Daegon
Al principio creía estar soñando:
La primera campanada lo despertó, segundos después sonó la segunda, el simplemente creyó que se trataban de las 3 campanadas con las que se llamaba a la gente a rezar al septo de Baelor por algún acontecimiento especial. Sonó la tercera campanada pero cuando Daegon se iba a levantar de la cama, sonó la cuarta y el se quedó quieto, mirando hacia la ventana.
Quinta campanada. La mente de Daegon es un torbellino de pensamientos.
"¿Podría ser que la ciudad esté siendo atacada?". Pensó mientras agudizaba el oído, pero no escuchaba gritos o ruidos de espadas.
Sexta campanada.
"En ese caso las campanadas serían para avisar a la población para que se refugie, pero no escucho gritos.....".
Séptima campanada, afuera seguía habiendo un silencio sepulcral.
"Pero ¿quien podría estar atacando la ciudad tan pronto?...."
Octava campanada. Toda la capital parecía estar dormida, salvo por el ruido de las campanas.
"¿Y porque no hay ruido en las calles?...."
Novena campanada. Daegon ya comenzaba a tener un muy mal presentimiento.
"Hay silencio, no escucho nada, no creo que eso sea normal en un asedio....."
Décima campanada. Parte de él quería levantarse, asomarse a la ventana y ver que sucedía, pero su cuerpo parecía paralizado en esos momentos.
"Diez campanadas bien coordinadas, esto no es un aviso de ataque....."
Onceava campanada. Un escalofrío empezaba a recorrer su columna.
"Pero entonces que diablos sucede ¿porqué suenan once campanadas?..... Solo sé de una ocasión donde las campanas suenan innumerables veces toda una mañana, tarde o noche,pero eso es solo cuando... cuando......"
Doceava campanada.
Luego vino la decimotercera, la decimocuarta y así sucesivamente pero él ya no las escuchaba. Daegon se quedó paralizado en su cama con el ruido de esa doceava campanada aún resonando en su cabeza, poco a poco volvió a escucharse por la ventana el bullicio de las calles y el mercado como si el mundo volviera a la vida. También comenzaron a escucharse ruidos de pasos apresurados pasando por delante de su puerta en el pasillo mientras intentaba asimilar la idea que ocupaba rincón de su mente. Lo primero que sintió fue alivio, al menos los primeros segundos, pero ese sentimiento fue rápidamente remplazado con ira y frustración.
"No....no no no..."
-NO!.-
Gruñó con frustración mientras volvía a moverse, debía hablar con Steffon enseguida. Se levantó de la cama, se vistió rápidamente, se ató la funda de Lekia a su cintura por si acaso y sin siquiera detenerse a mojarse el adormecido rostro abrió la puerta e irrumpió en el pasillo rumbo a la oficina de Steffon.
Al llegar lo encontró acompañado por Malik y otros miembros de la guardia, todos lo rodeaban con un profundo silencio y al verlo aparecer sus expresiones se tensaron. Steffon tenía un trozo de pergamino en la mano que estaba releyendo, al ver su expresión y la de los demás Daegon confirmó sus sospechas. Antes de que Steffon hablara Daegon se le adelantó.
-Ni siquiera te atrevas a decirlo.-
Steffon se quedó callado unos segundos y luego se dirigió a los demás presentes.
-Por favor, déjenme solo con Lord Daegon.-
Todos se retiraron en silencio y con una inclinación de cabeza hacia Daegon. Luego Steffon, sin decir una palabra extendió su mano y le entregó a Daegon el trozo de pergamino, este lo tomó y leyó:
Robert Baratheon a muerto en la noche mientras dormía debido a una herida de Jabalí sufrida en su última salida de caza. De momento no sé mucho más pero hay mucho movimiento en la fortaleza. Ampliaré con más información tan pronto sea posible.
O
Al terminar de leer Daegon dejo la carta sobre la mesa con brusquedad pero con los ojos fijos en ella. Steffon intentó ser cauteloso con sus palabras.
-Esa carta de Omar acababa de llegar cuando escuché las campanadas. Al principio tampoco lo podía creer......mi lord sé que no es como usted quería que el usurpador muriera, pero de una forma u otra se hizo justicia.-
Al escuchar esto Daegon apretó los puños, aún con la mirada fija en esa carta.
-¿justicia Steffon?, ¿es así como lo llamas? Postrado en una cama sin sentir dolor gracias a la leche de amapola que seguramente le habrán dado en la fortaleza roja, murió mientras dormía como el cerdo que es, esto no es justicia, es una burla de los mismos malditos dioses que me quitaron a mi hermano!.-
Steffon sentía la ira creciendo dentro del Targaryen, por lo que comenzó a decir lentamente.
-La forma en que su vida terminó...-
Daegon lo interrumpió esta vez con un grito.
-¡SU VIDA ERA MÍA PARA QUITÁRSELA!.-
Hubo un silencio de unos segundos, donde Steffon no dijo nada, dejando que Daegon se desahogara, comprendía la frustración que debía de estar sintiendo en esos momentos. Finalmente Daegon continuó, esta vez con un tono de voz más bajo.
-Debi de haber acabado con él en Winterfell, con un cuchillo en su cabeza y muchos testigos para verlo morir por mi mano.....¿no te parece gracioso Ser?, desde que Rhaegar murió quise asesinar al usurpador.... Y perdí....perdí frente a un maldito jabalí.-
Steffon respondió.
-Milord, no gana nada martirizándose con lo que ocurrió. No se puede cambiar el pasado, deberíamos concentrarnos en que el usurpador está muerto y pensar en lo que vendrá en el futuro. Porque con todo respeto mi lord, hay un problema más grande que la forma en la que murió el usurpador, y es la sucesión al trono.- Daegon, comprendiendo el problema asintió con la cabeza.
-Es cierto, pero el trono pasaría a su hijo Joffrey Baratheon pero por su edad aún no podría asumir el trono, eso dejaría como posibles regentes a su madre Cersei Lannister o a Ned Stark, si el usurpador tiene algo de cerebro habrá nombrado a Stark antes de morir.-
Steffon se puso de pie, mientras ordenaba un poco su escritorio.
-Concuerdo que entre ambas opciones eso sería lo mejor, aunque dudo que los Lannister se lo tomen bien.....ahora discúlpeme milord pero debo ir al taller a asegurarme que todos sigan con sus actividades, no debemos parecer sospechosos ni aunque haya muerto el usurpador.-
Daegon asientió con la cabeza y Steffon salió de la habitación dejándolo solo. El Targaryen se sentó en la silla de madera frente al escritorio de Steffon para luego desenfundar a Lekia y apoyándola encima de la mesa observar fijamente el rubí en su empuñadura.
-Te debes de estar riendo de todo esto ¿verdad hermano?....Fuiste vengado por un jabalí.- Al decir estas palabras le pareció que el rubí brillaba con mayor intensidad como forma de respuesta, aunque también pudo ser el reflejo de la luz del día en la joya.
Lo extraño del caso era que a pesar de la muerte de el hombre a quien quería ver muerto desde la batalla del tridente, alguien a quien había considerado su enemigo casi toda su vida, Daegon no se sentía feliz ni mucho menos victorioso, se sentía vacío.... era como si no hubiera ocurrido nada. Este se dijo mentalmente que era porque no había muerto por su mano, que no había muerto sufriendo, por eso no estaba satisfecho.
Pasaron varios minutos antes de que Ser Steffon regresara y lo pusiera al tanto.
-En las calles ya se está hablando sobre el asunto y sé mejor lo que ocurrió. El rey fue al viaje de caza del que ya sabíamos y una vez allí hizo lo que mejor sabe hacer, ponerse lo más borracho posible, y se encontraron con un jabalí el cual el usurpador quien apenas podía mantenerse en pie por el vino dijo que se enfrentaría el solo a la bestia y esta le clavo uno de sus cuernos en el pecho. Lo curioso es que con todo eso el usurpador logró matarla y dicen que se va a servir en un festín que se hará en su honor esta noche en la fortaleza roja.-
Daegon simplemente chasqueó la lengua con algo de fastidio y pero no dijo nada.
"Parece que Lord Mace tenía razón, la bebida fue la ruina de Robert Baratheon. El gran héroe de la rebelión, reducido a un borracho imbécil."
El resto de la mañana Daegon lo pasó en la oficina de Steffon, mientras almorzaban y hablaban de el impactp que tendría en los 7 reinos la muerte de Robert. De pronto golpearon la puerta, ante la órden de Steffon uno de los guardias entró.
-Señor, Omar esta aquí y dice que debe verlo con suma urgencia.-
Steffon se levantó rápidamente, luciendo algo nervioso.
-¿Que?, Tanto el como Cory Saben que no deben dejar la fortaleza roja a menos que sea un asunto de vida o muerte, nos costó mucho colocarlos en ese puesto... que pase.-
Le dijo al guardia. Este asintió y abrió paso a un hombre algo corpulento el cual vestía una armadura y portaba una espada, entró rápidamente y cuando cerraron la puerta detrás de él Steffon habló.
-Antes de que expliques tu presencia aquí Omar creo que no has tenido el placer de conocer al príncipe Daegon Targaryen.-
Omar, quien no se había percatado de la presencia de Daegon hasta ese momento amplió un poco los ojos e inclino la cabeza hacia el.
-Mi príncipe, le ruego disculpe esta intromisión pero es un asunto urgente-.
Daegon estaba por decirle que no era un príncipe, ya tenía suficiente con que lo llamaran Lord, pero lo dejo pasar.
-Es un gusto Omar, gracias por todo tu trabajo y el riesgo que corres al estar en la fortaleza roja.-
Con las presentaciones dadas, Steffon tomó asiento de nuevo.
-Bien, ahora por favor habla Omar, ¿Que ocurrió?.-
Omar lucía nervioso, como si no supiera como decir la noticia que traía, pero finalmente habló.
-Eddard Stark fue apresado en el salón del trono y ahora mismo su guardia está siendo masacrada en la fortaleza roja.-
Esta vez fue Daegon quien se levantó bruscamente de su asiento.
-¿Que?!, ¿Que ocurrió?!.-
Omar tomó aliento y comenzó a relatar.
-Yo estaba patrullando cerca de los jardines cuando escuché los gritos y comenzó todo. Lo que sé es que tan solo unas horas después de la muerte del rey Stark fue ordenado a ir al salón del trono junto con todo el consejo real, por un sirviente el cual dijo que fue enviado por el "Rey Joffrey".....-
Steffon suspiró intercambió una mirada con Daegon.
-Así que coronaron al chico horas después de la muerte de su padre aunque no tenga la edad necesaria para asumir el trono.... .continua por favor.- Omar asintió y continuó con su relato.
-Cory, vio a Stark y a todo el consejo entrar al salón del trono en donde se encontraban Cersei Lannister y el príncipe Joffrey.... desconozco que ocurrió ahí dentro pero minutos después se desató la locura. Luego todos los guardias fuimos convocados y nos comunicaron que Stark era un traidor el cual había intentado usurpar el trono, que ya había sido arrestado y que ahora teníamos que poner bajo custodia a sus 2 hijas y arrestar al resto de la guardia Stark, quienes continuaban en la fortaleza. Aunque parece que ignoraron la parte de arrestarlos ya que se desató la guerra en los pasillos del lugar, guardia Stark contra guardia Lannister. Yo pude escabullirme y venir aquí pero creo que mientras hablamos la lucha continúa allí, aunque no creo que por mucho tiempo, la guardia Stark es superada en número y temo que serán masacrados.-
Al terminar de escuchar al guardia, Daegon volvió a sentarse, con la mirada perdida en el escritorio.
-Mierda....esto complica las cosas....-
Steffon se incorporó en su asiento, pasándose una mano por su fina barba.
-Me temo que si. Stark preso y los Lannister en el trono... Ocurrió lo que temía. No me agrada Stark pero no creo que haya intentado usurpar el trono de su mejor amigo, si hay algo que ese hombre tiene es honor.-
"El suficiente honor como para tener un hijo bastardo ya estando prometido..."
No pudo evitar pensar Daegon, pero no dijo nada ya que en el fondo se sentía igual que Steffon.
