Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 13: Camino a Casa

Eddard

El día era cálido y con un cielo limpio y celeste, el barco flotaba moviéndose en las tranquilas aguas rumbo al norte. Eddard Stark se encontraba en la proa del barco, con las manos apoyadas sobre la baranda de madera gastada, contemplando el mar y dejando que el aire limpio de el mar le entrara en los pulmones. Ya estaba cansado de estar dentro del barco todo el tiempo, había momentos en los que el calor era insoportable, llevaban 2 semanas en ese barco y sus hijas parecían tener opiniones divididas sobre su transporte: Sansa, quien en los últimos días había tenido la tarea de coser los trozos de vela vieja del barco, que con el tiempo se desgastaban y perdían el color pensaba igual que él, ya se la notaba cansada y no había día que no le preguntaba cuanto faltaba para llegar a su destino. Pero con Arya era otra historia, ella se encargaba de fregar los pisos del barco y de ayudar a entregar la comida desde las cocinas, pero estos trabajos no parecían disgustarle y le parecían una aventura, al finalizar el día ella siempre descubría algún corredor, o lugar de el barco que no hubiera explorado antes. Afortunadamente para Ned, el capitán del barco tuvo en consideración la herida de su pierna y le había asignado como tarea, ayudar en las cocinas, esto evitaba que estuviera demasiado tiempo moviéndose, ya que podía sentarse a trabajar cortando vegetales o ayudando en lo que el cocinero necesitara sin necesidad de moverse de allí, además esto le permitía ver a su hija menor seguido, cuando ella bajaba a las cocinas para recoger algún plato para entregar. Si había algo que había añorado más que nada en los días en los que estuvo en los calabozos, fue a su familia, y volver a tener junto a él a sus 2 hijas, sabiendo que pronto se reuniría con el resto de su familia era el pensamiento que le daba fuerzas en esos momentos. 

Luego de separarse de Daegon Targaryen a orillas del río en el bosque de los reyes, aquel hombre Alec les explicó cual era el plan una vez llegaran con el bote al barco, el cual los esperaba en alta mar. Se presentaron como una familia humilde, cuyas pequeñas tierras y cultivos fueron quemados y saqueados por el ejército Lannister en su marcha al norte. En el bote Alec les había dado nombres diferentes a los 3 para que usaran en ese tiempo: Ned era Roth Sancow padre de 2 hijas cuya esposa había fallecido a dar a luz a la más pequeña de ellas, desde entonces habían vivido en su humilde casa, en las afueras de la capital. Sansa era Gwen Sancow, y Arya era Amelia Sancow. En el bote Alec llevaba consigo un mapa de Westeros y allí Ned decidió hasta que lugar viajarían en el barco, ya que al parecer este atracaría en todos los puertos costeros al Mar Angosto. Por lo que le había dicho Varys cuando visitó su celda en la capital, y por lo que le dijo Daegon antes de despedirse Ned sabía que Robb, siendo Lord de Winterfell en su ausencia, había reunido a los ejércitos de las casas del norte, y que junto a ellas había marchado rumbo al sur para luego apostarse en Riverrun, donde tenía el apoyo de las fuerzas del norte y de los ríos. Luego de estudiar el mapa, Ned decidió que su destino sería el puerto de Wickendon. Un pequeño pueblo ubicado en el territorio de el valle, era cercano a Riverrun y aunque desconocía la posición de la casa Arryn, los lores de el valle respecto a la guerra sabia que Lysa Arryn jamás apoyaría a los Lannister. Además de ser la hermana de su esposa Catelyn, y de haber sido ella quien envió una carta a Winterfell, advirtiendo sobre la muerte de su esposo Jon Arryn asegurando, y a estas alturas Ned se encontraba bastante inclinado a creerle, que este había sido envenenado por los Lannister, mientras era la mano del rey Robert Baratheon. 

El plan era que una vez llegaran a puerto, Alec seguiría su camino en el barco, mientras que los Stark usarían el dinero que Daegon les había dado para comprar un caballo y comida para el viaje hacia Riverrun. Luego de haber repasado el plan el bote llegó hacia el barco, el cual se encontraba anclado en alta mar, los subieron a bordo y fueron llevados con el capitán, quien a pesar de manejar con relativa fluidez la lengua común, no les hizo muchas preguntas ya que necesitaban personas que trabajaran en el barco. Los días siguientes fueron bastante rutinarios mientras el barco navegaba con rumbo norte, y en ellos Ned mas que nada reflexionó bastante sobre lo que habia ocurrido en la capital: 

Todo fue culpa suya, fue un estúpido en confrontar a Cersei Lannister sobre el parentesco de Joffery Baratheon, fue un estúpido en no haber sacado a sus hijas de la ciudad cuando tuvo la oportunidad, fue un estúpido por no haber advertido a Robert sobre lo que le había ocurrido a su mentor Jon Arryn. Y todo podría haber terminado en desgracia.....de no haber sido por Daegon Targaryen. La primera vez que lo miró a los ojos, luego de que este lo hubiera salvado de ser decapitado con su propia espada, lo primero que sintió por unos segundos fue ira, ya que al principio creyó estar viendo al mismo Rhaegar Targaryen, quien había secuestrado a su hermana Lyanna y provocado su muerte en la torre de la alegría en Dorne. Pero no podía odiar a Daegon por eso, Ned ya había aprendido hace años a no culpar a una persona por los crímenes de sus familiares, y aunque era sabido que Rhaegar y Daegon eran bastante cercanos, Ned sabía que este había sido solo un niño durante la Rebelión de Robert, y había creído que había sido enviado a la capital y que también había muerto allí, pero eso obviamente no había ocurrido. Fuera como fuera en esos momentos él le debía mucho a Daegon, su vida, la vida de sus hijas, y todos los arreglos que había hecho para que los 3 pudieran llegar sanos y salvos con su familia. En su despedida este le había dicho que tendrían que hablar más adelante y que quizás en un futuro necesitaría su ayuda, aunque su prioridad en estos momentos era llegar junto a su familia y conocer bien la situación del norte, luego de esto esperaría para ver si Daegon lo contactaba de algún modo. 

Sin embargo, había algo que Ned se estuvo preguntando durante las 2 semanas de viaje: ¿Porqué Daegon los salvó?. En el bosque este le había respondido vagamente, diciéndole que tenía sus razones y que si tenían la oportunidad de hablar con más calma en el futuro, entonces podría conocerlas. Él había apoyado la rebelión de Robert, había marchado por las calles de la ciudad luego del saqueo, había estado presente en el salón del trono, cuando Tywin Lannister le había presentado a Robert los cuerpos sin vida de los príncipes Aegon y Rhaenys Targaryen, mientras le aseguraba al rey que, aunque su cuerpo no había sido encontrado, el príncipe Daegon Targaryen había muerto al lanzarse al mar desde lo alto del acantilado. Al pensar en esto Ned no pudo evitar esbozar una sonrisa irónica, al pensar en la expresión de Tywin al enterarse de lo que había ocurrido en la capital y de que Daegon seguía vivo. A estas preguntas Ned no les encontraba respuesta y decidió dejar de darle vueltas sin sentido hasta que pudiera hablar otra vez cara a cara con Daegon. 

