Por la mañana del veinte de enero, Aylien dormía tranquilamente en su cómoda camilla de enfermería. 

(...)

Febrero dio paso a marzo, y pues no había diferencia, la primavera parecía estar congelada. Pues seguía nevando. El aire era frívolo y llovía constantemente.

La salida a Hogsmade se canceló, lo cual no fue novedad, algunos alumnos estaban horrorizados por lo que le ocurrió a Katie Bell —Que por cierto aún no regresa a Hogwarts— la mayoría prefería no salir, otra minoría se quejaba defendiendo su libertad y otros argumentos para que pudieran salir, pero nada hizo cambiar a Dumbledore de parecer. Tan sólo quedaban las fastidiosas clases de Aparición, las cuales no eran nada sencillas.

La mañana del primero de marzo, Aylien había amanecido con la nariz tan congestionada que tuvo que respirar por la boca, y eso mismo le provocó un horrible malestar, pues le ardía la garganta. Con repentinos estornudos. Se sentía mal.

Y además, el tiempo no parecía querer ayudar.

Se acomodó nuevamente en la comodidad de su cama, volvió al profundo sueño.

Pero este no duró mucho, alguien la zarandeaba, era Hermione, con su cabello rizado en una apretada coleta. Se veía extraño, pues la coleta terminaba en un cabello severamente esponjado. Su semblante tembloroso, poco a poco fue calmándose al ver como Aylien abría en par los ojos, pero su cara demostraba angustia.

—¿Qué pasa?— preguntó Aylien en un bostezo, seguido de una tos que hizo que le doliera el pecho, por último un estornudo, Hermione observó todo sin quitar su angustia de la cara.

La castaña se dirigió a su cama y desdobló un pergamino, luego leyó:

— Hace un tiempo, Romilda Vane le obsequió a Sujeto 1, mejor conocido como Harry Potter. Una caja de chocolates, el día de hoy, primero de marzo de 1997, cumpleaños del Sujeto 2 o mejor conocido como Ron Weasley. Se comió los chocolates del Sujeto 1 y por lo tanto, ahora está enamorado de Romilda Vane— dijo el nombre con desprecio— Entonces Sujeto 1 llevo al “Enamorado" con Slughorn que lo intoxicó con... no sé que le dio, sin embargo, no fue con intención.

—Supongo que no, un maestro que está más para allá que para acá, con tanta experiencia en Pociones e intoxica a “Rupert" sin intención alguna...— respondió con sarcasmo.

—Ese no es el caso, ahora está en la enfermería y sus padres están hablando con Dumbledore. Vamos a la enfermería, ahí Harry nos explicará todo con más detalle.

—Espera Mione.

—¿Si?

—¿Por qué Sujeto 1 y Sujeto 2?

—Preguntas al final, gracias.— Aylien rodó los ojos y la siguió hasta la enfermería.

(...)

Realmente lucía terrible. Estaba tan pálido que al verlo por primera vez, Aylien creyó que era un cadáver. La única forma rápida de saber si seguía con vida, era viendo su pecho subir y bajar al compás de una suave respiración, pero en ratos, dejaba de respirar y después volvía a su ritmo. Sus papás seguían con el anciano —pero sabio— director.

Fred y George observaban a Ron con cierta preocupación y aun ni eso, les quitaba las miradas juguetones y divertidas característica de ambos.

—Entonces, básicamente Slughorn lo envenenó y después le diste un bezoar. ¿Y por eso está así?— cuestionó Aylien.

—Exacto, me siento mal...

—Pues siéntate bien, estas casi en el suelo— respondió la chica con obviedad. Pero a Harry no le hizo gracia, entonces, la pelinegra se acercó a él y colocó su mano en su hombro, después sonrió. —No fue tu culpa, bueno sí, en parte, fue de Romilda Vane, y de Slughorn. Tú solo intentaste revivirlo... Eh salvarlo mejor dicho. Mejor me callo.

Dicho esto, se encaminó a lado de Hermione y Ginny, ambas tomaban una mano de Ron respectivamente. Aylien sólo miro desde el pie de la cama, recordando como es estar ahí en su lugar.

Pero luego rió.

—¿Lavander ya sabe?— preguntó Aylien.

—Nadie le ha dicho...— pero entonces, entró la mismísima Lavander Brown corriendo, con aspecto de que se acababa de levantar y llegó corriendo.

Ginny rodó los ojos y miró a Lavander deseando que se largara. Se levantó de su silla que Lavander ocupó inmediatamente.

—¿Qué haces tomando la mano de mi novio?— preguntó Lavander en tono de niña pequeña reclamando lo que es suyo.

—Él es mi...— lo pensó por un momento, respiro hondo y dijo —Mi mejor amigo.

Lavander le regaló una mirada de odio, después agregó:

—No me importa que seas de mi Ro-Ro. Aléjate de él, perra.

—Repite lo que acabas de decir— pidió Aylien, esperando cualquier momento para arañarle la cara y obligarle a que se disculpara con Hermione. 

—Solo le dije lo que es...

Tan sólo fue eso para que bastará, Aylien se abalanzó sobre ella, mientras Lavander buscaba con impaciencia su varita.

—¡Quitate!— gimió.

Pero Aylien le estaba jalando el cabello con intensidad, los demás, estaban en una especie de trance o simplemente creían que Lavander se lo merecía.

—Pide perdón a Hermione. La perra eres tú.

—Obvio no, tonti...— apuntó con su varita a la cara de esta. —¡Esta bien! ¡Perdón por llamarte perra!

Aylien miro a su mejor amiga, esperando su respuesta acerca de la disculpa no tan sincera de Lavander.

—Pudrete maldita— le soltó Hermione, llena de odio.

—Ya la oíste— le soltó una cachetada en la mejilla (no tan fuerte) después, le agito el cabello en la cara para posteriormente, sentarse en una silla como si nada hubiera pasado.

Lavander, indignada, salió lloriqueando. Aylien torció su labio en señal de disgusto, de verdad, no toleraba a Lavander Brown.

—Eso estuvo... Fantástico— dijo Hermione con una sonrisa.

—Creo que alguien debería evitar que pases tanto tiempo con Aylien— comentó Harry con una risa.

Y otra vez volvió el silencio, nadie parecía querer comentar nada, hasta que George dijo:

—Pobre Ron, este sin duda a sido su peor cumpleaños— entonces, de nuevo todos se callaron.

Hasta que llegó Molly Weasley, seguida de su esposo Arthur.

—Oh Harry. ¡Bendito sea el día en que Ron decidió hablar contigo en el expreso de Hogwarts! Primero le salvas la vida a Ginny, después a Arthur y por último a Ron ¡No sé cómo agradecerte!— dijo la señora Weasley, dándole un asfixiante abrazo al mencionado, con los ojos llenos de lágrimas, le dió una pequeña palmada a Harry en la mejilla y por último, lo abrazó hasta casi querer cargarlo.

El señor Weasley, se acercó y le agradeció nuevamente, para después darle unas palmadas en la espalda y dirigirse a donde estaba su hijo.

Hermione habló:

—Nosotros... Los dejamos con...— se cortó y se aclaró la garganta— Su hijo.

Aylien se levantó de un salto y le hizo una inclinación de cabeza a los señores Weasley en señal de respeto por Ron, aunque luego supuso que era muy exagerado puesto que, Ron se pondría bien.

«A veces me das lástima»

«¿Quién eres tú? ¿Y porque siempre hablas dentro de mi mente cuando cosas malas ocurren?»

«Mmmmm, buena pregunta, digamos que soy tú, una Aylien para nada patética, que toma las decisiones precipitadas y acertadas, básicamente, todo lo contrario a ti»

«Aun no has respondido la segunda pregunta»

«¿De verdad quieres saberla?»

«Por algo te pregunte»

«Entonces... Debes descubrirlo»

Sintió una punzada de dolor justo en el pecho, se le dificultaba respirar, casi pudo oír a su voz interior burlándose sin discreción de ella. Pero entonces, supo que ese dolor no era real. Tal vez lo imaginó.

Hermione, Harry y Hagrid la observaban con detenimiento, por la expresión en la cara de Hermione supuso que algo muy malo había pasado.

—¿Te sientes bien?— cuestionó Hermione. —Actuabas muy extraño, dijiste que no habíamos respondido la segunda pregunta, no sé qué diablos es la segunda pregunta, pero también, tocaste tu pecho y no respirabas, comenzabas a tener la cara morada...

—Es ella, ella ocasiona todo esto...

—¿Quién es “ella"?— preguntó Harry.

—No lo sé, desde hace tiempo escucho una voz femenina en mi cabeza, me dice cosas horribles, como la vez que casi te peleas con Mundungus, ella me dijo que lo matará, que Mundungus no merecía la vida...

—¿Has hablado de esto con Dumbledore, Aylien?— preguntó Hagrid, esta negó. —Espero que no quieran cerrar Hogwarts— cambió de tema precipitadamente.

—Ojala, es obvio que habría accidentes, bueno, niños que aprenden magia encerrados en un lugar era obvio, pero un intento de asesinato, eso ya son palabras mayores. Y no es la primera vez que pasa, ya ha pasado antes con la Cámara Secreta hace cuatro años, los padres sacaran a sus hijos y los enviarán a otras escuelas... Y luego, ya saben, la Junta de Gobernadores.

—¿No hablas en serio, o si?— se notó preocupada, Hermione.

—Tienes que verlo desde el punto de vista de los padres... Ya entiendo porque Dumbledore esta enojado con Sn...

—¿Dumbledore está enojado con Snape?

—Yo no dije eso, oh miren, ya casi va a ser hora de la comida, será mejor que se vayan antes de qué... Se acabe la comida, andando, y Aylien, comenta eso con Dumbledore.

Los tres amigos se fueron, el cielo seguía grisáceo, Peeves daba saltitos por ahí manchando el suelo de púrpura. Entraron a la Sala Común y Aylien se dejó caer en el sofá.

—Harry, te estaba esperando— era Cormac McLaggen —He visto cuando se llevaron a Ron a la enfermería, por lo qué, supuse que no podrá jugar en el partido de quidditch la semana próxima.

—Ah sí

—¿Cuándo es la próxima práctica?— pregunto siendo indiferente a Aylien y Hermione que permanecían ahí.

—Mañana por la tarde— respondió Harry.

—Excelente, te veo mañana entonces, tengo una estrategia, quisiera discuturla mañana contigo.

—De acuerdo— respondió Harry sin entusiasmo, Aylien hacia caras raras simulando ser Cormac mientras Hermione guardaba las ganas de reírse.
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¡Hola! Perdón por la tardanza, en un rato trataré de subirles otro capítulo⚡