-Esto es una jugada de los Lannister para quitar de en medio a la única persona con la suficiente autoridad como para hacerles frente, que era la mano del rey.-
Steffon apoyó sus palabras.
-Coincido con usted mi lord, pero me temo que ahora no podemos hacer nada más que esperar. Omar, tu vuelve de inmediato a la fortaleza roja antes de que se descubra que abandonaste tu puesto e intenta junto a Cory conseguir la mayor cantidad de información posible sobre lo que ocurrió en el salón del trono, sobre el paradero de Stark y el sus hijas. Ahora más que nunca es vital saber lo que está pasando en la fortaleza roja. Omar asintió.
-A la orden, ahora con su permiso me retiro.- Luego de despedirse de Steffon e inclinar la cabeza hacia Daegon se retiró de la habitación.
Durante el resto del día no hubieron novedades sobre el asunto, solamente que en la ciudad ya se sabía que Lord Eddard Stark ex mano del rey estaba en prisión acusado de traición y en las calles no se hablaba de otra cosa. Daegon pasó el resto del día como normalmente lo hacía, entrenando o conversando con miembros de la guardia pero sus pensamientos regresaban una y otra vez hacia el incidente con Ned Stark. Daegon Había pasado un tiempo viviendo con Rhaegar y Lyanna Stark en Dorne, en los días previos a la rebelión de Robert y durante ese tiempo Lyanna se había convertido en una persona muy importante para él.
En ocasiones cuando Rhaegar salía de caza, él no podía evitar recordar sus años viviendo en la capital, cuando toda su familia estaba reunida y el podía correr con libertad y jugar con su hermano mayor, sin que su vida estuviera en constante peligro. En esos momentos de nostalgia y melancolía, se retiraba a sentarse en el balcón de la torre de la alegría a contemplar el sol poniéndose sobre las montañas dornienses y esperar a su hermano. Lyanna se sentaba junto a él sin decir una palabra y juntos contemplaban las vistas hasta Daegon se sintiera listo para deshaogarse de sus pensamientos y conversaban hasta el regreso de Rhaegar. Podría decirse que había llegado a ser como una segunda madre para él en aquellos tiempos difíciles donde la rebelión contra su familia comenzaba en los 7 reinos y sentía que le debía mucho. Durante su tiempo en Highgarden, al escuchar hablar a lord Mace sobre Ned Stark y sabiendo la verdadera razón sobre la fuga de Lyanna y Rhaegar hacia Dorne, Daegon se dió cuenta de que Eddard Stark no era un mal hombre, solo alguien que había estado en el bando equivocado de la guerra debido a que creía que su hermana corría peligro, y era considerada una de las personas más honorables de los 7 reinos, incluso sus enemigos admitían eso. También era consciente de la atrocidad que su padre el Rey Aerys había cometido al quemar vivos al padre y hermano de Ned, por lo que podía entender su resentimiento hacia su familia. Pero ahora ese hombre estaba prisionero por los Lannister, sus enemigos en común, y Daegon no podía evitar sentir que debía hacer algo al respecto.
Al día siguiente Daegon fue llamado a la oficina de Steffon, ya que había recibido un mensaje de Omar, al llegar este lo leyó en voz alta.
Hay noticias, Eddard Stark se encuentra prisionero en el fuerte de Maegor y se le será llevado a juicio en el septo de Baelor aunque de momento desconozco cuando. Sobre sus hijas, la mayor aún se encuentra en la fortaleza roja como rehén y la reina no se separa de ella pero la menor consiguió escapar. Aparentemente su "maestro de danza" retuvo a los guardias mientras ella huía, logró derribar a 2 antes de ser asesinado, aún no se conoce el paradero de la niña pero la guardia de la ciudad está buscándola con desesperación y han cerrado las puertas de la capital.
O.
Steffon le paso el mensaje a Daegon el cual comenzó a leerlo.
-Un juicio para Stark.....quieren que confiese públicamente por su "traición" para evitar ser ejecutado, supongo que le dejarán vestir el negro y unirse a la guardia de la noche.-
Daegon apartó su mirada del papel y lo dejó sobre el escritorio.
-Esto no me gusta.... Stark es demasiado honorable como para manchar su nombre y el de su familia aunque sea a costa de su vida, además puede que lo ejecuten de todos modos como castigo, sería una forma de evitar que se reúnan fuerzas en el norte para atacar. Por no decir que en caso de que le dejen irse al muro a servir en la guardia, el es el guardián del norte, su hogar está a pocos días de el muro ¿tu de verdad crees que abandonaria a su familia y su gente por una promesa hecha con una espada al cuello?.-
Luego de unos segundos Steffon asintió con la cabeza, pensativo.
-Es cierto, además aunque el tenga intenciones de cumplir con esa promesa no creo que su familia se lo permita.-
Al escuchar eso Daegon esperó unos segundos, para luego decir algo en lo que había estado pensando durante todo el día anterior y que había tomado una decisión durante la noche.
-Es por eso que tenemos que liberarlo-.
Hubo un largo silencio en el que Steffon observó a Daegon incrédulo, casi como si se hubiera vuelto loco.
-Mi lord.....es un gran riesgo y puede que esté acusado injustamente, pero de igual manera Stark es un traidor que marchó contra su padre, ayudando a la caída de su familia.- Dijo, midiendo muy bien sus palabras.
Daegon había esperado ese argumento y tenía una respuesta preparada. En los días que llevaba junto a la guardia pura había visto de primera mano todo el trabajo de Steffon y su lealtad para con su familia, por lo que se había ganado su confianza y creía que tenía derecho a saber la verdad.
-Se rebeló contra mi padre es cierto, pero lo hizo por su familia.... y por la razón equivocada.-
Steffon lo miró confuso.
-¿La razón equivocada?, ¿a que se refiere?.-
Daegon suspiró e hizo una pequeña pausa, como preparando la verdad que le revelaría a Steffon.
-Has resultado ser leal a mi familia y a nuestra causa Ser Steffon, por lo tanto te ganaste mi confianza y debes saber la verdad: La rebelión del usurpador se creó en una mentira, mi hermano nunca raptó a Lady Lyanna y mucho menos la violó. Ella huyó voluntariamente con él hacia Dorne y yo lo sé porque viajé con ellos para ocultarnos durante el comienzo de la rebelión.-
Steffon amplió los ojos y se mantuvo en silencio por unos segundos.
-Honestamente me costaba creer que el príncipe Rhaegar llegara a hacer eso, pero esa es la versión que se conoce por todo Westeros, ¿que ocurrió entonces milord?.-
Preguntó mientras caminaba hasta la mesa pequeña en la que se encontraba una jarra con vino y le sirvió una copa a Daegon para luego servirse una para el. Daegon le agradeció con la cabeza y luego de tomar un sorbo comenzó a relatar.
-Ya sabes lo que pasó en el torneo de Harrenhall donde luego de ganar Rhaegar nombro como reina del amor y la belleza a Lyanna Stark en lugar de a su esposa Elia Martell, ese fue el comienzo de toda esta locura. Luego de el torneo ambos estuvieron reuniéndose en secreto durante las visitas que los Stark hacían a ciertos lores del sur y se enamoraron el uno del otro. Pero Lady Lyanna ya estaba prometida al usurpador por lo que con mi hermano tomaron la decisión de irse juntos a Dorne, aún sabiendo que eso comenzaría una guerra. Yo no quería separarme de mi hermano y parece que él tampoco confiaba lo suficiente a estas alturas en nuestro padre como para dejarme en la capital. Por lo tanto partimos Lady Lyanna, Rhaegar, 5 miembros de la guardia real entre los que se encontraba Ser Arthur Dayne y yo. La versión de la historia conocida por el reino es la que tu conoces ya que nadie de los 8 que fuimos hacia Dorne esta vivo para decir lo contrario.... salvo yo y te doy mi palabra Ser Steffon de que en ninguno de los días que pasamos en Dorne, Rhaegar golpeó, maltrató ni abusó de Lyanna Stark.-
Hubo un largo silencio, tras el cual cual Steffon respondió.
-Le creo milord, pero... tantas muertes, tanta sangre derramada, casas casi extintas solo por que el príncipe Rhaegar amaba a otra mujer.....-
Daegon tomó otro sorbo de su copa.
-Peores guerras se han iniciado por menos, pero lo que mi hermano hizo no fue la única razón para la rebelión, solo fue un pretexto para iniciarla, había mucha gente que quería sacar a mi padre del poder....y a eso me lleva al asunto de los Stark. Seguramente habiendo sido guardia de la fortaleza roja recuerdas el terrible final de Rickard Stark lord de Winterfell y Brandon Stark su hijo y heredero cuando fueron a reclamar justicia a mi padre por el supuesto rapto de Lady Lyanna. Rickard Stark fue quemado vivo ante los ojos de su hijo el cual luego también fue asesinado.-
Steffon suspiró al recordar ese momento.
-Lo recuerdo....los gritos resonaron por toda la fortaleza roja.-
Daegon asintió y continuó.
-Teniendo ambas cosas en cuenta creo que Eddard Stark tenía suficientes razones como para seguir al usurpador revelándose contra mi padre, aunque no apoye lo que hizo respeto sus motivos. Yo hubiera hecho lo mismo en su lugar.-
Steffon tomó otro sorbo de vino y asintió con la cabeza.
-Bien....puedo entender yo también los motivos de Stark, pero ¿cual sería el plan para liberarlo?.-
Daegon sonrió levemente al ver que Steffon lo apoyaba en su decisión.
-Esa es la cuestión....¿sería posible poder sacarlo de la fortaleza de Maegor?. Quizás ingresando al lugar por la noche con un grupo pequeño.-
Steffon lo pensó unos segundos pero negó con la cabeza.
-No lo creo milord, el lugar está bien vigilado y lo estará más ahora si alberga a un prisionero como Stark, y si enviamos a un grupo numeroso de hombres quedarían acorralados allí dentro.-
Daegon asintió, algo decepcionado.
- Buen punto, entonces me temo que no va a haber otra opción que rescatarlo cuando esté fuera de allí y en terreno amplio....habrá que hacerlo en el momento en que sea su juicio.-
Steffon lo miró seriamente.
-Es muy arriesgado milord, allí estarán el rey, su madre, la guardia real y la guardia de la ciudad y nosotros no podemos vencerlos a todos juntos en un ataque directo.-
Daegon, quién de a poco ya estaba armando el plan en su cabeza sonrió de lado, sacándo a lucir su lado temerario.
-¿Y quien dijo algo sobre un ataque directo?, lo que necesito es que la guardia pura cree una distracción para que pueda rescatar a Stark y escapar con él entre la multitud.-
Al oír esto Steffon enseguida iba a discutir el que Daegon se expusiera de esa manera pero este lo interrumpió.
-Cuando nos conocimos me dijiste que ya era tiempo de que un dragon volviera a volar en la ciudad, pues me cansé de estar escondido. Es hora de salir de las sombras y de que el mundo sepa que aún existe un Targaryen vivo y luchando.-
Se hizo un largo silencio mientras ambos terminaban sus copas de vino y finalmente Steffon respondió.
-Si esto sale bien, será un verdadera proeza la cual no dudo será recordada en todo Westeros. Si sale mal.....Supongo que nuestras cabezas irán a la cesta del verdugo.... Muy bien, tarde o temprano sabia que este momento iba a llegar, luego de 17 años de prepararnos algo podremos hacer. La guardia pura esta a sus ordenes milord.-
Daegon suspiró aliviado y agradecido.
-Gracias Steffon, sé que como líder de toda esta gente es dificil para ti tomar esa decisión, pero creo que ya estuvimos ocultos demasiado tiempo.....De acuerdo, esto hay que planearlo bien, desde cada posible escenario y planeando para lo peor. Como aún no sabemos cuando será el juicio de Stark eso nos da algunos días de ventaja.-
Steffon asintió con la cabeza.
-Esta noche llamare a los jefes de nuestras patrullas, les hablaré sobre este plan, y ellos se lo transmitirán a los demás hombres.-
A esas alturas, parte de Daegon no podía evitar preguntarse si no había actuado de forma impulsiva al sugerir el rescate pero ya no había vuelta atrás, había estado ocultándose en el taller y detrás de su capucha desde que llegó a la ciudad y era hora de que eso cambie.
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