Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Parte 12. Nuestra historia III -Aquel que deje de amar

Megatronus ahora se hace llamar Megatron. Después del asesinado de los ancianos concejales, Orion va en busca de su amado; sin embargo, este opta por abandonar su antiguo yo para convertirse en un sanguinario criminal y mostrarse ante el archivista declarando que sus lazos han sido cortados.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------

*Orion*

-Así que entonces...todo lo que me dijiste...fue pura mentira-. No me responde.

Me ahogo en mi propio dolor recordando todo aquellos mágicos momentos que pase con Megatronus; las imágenes pasan ante mis ojos como una cinta. Todo parecía tan real...la sinceridad de sus palabras...la gentileza de sus caricias...y el amor de su mirada...fui un tonto.

Ahora ni siquiera me atrevo a verlo. No quiero ver esos ópticos despiadados y llenos de odio. Puedo sentirlos clavados en mí pero sin expresión alguna.

Me asusto cuando se abalanza sobre mí pegando mi espalda al suelo obligándome a quedar frente a frente. No lo veo...Megatronus...¿Dónde está...esa mirada que solías regalarme?

Junta nuestras bocas forzándome a besarlo agarrándome de la nuca y meter su lengua en mi cavidad; no tengo los ánimos ni la fuerza para resistirme.

-Orion...-. Por favor...detente.

-¡Agh!-. Repentinamente se aparta o más bien, una patada en su rostro lo hace quitarse de encima mío posicionando su mano en el lugar del golpe sacando un gruñido. Giro mis ópticos descubriendo a quien me ha salvado. Ironhide...

-¡¿Qué demonios le haces, bastardo?!-.

-Ironhide...maldito-. Se levanta molesto confrontando a mi amigo que se dedica a ayudarme poniéndome de pie sin apartar su fulminante vista de Megatron.

-¿Qué...estás haciendo aquí?-. Lo miro confuso

-¿No es obvio, Orion? Me preocupé por tí y decidí seguirte-.

-Lo siento. Gracias por venir-. Toma mi mano con fuerza reconfortándome.

-No hay de que. Ahora...-. Ambos nos fijamos en Megatron quien tiene una expresión terrorífica y oscura la cual nos hace temblar a ambos. Ironhide oprime mi mano más fuerte haciéndome notar sus nervios. -Debemos largarnos de aquí lo más rápido que podamos-.

-¿Creen que podrán huir? ¿Acaso crees que te permitiré llevarte a Orion?-.

-Me lo llevaré-. Sonríe y después, empiezan a aparecer de la nada mech y femmes de seguridad armados y apuntando a su fugitivo. ¿Ironhide los ha llamado?

-¿Qué te parece, Megatronus? Ya no puedes hacer nada ahora-. Este en vez de acojonarse, empieza a reírse como un demente ante la amenaza de Ironhide poniendo confusos a los presentes, incluyéndome.

-¡Ja, ja, ja! Ya veremos-. De la oscuridad a espaldas de Megatron, varios pares de ópticos rojos brillantes aparecen caminando a la luz descubriendo sus siluetas. Son demasiados...ellos son sus seguidores.

-Estos son mis proclamados Decepticons, ellos apoyan mi causa y me son totalmente fieles. Juntos, los mataremos, y yo proclamaré la mátrix para mí-. Dibuja una torcida sonrisa en sus labios mientras levanta su brazo haciendo un ademán con la mano en señal de...

-¡Ataquen! ¡Mátenlos a todos menos a Pax! Tráiganmelo con vida y sin ningún rasguño-. Su gran tropa lo obedece dándo un grito de batalla acercándose a nosotros rápidamente. Los mechs de seguridad no se quedan atrás y se preparan para luchar cargando sus armas.

-¡Orion, vámonos!-. Ironhide tira de mí haciéndome correr para apartarnos de lo que se ha convertido en un campo de batalla. Esquivamos tantos disparos como podemos, pero uno de ellos logra alcanzarme justo en la espalda sacándome un gemido de dolor, luego otro más en la pierna que me hace caer al suelo.

-¡ORION!-. Ironhide se agacha horrorizado para inspeccionar mis heridas que parecen graves mientras gimoteo de dolor -Vas a estar bien. Te llevaré con Ratchet-. Me carga entre sus brazos sacándome de ahí. Mi vista se nubla, estoy perdiendo la consciencia; lo último que veo es la imagen de Megatron a lo lejos; luce borroso, no distingo su expresión pero sé que está mirándome. Después, todo se vuelve negro.

*Megatron*

Se han llevado a Orion, lo he visto; lo han herido gravemente dándome un enorme susto y sé perfectamente quien es el responsable.

Mis subordinados han acabado con esos patéticos policías que han sido convertidos en chatarra. Concentro mi mirada en uno de mis guerreros; saco mi sable y corro hacia él atravesando su cuerpo desde atrás escuchando su grito de agonía ante la sorprendida vista de mis demás guerreros. Hundo más mi espada en él viendo el energon escurrir de su herida derramándose en el suelo.

-Mi lord...¿por...qué...?-. Termino por partirlo a la mitad aplicando gran fuerza en mi estocada manchándome casi toda la cara y cuerpo. Los fusibles y extremidades salen volando horrorizando a los demás decepticons por el espectáculo dado.

He dejado de ser yo mismo; me acabo de dar cuenta, lo he hecho para iniciar mi propio gobierno de tiranía y opresión; y pensar...que lo hice a costa de romper la promesa que le hice a Orion, pero no puedo parar, no quiero que mi gloria se extinga. Esto es sólo el comienzo de un futuro que me aguarda grandeza. Debo encontrar la Mátrix.

*Ironhide*

Corro apresurado esquivando a quienes se me crucen. Todos están enloquecidos por las fuerzas guerreras que han empezado a movilizarse por el complot que Megatron ha causado.

-¡Ratchet! ¡Abre, rápido! -. Llego con el mejor médico que conozco a que cure a Orion que ha quedado inconsciente a causa del dolor.

-Irondihe, ¿qué te...?-. Al abrir la puerta, Ratchet queda pasmado al verme. Sin pensárselo me deja pasar para depositarlo en un camilla con cuidado de no lastimarlo.

-¡¿Qué ocurrió?! Hay todo un lío afuera-. Empieza a sacar sus herramientas rápidamente para inspeccionar a Orion.

Aprieto los puños al recordar lo acontecido. Mi pobre amigo...ha sufrido mucho, y todo por culpa de él.

-¿Recuerdas...que Orion salía con ese gladiador?-. Ratchet interrumpe su inspección médica posando su mirada en mí.

-¿Megatronus? ¡¿Él le hizo esto?!-.

-Algo así, pero se hace llamar Megatron ahora. Verás, es algo largo de contar-. le narro todo lo ocurrido el día de hoy viendo como su rostro cambia constantemente mientras avanzo en los acontecimientos.

-Demonios...esto es demasiado. Ese desgraciado...-. Ratchet aprieta los dientes exasperado lamentándose por el sufrimiento de nuestro amigo mientras que yo mantengo una expresión amarga.

-Megatronus...-. Ambos volteamos al escuchar la voz de Orion creyendo que ha despertado, pero sigue sin abrir sus ópticas. Ha susurrado ese nombre con un rostro lastimero mientras derrama una fina lágrima.

-Debo atenderlo. Mantente esperando, ¿sí?-. Ratchet vuelve a su tarea como médico mientras yo me quedo sentado a esperar a que despierte.

*Orion*

Camino desorientado por un sendero oscuro hasta que veo una resplandeciente luz azul fosforescente a lo lejos justo delante de mí; desde ahí, hay alguien que me llama.

~Orion~ Es una voz masculina profunda y poderosa que parece estar agonizando. Me encamino hacia allá acercándome a la brillante luz que se hace cada vez más grande ante mí. Al estar tan cerca, caigo en cuenta de la identidad de quien pronuncia mi nombre.

-Primus...en persona...-. Quedo ensimismado al estar ante el creador de todo lo que se conoce en Cybertron y enseguida me arrodillo bajando la cabeza.

~Levanta la cabeza, joven archivista~ Hago lo indicado poniéndome de pie.

~Orion Pax; debes encontrar la Mátrix del liderazgo y hacerla tuya. Eres el único lo suficientemente digno de portarla~

-Eso...me lo han dicho; pero no sé como hacerlo-

~Escucha, estoy muriendo; a causa de la guerra que se ha desatado en el planeta. El núcleo está siendo envenenado por los daños que sufre Cybertron~

-¡¿Qué?! ¿Cuál guerra?-.

~La que ha provocado el llamado Megatron desde hace dos meses atrás~ ¿Dos meses...? pero si me desmayé hace nada...a menos que todo esto sea un sueño extraño y sin sentido.

"Despierta, Orion"

Abro mis ópticos encontrándome con un techo grisáceo ¿Dónde estoy? Me levanto adolorido quedando sentado en la camilla donde estoy. Inspecciono mi cuerpo con cuidado notando grandes cicatrices que aún me duelen.

-¡Orion!-. Volteo encontrando a mi lado a Ironhide quien me abraza lleno de alegría.

-Ouch, Ironhide, me lastimas-. Me suelta conmocionado tomando mis hombros.

-Lo siento, pero de verdad...pensé que no despertarías-.

-¿Cuánto tiempo estuve en esta cama?-.