En los momentos en los que podían reunirse en privado, había hablado con Sansa y Arya sobre lo ocurrido en la capital, y ellas no parecían compartir su misma preocupación acerca de los motivos de Daegon para rescatarlos. Sus 2 hijas parecían haber quedado encantadas con el muchacho y tenían diferentes reacciones al hablar sobre su rescate: Sansa, a quien Daegon había rescatado de en medio de la conmoción y que había impedido que Joffrey la atrapara al golpearlo en el rostro, cada vez que lo mencionaban se ruborizaba ligeramente y se mantenía en silencio, solamente haciendo gestos con la cabeza a modo de respuesta, aunque Ned sospechaba la razón de su actitud. Sin embargo Arya, se encontraba bastante emocionada con su participación en lo ocurrido y les contó con lujos de detalles, como Daegon la había encontrado en los mercados para luego enviarla hacia la puerta de los dioses, donde luego llegaron los hombres que lo apoyaban y ella se quedó con ellos hasta que Daegon volvió del septo y ambos escaparon a caballo de la capital. También había quedado muy emocionada por la promesa que Daegon le había hecho antes de separarse sobre que la próxima vez que se vieran ayudarla a practicar con su espada. A Ned le gustaba ver a sus 2 hijas un poco más relajadas y distendidas ya que sabía que ambas habían pasado por mucho desde que él fue arrestado: Sansa le había dicho que Cersei Lannister, la había engañado diciéndole que lo habían arrestado por traición y la obligó a enviar una carta a Robb, en la cual le pedía que detuviera el avance de sus tropas y que le jurara lealtad a Joffrey, como condición para que su vida fuera perdonada. Arya le había dicho lo que ocurrió con ella luego de su arresto, Syrio Forell, el hombre que Ned había contratado para enseñarle a su hija a manejar la espada, la había protegido de los guardias Lannister cuando la fueron a buscar. El braavosi lamentablemente había muerto en el proceso, por lo que Ned decidió que en cuanto se hubieran instalado nuevamente en el norte, enviaría a Braavos un cofre con dinero para la familia del hombre, era lo menos que podía hacer para agradecerle el salvar a su hija. Ned lamentaba muchísimo la situación por la que habían pasado ambas, pero sabía que pronto lo peor habría pasado y estarían todos juntos en pocos días para poder finalmente ir a su hogar.

El resto del día permaneció tranquilo, mientras los marineros llevaban a cabo las actividades rutinarias del barco, salvo Ned y sus hijas quienes habían sido notificados por el capitán de que arribarían al puerto de Wickendon en unas horas. Al llegar el mediodía, luego de despedirse del capitán y de la tripulación los 3 se encontraban cerca de la proa del barco junto con Alec, mientras que en el horizonte comenzaba a mostrarse lo que parecía ser el puerto de un pequeño pueblo. Al no poder llevar nada con ellos en la huida, por razones obvias, las únicas pertenencias que tenían era la ropa con la que habían huido de la ciudad, la cual había sido lavada en el barco, más otras pocas pertenencias: Ned llevaba a su espada de acero Valyrio Hielo colgada en la cintura, en el bolsillo la bolsa con el dinero que Daegon le había entregado y un bastón que le habían regalado en el barco para su pierna herida, Sansa llevaba además de su ropa, un pequeño canasto con algunas prendas que le habían regalado las mujeres que trabajaban en el barco, compadeciéndose de su historia inventada de que habían huido de sus tierras sin mas que lo que llevaban puesto. Finalmente Arya llevaba su pequeña espada aguja atada de la cintura, solo que esta vez se encontraba dentro de una funda hecha de cuero liviano. Esta había sido hecha a medida especialmente para ella por varios de los miembros de la tripulación del barco, quienes al verla todos los días limpiando y explorando los distintos sectores del barco, le habian tomado cariño a la pequeña Stark y se había ganado entre ellos el apodo de "pequeña Amy", la niña se encontraba algo apenada por abandonar el barco, pero también ansiosa de poder ver a su madre y hermanos nuevamente. 

El barco atracó en el muelle y mientras personas entraban y salían del mismo cargando cajas y dando ordenes, Alec se giró hacia Ned. 

-Yo seguiré en el barco unos puertos más para reunir provisiones antes de volver a la capital, por lo que aquí nos separamos señor Sancow, cuídense en su viaje de regreso.- 

El hombre había sido un misterioso y poco comunicativo compañero de viaje, las pocas veces que Ned había entablado conversación con él a bordo del barco este se negó a compartir ninguna información sobre su vinculo con Daegon y con el grupo que lo acompañaba. Ned respetaba mas que nadie la lealtad y el honor por lo que no se lo volvió a preguntar. Ante sus palabras esbozó una leve y corta sonrisa. 

-Tu también cuídate, y cuando veas a tu gente de nuevo por favor dales mi sincero agradecimiento por lo que hicieron por mi y mi familia, no lo olvidaré.- 

Luego de esto Ned asintió con la cabeza en un gesto de despedida que Alec le devolvió, y luego seguido por sus hijas, cruzó el puente del barco y se alejó del mismo apoyado en su bastón, comenzando a caminar por el pequeño puerto, hacia las calles del pueblo.

Cuanto más caminaban por las calles de Wickendon, Ned notaba que estas se asemejaban bastante a las de un pueblo fantasma, estaban totalmente desiertas y no se escuchaba sonido alguno más que el de sus botas al pasar el suelo de piedra. De las chimeneas de algunas casas salía humo por lo que había gente en su interior, Ned decidió dirigirse hacia la entrada de la ciudad ya que allí era probable que estuvieran los establos para comprar un caballo. Afortunadamente el pueblo no era muy grande y encontraron la entrada, en la que habían apostados 3 guardias contemplando el camino tras los muros, los 3 vieron a la derecha de las rejas de la ciudad del lado de adentro, un pequeño establo en el que habían varios caballos. Ned le dijo a sus hijas que lo esperaran fuera en la puerta, pues ya no quería que vieran el paisaje deprimente que resultaba ser aquel pueblo, y se aproximó rápidamente hacia un hombre de mediana edad que les estaba dando de comer, y aunque el precio le pareció caro para tratarse solo de 1 caballo Ned no se encontraba en posición de negociar, por lo que le pagó al hombre y luego se dispuso a reunirse con sus hijas. Llevando al caballo por las riendas, dobló al llegar a los muros y se quedó helado unos segundos. 

Delante de Sansa y Arya se encontraban los 3 guardias que habían visto antes, estos estaban armados y al ver a Ned abrieron los ojos en señal de sorpresa. Pensando que había sido descubierto Ned actuó con rapidez y a pesar de su pierna herida soltó su bastón y desenvainó a Hielo, al mismo tiempo que escuchaba a Sansa gritar. 

-¡Padre, no!.-  

Estaba por avanzar hacia los guardias cuando una voz grave detrás de él bramó. 

-Por los dioses....¡NED!.- 

Al reconocer la voz Ned bajó enseguida la espada y se dió vuelta atónito. Al hacerlo sintió que comenzaba a aflojarse el nudo que tenia en la garganta desde que escaparon de la capital 2 semanas atrás: Frente a el se encontraba su amigo Jon Umber, lord de Last Hearth montado a caballo, y detrás de el habían varios hombres armados a caballo portando el estandarte con el lobo huargo de la casa Stark.

Daegon

Se encontraba en los jardines del sur, observando en silencio la fuente de mármol blanco que se hallaba en el centro del lugar. Su mirada se perdía en los chorros de agua fresca y limpia que caían en la pileta, mientras reflexionaba sobre lo que había ocurrido 2 días atrás con su llegada a Highgarden. En esos momentos no deseaba estar en ningún otro lugar, pero lo que realmente lo preocupaba era el enojo de Mace con él. 

