Luces de ciudad.
Iba camino a su muerte y la princesa de ciudad solo podía pensar en cuánta sangre se había derramado para pintar su hogar de luces.
¿Cuántas estrellas habían muerto?, ¿Cuántas veces el cielo se quedó sin luna solo para que mi planeta tuviera un cachito de su luz?
Y no estaba hablando de astros.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro