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Capítulo 37: Los Últimos Targaryen

Daegon

La noche ya había caído sobre la ciudad de Mereen, cuando Daegon salió por las puertas de la ciudad, llegando a su campamento. La reunión con su hermana en la Gran Pirámide había comenzado tensa, pero al final había logrado convencerla de su identidad y ambos habían quedado en buenos términos.

No tuvo que caminar mucho antes de encontrar a Ser Barristan Selmy. Apostado cerca de la carpa donde estaban bebiendo los Guerreros de la Fosa, pero sin formar parte de la celebración de estos. Estaba sentado frente a una mesa donde había un cuenco vacío, por lo que el Targaryen supuso que este habría hecho caso a su orden de descansar y comer algo. Al ver a Daegon, Barristan se levantó rápidamente y se le acercó con notorio alivio en su expresión.

-Alteza!, es bueno verlo a salvo. ¿Qué ocurrió?-

-Le dije que estaría bien, Ser Barristan. Bueno.....es cierto que al principio las cosas estuvieron algo tensas y creo que Rhaegal estuvo cerca de comerme....pero pude demostrar quien soy y ahora mi hermana cree en mi.-

El hombre suspiró aliviado.

-Parece que no fue algo fácil de lograr. Pero me alegra que ahora ambos estén en buenos términos. Son los 2 últimos herederos Targaryen en todo el mundo y creo que juntos harán una gran fuerza.-

Daegon sonrió levemente, ante sus palabras.

-Espero que si, además me ofreció quedarme en la Gran Pirámide como su invitado, por lo que vine a preparar todo para eso. Y tu también deberías hacerlo, ya que ella accedió a que también tengas unos aposentos allí, como mi guardia personal.-

El hombre se sorprendió ante sus palabras. Pero en sus ojos podía notarse el agradecimiento tanto hacia Daegon como hacia Daenerys, por darle la oportunidad de corregir sus errores.

-Será un placer, alteza. Gracias por confiar en mi.....además, con todo respeto, será bueno descansar en un lugar con mejor compañía que este campamento.-

Daegon rió levemente, comprendiendo por qué decía eso.

-Puedo imaginarlo. Entonces prepare sus cosas y cuando esté listo vaya a la pirámide, según mi hermana un guardia lo estará esperando ahí. Yo haré lo mismo y luego cenaré con ella, tenemos mucho con lo que ponernos al día. Por la mañana enviaré otra carta a Pentos para Illyrio Mopatis pidiendo que envíe a Mereen los 2 cofres de oro para los Guerreros de la Fosa. Ahora que sabe que tanto Daenerys como yo estamos a salvo y los Amos cayeron, dudo mucho que se niegue a respaldarnos nuevamente.-

-Así será alteza, y me alegra que ya estén en buenos términos con su hermana. ¿Necesita algo más?-

Ante la pregunta del caballero, Daegon asintió, pensando en algo que había estado en su mente desde el final de la batalla. 

-De hecho si, tengo algo que pedirle.-

-Estoy a sus órdenes, alteza.-

El muchacho miró hacia ambos lados para asegurarse de que nadie los escuchara, y luego habló bajando un poco la voz.

-Creo que mi hermana tiene un traidor en su consejo privado.....Jorah Mormont.-

A continuación, le explicó brevemente lo que le había confesado Ned Stark aquella noche en Winterfell. Barristan lo escuchó en silencio hasta que terminó y entonces apretó un poco los puños.

-Con que Ser Jorah era el espía que Robert tenía junto a su hermana. Al cuidar las puertas de muchas de las reuniones del consejo de Robert escuché que había un espía que le pasaba información sobre ella, pero nunca supe su identidad. ¿Qué hacemos entonces?.-

Daegon se pasó una mano por el cabello blanco, pensativo. Había estado pensando mucho en eso y había llegado a la conclusión de que tenían que ser cautos.

-Por más que quiera, no puedo acusar a Mormont ahora mismo. Parece ser la mano derecha de mi hermana y ella confía en él, mientras que apenas está comenzando a confiar en mi. Además, al final de todo es la palabra de Mormont contra la de Stark y sabemos lo que mi hermana piensa sobre él. Por ahora quiero que lo vigiles de cerca y sus movimientos. Si realmente es un traidor, como sabe que estuve en Winterfell también podría saber que Ned Stark me dijo la verdad. Entonces podría intentar deshacerse de algo que lo vincule con el usurpador. Necesito evidencia para poder hablar con mi hermana sobre él.-

Ser Barristan asintió, comprendiendo el plan del Targaryen.

-Lo haré, mi príncipe. Le informaré apenas encuentre algo comprometedor.-

-Muy bien, cuento con usted. Pero puede preocuparse por eso mañana, hoy descanse que se lo ganó.-

El hombre asintió con una leve sonrisa y se retiró hacia su carpa para prepararse para el traslado, por lo que Daegon hizo lo mismo.

Cerca de 1 hora después, Daegon ya había recogido sus pocas pertenencias y estaba nuevamente dentro de la Gran Pirámide de Mereen. Un silencioso guardia Inmaculado lo había recibido en la entrada y lo estaba llevando hacia los aposentos que Daenerys había hecho preparar para él. Supuso que para ese momento de la noche, Amaya ya estaría completamente borracha junto con los demás guerreros. Por lo que por la mañana hablaría con ella sobre el pago prometido y sobre cual serían sus planes y los de su gente a futuro. El muchacho se había acostumbrado a su presencia y eran un ejército que le gustaría tener a su lado, pero también eran hombres libres y no sabía que planes podrían tener ellos para su futuro.

Luego de unos minutos llegaron a los aposentos, los cuales se encontraban ubicados en uno de los niveles más elevados de la pirámide. No muy lejos del salón del trono donde había estado antes. El guardia Inmaculado le indicó que Daenerys lo llamaría para la cena más tarde y luego lo dejó solo, mientras que Daegon entraba en la habitación. Era bastante más elegante a lo que él estaba acostumbrado, incluso cuando vivía en Highgarden: Era amplia y tenía varios muebles hechos de madera finamente tallada, entre los que destacaban un amplio armario y un escritorio con 2 sillas frente a este. También, debido a la gran altura a la que estaba, tenía un balcón con una gran vista a toda la ciudad, similar al que había en el salón del trono de su hermana.

Sin embargo lo que más atrajo la atención del muchacho en ese momento fue otra cosa: En el rincón destinado para el aseo, había una bañera ya preparada y llena de agua caliente cuyo vapor escapaba por la habitación. 

"De acuerdo, no creo en ningún Dios, pero gracias por esto...."

Desde su estadía por 4 días en Winterfell meses atrás que Daegon no se tomaba un buen baño caliente, por lo que aquella vista fue muy bien recibida. Lo primero que hizo fue quitarse la ropa para disfrutar de un largo baño, ya que sabía que su hermana lo llamaría cuando estuviera lista.

El relajante baño caliente y los vapores de las distintas sales de baño que usaban en esa región, se llevaron el cansancio de las 2 últimas batallas y del estrés que Daegon había sufrido las últimas semanas. Cuando salió de la bañera se sentía como una persona completamente distinta, con energías renovadas. Al revisar en el armario vio que le habían dejado varias prendas más frescas y tradicionales de Mereen, para lidiar mejor con el calor de la región, por lo que se cambió a algo más fresco.

El resto del tiempo lo pasó desempacando sus pocas pertenencias en la habitación y observando por encima los diversos libros que habían en un estante. No sabía cuanto tiempo él y su hermana estarían en Mereen, pero al menos no le faltaría material de lectura para pasar el rato.

Cerca de 1 hora después, alguien llamó a su puerta y al abrirla vio a Missandei del otro lado. Al verla, Daegon alzó una ceja, divertido.

-¿Mi hermana te sigue haciendo trabajar a estas horas?.-

La chica sonrió levemente y negó con la cabeza.

-Me ofrecí a ayudarla a venir a buscarlo, luego de esto ya iré a descansar.....La reina te espera en sus aposentos para cenar.-

El muchacho se sorprendió un poco de que Daenerys fuera a recibirlo en sus aposentos privados. Pero supuso que no querría otros oídos escuchando, ya que tenían mucho que discutir. Finalmente asintió y salió de sus aposentos, mientras que Missandei lo guiaba hasta los de su hermana. Llevaban unos minutos caminando, cuando la chica habló.

-La reina me dijo que su reunión de antes salió bien. Me alegra que no haya mentido después de todo y que haya logrado convencerla.-

-A mi también. Después de todo lo que viajé habría sido algo decepcionante terminar devorado por un dragón.-

Missandei sonrió algo divertida.

-También me dijo que quiso probarte con Rhaegal y que el dragón reaccionó bien a ti. Llevo poco tiempo viajando con la reina, pero en ese tiempo vi que ninguno de sus 3 dragones reacciona bien a los los extraños. Si permitió que lo tocaras y se sintió cómodo en tu presencia, entonces realmente debes ser un Targaryen.-

Hubo un breve silencio mientras seguían caminando por los pasillos de la pirámide. Luego, la chica agregó.

-Creo que le hará bien a la reina tenerte a su lado. A pesar de que me dijo que su relación con su hermano Viserys no era buena, puedo ver que le pesa su muerte. Al igual que le pesaba el creer que estaba sola en el mundo al ser la última Targaryen.-

Daegon sonrió levemente, comprendiendo a que se refería. Con el agregado de que él había visto y sentido en carne propia las muertes de los últimos familiares que le quedaban.

-Comprendo ese sentimiento perfectamente. Por 17 años creí lo mismo hasta que supe que ella estaba viva. Espero que podamos ayudarnos mutuamente con eso ya que no tengo intenciones de enfrentarme a ella.-

Dijo con sinceridad, Missandei simplemente sonrió, mientras continuaban avanzando.

La chica lo llevó por varios pasillos de la pirámide. Pasaron frente a las puertas del salón del trono, pero en lugar de entrar subieron aún más arriba por otras escaleras. Hasta que finalmente llegaron a la zona más alta de la pirámide, donde había un único pasillo que conducía a una puerta. En lugar de 2 Inmaculados custodiándola como en el salón del trono, Daegon se sorprendió de ver a 2 Dothraki. Tal vez, como estos llevaban más tiempo con su hermana que los Inmaculados, esta le tenía más confianza a su Khalasar para cuidar sus aposentos.

-Aquí es, te está esperando así que puedes entrar sin problemas, buenas noches.-

Le indicó Missandei, mientras también se despedía. A Daegon le alegró que la chica pudiera tener algo de descanso, después de todo por lo que había pasado en la batalla.

-Gracias Missandei, buenas noches.-

Luego, se dirigió hacia la puerta e ingresó en los aposentos de su hermana, mientras los guardias volvían a cerrar la puerta.

Los aposentos de Daenerys eran mucho más amplios que los suyos y con más mobiliario. Cerca del balcón había ya preparada una pequeña mesa con comida para 2 personas y 2 copas de vino ya servidas. De pie frente a esta estaba su hermana, recibiéndolo con una gentil sonrisa.

-Daegon gracias por venir, adelante.-

El ser llamado finalmente por su nombre hizo que el muchacho sonriera. Prueba de que su hermana ya no tenía dudas sobre su identidad.

-Gracias por la invitación, todo se ve delicioso.-

-Me alegra escuchar eso. Toma asiento, por favor.-

Daegon asintió y ambos se acercaron a la mesa, para luego tomar asiento uno frente al otro.

-¿Está muy mal la ciudad luego de la batalla?.-

Le preguntó a su hermana. Ya que sabía que ella había estado encargándose de supervisar las reparaciones en las últimas horas.

-Afortunadamente no tanto como pensaba, gracias a que la batalla ocurrió afuera. Los Amos causaron algunos destrozos cuando vieron que la ciudad estaba perdida, pero nada que no podamos arreglar con el debido tiempo. Todos los ciudadanos que perdieron sus hogares están en refugios temporales con comida caliente y un techo para dormir mientras sus casas se reconstruyen. Por lo que a partir de hoy ningún habitante de Mereen dormirá en las calles ni pasará hambre.-

Daegon no pudo evitar sentir algo de orgullo al escuchar eso. Su hermana realmente se preocupaba por la gente de esa ciudad y quería mejorar sus vidas.

-Eso es bueno, creo que tienen suerte de que tu puedas ayudarlos.-

Daenerys sonrió en agradecimiento. Sin embargo, unos segundos después su expresión cambió a una de seriedad.

-Imagino que ambos tenemos mucho de que hablar, ya que en nuestra conversación anterior dijiste que querías conocer mi historia. Además de que a mi también me interesa conocer mejor la tuya. Sin embargo, antes de eso creo que hay un asunto más apremiante que discutir....el Trono de Hierro.-

Daegon suspiró levemente, ya que suponía que podían tener esa conversación esa noche. Después de todo, quisiera o no el trono como Ser Barristan le había dicho, el era el legítimo heredero a este, pero tal vez a Daenerys podría no gustarle esa idea.

-Si, supongo que tenemos que quitar ese asunto de la mesa primero. Escucha, yo....-

Sin embargo Daenerys lo interrumpió con un gesto de su mano y expresión calmada.

-Aún no. Aunque somos hermanos, es cierto que apenas nos conocemos por lo que sabemos muy poco el uno del otro. Yo tengo mis propios motivos para querer el Trono de Hierro y puede que tu también tengas los tuyos, por lo que me gustaría proponer algo: Dejemos esta conversación para más adelante. Si planeas quedarte en Mereen, entonces eso nos dará tiempo suficiente para conocernos más y forjar una opinión propia el uno del otro. Luego de eso y cuando sea el momento, podremos discutir quien se sentará en el Trono de Hierro luego de recuperarlo de los Lannister. ¿Estás de acuerdo?.-

Ante la propuesta de Daenerys, Daegon suspiró aliviado. Por un segundo creyó que la tensión entre ambos volvería por la disputa del trono y había estado a punto de decirle que él no lo quería. Sin embargo, prefirió aceptar la idea de su hermana y postergar esa conversación para cuando tuviera una mejor idea de si ella era la persona indicada para gobernar Westeros.

-Estoy de acuerdo en dejar esa conversación para otro momento. Personalmente me gustaría que fuéramos aliados y no enemigos. Después de todo, somos hermanos y de los últimos Targaryen vivos.-

Daenerys sonrió, estando de acuerdo.

-Perfecto, entonces está decidido. Y ahora que ya dejamos de lado ese asunto de momento, me gustaría brindar.....por la familia.-

Dijo, alzando levemente y con elegancia su copa de vino. Ante esto, Daegon también sonrió.

-Por la familia.-

Respondió también alzando su copa, y ambos tomaron un sorbo. Luego, comenzaron a disfrutar de la comida. Unos minutos después, Daenerys habló.

-Bien, aunque admito que tengo curiosidad sobre como sobreviviste en Westeros los últimos 17 años y pudiste atacar la capital sin ser capturado. Imagino que también quieres saber como fue que yo sobreviví, si lo deseas puedo comenzar.-

Daegon asintió luego de tragar.

-Está bien. Si me gustaría saber que ocurrió contigo y con nuestro hermano Viserys durante todo este tiempo. Lo último que sé es que Ser Willem Darry los sacó a ambos de Dragonstone antes de que cayera y los llevó cruzando el Mar Angosto....-

Daenerys asintió y bebió un pequeño sorbo de vino, antes de comenzar a relatar:

-Así es, Ser Willem nos sacó de Dragonstone y nos llevó hacia la Ciudad Libre de Braavos, donde vivimos por 5 años hasta que enfermó y falleció. Era un buen hombre, leal a nuestra familia hasta el final y siempre estaré agradecida con él. Esos años fueron difíciles pero también fui relativamente feliz. Tenía a mi hermano a mi lado y Ser Willem cuidaba de nosotros con el poco dinero que teníamos. Todavía recuerdo la casa con una puerta roja en la que vivimos, fue lo más parecido a una infancia que tuve.....Pero todo eso cambió luego de que Ser Willem falleciera y que Viserys y yo fuéramos echados de esa casa las frías calles.-

Luego le relató como ambos estuvieron vagando por las 9 Ciudades Libres durante años buscando apoyo para su causa. Recibiendo nada más que desprecio y burlas, lo cual le trajo a Viserys el apodo de "El Príncipe Mendigo", hasta que llegaron a Pentos y fueron acogidos por el Mágister Illyrio Mopatis. Daegon suspiró, recordando que Amaya había mencionado ese apodo de su hermano menor cuando la conoció en Astapor.

-Lo lamento.....lamento tanto que hayan tenido que pasar por tantas dificultades. Mientras tanto yo estaba en un lugar seguro y con comodidades. Si hubiera sabido antes que estaban vivos....-

Comenzó a decir Daegon con clara culpa, pero Daenerys lo interrumpió.

-No creo que hubieras podido hacer nada Daegon. En ese  entonces eras solo un niño, apenas unos años mayor que nosotros. Además de que estábamos a un continente entero de distancia. Lo que importa es que llegaste y me salvaste, y siempre te estaré agradecida por eso.-

Le respondió su hermana, regalándole una sonrisa gentil, la cual Daegon no pudo evitar corresponder. Luego, la expresión de Daenerys volvió a tornarse seria y continuó con su relato.

-Hasta ese entonces, Viserys había sido siempre un gentil hermano mayor....pero aquellos años lo cambiaron. La pobreza, la humillación y la frustración lo convirtieron en alguien completamente diferente.....en un monstruo.-

Daegon se sorprendió al escucharla hablar así de su propio hermano. Sin embargo, luego Daenerys le relató sobre los abusos que Viserys la hizo sufrir durante esos años y como la vendió a los Dothraki como si fuera ganado para asegurarse tropas para recuperar el Trono de Hierro. Al escuchar todo esto, el muchacho dejó de comer y apretó los puños con rabia.

-Desgraciado infeliz.....si hubiera estado con ustedes durante esos años no habría dejado que te tocara. Lo habría puesto en su lugar, aunque fuera mi hermano....-

Daenerys esbozó una triste sonrisa.

-No niego que eso hubiera sido algo digno de verse. Pero si hubieras estado con nosotros es probable que Viserys te hubiera visto como una amenaza para su deseo de el Trono de Hierro. Tal vez incluso hubiera intentado matarte. Los años que pasamos en la pobreza sacaron lo peor de él y ya ni siquiera le importaba la familia.-

Daegon solo recordaba a Viserys como un pequeño e inocente bebé, al que había cargado en brazos un par de veces durante su infancia en King'sLanding, pero al parecer si había cambiado para mal durante su exilio. Por lo que bebió un sorbo de vino para calmarse.

-Escuché que murió.....¿pero que fue de él exactamente?.-

Preguntó, fingiendo no conocer los detalles de su muerte que había visto en una de sus visiones. Daenerys entonces le relató sobre lo que había vivido con los Dothraki: Sobre como Viserys la vendió a Khal Drogo, sin embargo estos terminaron enamorándose tiempo después. Como recibió los 3 huevos de dragón como regalo de bodas de Illyrio, creyendo este que eran solo reliquias decorativas. También le habló sobre como la paranoia y codicia de Viserys, provocaron que este confrontara a Drogo sobre su acuerdo de invadir Westeros por él.....y como esto resultó en su muerte.

La chica le narró todo lo ocurrido la noche en que Drogo asesinó a Viserys vertiendo oro fundido e hirviendo sobre su cabeza. Fue en ese entonces que Daegon comprendió finalmente su visión de aquel día y como Viserys suplicaba a su hermana sin que esta hiciera nada por ayudarlo. Al principio había juzgado a Daenerys por no intervenir, pero ahora que conocía todos los abusos a los que este la había sometido, simplemente no podía culparla.

-Comprendo....me imagino que no fue algo fácil de ver.-

-Era mi hermano. A pesar de todo lo que había hecho y por lo que me hizo pasar en los últimos años....era mi hermano. Pero había llegado demasiado lejos con su arrogancia y codicia por lo que él mismo se buscó esa muerte. Decido honrarlo pensando en el niño amable que me protegía, en lugar de en el monstruo en que se convirtió luego.-

Daegon asintió en silencio, sin saber que más decir y llevándose un bocado de comida a la boca, mientras Daenerys continuaba con su relato. Le habló sobre su embarazo, un niño Dothraki al que llamó Rhaego y Luego llegó a la parte de como Robert Baratheon había enviado a un asesino a envenenarla y Ser Jorah Mormont la salvó. Primero Daegon sintió alivio, ya que Ned Stark le había hablado sobre esa orden de Robert de asesinarla. Y aunque en su lecho de muerte este se había arrepentido, Ned temía que hubiera sido demasiado tarde para detener al asesino.

Sin embargo, estaba confuso por el hecho de que Jorah la hubiera salvado. Ya que según Ned, de él fue que Robert había obtenido la información para ordenar ese asesinato.

"Tal vez se arrepintió en el último momento....."

Pensó el muchacho, mientras que Daenerys continuaba. Le mencionó como, en consecuencia de su intento de asesinato, Khal Drogo había enfurecido y ordenado a su Khalasar entero invadir Westeros. Sin embargo, poco después fue herido con veneno en un duelo a muerte y Daenerys recurrió a una bruja llamada Mirri Maz Duur para salvar su vida. Pero esta sentía gran rencor hacia Drogo y Daenerys por los abusos que le habían hecho pasar los Dothraki. Por esto, la bruja engañó a la chica, sacrificando la vida de su hijo nonato para salvar la de Drogo. Pero dejando a este en un estado catatónico, muerto en vida. Por lo que Daenerys tuvo que matar a su esposo ella misma, para acabar con su sufrimiento.

Al escuchar todo el trágico relato, Daegon finalmente comprendió algo que había sucedido hace meses y a lo que no le había encontrado sentido: La visión que había tenido en Highgarden luego de una sesión de entrenamiento con Loras Tyrell. En esa ocasión no había visto nada más que oscuridad, pero había escuchado lejanos sonidos de pelea, un canto lúgubre y estridente de una mujer....y el llanto y gemido de un bebé muriendo. Ahora Daegon entendía que lo que vio habían sido los últimos momentos de vida de Rhaego. El hijo de su hermana con el cual compartía sangre, y otro sobrino al cual nunca podría cargar en brazos.

El recordar la muerte de su hijo había afectado a Daenerys. Intentaba disimularlo pero Daegon podía notar su mirada perdida en el centro de la mesa, mientras los labios le temblaban ligeramente. Por lo que estiró una mano y la apoyó suavemente sobre una de las de su hermana.

-Siento mucho lo que te ocurrió y estoy seguro de que Rhaego habría sido un niño hermoso. Y sobre tu esposo, fue herido en batalla como todo un guerrero y pasó sus últimos momentos a tu lado, probablemente él lo hubiera querido así.-

Ante las palabras de Daegon, intentando confortarla. Daenerys finalmente levantó la mirada de la mesa y le dirigió una suave sonrisa.

-Gracias Daegon, no sabes cuantas veces e deseado que todo hubiera sido diferente. Pero me dije a mi misma que tengo que seguir adelante, llevando a mi esposo y a mi hijo en el corazón.-

Con Daenerys ya mas repuesta, ambos hermanos continuaron comiendo, mientras ella le continuaba relatando todo lo que había vivido en los últimos meses. Cuando le habló sobre como hizo nacer a sus 3 dragones, subiéndose a la pira funeraria de su esposo, Daegon amplió los ojos con gran sorpresa. A pesar de haber visto en detalle el momento durante otra de sus visiones, aún le parecía increíble que ella hubiera sobrevivido intacta y con 3 dragones.

Luego le habló de la larga y dolorosa travesía por el desierto con los miembros de su Khalasar que no la habían abandonado. Hasta que finalmente llegaron a la ciudad de Qarth, donde creyó estar segura y poder conseguir apoyo para regresar finalmente a Westeros con barcos y un ejército. Pero allí también fue traicionada por su anfitrión, Xaro Xhoan Daxos  y un grupo de hechiceros que robaron sus dragones e intentaron asesinarla. Por lo que ella fue directamente a enfrentarlos a su refugio, un lugar conocido como La Casa de los Eternos. Allí le habló de las visiones que tuvo y como finalmente logró recuperar a sus hijos.

-La última de las visiones que tuve en la Casa de los Eternos. Soñé con ella cierta noche meses después....pero esa vez te vi a ti en mi sueño. Antes me relataste que también tuviste ese mismo sueño ¿cierto?.-

Daegon asintió, sabiendo que era hora de hablarle a su hermana sobre Quaithe y su encuentro con ella. Aún no le hablaría de su relación con Rhaegar ni de la supuesta profecía del Príncipe Prometido que la sacerdotiza le había mencionado ya que ni siquiera él terminaba de entender eso todavía. Pero si le mencionaría las partes que los involucraban tanto a él como a ella.

-Así fue o al menos parte de ese sueño, fue hace 1 o 2 meses, cuando estaba viajando en barco hacia Astapor para encontrarte. Tuve el mismo sueño que me describiste y te vi en él. Y cuando desperté....se me apareció una mujer en la bodega donde estaba durmiendo: Una Sacerdotiza Roja de Asshai, llamada Quaithe.-

Daenerys amplió un poco los ojos al escuchar ese nombre.

-Quaithe.....la conocí, en Qarth. Una mujer extraña y misteriosa, fue ella quien me dijo que debía ir a la Casa de los Eternos para recuperar a mis hijos.-

-Pues ella sabía perfectamente quien era yo y me dijo que debía encontrarte cuanto antes. Dijo que ambos somos "2 de las 3 cabezas del dragón".-

Daenerys alzó levemente su copa de vino y clavó su mirada en el líquido carmesí, luciendo pensativa.

-"Las 3 cabezas del dragón"....pero somos los últimos 2 Targaryen vivos. ¿Quién es la "tercera cabeza"?.-

El muchacho se encogió de hombros.

-Buena pregunta....no tengo ni idea. Pero lo cierto es que Quaithe cree que algo malo ocurrirá pronto, algo que nos involucra a ambos y nos quiere juntos para afrontarlo.-

La chica permanece pensativa unos segundos y luego asiente.

-Eso parece.....entonces parece que no podemos hacer mucho más al respecto hasta tener más detalles sobre a que se refiere la mujer. Ya hay suficientes problemas aquí en Mereen como para preocuparnos por eso aún.-

Luego de discutir el asunto de Quaithe, Daenerys prosiguió con lo que quedaba de su relato: Como luego de recuperar sus dragones de los hechiceros, castigó a Xaro Xhoan Daxos encerrándolo dentro de su propia bóveda de tesoros, ahora vacía. Y con parte de el oro y tesoros de esa bóveda logró comprar un barco para ella y su Khalasar. Sin embargo antes de regresar a Westeros necesitaba un ejército más grande, por lo que viajaron hacia Astapor para conseguir uno. Finalmente le habló de como conoció al Amo Kraznyz mo Nakloz y a su esclava y traductora Missandei. Como este le ofreció venderle sus 3 mil soldados Inmaculados a cambio de uno de sus dragones, pero como ella en pleno intercambio lo engañó para liberar no solo a los Inmaculados, sino a toda la ciudad de Astapor. 

-.....Y supongo que tu ya conoces el resto, habiendo estado en Astapor hace unos días.-

Al terminar de escuchar el relato de Daenerys, Daegon no pudo evitar soltar una leve carcajada sobre lo ocurrido en Astapor.

-Me hubiera gustado ver la expresión en el rostro de ese idiota antes de que Drogon acabara con él. Cuando llegué a la ciudad estuve en la plaza donde ocurrió todo eso y parece que hiciste todo un desastre. Pero también vi a los esclavos disfrutando de su libertad y a los Amos siendo castigados por las propias personas que antes oprimían por lo que creo que hiciste algo bueno....Al menos hasta que llegó el llamado Rey Carnicero.-

Daenerys suspiró ante la mención de ese hombre.

-Si, lamentablemente escuché de él. Un cobarde que asesinó a los buenos hombres que dejé a cargo de la ciudad y se auto denominó rey para traer de vuelta a la esclavitud, pero no pienso permitir eso. Pienso hacer planes en los siguientes días para enviar un grupo de Inmaculados y Segundos Hijos a Astapor liderados por mi comandante Daario Naharis para liberar la ciudad nuevamente. Traer a este falso Rey ante la justicia y dar una advertencia a todo aquel que intente hacer una estupidez así de nuevo.-

Daegon asintió, estando de acuerdo con la idea de que su hermana no abandonara a esas personas a su suerte. Unos minutos después ambos terminaron de comer y Daenerys miró a su hermano, expectante.

-Bien, pues ya conoces mi historia, ahora me gustaría conocer la tuya. Principalmente como fue que estuviste 15 años en Westeros escondido del usurpador.-

-Muy bien.....aunque me temo que algunas partes de mi historia no son tan emocionantes como la tuya.-

El muchacho rellenó de vino la copa de Daenerys y luego la suya. Finalmente bebió un sorbo y comenzó a relatar:

-Todo lo que te dije antes en tu salón del trono es cierto, nunca estuve en King'sLanding durante su caída. Rhaegar nos quiso a todos en lugares distintos para protegernos, a ustedes los llevó a Dragonstone con Ser Willem, y a mi me llevó con él al Tridente. 3 días antes de la batalla, se despidió de mi y me envió lejos.....hacia Highgarden. Allí fue donde estuve viviendo los últimos 15 años bajo la identidad de un bastardo de la casa Velaryon llamado Axell Storm. Lord Mace Tyrell y su familia me protegieron durante todo ese tiempo y me criaron como si fuera uno de los suyos.....les debo todo.-

Daenerys amplió los ojos, sorprendida al escuchar a Daegon.

-¿Entonces la casa Tyrell nunca traicionó a la nuestra?-

-Nunca. Se sometieron al usurpador para sobrevivir a la rebelión como muchas otras casas. Pero Lord Mace siempre se mantuvo leal a nosotros. Por 15 años pudo haberme entregado a él y haber recibido una gran recompensa, tal vez incluso un lugar en el consejo real. Pero en lugar de eso me adoptó bajo su tutela y tomó muchas medidas para que nadie descubriera quien era realmente. Salvo los miembros más cercanos de su familia y el comandante de su guardia. Crecí junto con sus hijos, Loras y Margaery, todos son muy importantes para mi.-

Tal vez por intuición femenina, Daenerys notó una ligera diferencia en como Daegon nombró a Margaery que en como lo hizo con Loras, por eso sonrió levemente de lado.

-Ya veo, entonces los Tyrell definitivamente serán recompensados por su lealtad una vez que regresemos a Westeros. Y solo por curiosidad: Antes me dijiste que si Rhaegal te arrancaba la mano, había "cierta chica hermosa en Westeros que estaría furiosa conmigo"....¿Por casualidad esa chica es Margaery Tyrell?.-

Daegon, quien en ese momento estaba bebiendo un sorbo de vino, casi se atraganta y tuvo que esforzarse por no escupirlo. Observó la mirada divertida de su hermana y luego desvió la mirada hacia su plato ya vacío.

-Puede ser, es.....complicado.-

Respondió simplemente, consiguiendo una leve risita de Daenerys.

-Sin embargo, las últimas noticias que recibí de Westeros sobre todos los pretendientes al trono, decían que ella iba a casarse con Renly Baratheon.....-

Daenerys se dio cuenta de su error demasiado tarde al ver la expresión de Daegon ante sus palabras.

-Lo siento, no quise....-

Daegon se esforzó para sonreír en una línea y negó con la cabeza.

-No te preocupes.....como dije, es complicado.-

Luego continuó con su relato, aliviado de cambiar de tema y hablando brevemente sobre sus años de crianza en Highgarden. No mencionó nada sobre las visiones que tuvo acerca de la muerte de su hermano mayor, padre y sobrinos, ya que no creyó prudente revelarle eso a Daenerys aún.

Finalmente llegó hasta la parte de cuando se infiltró en Winterfell y vio por primera vez en persona a Robert Baratheon. Ante ese relato, las manos de Daenerys se crisparon levemente.

-Me imagino que no debió haber sido fácil, tener al usurpador tan cerca y no poder hacer nada....-

Daegon asintió, ya que había sentido eso mismo aquel día.

-No lo fue. A la distancia a la que estaba podría haberlo matado con un cuchillo bien lanzado a la cabeza.....pero le había hecho a Lord Mace una promesa. Ese día no fui a cobrar venganza, sino a demostrarme a mi mismo que el usurpador no era ningún demonio que no me dejaba dormir cuando era niño. Que simplemente era un hombre, borracho gordo y patético.-

Luego le habló sobre su llegada a King'sLanding, como fue encontrado por la Guardia Pura y como estos lo escondieron y apoyaron durante toda su estadía en la capital. Daenerys lució muy sorprendida ante la existencia ese grupo rebelde.

-Impresionante.....un grupo rebelde bajo las mismas narices del usurpador. Dijiste que su líder se llama Steffon Mallister, ¿cierto?. Un caballero y guardia real que nunca abandonó su puesto y se mantuvo leal a nuestra familia.....también será recompensado gratamente cuando regresemos a la capital.-

-Estoy de acuerdo. Ser Steffon es la persona más leal que e conocido nunca, por lo que probablemente no quiera aceptar una recompensa, pero definitivamente se la daremos.-

Respondió Daegon, con una leve sonrisa. Sin embargo, el ambiente se puso algo tenso cuando habló sobre la muerte de Robert Baratheon, el arresto de Ned Stark y su arriesgado plan para rescatarlo en plena ejecución. La expresión de curiosidad y gentileza de Daenerys se borró de su rostro, y fue reemplazada por frialdad.

-Estoy de acuerdo en que las hijas de Stark son inocentes y me alegra que las hayas salvado de sufrir abusos por parte de los Lannister. ¿Pero porqué arriesgaste tu vida para salvarlo a él?. Era el mejor amigo del usurpador y su principal apoyo en la guerra que destruyó a nuestra familia. Es un traidor y merecía pagar por sus crímenes.-

Daegon sonrió en una línea, claramente esperando esa respuesta.

-Lamento contradecirte hermana pero eso no es del todo cierto. Hay algo que tu y casi todo Westeros no saben. Si bien Ned Stark apoyó al usurpador y entró en guerra con nuestra casa, lo hizo por 2 razones que creo que son justificables: Primero, nuestro padre asesinó a su hermano y a su padre quemándolos vivos en público en pleno salón del trono. Y segundo, Stark creía que Rhaegar había secuestrado a su hermana, Lady Lyanna Stark. Pero no fue así.....ellos se amaban y huyeron juntos voluntariamente.-

El muchacho le reveló a su hermana toda la verdad sobre la relación entre Rhaegar y Lyanna. Incluyendo que se casaron en secreto y el poco tiempo que los 3 vivieron juntos en la Torre de la Alegría en Dorne. Cuando terminó, Daenerys lucía impactada.

-Yo....no sé que decir. Ambos se amaban.....¿entonces toda la guerra del usurpador fue por nada?.-

Daegon suspiró.

-La guerra habría ocurrido tarde o temprano si nuestro padre seguía en el trono con su locura. Pero creo que si Rhaegar hubiera estado vivo, podría haberlo detenido y haber asumido el trono sin derramamiento de sangre. Por eso no culpo a Stark por sus acciones, fue a la guerra porque creyó que alguien había secuestrado y violado a su hermana....y yo habría hecho lo mismo y no habría parado hasta que el culpable pagara.-

Ante las palabras de Daegon y a pesar de su sorpresa, Daenerys no pudo evitar dirigirle una leve sonrisa a su hermano. Luego el continuó hablando de su paso por Westeros.

Le relató sobre su plan para salvar a Ned Stark y la apresurada huida de la capital luego de interrumpir su ejecución. Luego sobre su breve estadía y descanso en Highgarden y su plan de viajar hacia el Norte a hablar con el Maestre Aemon Targaryen en Castle Black, antes de viajar hacia Essos para encontrarla. Esto sorprendió bastante a Daenerys, ya que creía que ella y Daegon eran los últimos Targaryen vivos en el mundo.

-¿Aemon Targaryen.....entonces realmente está vivo?.-

Daegon asintió.

-Así es, renunció al trono que le ofrecieron y para evitar quedar en medio de una disputa política, se retiró a Castle Black, donde estuvo las últimas décadas sirviendo a la Guardia Nocturna como Maestre. Es un buen hombre y la persona más sabia que e conocido nunca. Si se presenta la oportunidad, creo que le encantaría conocerte.-

-Y a mi me encantaría conocerlo a él. Curioso que hasta hoy creía que era la última Targaryen viva en el mundo y ahora resulta que hay 2 más.-

Dijo Daenerys con una leve sonrisa. Daegon le habló brevemente sobre su charla con él. Aunque nuevamente no le mencionó nada acerca de Rhaegar, la profecía o su encuentro semanas después con los Caminantes Blancos, al no creer que fuera el momento para eso. Sin embargo, cuando le habló sobre la emboscada que sufrió por mercenarios que le enviaron los Lannister, ella frunció la mirada.

-Los Lannister.....nunca dejarán de perseguirnos, ¿cierto?.-

Daegon suspiró levemente.

-Tywin Lannister ordenó las muertes de los hijos de Rhaegar: Aegon y Rhaenys, durante el saqueo de la capital. Y sé por Lord Mace que se esforzó mucho por intentar encontrar mi cuerpo en el río Blackwater para confirmar mi muerte.....por lo que no, no se detendrán. Y menos cuando descubran que te encontré.-

-De igual forma los haremos pagar por sus crímenes una vez que regresemos a Westeros...-

Respondió Daenerys. El muchacho sonrió de lado y alzó levemente su copa de vino, antes de tomar un sorbo.

-Brindo por eso hermana. Fue una pelea difícil ya que al principio fue 5 contra 1. Por suerte tuve ayuda de Jon Snow, el hijo de Ned Stark. Si no hubiera sido por él, no sé si estaría aquí hoy.-

-Comprendo.....entonces supongo que tendré que agradecer también a este Jon Snow cuando lo vea.-

Dijo Daenerys, luego Daegon le habló brevemente sobre el resto de su estancia en Castle Black, hasta que una carta de Ned Stark le avisó sobre el barco atracado en Guardaoriente del Mar y días después zarpó en este hacia Astapor, para encontrarla.

Luego le habló sobre su llegada a Astapor, su encuentro con Ser Barristan y como este lo salvó de ser encarcelado por los guardias del Rey Carnicero. Sin embargo, cuando llegó a la parte donde este le reveló su conexión con Illyrio Mopatis y que este pensaba dejar que los Amos capturaran a Daenerys, una fría expresión de furia apareció en el rostro de la chica y fuego en sus ojos.

-Entonces Illyrio pretendía dejarme morir porque ya no le era útil.....me traicionó, y la traición debe castigarse.-

Daegon hizo una leve mueca, esperando una reacción así de su hermana.

-Normalmente estaría de acuerdo, pero creo que en esta ocasión Mopatis puede sernos útil. Yo mismo le habría dado una paliza si me hubiera hecho ir a Pentos sin decirme sobre la conspiración en tu contra.....Pero en su lugar hice que en compensación me envíe oro para pagar a los Guerreros de la Fosa. Además de que vamos a necesitar más barcos y provisiones para cuando regresemos a Westeros. Tener como aliado al magister de Pentos y uno de los hombres más ricos en Essos puede ayudarnos con eso. Supongo que ahora que sabes que estás viva, hará lo que sea para quedar nuevamente en tu gracia. -

Daenerys suspiró, reconociendo que su hermano tenía razón.

-Bien.....supongo que es de esperar traición de un hombre que ve todo como si fuera un negocio. Después de todo, según me dijiste, la armadura de dragón que te dio se suponía que iba a ser de Viserys.....Pero gracias por decidir rechazar la oferta de Illyrio y venir a ayudarme, Daegon.-

Respondió, suavizando su expresión en esas últimas palabras, Daegon sonrió gentilmente en respuesta.

-No habría escogido otra cosa.-

Luego le habló sobre su duro trabajo y combate que tuvo que hacer para reclutar a los Guerreros de la Fosa y finalmente sobre el primer campamento del ejército de Tazal que habían atacado el día anterior, antes de finalmente llegar a Mereen.

-.....Y ahora supongo que tu también conoces el resto de la historia.-

Concluyó Daegon, mientras terminaba de un sorbo su copa de vino. Daenerys asintió, mientras también terminaba la suya.

-Parece que ambos tuvimos nuestras aventuras y momentos difíciles para llegar aquí. Ahora supongo que lo que queda es discutir el futuro y que ocurrirá a partir de ahora.-

El muchacho estaba pensando en eso mismo. Su principal objetivo durante esos meses había sido encontrar a su hermana y ponerla a salvo. Ahora que eso ya estaba hecho, había que pensar en el siguiente paso. Personalmente el quería regresar a Westeros cuanto antes para lidiar con la guerra por el Trono de Hierro y hacer que los Lannister paguen por sus crímenes. También, allí había gente que le importaba, como los Tyrell o en King'sLanding los miembros de la Guardia Pura que tanto lo habían apoyado. Además de la críptica advertencia de Quaithe de que algo peor que la guerra actual ocurriría pronto en Westeros y que ambos debían estar allí cuando pasara. Pero también sabía que ahora su hermana tenía responsabilidades con la gente de Essos y dudaba que ella hubiera liberado Mereen, Astapor y Yunkai, solo para marcharse al día siguiente y dejarlos a su suerte.

-Supongo que si y dejando el asunto del trono de hierro para más adelante como sugeriste. Personalmente me gustaría regresar a Westeros cuanto antes, ya que tengo asuntos pendientes allí. Pero no sé cuales son tus planes....-

Respondió con sinceridad y esperando la respuesta de su hermana. Ella se puso de pie y caminó hacia el balcón que estaba abierto. Desde este podía verse toda la ciudad y los campamentos de sus tropas y las de Daegon fuera de las murallas.

-Yo también quiero regresar a Westeros. Desde que me libré del yugo de Viserys que no e pensado en otra cosa.....pero ahora mismo no puedo hacerlo.-

La chica se apoyó en el barandal del balcón y abarcó con un brazo toda la ciudad, con expresión de tristeza.

-Esta gente me necesita, Daegon. Emprendí una cruzada desde Qarth para liberar a las personas de todo Essos de la tiranía y esclavitud de los amos. Si me voy ahora solo los estaré abandonando para que los amos regresen o alguien más tome su lugar, como ocurrió en Astapor con el llamado Rey Carnicero.....y si es necesario arrasarán todo Mereen hasta los cimientos, solo para dar un ejemplo y enviar un mensaje a quien intente revelarse contra ellos de nuevo. Por eso necesito quedarme un tiempo más, el suficiente para reconstruir y fortalecer Mereen. Enseñar a la gente que ya no deben tener miedo, enseñarles como valerse y defenderse por si mismos. Y finalmente, dejar a alguien a cargo en quien confíe para defender la ciudad y que esta continúe prosperando, solo entonces me iré.-

Hubo un silencio de unos minutos, mientras que Daegon se levantaba de la mesa y se acercaba al balcón. También se apoyó en el barandal junto a su hermana, contemplando el paisaje nocturno de Essos. 

-Lo entiendo, lo que estás haciendo aquí es noble y salvaste las vidas de cientos de personas a las que también les diste un nuevo futuro. Vi lo que ocurrió en Astapor apenas te fuiste y no me gustaría que pasara lo mismo aquí en Mereen.....pero si tu te quedas, entonces yo también. No viajé tanto hasta aquí para regresar solo y menos cuando acabo de encontrar a mi hermana. Regresaremos a Westeros juntos, cuando estés lista.-

Luego de decir eso, apoyó suavemente una mano sobre la que su hermana tenía en el barandal. Daenerys amplió un poco los ojos y lo miró, sorprendida por su respuesta. Pero finalmente su mirada se iluminó, le regaló a su hermano una gentil sonrisa y lo abrazó suavemente por los hombros.

-Gracias Daegon.....lo aprecio mucho.-

Daegon sonrió levemente y correspondió al abrazo. Segundos después ambos se apartaron y este respondió.

-Pero con una condición: Quiero ayudar. Si me voy a quedar un tiempo aquí, no seré solo tu invitado viviendo cómodamente de tu esfuerzo sin hacer nada. Quiero ayudarte a mejorar y proteger esta ciudad y su gente.-

La sonrisa de Daenerys se ensanchó un poco más, apreciando la decisión de su hermano.

-Pues me alegra escuchar eso.....porque tengo una oferta para hacerte. Me gustaría ofrecerte un lugar en mi consejo. Ahora más que nunca necesito personas en quienes pueda confiar para gobernar la ciudad y con quienes discutir ideas o que me aconsejen. Por lo que e visto eres un gran guerrero y ahora que conozco un poco más tu pasado es claro que tienes buen corazón. Además has viajado más que yo, por lo que puedes tener más experiencia con las personas y al igual que yo ayudaste a salvar esta ciudad. Me gustaría que estuvieras a mi lado durante las reuniones que pueda tener con mi consejo o con algún visitante extranjero.-

Daegon se sorprendió un poco por la oferta de tal importante puesto, pero sonrió levemente.

-Sería un placer. Me considero una persona de acción por lo que no tolero mucho la política, pero haré mi mejor esfuerzo y te aconsejaré lo mejor que pueda.-

-Eso es todo lo que te estoy pidiendo, entonces mañana haré el anuncio oficial. También, una cosa más: Tu gente, los llamados Guerreros de la Fosa....¿cuales son sus planes luego de la batalla de hoy?.-

El muchacho se encogió de hombros.

-Buena pregunta.....la verdad que no tengo ni idea. Me siguen porque gané su respeto en Astapor, pero también porque les prometí 2 cofres llenos de oro. Pero ese acuerdo era solo hasta derrotar al ejército de Tazal y haberte salvado, lo cual ya ocurrió y ahora ellos esperan el pago. Mañana pienso enviar una carta a Pentos para que Illyrio Mopatis pueda enviar el dinero, ahora que sabe que ambos seguimos vivos dudo que se niegue. Pero no sé si luego de recibir su pago decidan quedarse aquí o seguir su camino, después de todo ahora son hombres y mujeres libres.-

Daenerys asintió.

-Comprendo, pues tengo una propuesta para ellos: Quiero formar una guardia para mantener el orden y la paz en la ciudad. Ahora que los amos ya no están y los esclavos están probando la libertad por primera vez en sus vidas, temo que los saqueos, disturbios y la delincuencia sean inevitables. Esta guardia se encargaría de patrullar las calles, protegiendo a los civiles que lo necesiten y arrestando a quienes rompan las leyes. No creo que sea buena idea usar a los Inmaculados ya que, a pesar de ser formidables guerreros aún no saben tratar bien con los civiles. Y lo mismo va para los Segundos Hijos, que al ser mercenarios podrían ser comprados por los Amos en el futuro. Por lo que prefiero que ambos grupos permanezcan únicamente como una fuerza militar. Sin embargo, tus guerreros fueron esclavos por lo que pueden empatizar con los civiles y nunca se unirían a los Amos, y luego de ver su desempeño en la batalla de hoy, sé que son una fuerza de temer.-

Daegon se pasó una mano por la barbilla, pensativo.

-No es una mala idea. Podría darle a muchos de ellos un hogar al que pertenecer y una buena causa, luego de lo ocurrido en Astapor....Pero te advierto que te costará oro, esa gente no hace caridad precisamente.-

Daenerys sonrió levemente.

-El oro no es problema. Ser Jorah está a cargo del inventario y tendré las cifras exactas por la mañana. Pero sé que los Amos dejaron las bóvedas de la pirámide bien surtidas. Incluso puedo nombrarte el comandante de esa guardia para que los organices como desees, después de todo dijiste que ellos te respetan.-

-Bueno, no negaré que casi me convences con el título de "comandante". Los Guerreros de la Fosa no sirven a nadie, pero me respetan a mi y a Amaya, quien los conoce mejor que yo. Lo hablaré con ella mañana a ver que piensa.....cuando esté sobria y se le haya pasado la resaca de esta noche, claro.-

Bromeó Daegon y Daenerys soltó una leve risita.

-Perfecto, entonces dejaré que te encargues de eso y esperaré su respuesta. Mañana reuniré a mi consejo para evaluar el estado y daños de la ciudad y te presentaré oficialmente con tu puesto en este como mi hermano.....Disfruté mucho de esta cena y de poder ponernos al día, me gustaría poder hacerlo de nuevo.-

El muchacho devolvió la sonrisa gentil que le estaba dirigiendo su hermana.

-Yo también hermana y ahora que nos reencontramos, creo que podremos recuperar el tiempo perdido.-

Durante los siguientes minutos ambos permanecieron en silencio y contemplando el paisaje nocturno de Mereen. Finalmente, ambos se despidieron para irse a dormir en sus respectivos aposentos. Ambos tenían mucho trabajo que hacer al día siguiente, el primer día de una nueva y libre Mereen. Además de un nuevo futuro para ambos hermanos Targaryen.

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