Cuando tomó la decisión de, junto con la Guardia Pura, rescatar a Ned Stark del juicio en caso de una ejecución, sabía que dichas acciones tendrían consecuencias sobre el lord del Dominio, pero creyó que luego de regresar y hablar con él, explicándole lo que había sucedido y sus motivos para hacerlo, se calmarían las cosas. Pero parece que ni Margaery ni Lady Alerie habían logrado templar su furia. La noche luego de su encuentro con Margaery en el balcón sur y estando solo en sus aposentos durante la noche, pensando con la cabeza más fría, se dio cuenta debió de haber actuado con menos sarcasmo y que luego de leer la carta de la capital, en la que ofrecían 1500 dragones de oro más un titulo de lord por su captura, tuvo que haberse tragado su orgullo y decirle a Mace lo que quería escuchar. Que había sido un estúpido al actuar de esa forma, poniéndose en peligro no solo a si mismo, sino también a la casa Tyell, y que a partir de ese momento el se quedaría en Highgarden siendo Axell Storm y sin llamar la atención de los Lannister. Daegon sabía que esa última parte no la podría cumplir, pero al menos hubiera servido para calmar los ánimos a corto plazo. Pero ya era tarde y Daegon no había visto a Mace desde su discusión el gran salón 2 días atrás . El día anterior esperaba que Mace lo mandara llamar pero eso no sucedió, al llegar la tarde se había dirigido el mismo al solar del lord de Highgarden para poder hablar con él, pero lo detuvieron los guardias en la puerta diciéndole que Mace había dado ordenes estrictas de que no quería ser molestado por nadie, impotente, Daegon no pudo hablar con él ese día. 

Uno de los motivos de su reacción irónica a la carta real que ponía precio a su cabeza, era que se encontraba aliviado. Al ver la carta y la expresión con la que Mace lo observaba, Daegon había creído que los Lannister habían descubierto su vínculo con los Tyrell y que ahora por su culpa todos corrían peligro. Sin embargo al leer la carta comprobó que el único señalado como un criminal y traidor era él, por lo que su reacción sarcástica y despreocupada vino del alivio de saber que sus seres queridos no corrían peligro, aunque reconocía que quizás no era el momento para esa actitud.  

También durante la tarde de el día anterior, Daegon había recibido una invitación para almorzar por parte de Lady Alerie Hightower, la esposa de Mace y quien había sido como una madre para él, durante su crianza en Highgarden. A diferencia del recibimiento que había tenido por parte de Mace, Alerie lo abrazó apenas entró y luego de preguntarle si estaba bien se sentaron a comer. Durante la comida ella no tocó el tema de lo sucedido en la capital, cosa que Daegon agradeció enormemente, y habló sin embargo sobre temas varios, relacionados con Highgarden, el Dominio en general y la familia. Al final de la charla, Daegon le preguntó a Alerie por Mace, ella suspiro y le dijo que en esos momentos su esposo se encontraba bastante enfadado y le recomendó que tuviera paciencia, ya que ella lo conocía y ese enojo pasaría pronto. Luego de esa conversación Daegon se retiró de la habitación, con la promesa de Alerie de que hablaría otra vez con Mace. 

"Y ahora aquí estoy yo.....de pie frente a una fuente, mientras espero que otros solucionen mis problemas por mi."

 Pensó con un suspiro y comenzó a caminar entre los canteros de diferentes flores, sin ningún rumbo en especifico aún perdido en sus pensamientos. 

Algo en lo que había estado pensado bastante en esos últimos 2 días había sido en la visión que tuvo la noche anterior a llegar a Highgarden y por ende también en su hermana Daenerys. ¿Donde se encontraba?, ¿estaría bien? esas eran algunas de las preguntas que rondaban en su mente al respecto. Ambos habían perdido a su hermano hace pocos días pero a diferencia de Daegon, Daenerys probablemente creía que estaba sola y que no tenía más familia viva. Ella había nacido poco antes de que comenzara la rebelión, cuando Daegon ya se encontraba con Rhaegar en Dragonstone, y no creía que su hermano Viserys le hubiera hablado de él ya que según Rhaegar, cuando se fueron de la capital hacia Dragonstone, Viserys era tan solo un bebe y Daegon no creía que lo recordara.

En su caminata llegó hasta el final de la hilera de canteros, y al girar su cabeza hacia la derecha vio que en pequeña carpa con vista a la fuente en la que había estado minutos atrás, ubicada al fondo de los jardines, se encontraba Olenna Tyrell junto con 3 sirvientas. A pesar de sus grises pensamientos, Daegon sonrió al encontrarse con otro rostro familiar después de tantos meses y se dirigió caminando hacia la carpa. 

Olenna lo vio venir y con un gesto de la cabeza, despidió a sus sirvientas quienes salieron de la carpa rápidamente e inclinaron la cabeza al pasar junto a Daegon. Este llegó hacia donde se encontraba la anciana, sentada frente a una pequeña mesa en la que había una jarra de vidrio con vino, y una copa de plata casi vacía a su lado. Olenna esperó a que las sirvientas doblaran por el camino de hierba y se perdieran de vista para saludar a Daegon mientras le extendía una mano.

-Finalmente vienes a verme Daegon, aunque ya estuve viendo desde hace un rato que parecías estar muy interesado en la fuente, bienvenido de vuelta.- 

Daegon le tomó la mano y se la besó. 

-Gracias milady, disculpe que no la fui a ver antes, pero el día en que llegué estaba agotado y ayer tenia....demasiadas cosas en que pensar.- 

La reina de las espinas lo observó fijamente por unos segundos como si estuviera evaluándolo con la mirada. 

-Y parece que todavía las tienes muchacho. Cuéntame....-

Hizo un gesto con la mano para que este tomara asiento frente a ella, para luego vaciar de un sorbo lo que quedaba de vino en su copa y dejarla sobre la mesa. Este se sentó en una de las butacas de terciopelo frente a Olenna y suspiró. 

-El recibimiento por parte de lord Mace.....fue bastante peor de lo que yo esperaba.-

Ansioso por desahogarse con alguien y casi sin darse cuenta comenzó a relatar a Olenna lo que había ocurrido 2 días atrás en su llegada a Highgarden. Haciendo esto, Daegon no pudo evitar recordar varios momentos de años atrás en los que habían ocurrido situaciones similares. En varias ocasiones durante su vida en Highgarden, Daegon habia acudido hacia Olenna en busca de consejo, o cuando necesitaba desahogarse. Era una buena oyente, no lo interrumpía y luego de hacerle unas pocas preguntas, si había necesidad, le aconsejaba lo que según ella, él debía hacer. Sin embargo en esta ocasión, Olenna no le hizo ninguna pregunta, simplemente esperó a que Daegon terminara de contarle todo lo ocurrido para decir. 

-Mace reaccionó de igual forma el día en que llegó la carta de Loras desde la capital sobre tu paradero. Vino enseguida a decirnos a Margaery, Alerie y a mi. Y honestamente aún me resulta gracioso-. 

Daegon no pudo evitar alzar una ceja confundido, ¿que podría resultar gracioso de esa situación?, Olenna continuó. 

-Todo el mundo en esa habitación estaba realmente sorprendido de que hubieras viajado hacia la capital....bueno, todo el mundo salvo yo.- 

Concluyó lanzando una mirada cómplice a Daegon. Este no pudo evitar esbozar una pequeña pero breve sonrisa. 

-De verdad lamento mucho haberlos preocupado a todos.- 

Olenna parpadeó un par de veces e hizo un gesto de fastidio con una mano. 

-Deja de disculparte muchacho, eso no te queda, ¿acaso dije que estaba preocupada?. Si hay alguien de quien no creo tener que preocuparme de ser capturado por los Lannister, ese eres tu.- 

Esta vez Daegon no pudo evitar soltar una pequeña risa ante ese comentario tan típico de la reina de las espinas y respondió. 

-Ojalá lord Mace pensara como usted.....Comprendo perfectamente su preocupación y enojo ante mis acciones y la carta que llegó desde de la capital poniendo precio a mi cabeza, pero pensaba que ese enojo no iba a durar mucho...... A veces pienso si no hubiera hecho mejor quedándome aquí y nunca haberme marchado.....- 

Olenna chasqueó la lengua en señal de impaciencia. 

-Deja de decir tonterías chico, ¿recuerdas todas las veces que hablamos?, me decías que extrañabas la capital y no te culpo. Allí naciste y creciste tus primeros años junto a tu familia. Si no hubieras ido a al capital ahora, estoy segura de que lo habrías hecho tiempo después con las mismas, o incluso peores, consecuencias.- 

Olenna hizo una pausa en la que aprovechó para llenar nuevamente su copa de vino y tomar un pequeño sorbo de esta.

-Se lo dije a Mace el día en que llegó la carta de Loras: tu eres un dragón, y si hay algo que la historia de tu familia nos enseñó, con su absurda "danza de dragones" y con el pozo de los dragones....es que los dragones odian estar encerrados en cautiverio.- 

Daegon reconoció que como siempre ella tenía razón. King'slanding había estado en sus pensamientos desde mucho antes de haberse ido a Winterfell, si no hubiera aprovechado aquella ocasión para ir, lo único que hubiera logrado sería aplazar el momento. Además, estando en la capital había podido conocer a Steffon, Malik, Yazid y al resto de los miembros de la Guardia Pura. Aún así había algo que lo seguía preocupando. 

-Si tan solo pudiera hablar con lord Mace, y explicarle todo lo que me ocurrió en la capital, tal vez entendería. Intenté hablar con él ayer pero lleva evitándome desde que llegué aquí.- 

Dijo con clara frustración. Sin embargo Olenna sonrió en una línea y tomó otro sorbo de su copa antes de responder. 

-Debo ser la única entre Alerie y Margaery que no a tocado este tema con mi hijo aún, antes quería hablar contigo, cosa que acabo de hacer. Ya es hora de que Mace recupere la razón, que deje de asustarse por cada carta que vaya a llegar desde la capital y en su lugar te escuche para ponerse en tu situación.- 

Daegon sabía que a la hora de usar "diplomacia" tener a Olenna Tyrell como aliada equivalía a tener un ejercito de más de 2000 hombres, y más si su oponente era su propio hijo Mace. Pero negó con la cabeza. 

- Le agradezco la oferta lady Olenna, de verdad, pero yo causé esto y tengo que encontrar la forma de resolverlo por mi cuenta, aunque tarde meses....no puedo dejar que los demás sigan resolviendo mis problemas o intentando protegerme.- 

Respondió, sin poder evitar pensar en su hermano Rhaegar con esa ultima frase. Olenna suspiró con algo de fastidio, como si hubiera esperado esa respuesta. 

-¿Porqué todos los hombres tienen que ser tan estúpidamente orgullosos?, Daegon acepta la ayuda de los demás de vez en cuando, eso no te quitará valentía ni sabiduría. Hablaré con mi hijo sobre ti, te guste o no.....No tienes porque enfrentarte a todo solo, no estas solo muchacho.-

Daegon se quedó sin habla durante varios segundos ante las palabras de Olenna. No era propio de ella ofrecer ayuda y palabras de consuelo tan abiertamente, por lo que esbozando una pequeña sonrisa respondió. 

-Está bien, usted gana....gracias lady Olenna, realmente lo aprecio. Entonces no pondré objeciones para que hable con lord Mace, solo....no lo regañé demasiado por favor, ya que todo esto no deja de ser mi culpa.- 

No pudo evitar agregar con algo de vergüenza, la anciana negó con la cabeza impacientemente y lo miró a los ojos con seriedad. 

-No todo es culpa tuya, y yo decidiré que le tengo que decir a mi hijo Daegon, ahora si me disculpas esta anciana quiere terminar su vino a solas.- 

Daegon, quien se sintió algo intimidado por su mirada, se puso de pié e inclinó la cabeza. 

-Por supuesto lady Olenna......gracias por todo.- 

Ella lo despidió con un gesto de su cabeza y el salió de la pequeña carpa con rumbo hacia el interior de la fortaleza. Estaba más animado que como había llegado a los jardines al tener un plan de acción respecto a Mace. Y también pensaba en que después de todo, recibir una pequeña ayuda de vez en cuando no estaba mal.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro