cuerpo recuerda ese sentimiento. ¡Tenemos un avance! — Canturreó la chica.
— Ajá, ¿pero si tiene amnesia disociativa no tienes que mostrarle cosas que le sean familiares? ¿Como harás eso? ¡El niño es huérfano y no tiene familia! ¡Será difícil saber que le podrá recordar a su pasado! — Exclamó con obviedad la menor de las Kochou, no le gustaba que su hermana se diera falsas esperanza de un "caso perdido".
— ¡Tengo un haz bajo la manga, Shinobu! — Sonrió dulcemente, estaba segura que si le mostraba a Yuichiro este empezaría a recordar. Aunque en un efecto contraproducente el menor de los gemelos podría rechazarlo o atacarlo ya que ahora odiaba a los demonios.
Shinobu suspiró fastidiada, su hermana podía ser una persona muy misteriosa con secretos ocultos algunas veces, pero su ternura e inocencia hacía que nadie sospechara de ella, excepto por la menor de las Kochou. Pero los secretos de su hermana no era para nada peligrosos, no había nada de que preocuparse.
Habían pasado dos días más, la mayor de las Kochou se dirigía a la finca de Oyakata-sama.
— Buenos días, Kochou-sama. Pase por aquí para recibir su misión. — Indicaron dos niñas, una albina y la "otra" pelinegra.
— Buenos días, gracias. — Saludo y los siguió hasta el patio trasero. Como era de esperarse, el líder del clan Ubuyashiki ya estaba esperándola pacientemente sentado con la vista perdida en el cielo (aunque este estuviera ciego).
— Buenos días Oyakata-sama. El cielo se encuentra muy lindo hoy y está lleno de nubes. Espero que se encuentre con buena salud, he estado rezando junto a mis hermanas por su salud. — Saludo de forma formal haciendo una reverencia y sentándose frente a su superior. Las dos "niñas" se sentaron al lado de su padre y tomaron cada una una mano del mayor.
— Buenos días, hija mía. Me alegro escuchar que el clima está agradable, y agradezco mucho por orar por mi, igualmente oraré por todos mis espadachines. — Aseguró el hombre ciego. — Tu misión de hoy es en las orillas de ####, han habido muchas desapariciones y he enviado a varios espadachines pero todos han fracasado y perecido ahí mismo. Se cree que es una luna inferior así que por eso he decidido enviarte a ti.
— Está bien, me dirigiré enseguida. Oyakata-sama, perdón mi atrevimiento, ¿me dejaría ir a ver a Yuichiro-kun? — Pidió amablemente la hashira.
— Adelante.
— Arigato gosaimas. — La chica se levantó haciendo una reverencia. La niña albina la siguió guiándola por la casa hasta la habitación del demonio para luego dirigirse nuevamente con su progenitor. La pelinegra tocó tres veces la puerta corrediza. — Yuichiro-kun, he venido a verte. — Anunció su llegada para luego entrar y cerrar la puerta rápidamente. Al entrar se encontró con el demonio el cual leía un libro de literatura infantil que le había obsequiado Amane. — ¡Hola, Yuichiro-kun! — Canturreó sentándose frente a él, el niño levantó ligeramente la vista de su libro durante solamente unos segundos.
— Hola — Respondió secamente para volver a leer. El tema de conversación se había acabado en un abrir y cerrar de ojos, el niño era muy retraído a veces. La pilar se sintió algo nerviosa por no saber cómo seguir con la conversación.
— ¿Que libro lees? — Le preguntó pero fue ignorada por completo. Nuevamente los minutos pasaron y la hashira cada vez se ponía más nerviosa.
— ¿Como está Muichiro? — Preguntó sin despegar la vista de su libro.
— Muichiro-kun está muy bien. Sus heridas se curan por completo de forma muy acelerada, en unos días lo traeré de vuelta para que pase lo que queda de su recuperación aquí. Tal vez mañana o mañana pasado. — Aseguró sonriéndole ampliamente.
— Me alegro... — Dijo de forma seria mostrando algo de desinterés. — Dile que lo extraño mucho. — Las mejillas del demonio se tiñeron de un ligero color carmín, sus palabras apenas eran susurros, estaba avergonzado. Kanae aguantó un chillido de ternura, el niño no quería mostrar preocupación por su hermano, pero pudo verlo en su faceta de terquedad y preocupación días atrás, le era simplemente muy tierno.
— Le dire eso y que le mandas saludos. Me tengo que ir, tengo una misión. Cuídate, Yuichiro-kun — Acaricio el cabello del niño y salió de la habitación.
[1:35am]
Una hermosa chica de pelo negro y ojos violetas caminaba por el solitario pueblo junto a un peliverde de ojos también morados, pero sus pupilas eran delgadas y alargadas como las de un gato. En el pueblo reinaba la oscuridad y silencio, ya todos los negocios había cerrado. Salieron del pueblo pasando por un pequeño riachuelo empezando un solitario camino en el área rural. El demonio de cabellos menta vio de reojo a un grupo de cazadores que pasaban a un lado suyo dirigiéndose hacia la dirección contraria, pero ningún grupo de distintos seres se tomaron importancia, esos dos demonios pasaban muy desapercibidos entre humanos.
Tardaron tan solo algunos minutos en llegar frente a la residencia de Oyakata-sama, el lugar estaba repleto de glicinias para la protección de la familia Ubuyashiki, la entrada era la excepción, pero el aroma a wisterias era fuerte y persistente, suficiente para hacer sentir más débil a un demonio.
— Buenas noches. Oyakata-sama los espera en el interior de la finca. — Dos niñas albinas los estaban esperando en la entrada de la finca, ambas vestían un kimono morado con flores del mismo color, la mayor de las dos tenía una flor amarilla del lado izquierdo de la cabeza, la menor una arreglo de glicinias del lado derecho, eran Kuina y Kanata, las hijas menores de los Ubuyashiki.
— Buenas noches. — Saludo la hermosa demonio siguiendo a las dos pequeñas niñas dentro de la finca. Las menores de las quintillizas los guiaron solamente hasta la habitación donde se encontraba el patrón junto a otro par de quintillizas, las dos mayores Hinaki y Nichika, estas vestían kimonos azul marino con un patrón de flores rosas y naranjas, Hinaki tenía un adorno rojo del lado derecho de su cabeza y Nichika tenía un adorno amarillo del lado izquierdo. — Buenas noches, Oyakata-sama. — La demonio se inclinó en el suelo haciendo una reverencia a aquel piadoso hombre, acción imitada por el demonio de ojos pálidos, después ambos tomaron asiento frente al menor en una distancia considerable.
— Buenas noches, Lady Tamayo y Yushiro-san. Les agradezco mucho por tomarse la molestia de asistir hoy. ¿Gustan algo de té? — El único varón de los quintillizos se acercó con un juego de té en una bandeja. El niño lucía y vestía como una niña, al igual que sus hermanas menores traía puesto un kimono violeta con el mismo patrón, su adorno era de glicinias del lado contrario de su hermana Kanata.
— Si, se lo agradecemos mucho. — Dijo cortésmente recibiendo la bebida caliente que el niño le ofrecía, Yushiro solo imitó a su amada, había recibido la petición anteriormente de ser educado y no la defraudaría. — Tomando el asunto por el que es motivo mi visita, realmente me sorprende lo que ha expresado en su carta. — Sacó a borda el tema.
— Así es, el niño tiene aproximadamente una semana desde que se convirtió en demonio, mi esposa le ha ofrecido de su sangre pero se niega a consumir sangre humana. — Aseguró el Ubuyashiki. — Ahora mismo mi esposa lo trae. — Tamayo solamente asintió.
Pronto pasos se empezaron a escuchar cerca de la habitación, los dos demonio presentes dirigieron su mirada al umbral de la puerta. La bella mujer albina se acercaba al lugar y junta a ella estaba un niño de posiblemente diez años o más, no pasaba de los doce. El niño tenia levemente el ceño fruncido haciendo un pequeño mohín, la mujer entró saludando dando las buenas noches y haciendo una leve reverencia, el niño solamente entró en el lugar siguiendo a la de ojos ciruela, los saludos de la mujer fueron correspondidos por los demonios.
— El es Tokito Yuichiro-san. — Anunció la fémina presentando al niño con los demonios.
— Hola Tokito-san, me llamo Tamayo. — Saludo la demonio.
— Eres un demonio. — Dijo simplemente el niño
— ¡DEBES TENER MÁS RESPETO! ¡CUANDO TE SALUDAN DEBES DE RESPONDER AL SALUDO! ¡ADEMÁS DEBES DE DIRIGIRTE CON MÁS RESPETO A LA SEÑORA TAMAYO! — Grito molesto el demonio de cabellos pálidos desde su lugar, antes de que el niño dijera algo al respecto la otra demonio regañó.
— Yushiro — Replicó seriamente.
— No lo agredí físicamente como me lo pidió, ni me levante de mi lugar. — El tono del demonio cambio drásticamente a uno un poco más relajado, su ceño fruncido desapareció y miraba a al demonio de ojos violetas, está solo suspiró.
— No importa, no es aceptable.
— De acuerdo
— Lamentó eso mucho, Oyakata-sama. — Se disculpó la mujer haciendo una reverencia en el suelo.
— No hay de que preocuparse, Lady Tamayo. — Aseguró el líder de los cazadores de demonios. Los orbes de la fémina se dirigieron al demonio azabache.
— Así es, Tokito-san, yo soy un demonio al igual Yushiro y tú. — Afirmó la mujer.
Tokito miro no muy confiado a los de su misma especia, después volteó a ver a la mujer albina y jalo ligeramente el kimono de esta, la Ubuyashiki lo volteó a ver, este le hizo señas de que se agache y con duda asintió.
— ¿Ella es la amiga de Oyakata-sama? — Susurro al oído de la mujer.
— Así es — La mujer se levantó después de responder la duda del niño.
— ¿Tu puedes convertirme en humano?— Pregunto inocentemente el niño acercándose a la otra demonio y sentándose frente a ella.
— Si hay una forma de volverte humano.
— ¿Cual es? — Preguntó algo esperanzado el chico.
— Todas las enfermedades y heridas tienen cura, sin importar que tan graves sean. Todavía no se como devolverle la humanidad a un demonio. Pero se que un día... Te prometo, que vamos a encontrarlo, estamos decididos a encontrar el tratamiento correcto. — Explicó la mujer, el niño la escuchaba atentamente. — Tokito-san, es muy difícil que un demonio logre abstenerse a sus instintos. Yo no lo veo tan difícil, al menos no para mí, tal vez para otros demonios. Le hice varios cambios a mi cuerpo para poder seguir viviendo sin hacer daño, podemos sobrevivir con una mínima cantidad de sangre. Yushiro necesita menos sangre de la que necesito yo, pues yo fui la que lo convirtió en demonio. Hasta donde se sabe, Kibutsuji es el único que puede crear demonios y es prácticamente cierto. A mi me costo más de doscientos años y después de todo solo pude convertir a Yushiro.
Yuichiro miro algo incrédulo a la mujer, le habían explicado que los demonios no morían por vejez, pero aquella chica lo decía tan a la ligera. — ¿Doscientos años? ¿Pero cucarnos años tiene? — Preguntó en un tono sereno pero su rostro mostraba algo de rechazo e incredulidad.
— ¡A UNA MUJER NO SW LE PREGUNTA SU EDAD! — Yushiro golpeó fuertemente al azabache en la cabeza, pero este no se iba a dejar.
— ¡DÉJAME EN PAZ, IDIOTA! — Grito el menor golpeándole en el rostro al de ojos amatista.
— ¡Yushiro! — Exclamó Tamayo.
— Yuichiro-san — Llamó la atención la albina de forma tranquila, Yuichiro solo chasqueó la lengua.
— Lo lamentó
— Si sigues así te castigaré
«Lady Tamayo luce muy linda cuando se enoja»
— ¿Quien es Kibuts- — La boca del azabache con puntas mentas fue tapada casi de inmediato por el demonio con el que se había peleado hace tan solo unos segundos.
— Idiota, si dices su nombre morirás. — Refunfuñó el de cabello cenizo.
— ¿Por qué? — Cuestionó el niño.
— Kibutsuji Muzan es el rey de los demonios, el tiene una maldición sobre sus demonios para mantenerlo vigilados. Los demonios y no pueden decir su nombre ya que los mata de inmediato. — La habitación se mantuvo en silencio unos momentos.
— ¿Como puedo quitarme esa maldición? — Preguntó con el ceño levemente fruncido.
— Hablé con Oyakata-sama mediante cargas, y creemos que lo mejor por el momento es que vivas con nosotros durante un tiempo, para poder estudiarte y ayudarte a liberarte del control de Muzan. — Aquellas palabras no le habían gustado al niño, no del todo.
— No quiero. — Respondió secamente el niño.
— ¿Por qué? — Cuestionó la amable mujer.
— Kanae había dicho que mi hermano pronto estaría en casa, quiero verlo. No quiero irme sin el. Quiero verlo. — Dijo de forma terca el niño repitiendo sus palabras.
— Yuichiro — Escuchó la voz de Oyakata-sama de atrás suyo y volteó a verlo. — Entiendo tu preocupación por Muichiro, pero es lo mejor para ti. — Aseguró
— No quiero. ¿Como se si realmente son buenos?
— Tokito-san, prometo que no te haremos daño, solo será un tiempo, puede ser meses o uno o dos años, luego regresarás con tu hermano. Este lugar es peligroso para ti ya que tarde o temprano las cazadores se darán cuenta de ti u querrán asesinarte, y no podrás ver a tu hermano. Solo será temporal tu mudanza.
4938 palabras
Sábado 28/07/23
Gente me quede sin ideas para el siguiente capituló wuajsns
Bueno, en teoría haré uno o dos capítulos de Yuichiro viviendo con Tamayo y Yushiro, pero también tengo que dar avance con Muichiro.
Problema 1: No se que escribir sobre Tamayo, Yushiro y Yuichiro, así que si tienen ideas de escenarios de estos tres demonios ya sean randoms o lo que se les ocurra.
Aclaro: El tiempo que dure Yui con ellos será antes de que Tanjiro asome sus narices ahí.
Problema 2: no se que escribir de Muichiro. Inicia su entrenamiento así que las Kochou ya no tendrán mucha participación. En lo que cabe en mi cabecita y por el orden cronológico de la historia, los gemelos estaban a meses o semanas de cumplir 12 años, ya que había pasado más o menos un año y cachito desde que se murieron sus padres por la narración de Muichiro. Y Muichiro se convirtió en hashira a los 13 años, fue el último y ya estaban Rengoku Mitsuri y Shinobu (19, 18 y 17 años cada quien).
Problema 3: no se que escribir cuando se reencuentren los gemelos, obviamente si tengo una mínima idea pero no dire que por no dar spoiler.
Problema 4: no tengo ni puñetera idea para una técnica de sangre para Yui, solo tengo esto:
Técnica de sangre: niebla cortante. Yuichiro se araña dejando caer su sangre la cual se convierte en una especie de niebla que corta todo a su paso, pero Yuichiro la ha modificado para que solo funcione en demonios y no humanos.
Quiero hacer técnicas de sangre inspiradas en Kokushibo, pero fuera de esta técnica que invente no tengo nada, si se les ocurre algo me dicen por favor.
Sugerencias 👉
Teorías 👉
La otra cosa que se me olvidó que es pero si salgo de la aplicación en este instante se me borran las imágenes 👉
Disculpen cualquier falta de ortografía
Bye <33
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