-Un par de meses-. Abro mis ópticos impactado al recordar el sueño que tuve.

-¿Y que...ha sucedido en estos dos meses?-. Ironhide agacha su cabeza con el rostro contraído.

-Ha sido terrible...Megatron declaró la guerra a Cybertron dejando montañas de cadáveres y escombros. Hemos peleado y perdido a muchos soldados. Se ha dedicado a buscar la Mátrix devastando todo a su paso-. Entonces es verdad. No lo puedo creer.

-Unos días después de que Ratchet te curó, te trasladamos hasta aquí; la región en donde estábamos fue destruida-.

-¿Dónde está Ratchet?-.

-Fue a una base a atender a los heridos-. Una enorme explosión interrumpe nuestra conversación agitando el suelo; en cuestión de segundos, el lugar empieza a derrumbarse.

-Maldición, debemos irnos. Este lugar ya no es seguro-. Me apoyo en el hombro de Ironhide debido a que mis atrofiadas piernas no me responden por tanto tiempo sin moverlas. Vamos lo más rápido que podemos a la salida, y al atravesarla no puedo creer lo que veo.

El cielo es cubierto por una enorme cantidad de humo negro proveniente de las llamas que cubren los escombros que solían ser edificios. Hay restos de metal quemado por todos lados y sobre estos grandes charcos de energon y cadáveres deshechos de maneras horribles. Lo que una vez fue un pacífico y bello paisaje ahora parece un infierno.

Apenas reacciono al llamado de Ironhide al insistirme en seguir caminando. Me apresuro a duras penas hasta que recuerdo otro detalle de mi sueño.

-Ironhide...Debo irme-. Deja de caminar volteando a verme incrédulo.

-¿Has perdido la razón? ¡¿Adónde vas a ir en medio de esta guerra?!-.

-Recordé que debo ir al núcleo. El planeta ha sido envenenado por la devastación de la batalla; debo ir allá para intentar restaurarlo o Cybertron perecerá. Por favor, amigo-. Me contempla no muy convencido pero accede suspirando derrotado.

-Bien, pero iré contigo. Tenemos suerte de que esté a pocos kilómetros de aquí-. Sonrió agradecido y preparado para dirigirnos al núcleo. Desgraciadamente, no llegamos muy lejos cuando un disparo le llega de improvisto a Ironhide en la pierna. Da un alarido cayendo arrodillado.

-¡Ironhide!-. Vemos a nuestras espaldas y de entre el fuego, sale el mech causante de mi miedo y sufrimiento.

-No...-. Megatron me contempla ensimismado a tres metros de donde estoy junto a Ironhide que aprieta los dientes gruñendo aguantando su herida.

-Así que aquí estabas, Orion. Te he buscado por todas partes-.

-Aléjate. No te acerques-. Reuno la valentía suficiente para desafiarlo con la mirada lo cual le resulta extraño.

-Deja de esconderte y ven conmigo. No tienes por qué resistirte-. Empieza a caminar hacia nosotros que nos encontramos indefensos, hasta que Ironhide se levanta posicionándose frente a mí a modo de protección y rápidamente dispara un par de veces a Megatron quien desvía sus ataques con la hoja de su sable.

-¡Ahora Orion! ¡Vete lo más rápido que puedas!-. Me paralizo del susto al escucharlo sin querer aceptar el significado de sus palabras.

-¡Ironhide! ¿Qué haces? ¡No voy a dejarte!-.

-¡¿Acaso estás sordo?! ¡No te pregunté! ¡Largo!-. Escuchando la severidad de su tono, me pongo de pie como puedo y me doy la vuelta lo más rápido que puedo; trato de correr unos metros poniéndome a salvo, no puedo evitar mirar atrás para ver como Ironhide a pesar de su herida trata de hacerle frente a Megatron en una batalla que claramente no puede ganar.

Megatron le encesta varios golpes a la cara haciéndolo retroceder y expulsar energon de su boca, pero Ironhide no se deja vencer y lo golpea en el estómago sacándole una queja. Posteriormente, ambos estrechan sus manos entrelazando sus dedos compitiéndo en fuerza empujándo al otro, confrontandose las miradas fieramente. Megatron lo sobrepasa por mucho. Temo lo que sucederá a continuación.

-Ansiaba este momento, Ironhide. Deseaba deshacerme de ti-. Megatron logra empujarlo lo suficiente como para hacerlo caer en una rodilla, pero este no flaquea y sigue resistiendo.

-Ngh...Tu tampoco me agradas, idiota. Mantendré a Orion a salvo hasta el final. No me importa perder mi vida por él-. Ironhide voltea a sonreirme por última vez orgulloso de si mismo, orgulloso de morir como un verdadera guerrero y contento de haberme salvado. No...Ironhide...

"Cuídate, amigo"

Megatron blande su sable atravesando el torzo de Ironhide donde empieza a salir energon a chorros. Lo arroja al suelo como chatarra y continúa golpeándolo con saña salpicando energon encantado de contemplar como acaba con su vida lentamente...hasta que su spark termina por extinguirse.

No...no...¡No! Continúo mi camino destrozado por dentro, aguantando las cicatrices que han empezado a abrirse nuevamente. Corro entre los escombros tropezando de vez en cuando debido a la torpeza de mis piernas semi entumidas. Mi amigo...lo ví morir por mí...y no pude hacer nada...Me odio tanto a mi mismo, odio ser tan débil.

-¡Orion! ¿En dónde te metiste?-Me percato de que Megatron continúa persiguiéndome a paso lento, como cuando un depredador acorrala a una presa indefensa. No me detengo, trato de acelerar el paso lo más rápido posible al lugar donde se encuentra el núcleo hasta que por fin lo tengo a la vista.

-Orion, si no eres mío no serás de nadie-. No dudo en adentrarme al pozo oscuro cayendo y golpeándome un largo camino hasta terminar en lo más profundo frente a una gran luz.

-He...llegado-. Permanezco en el suelo sin ser capaz de levantarme.

~Te he estado esperando~ esa voz antigua otra vez...Primus...~Orion, he percibido la nobleza de tu spark, por ello he de otorgarte la Mátrix del liderazgo~ Un rayo de luz proveniente del núcleo me ilumina aproximando un objeto hacia mi pecho.

~Apartir de este día, tu nombre es...~

*Megatron*

Entro en el pozo buscando a Orion. No hay rasto de él hasta que descubro el núcleo en lo más profundo, se encuentra alguien parado frente a este de espaldas a mí. Ese patrón de color...¿Orion?

Al percatarse de mi presencia, se gira mostrándome la figura de un guerrero con aires de grandeza con un porte orgulloso y sereno. No es Orion...¿o sí? ¿Qué le pasó? Luce más alto, más fuerte e incluso imponente.

-Orion-. Pasea sus serios ópticos por mi cuerpo de pies a cabeza y al ver el energon de su amigo Ironhide impregnado en mis manos y armadura, afila su mirada de una forma única, una que Orion jamás haría.

Papadeo un par de veces cuando transforma una de sus manos en una espada grande con la que se dispone a atacarme colocándo una placa en su rostro que cubre su boca. Lo detengo con mi arma notando su fuerza ¿qué rayos?

-Megatron- Una voz grave y autoritaria penetra mis receptores de audio sorprendiéndome -¡jamás perdonaré lo que has hecho!-. Me arroja al suelo con una potente patada atareándome

-¿Quién eres? ¿Qué te ha pasado, Orion? ¡¿De dónde sacaste esa fuerza?!-.

-No me llamo así; mi nombre es Optimus Prime-. Dijo...Prime...no es posible. ¡Ha obtenido la Mátrix!

-----------------------------------------------------------

A partir de ese día, aquellos que alguna vez se amaron, lucharon como enemigos mortales en uma guerra que parecía no tener fin. En todos sus encuentros, uno tubo la oportunidad de matar al otro, pero por alguna razon, ninguno tuvo el valor de hacerlo. Optimus peleo con la creencia de que Megatron sería capaz de cambiar, una parte de él lo sentía. Se hizo un soldado que lidereó tropas y dirigió estrategias de batalla conociendo a varios autobots de su confianza, en una de esas fervientes batallas encontró a un joven sparklin amarillo al cual se le había destruido el módulo de voz, lo acogió como su protegido para pelear juntos desde esa ocasión; Megatron tomó las vidas de varios autobots que sabía que fueron importantes para el Prime, pero nunca se atrevió a atravesarlo con su espada pese a haber peleado varias veces. Con el tiempo la guerra devastó ese planeta, varias naves abandonaron su lugar de origen huyendo a distintos planetas.

Megatron y Optimus hicieron una especie de pacto por la costumbre de cada vez que luchaban.

"Uno prevalecerá...el otro caerá" Esa fue su nueva promesa como eternos rivales. Tal vez esta si se cumpliría.

CONTINUARÁ...

Ese es el trágico relato detrás de estos líderes que olvidaron cuanto se amaron.
La maldad de Megatron dió nacimiento a un nuevo guerrero ¡El último de los Primes! con quien ha continuado combatiendo por siglos.

Notas: Uff...me dejé llevar por la trama pero espero que les haya gustado. Ahora saben que Ironhide murió a manos de Megatron.
En el próximo capítulo volvemos a la actualidad para descubrir como van las cosas con Mega y Op. ¡Hasta luego! ♡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro