Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 30: El Dragón Errante

NOTA IMPORTANTE:  Antes de comenzar con el capítulo, quiero aclarar algo: La música que van a escuchar casi al final del capítulo, no es propiedad mía en absoluto. Es propiedad pura y exclusiva de su compositor Ramin Djawadi, de la serie de GOT y de HBO (Home Box Office).

Ahora si, disfruten del capítulo XD:


Daegon

Finalmente había llegado el tan esperado día de su partida. Se despertó con las primeras luces del alba y ordenó las pocas pertenencias que tenía y que había usado durante sus semanas de estadía en Castle Black, mientras pensaba en la ruta de viaje que había decidido con el maestre Aemon el día anterior:

Partiría desde Castle Black hacia el este y viajaría intentando detenerse lo menos posible. No sabía si el capitán del barco, atracado en Guardaoriente del Mar, habría aceptado o no el pago de Ned Stark para aceptarlo como pasajero, pero era un riesgo que debía correr. Si todo salía bien llegaría al puerto luego de 2 o 3 días de viaje y partiría rumbo hacia Astapor a buscar a su hermana. También veía como una buena idea el irse de Westeros por un tiempo, después de todo los Lannister ya habían enviado asesinos por él y podrían haber más en camino, por lo que tampoco estaba seguro allí.

Luego de terminar de ordenar sus pertenencias, las ató en un fardo que luego ataría a su caballo. Echó una última mirada a la torre del rey, donde se había estado quedando durante todas esas semanas, y finalmente salió de esta, con el fardo colgando de uno de sus hombros. 

Lo primero que hizo fue dirigirse hacia la torre de los cuervos, para enviar una carta de respuesta a Ned Stark. En esta le agradecía por toda su ayuda y le decía que en cuanto llegara a la costa le enviaría a su caballo hasta Winterfell. También le pedía que si era posible lo mantuviera alimentado y bien cuidado hasta su regreso, ya que el equino era importante para él, pero sabía que no podría llevarlo en el barco mercante. Ya tendría que conseguir otro caballo al arribar a Essos.

 Envió el cuervo hacia Winterfell y luego de eso se dirigió hacia el salón principal para un desayuno rápido, donde se le unieron también Grenn y Pyp. Los 3 conversaron sobre los terroríficos sucesos del día anterior sobreviviendo al ataque de los espectros y sobre el viaje que Daegon emprendería dentro de solo unas horas. Finalmente en terminar Daegon se despidió de ambos hasta que se volvieran a ver y se dirigió hacia el solar del Lord Comandante Jeor Mormont.

Allí, luego de terminar de discutir los detalles de su viaje hasta Guardaoriente del Mar, el viejo oso le entregó un rollo de pergamino.

-Entrega esto a Cotter Pyke, el comandante de la fortaleza. Te permitirá quedarte allí 1 noche o 2 en caso de que a tu barco aún le falte tiempo para zarpar. También tienes algo de comida guardada en el fardo de tu caballo, ya que dudo que encuentres algo para cazar en todo el camino desde aquí a la costa. Es poca, pero es toda la que podemos darte.-

Daegon asintió, agradecido de siquiera recibir algo.

-Estoy seguro de que será suficiente, no planeo estar viajando por más de 2 o 3 días.....gracias por todo, Lord Comandante.-

Dijo y le extendió una mano a Mormont, la cual luego de unos segundos finalmente este la estrechó.

-Espero que encuentres lo que buscas muchacho. Y si en el camino te encuentras con alguno de los sureños que creen que lo único que hacemos aquí es sentarnos a orinar desde el muro, espero que les hables de lo que viste ayer.-

Dijo Mormont en un tono que denotaba rabia y frustración y después de lo que había visto, Daegon entendió el porqué. Solo 2 días atrás el mismo se habría burlado de las historias sobre los espectros y esos caminantes blancos de los que hablaba el maestre Aemon.

-Me aseguraré de hacerlo. Créame que ahora entiendo porqué dicen necesitar más hombres aquí. Pero también entiendo el escepticismo del resto de Westeros. Confieso que antes de ayer incluso yo me habría burlado si me hablaban acerca de estos espectros.-

Mormont gruñó levemente.

-Puede ser, pero también recuerda que solo el muro se interpone entre esos demonios y los 7 reinos. Y solo la Guardia Nocturna defiende el muro.-

Daegon asintió, ahora entendiendo la importancia de eso. Aunque dentro de él, confiaba en que el gran muro de hielo pudiera mantener a raya a esas cosas. Después de todo se suponía que la estructura tenía miles de años de antigüedad y no creía que pudiera caer fácilmente.

-Lo haré, Lord Comandante. Gracias y buena suerte.-

Le dijo y dándose vuelta, abandonó el solar y caminó bordeando el patio principal. Aún tenía que hacer una última parada, antes de marcharse de allí. Se dirigió hacia los aposentos del maestre Aemon y cuando estaba por llegar ve a Sam salir de estos.

-Oh, buenos días, Daegon. ¿Vienes a ver al maestre antes de irte?.-

Le preguntó el muchacho, saludándolo con una amable sonrisa.

-Buenos días, Sam. Y si, me gustaría poder despedirme de él.-

-Pues acaba de desayunar y está por comenzar a trabajar, así que puedes pasar a verlo sin problemas.-

Respondió Sam y luego una expresión de duda y algo de nervios, atravesó su rostro. Pero finalmente extendió una mano regordeta hacia Daegon.

-Esto.....buen viaje, y ten cuidado.-

El Targaryen sonrió amablemente y estrechó la mano del muchacho, palmeando levemente su hombro derecho.

-Gracias Sam, lo tendré, y tu también cuídate. Creo que eres mucho más valiente de lo que piensas....-

Ante esto, Sam se ruborizó levemente, pero asintió con una amable sonrisa y se alejó. Luego, Daegon ingresó en los aposentos del maestre. Lo encontró sentado en la mesa, frente a la bandeja vacía de donde acababa de desayunar.

-Maestre, vine a despedirme.....-

Le dijo, y el anciano se giró hacia él, permaneciendo varios segundos en silencio. Casi como si le asustara continuar con esa conversación.

-Muchacho.....sabía que este momento iba a llegar pero aún así es triste. ¿Ya tienes todo listo para tu viaje?.-

Daegon asintió.

-Así es, y quiero marcharme cuanto antes para poder llegar en 2 o 3 días a Guardaoriente del mar. Y esperemos que el barco del cual Stark habló en su carta siga ahí.-

-Comprendo, entonces no te entretengo más. Solo también recuerda que tu hombro aún no está curado del todo. Hasta que lo esté deberás encargarte cada día de cambiar los vendajes y lavar la herida de ser necesario. Imagino que después de estas semanas ya sabes como hacerlo.-

Daegon asintió, apreciando la preocupación de Aemon. Luego el anciano tomó una de las manos del muchacho entre las suyas. Daegon pudo notar como estas parecían temblar un poco más de lo normal. Tal vez por la emoción del anciano de despedirse de el primer pariente suyo en visitarlo en décadas. Y con lo que le dijo a continuación se lo confirmó.

-Me diste una gran alegría Daegon. Al aparecer frente a mi sano y salvo después de tantos años. Años en los que creía ser el último de mi casa y que esta moriría conmigo. Pero parece que eso no sucederá.....así que gracias, gracias por darme esperanza. Sé que no crees en los dioses, muchacho, pero espero que estos puedan guiarte en tu viaje y te den fortaleza para afrontar los peligros que tendrás en tu camino.-

Daegon, no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa ante estas palabras.

-Gracias Aemon, lo haré y prometo que nos volveremos a ver.-

Inclinándose abrazó con cuidado al anciano, por los hombros y luego se dio vuelta para irse. Sin embargo, este lo llamó una vez más.

-Daegon....-

El Targaryen se dio vuelta hacia Aemon.

-Si quieres escuchar el último consejo de un anciano....deja de preocuparte por el pasado o el futuro y concéntrate en el presente. No tienes la culpa de a quienes no pudiste salvar y si tienes o no un papel que cumplir en alguna profecía supongo que lo descubrirás en el futuro. Pero ahora te aconsejo concentrarte en tu misión actual: Encuentra a tu hermana, protégela, y luego vuelve a Westeros. Pues creo que la guerra más importante de todas ni siquiera a comenzado aún, y creo que tendrás un rol que desempeñar en esta.-

Daegon asintió ante las palabras del maestre, reconociendo que eran ciertas.

-Lo tendré en cuenta.....y gracias por todo.-

Finalmente se despidió, con un gesto de su cabeza, y salió nuevamente al exterior.

Al salir, sintió como un leve viento soplaba desde el sur, por lo que se acomodó mejor su abrigo de pieles. Durante las semanas que había pasado en Castle Black, se había acostumbrado cada vez más al intenso frío norteño. Ya no lo sentía tanto como en el día de su llegada aunque, según el maestre Aemon, el invierno traería un frío más intenso aún. Comenzó a dirigirse hacia su caballo y en el camino vio a Ser Alliser Thorne, circulando por el otro extremo del patio principal. Las miradas de ambos se cruzaron por unos segundos, pero el hombre simplemente desvió la mirada ignorándolo y continuó su camino, ingresando por la puerta que daba a la armería. Imaginaba que Thorne seguía resentido con él, después de que hubiera asesinado en defensa propia a uno de sus hombres sin sufrir ningún castigo.

"Al menos si sé que no extrañaré a ese imbécil....."

Pensó, mientras continuaba su camino hacia los establos. Minutos después ya se había reunido con su caballo y lo había dirigido hacia el centro del patio principal. Le tenía cariño al animal, ya que había sido un regalo de Mace Tyrell cuando cumplió los 16 años y lo había acompañado desde entonces y en todas sus aventuras de los últimos meses. Había decidido llamarlo Valyr, como un diminutivo de Valyria. Era un muy buen ejemplar, de color negro y siempre le había sido muy fiel.

-Un último viaje más amigo mío. Al menos por un tiempo.....-

Le dijo a Valyr y acarició su crin. Luego se descolgó el fardo con sus pertenencias del hombro para atarlo a su caballo. Acababa de terminar con eso, cuando escuchó una voz a sus espaldas.

-¿Pensabas irte sin despedirte?.-

Dándose vuelta, vio a Jon Snow acercándosele.

-Exactamente, pero supongo que ya me arruinaste el plan, Snow.-

Bromeó el Targaryen, con una leve sonrisa. Al principio no sabía que pensar sobre "el bastardo de Ned Stark", como había escuchado que lo llamaban en Winterfell. Sin embargo, después de todo por lo que habían pasado esas semanas, ya consideraba a Jon como un amigo.

-Entonces finalmente te vas a asolear a la otra punta del mundo, mientras yo me sigo congelando el trasero aquí--

Dijo Jon y Daegon rió.

-Si, debo seguir mi propio camino.....antes me dijiste que cuando recién llegaste a Castle Black, odiabas este lugar. Pero después de las semanas que pasé aquí creo que ya te acostumbraste. Parece que este es tu lugar, el mío........bueno, aún lo estoy buscando. Pero si sé que es junto a mi familia, y ahora esta me necesita.-

-Daenerys Targaryen.......¿como puedes estar tan seguro de que está viva después de casi 20 años?.-

Preguntó Jon y Daegon suspiró levemente. No le había hablado de su extraña habilidad para sentir la muerte de sus familiares y no creía que una despedida fuera el momento ideal para eso.

-Solo lo sé.......y tengo que encontrarla antes de que sea tarde.-

Jon asintió, sin presionarlo más al respecto.

-Bien, entonces te deseo buena suerte.-

Ambos se abrazaron y se palmearon las espaldas. Al apartarse, Jon sonrió de lado.

-Y no te vayas a morir, Targaryen. Si esas cosas contra las que luchamos ayer se vuelven un problema más grande, entonces vamos a necesitarte y a tu bonita espada.-

Daegon sonrió de lado, aún le seguía intrigando el gran misterio que envolvía a Lekia, a los espectros y a sí mismo. Pero para él, primero estaba su familia.

-Te digo lo mismo, Snow.-

Le respondió y luego montó en Valyr. Jon lo acompañó hasta las puertas principales de Castle Black mientras estas se abrían. Cuando estuvieron abiertas, Jon asintió a Daegon, a modo de despedida. El Targaryen le devolvió el gesto y con un movimiento a las riendas de su caballo, salió galopando fuera de Castle Black. Cabalgó unos metros hacia el sur, por el camino del rey hasta internarse en el bosque. Pero luego, giró el caballo hacia el este y comenzó a cabalgar en esa dirección, perdiéndose entre los árboles.

Los siguientes 2 días de viaje transcurrieron sin novedades. Cabalgó por el bosque hacia el este, deteniéndose solo 3 veces al día para que tanto él como Valyr descansaran y comieran algo. Durante las noches acampaba en algún claro cubierto del bosque y a la mañana siguiente retomaba su viaje. Durante esas 2 noches, no pudo evitar sentirse tenso de estar solo en el bosque, luego de lo ocurrido con esos espectros más allá del muro. Pero sabía que ahora la gran muralla de hielo lo separaba de esos demonios y afortunadamente, salvo por algunos aullidos lejanos de lobos, nada lo interrumpió. 

Cuando viajaba usaba como referencia la imponente imagen del muro alzándose en la lejanía, sabía que debía seguirlo hasta llegar a la costa, por lo que intentaba no alejarse demasiado de el sendero recto que marcaba. El frío era molesto pero como se mantenía constantemente en movimiento podía soportarlo. Tampoco habían muchos animales para cazar en esa zona, por lo que estaba racionando la poca comida que habían podido darle en Castle Black. También, mientras viajaba, Daegon se dio cuenta de algo.....había extrañado eso:

Durante gran parte de su vida había estado viajando, ya fuera para huir de alguien o para llegar a algún sitio. Primero con Rhaegar y Lyanna hacia Dorne, luego con Rhaegar hacia el Tridente y luego de eso él solo hacia Highgarden siendo tan solo un niño de 6 años de edad. Durante los 15 años que estuvo criándose escondido en Highgarden, siempre había odiado el cautiverio y tener que esconder quien era realmente. Viviendo con el miedo constante de que algún día Robert Baratheon enviara soldados para terminar el trabajo y finalmente matarlo. Por lo que cuando tuvo la oportunidad de viajar hacia Winterfell y luego hacia la King'sLanding, no lo pensó 2 veces. Lo cierto es que no era una persona sedentaria, no le gustaba quedarse demasiado tiempo en el mismo lugar y disfrutaba la calma y serenidad de cabalgar en el medio de la naturaleza. Se había pasado demasiado tiempo quieto y cómodo mientras sus hermanos sufrían, llegando Viserys a morir sin que pudiera hacer nada para ayudarlo. Por lo que sentía que ya era tiempo de corregir eso.

                              ....................................................................

Continuó viajando sin mayores contratiempos hasta la tarde del tercer día desde que partió de Castle Black. Cabalgaba llegando a una pequeña colina de nieve, cuando de pronto se detuvo de golpe. Primero sintió el aroma del mar y el salitre llegando a su nariz y al agudizar el oído pudo escuchar olas rompiendo contra la costa. Ante esto, el Targaryen apuró el paso de su caballo y cabalgó colina arriba, al llegar a la cima detuvo a Valyr y finalmente vio Guardaoriente del Mar:

La fortaleza de la Guardia Nocturna lucía mucho más pequeña que Castle Black, pero su color negro destacaba entre el blanco y gris del muro. Mas allá de la fortaleza, en la costa había un muelle de carga y para alivio de Daegon, había un barco atracado en este. Vio que era bastante grande y que entraban y salían varios marineros cargando distintas cajas o barriles.

"Un barco comercial.....es aquí!."

Pensó Daegon, aliviado y comenzó a acercarse al barco. Sin embargo a los pocos pasos del muelle volvió a detenerse, recordando algo: Según Ned Stark, el capitán y toda la tripulación venían desde Braavos o desde Myr, por lo que era probable que no supieran quien era él. Pero aún así debía ser discreto, al menos hasta estar en alta mar.

-Bueno.....aquí vamos de nuevo.-

Murmuró y llevando sus manos a su cabeza, se subió la capa de viaje, cubriendo con la capucha su cabello blanco, por primera vez desde que había llegado al norte. Luego continuó su camino hacia el muelle. Al llegar desmontó de su caballo y acercándose a uno de los marineros pidió hablar con el capitán del barco. Minutos después este bajó por el puente de carga y se dirigió a él.

Se trataba de un hombre corpulento, de cabello negro oscuro, barba recientemente afeitada y tenía la piel bronceada característica de muchas personas que vivían en las ciudades libres. El hombre se acercó a Daegon, lo miró de arriba hacia abajo. Antes de que el Targaryen pudiera presentarse, el capitán le habló, con un marcado acento extranjero.

-Imagino que tu eres a quien Lord Stark me pidió esperar con tanta insistencia.-

-Si, soy yo.-

Respondió el muchacho, sin dar mayores detalles mientras le mantenía la mirada. Luego de unos segundos el hombre gruñó levemente.

-Tienes suerte de que habiendo guerra al este y guerra al oeste, no puedo negarme al buen pago que ofreció Stark. Viajaremos directo hacia Essos, incluso con la marea a favor serán algunos meses de viaje. Pero primera impresión que me das es que estás completamente verde a la hora de navegar en alta mar chico, ¿podrás soportarlo?.-

Entre el alivio de que el capitán lo admitiera en su barco gracias al pago de Ned, Daegon solo pudo esbozar una media sonrisa ante el comentario burlón del hombre. Al parecer el capitán era muy perceptivo, pues era cierto, nunca en su vida había viajado en barco, o al menos no recordaba haberlo hecho. Pero era un riesgo que debía correr.

-Tiene razón, nunca lo e hecho. Pero lo soportaré, gracias por aceptarme en su barco, no le causaré ningún problema.-

El hombre asintió secamente.

-Eso espero, porque no pienso llevar a una carga a bordo.....estamos cargando la última mercadería y terminando de recolectar el pago de la Guardia Nocturna. Pero partimos mañana al mediodía, espero que estés aquí para entonces o no te esperaremos.-

Daegon asintió agradecido y se despidió del hombre. Como al parecer el barco partiría en poco menos de un día, decidió hacer uso de la oferta del Lord Comandante Mormont y pasar la noche en Guardaoriente del Mar.

El comandante de la fortaleza, Cotter Pyke resultó ser un hombre razonable, aunque tosco. Luego de leer la carta de Mormont aceptó que Daegon se quedara allí solo por esa noche ya que al día siguiente partiría su barco y también que Valyr descansara y fuera alimentado en los establos, antes de su viaje de regreso a Winterfell. A pesar de algunas protestas de algunos de sus hombres de confianza, al Targaryen se le dio una habitación mucho más pequeña que la que tuvo en la torre del rey, pero más que suficiente para pasar la noche. 

Durante la cena, lo hizo en medio de los murmullos de varios miembros de la guardia, por su presencia allí. Sin embargo llegó a escuchar uno de ellos y descubrió algo curioso: Al parecer varios de ellos tenían la costumbre de escabullirse de Guardaoriente del Mar algunas noches e irse a un pueblo cercano a beber o acostarse con prostitutas. Eso no fue una novedad para Daegon, ya que sabía que muchos de los habitantes de Castle Black hacían lo mismo, escabulléndose a Mole's Town, lo que le sorprendió fue lo otro que descubrió: Al parecer una noche, a la taberna de ese pueblo cercano a Guardaoriente del Mar, llegó un juglar viajero. Este traía canciones sobre sucesos ocurridos por todo Westeros y al parecer tanto él como otros juglares habían compuesto una canción sobre él. Esta hablaba sobe su hazaña liberando a Ned Stark en King'sLanding y se referían a él como "El Dragón Errante".

"No es del todo un mal nombre, pero si suena algo estúpido. Al menos tengo una canción......"

No pudo evitar pensar el muchacho, algo divertido de que las noticias de su aventura en la capital hubiera llegado tan lejos. Afortunadamente el muchacho pasó la noche allí sin problemas y al día siguiente, luego de un rápido desayuno se dirigió al barco. El cual ya estaba terminando los últimos preparativos, antes de hacerse a la mar. 

Al llegar nuevamente a los muelles, Daegon bajó de su caballo, desató el fardo con sus pertenencias y se lo colgó al hombro. Había llegado el momento de despedirse del animal, por un tiempo. 

Se colocó frente a los ojos del animal y acarició su crin, suavemente.

-Parece que de momento nos despedimos amigo mío. Imagino que recuerdas el camino hacia Winterfell luego de haber viajado ya 2 veces hasta ahí. Lord Stark te cuidará hasta que yo regrese, pero pasará un tiempo. ¿De acuerdo?.-

Como respuesta, el caballo le dio unos suaves golpecitos en el rostro, con su cabeza y el muchacho esbozó una pequeña sonrisa.

-Vete Valyr....te extrañaré amigo.-

Le dio unas palmaditas en la zona trasera y el caballo comenzó a alejarse, cabalgando hacia el sur. Daegon sabía que el animal podía orientarse muy bien, por lo que si todo salía bien llegaría a Winterfell en un par de días. Luego de eso de dirigió hacia el barco y deteniéndose al comienzo de el puente que lo conectaba al muelle, dirigió una mirada nostálgica hacia el sur:

Por primera vez en su vida, estaba a punto de abandonar Westeros y no podía evitar pensar que se estaba alejando más de su segunda familia, los Tyrell. Había pasado más de 1 mes desde la última vez que los vio, pero al irse de Westeros no podía evitar pensar que se estaba separando aún más de ellos.......en especial, de Margaery. 

Sabía por Ned Stark que ella ya se había casado con Renly Baratheon por el bien de su casa, lo cual le seguía doliendo ya que la amaba pero sabía que no podía hacer nada para evitarlo. Y también suponía que en esos momentos estaría junto a Renly, marchando hacia King'sLanding para que este intentara reclamar el Trono de Hierro, y le preocupaba mucho su seguridad. Pero sabía que hacia donde el viajaría, ella no podía acompañarlo y que Margaery estaría mucho más segura protegida por el ejército Baratheon, que a su lado en un continente desconocido. Su mente regresó en el tiempo para recordar lo que se habían prometido mutuamente en Highgarden, luego de esa última noche perfecta que pasaron juntos: Que ella lo esperaría y que él no la abandonaría, que regresaría por ella y de algún modo lograrían estar juntos. Y el pensaba cumplir con esa promesa.

"Volveré......prometo que volveré....."

Pensó, mientras su mirada y pensamientos parecían bajar hacia el sur, hacia donde fuera que se encontrase el campamento Baratheon en esos momentos. Luego, finalmente apartó su mirada del horizonte, respiró profundo y subió al barco. Abandonando suelo westerosi por primera vez en su vida.

Recomendación: Escuchar a partir de este punto:

https://youtu.be/BQG9RLFMlCY


Luego de reportarse ante el capitán, este le indicó donde dormiría durante los meses que durara el viaje. Al ser un barco mercante, no tenían un camarote extra para él, pero le habían acomodado una hamaca para que pudiera dormir en la bodega. No era muy lujoso ni espacioso, pero serviría para sus necesidades y a Daegon le bastaba, mientras pudiera llegar a Astapor. Luego de instalarse en la bodega, lo cual fue simplemente colocar el fardo con su equipaje sobre la hamaca, salió nuevamente al exterior del barco.

Apenas salió, escuchó como los marineros comenzaban a gritarse órdenes mutuamente, mientras se levaba el ancla de las profundidades del mar y se izaban las velas. Minutos después se tambaleó un poco, cuando el suelo a sus pies comenzó a temblar y el barco comenzó a moverse, finalmente partiendo del muelle y haciéndose a la mar. 

Mientras el barco comenzó a alejarse de la costa, Daegon corrió hacia la proa y frente a él vio el horizonte del mar, que se extendía azul e infinito ante él. Poco a poco, el barco comenzó a ganar algo más de velocidad y el Targaryen se apoyó en el barandal de madera, disfrutando de la vista, el sonido del mar y de sentir la fresca brisa del mediodía rozando su rostro. Se sentía nervioso, ya que no sabía lo que le depararía el futuro y que una vez llegara a Essos estaría completamente solo. Sin Mace Tyrell, o Ned Stark o Aemon Targaryen ni nadie que lo apoyara o aconsejara, al menos hasta que encontrara a su hermana. 

Pero también se sentía aliviado de estar escapando de quienes lo querían muerto y emocionado de finalmente comenzar el viaje para el que tanto había planeado y no pensaba dejar que la falta de apoyo o recursos lo detuvieran.

"Voy en camino hermana.....voy en camino......"

Pensó, mientras el barco se perdía en el horizonte. El muchacho no sabía si lograría llegar a Astapor sin inconvenientes, ni si conseguiría encontrar a su hermana Daenerys o que ocurriría luego de que ambos se conocieran. Pero si había algo de lo que Daegon Targaryen estaba seguro: Su viaje acababa de comenzar.

                                                  FIN DE LA PARTE 1.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro