-Hermione ¿Porque has puesto corazones a las clases de Lockhart?

-Dame eso- Hermione me arrebató el horario mientras me reía como loca acompañaba de Ron y Harry solo soltó una leve risa, Hermione volvió a su lectura de "viajes con los vampiros" escrito por Gilderoy Lockhart con las mejillas coloradas.

-¡Hola chicos!- saludo Neville Longbottom.

-Hola Neville- saludamos los cuarto.

-El correo llegara en cualquier momento seguro mi abuela me enviara las cosas que olvide- comento Neville mientras se servía el desayuno, de pronto muchas lechuzas entraron al gran comedor una salpico a todos con leche era Errol la lechuza de Ron.

-¡Esa es mi lechuza! Bueno de mi familia que ¡oh por merlín!- Neville se le veía asustado, Ron con la boca abierta, Hermione ni siquiera presta atención y a Harry le da igual.

-Ron será mejor que lo abras es horrible cuando no lo haces-digo, miro de reojo a Neville y esta preocupado.

-Aylien tiene razón el año pasado no abrí una de la abuela- según Neville su abuela es algo terrible, no me gustaría conocerla.

-¡ES UN HOWLER!- después de que nos ignora con su libro ahora viene y nos asusta más con su grito agudo- solo abrela, será unos minutos o menos.

-RONALD WEASLEY ¡ROBAR EL COCHE DE TU PADRE!, NO ME HABRÍA EXTRAÑADO QUE TE EXPULSARAN ¡TE LO MERECES! ESPERA A QUE VUELVAS A CASA TE CASTIGARÉ, EN EL TRABAJO DE TU PADRE ESTÁN HACIENDO INDAGACIONES, TODO POR CULPA TUYA, SI VUELVES A HACER OTRA COSA COMO ESTA ¡TE SACAREMOS DEL COLEGIO!-la voz de la señora Weasley retumban por todo el Gran Comedor, Hermione volvió a su lectura. ¿Cómo puede leer con tanta tranquilidad? Malfoy y sus gorilas se están riendo al igual que mas Slytherin's.

Y como si nada hubiera ocurrido McGonagall empezó a repartir los horarios.

-Menos mal que Herbología es con Hufflepuffl y no con Slytherin- dije, entonces si es con Hufflepuff quiere decir que veré a Grace. Lo único bueno de Herbología.

-Ayl ¡te estábamos buscando! Hay que llegar a Herbología- de pronto apareció Katherine y Grace, Ron estaba un poco apenado por que Katherine estuviese allí tomando en cuenta dos factores muy importantes: a Ron le gusta Katherine (nunca me lo a dicho pero es muy claro que le gusta) y acaba de recibir un Howler que probablemente Katherine escuchó.

-Ya voy- recogí mis libros que estaban tirados a lado de mi mochila verde.

Katherine le sonríe a Ron y este se colora, Grace y yo intercambiamos miradas sabiendo exactamente porque sonríen.

Tomo a Katherine de la mano izquierda con mi derecha, veo que los dos de despiden con la mano. Como Katherine y Grace son mis hermanas de otra madre sería genial que Ron saliera con Katherine y así se convierte en nuestro cuñado.

Un momento, ¿Estoy yendo a una clase que es hasta dentro de dos horas compartida con Hufflepuff, pero Katherine es de Rawenclaw y esta yendo con nosotras? Estas niñas me están tomando el pelo

-Oigan chicas pero ¿Que Herbología no es hasta dentro de doz horas?

-Si, es que solo que queríamos hablar contigo ¡pasas demasiado tiempo con Harry, Ron y Hermione! que creíamos que nos habías olvidado- Grace claramente esta celosa de mis nuevos amigos, ella también tiene nuevos amigos como Hannah Abott.

-¡Como creen que las voy a olvidar!- parece lo mas obvio del mundo.

-Ves Grace te lo dije Aylien no te había olvidado ahora si me disculpan tengo que ir a ayudar a mi querido hermanito a conquistar a una chica noten el sarcasmo- y como en los viejos tiempos reímos sincronizadas

- ¿Que edad tiene?- pregunté

-Trece, esta en tercero- dijo apresuradamente

-No es mayor que tu Grace así no se puede- otra vez esas risas, ahora de parte de Katherine y yo, Grace parece molesta

-Ha ha ha ¡que graciosita!- debo admitir que a ella no le queda el sarcasmo ni en lo mas absoluto. Se le daría mejor a Katherine si decidiera aplicarlo.

(...)

-Buenos días alumnos el día de hoy estamos en el invernadero tres, el día de hoy estudiaremos a la mandrágora ¿Alguien me dice como es la mandrágora?- preguntó la profesora Sprout la jefa de casa de Hufflepuffl, como era de esperarse Hermione levantó la mano- Señorita Granger

-La mandrágora o madragula, es un constituyente muy eficaz se utiliza para volver a las personas petrificadas a su estado original- creanme Hermione se come un libro de quinientas páginas como plato fuerte y uno de ciento cinuenta como postre. Yo a duras penas leo los libros que ocupo para hacer tarea.

-Exacto diez puntos para Gryffindor, además de una buena curación la mandrágora puede ser sumamente peligrosa ¿Quien me dice porque?- sin la más mínima intención de responder bostece.

-Señorita Patterson

-Emmm si bueno podría ser porque su emmm... Llanto es ¿mortal?- Hermione me miro con mirada de desaprobación, lección: poner atención a cuando Hermione habla sin parar de sus libros.

-Correcto otros diez puntos para Gryffindor ahora se reunirán en equipos de cuatro para trabajar con las mandrágoras-me juntare con Neville el sabe demasiado de plantas... Olvídelo ya tiene equipo.

Pobre lo han excluido, así que viene conmigo.

-Aylien ¿ya tienes equipo?- un punto a mi favor por conseguir lo que quiero.

-Desde luego, necesito a alguien que sepa- se sonroja, yo nunca me sonrojo soy demasiado corazón peludo.

Al final terminamos Grace, una niña rubia amiga de Grace, Neville y yo.

-Hola, soy Hannah Abott- me saludo, sinceramente creo que le dice a Neville porque sus mejillas se encienden.

Grace fruncio el ceño al ver que le extendí la mano a Hannah, ella tiene que entender que no soy de su propiedad y que además no puede retener a las personas.

Neville parece muy interesado en la clase, lo único interesante que le encuentro a Herbología son las mandrágoras. Me refiero a el hecho que se compartan como bebés llorones.

Nuestro trabajo es simple: sacar las mandrágoras de su maceta y meterlas en otra. El hecho es que cuando las sacas un ruido horrible inunda el invernadero.

Nos han dado unas orejeras, de varios colores. Grises y rosas. Todos las niñas se lanzan sobre ellas, con un pequeño accidente.

Parvatil Patil araño a Lavander Brown en la cara solo por el hecho de tener unas orejeras rosas. Como si el color importara, en este momento tengo puestas unas orejeras grises porque ¡el color no importa!

Grace tiene unas orejeras rosas cortesía de su pretendiente Justin Finch-Fletchley, no comprendo que tiene ella que ya ha enamorado a todo Hufflepuff y próximamente todo Gryffindor pues Dean Thomas, Harry y Seamus Finnigan no le sacan los ojos de encima. Si les gustan las pelirrojas ¿por que no están tirando baba por Ginny? Misterios de la vida.

He intentado sacar esos estúpidos bebés mutantes de la maceta y es imposible, cada que lo saco lo tengo que soltar pues me cubro las orejas. Esas orejeras no sirven, a lo mejor las niñas quieren el color rosa porque cubre más, si debe ser eso.

-Neville, hagamos un trato- me mira extrañado- cuando saque la mandrágora tu me tapas los oídos ¿Va?

-Bien- Neville ya no tiene trabajo ha sacado como ocho mandrágoras y una de esas ocho es de Grace. Sigo sin comprender como es posible que Grace siendo tan vanidosa y coqueta pueda ser amiga de alguien como Hannah, Hannah es muy reservada, sería pero buena persona. Se nota que es muy humilde, le cedió sus orejeras rosas a Parvatil Patil ya que no tiene. Creanme no cualquier niña cede sus orejeras rosas.

-A la de tres ¿Bien?- Neville asiente -Uno... Dos... Tres.

El desgarrador ruido-revienta tímpanos inunda todo el invernadero. Neville me aprieta muy fuerte las orejas, de un momento a otro dejo de sentir dolor y procedo a acercar la maceta a la cual debo meter a mi bebé mutante.

-¡Ron me pasas la maceta!- le grito, ni siquiera escuchó mi propia voz. Con la mandrágora chillando en mi mano y Neville apretando mis orejas es imposible escuchar algo. Creo que no me ha escuchado.

-¡Ron!- vuelvo a gritar. Esta vez se percata de que le estoy hablando -¡Pasame la maceta!

-¡Ahh!- grite de dolor, la maceta estaba un poco quebrada así que al sujetarla un pedazo de ella se enterró en mi mano. Neville me deja de aplanar las orejas y veo sus ojos asustados.

Y eso no es lo peor de todo, he tirado al bebé mutante. No se si lo mate. Lo único que tengo en claro es el hecho que tengo un gigante trozo de maceta enterrado en mi mano, arde y siento que la mano me esta palpitando. Ese dolor es mil veces peor que cuando me disloque el tobillo.

-¡Patterson!- Pomona Sprout viene corriendo a grandes zancadas... A levantar al estúpido bebé mutante.

-Suerte se ha salvado- tal vez ese bebé mutante se salvo ¿y yo que?

-Profesora Sprout ¡Tengo un pedazo gigante enterrado en la mano izquierda!- mi intención es que la profesora se de cuenta de que mi mano me duele y esta punzante no con el motivo que todos se den cuenta.

Sprout me lleva a la enfermería, aunque trato de no empezar a quejarme es imposible, esta palpitando. Espero que por la tanta tierra que Sprout tiene no se me infecte la mano.

En un abrir y cerrar de ojos ya estamos en la enfermería. Sprout me deja con Madam Pomfrey, esta me reclama por el simple hecho de que siempre por una u otra cosa siempre termino aquí.

Debería tener privilegios pero ahora lo único que me importa es mi mano, con un fácil movimiento de varita saca el trozo de maceta de mi mano y me la venda.

-Ahora vuelvo- avisa. La enfermería esta completamente vacía, no tengo nada en lo absoluto que hacer, lo único que me acompaña es un susurro. No cualquier susurro, uno que me hiela la piel.

-Debo matarte- si esto es una broma, es la peor clase de broma. No pienso quedarme aquí ¿que tal si no es una broma? Me paró de la cama y con disposición me voy de este lugar. Antes de salir logro observar como una cabellera pelirroja se va corriendo.

«Es tu fin, pequeña Gryffindor» eso dice la nota que esta en el suelo, la sangre se me va a los pies, respiro con pesadez al mismo tiempo también estoy temblando.

Esos ojos rojos que me impiden moverme de mi lugar, con en pedazo de pergamino en la mano bien sujetado. Estoy hecha una piedra, lo he visto directamente.

Una serpiente enorme de ojos rojos. Me ha hecho una piedra.