Capítulo 16. Pausa
—¿Y cómo te fue? —me preguntó Damon mientras caminábamos por el pasillo, saludando a sus amigos con un gesto de la mano. Era sorprendente cómo hoy se veía tan fresco cuando ayer estaba sumido en lágrimas. Anoche, tuve que acariciarle la cabeza hasta que se calmó y se quedó dormido.
—¿Cómo me fue con qué? —fruncí el ceño.
—Con Theo. Ya hablaron, ¿verdad?
—¿Cómo lo sabes?
—Es mi amigo, obviamente me lo contaría. Además, después de encontrarlos haciendo lo que sea que estuvieran haciendo, Theo se sintió obligado a hablar conmigo.
—¿Y qué le dijiste? —lo miré atentamente.
—Pues claro que estaba todo bien. Son mis amigos y quiero que estén bien. Aunque... —frunció el ceño y se mordió la mejilla—, ahora que van a estar juntos, supongo que no podré ir a tu casa cuando quiera. Ya sabes, seguro querrán estar a solas.
—No tienes que preocuparte por eso. Puedes seguir viniendo igual.
—Créeme, cuando pasen más tiempo juntos, lo último que querrás será tenerme ahí.
¿Él se sentía así conmigo cuando estaba con Sky?
Nos detuvimos, y lo escudriñé con la mirada porque no parecía muy convencido.
—¿Estás bien con eso? —pregunté.
—Sería egoísta de mi parte decirte que no, especialmente cuando tú pasaste por lo mismo cuando estuve con Sky. Y volverá a suceder cuando esté con alguien más en el futuro, no es que esté buscando a alguien nuevo ahora, pero... Bueno, ya sabes cómo es. ¿No?
—Sí, lo entiendo.
—Pero ahora que lo pienso, ¿ustedes realmente son novios?
—¿Si?, ¿no? La verdad no lo sé, no sé exactamente qué define que dos personas salen. Quiero decir, nos besamos y eso...
—Sí, lo vi —levantó las cejas.
—Pero podríamos ser fácilmente solo amigos que se besan y así, ¿no?
Damon se quedó pasmado y seguido movió la cabeza de lado a lado.
—Ethan, tú y yo no nos besamos.
—Ah, bueno... —de pronto me dio vergüenza mirarlo. Es verdad, lo que dije sonó bastante estúpido.
—Creo que deberías hablar con él —me puso una mano en el hombro—. No quiero...no quiero que salgas lastimado—murmuró y cuando notó que lo miraba abrió los ojos—, y tampoco él, claro.
Respiré hondo y sonreí.
—Gracias. Pero soy de acero, ¿lo sabías? —alcé una ceja de manera pretenciosa.
—Lo sé, y por eso de los dos yo soy el que llora y tú me consuelas. Pero también puedo consoltarte, ¿lo sabías? Si te pasa algo puedes decírmelo, no tienes que cargar con todo solo.
Nunca estuve solo, pero, para ser honesto, no me gustaba que otras personas tuvieran que lidiar con mis problemas emocionales.
—Yo...
—Hey —Levie interrumpió al aparecer detrás de mí, se colocó a mi lado y me golpeó suavemente el hombro—. Hola —me sonrió con coquetería, mostrando su dentadura perfecta.
—¿Qué te trae por aquí? —Damon preguntó antes de que pudiera hacerlo.
—Solo pasaba a saludar antes de ir a mi clase —se dirigió ahora a Damon, quien reaccionó inmediatamente y parecía querer irse. No sé si Leviev lo había dicho con esa intención, pero lo consiguió.
—Ah, entonces creo que debería...
—Damon, no era mi intención que te sintieras así...
—Está bien, así está mejor —me lanzó una mirada incómoda y se dio la vuelta.
—Lo siento, Ethan, juro que no quería que fuera incómodo —dijo.
—Está bien, también pensé que podríamos hablar como si nada, pero ya veo que no. Pero lo haremos funcionar.
—En realidad esto no tendría porqué ser incómodo —susurró, ganándose una de mis miradas, que aunque no pretendían asustar, lo hacían.
—¿Qué?
—Lo que trato de decir...es que Damon no tendría razones para reaccionar así.
—Tú lo hiciste sentir así —contraataqué, no pretendía sonar molesto, pero parecía que sí.
—Woah, calmémonos, ¿si? Ni siquiera sé por qué te molesta. No es que esté hablando mal de él ni nada...
Mi ceño se relajó lentamente y me di cuenta de mi error. ¿Por qué actuaba tan impulsivamente últimamente?
—Oye, lo siento, no quería hacerte sentir mal —se disculpó.
Sacudí la cabeza.
—Me siento mal, pero no por eso, si no porque te disculpas cuando fui yo el que actuó mal.
—Ah, realmente no estoy enojado —me sonrió para aliviar el ambiente—. A veces me da un poco de envidia, ¿sabes? —se rascó la nuca, tratando de ocultar su sonrojo—. Damon consiguió tu confianza tan rápido y pareces muy apegado a él, lo cual me pone un poco celoso porque a mí me llevó años, y sigo cuestionándome si mi esfuerzo fue suficiente. A pesar de que ya no me odias, él sigue estando un paso más adelante que yo.
Suspiré y le propiné un pequeño golpe en la frente con mi dedo, enseriando mi rostro.
—Damon es mi amigo, es obvio que confíe más en él. Los amigos son para eso, para contarles las cosas que te suceden con tu pareja. No puedes hablar con ellos sobre eso.
—¿Hablas de mí con Damon? —abrió los ojos de par en par.
—Mm, tal vez.
—Oye, ahora tienes que contarme —atrapó mi cuello con su brazo, apretándome contra su costado, lo que me hizo soltar una risa.
—Ya basta, idiota, o te golpearé donde no quieres —le reproché.
—Ahora soy más alto y fuerte que tú, ¿en serio quieres retarme?
—¿Me estás probando? —desafié, arqueando una ceja.
—Más bien quiero probarte —se inclinó, pero le tapé la boca antes de que pudiera besarme.
—Aquí no... —espeté con fastidio, ejerciendo fuerza para apartarlo.
—Hola, Ethan —de repente, Adam apareció en mi campo de visión y nos sonrió hasta que se dio cuenta de nuestra extraña posición, momento en el que su sonrisa disminuyó.
—Lo siento, Adam. Prometo contarte todo, ¿pero podemos hablar en otro momento?
—Claro. Nos vemos donde siempre —frunció el ceño, y se marchó.
—¿Quién era ese? —preguntó Leviev, siguiendo con la mirada a Adam.
—Ah, Adam y yo somos amigos. También vamos juntos a la clase de música.
—Ya veo. Eso me recuerda que no conoces a mis amigos.
—¿Quieres que los conozca?
—Claro, ¿te gustaría ir a la práctica de fútbol?
—¿Estás seguro? ¿No molestaré?
—Para nada. Anda, di que sí.
—De acuerdo. Ahí nos vemos.
[...]
Gwen, bastante insistente, quiso acompañarme a ver a Levie, algo a lo que no me negué, aunque ella desconocía que venía a buscarlo a él en realidad.
Al llegar, nos sentamos en las bancas y el patio aún estaba vacío, lo que me llevó a suponer que los chicos aún se estaban cambiando.
—¡Ethan! —volteé a mi lado. Damon estaba vestido con su uniforme de fútbol, extendiendo los brazos—. No sabía que venías. Dime la verdad, ¿viniste a verme? —alzó una ceja.
Me reí.
—Muy gracioso, pero no todo gira en torno a ti. Vine a ver a Le... —me corregí al verlo fruncir el ceño—. A Theo.
—Ya veo. ¿Y dónde está ahora? —preguntó.
—No lo sé, tú eres su compañero, deberías saberlo
—Sólo sé que siempre llega tarde a los entrenamientos o ni siquiera aparece, así que no me sorprendería que no viniera.
Eso me entristeció un poco.
—Hey, no te pongas así. Ya estás aquí, mejor disfruta del partido —sonrió, zarandeándome los hombros. Le devolví el gesto.
En ese momento sonó el silbato y Damon tuvo que irse, diciendo que nos veríamos luego.
No podía ser egoísta; aunque Levie no llegara, estaba Damon, y él era mi amigo. Quizás debería alegrarme un poco.
—No sabía que Theo y tú se trataban —comentó Gwen.
—Ah, sí... —intenté concentrarme en el partido para evitar mirarla a los ojos al mentirle. No estaba seguro si era buena idea contarle mi historia con Leviev—. Bueno, él y yo nos conocemos desde que éramos niños —finalmente lo solté.
—¿En serio? —se sorprendió mucho—. No tenía idea —sacudió la cabeza—. Cuando dijiste que no habías ido a la escuela, pensé que tal vez no tenías amigos.
—Mm, no éramos exactamente amigos, pero nos conocíamos por nuestros padres. Mi mamá estuvo casada antes y él conocía al padre de Theo.
¿Por qué decirlo se sintió tan liberador?
—Ohh —abrió la boca en asombro—. Entiendo lo que es eso, ya sabes, mi madre también tuvo un novio luego de dos años de la muerte de mi padre. Es un poco confuso —rió.
—Sí, eso creo —«Ojalá no fuera tan complicado».
Luego de esa charla, ninguno dijo más y nos limitamos a observar el entrenamiento. A veces me molestaba ser tan reservado, pero sentía que si me abría con los demás ya no sería visto de la misma manera. No trato de ser "el bueno" en esta historia, pero me gusta serlo en su historia.
Al terminar el entrenamiento, bajé de las gradas y abracé a Damon en cuanto lo localicé.
—¿Por qué te emocionas? No es para tanto —dijo y su pecho se sacudió debido a sus risas.
—Pero si así lo haces en los entrenamientos, seguro en el partido lo harás aún mejor.
Me sonrió y luego se apartó de mí. Dijo que estaba sudado, y era cierto, pero no lo había considerado al abrazarlo.
—Ey, hermano. Si sigues así, seguramente ganaremos el partido —Elai rodeó los hombros de Damon.
—Estás exagerando, sin ti tampoco podríamos. ¿O no, Ethan? —me miró.
Me rasqué la nuca.
—Ah, creo que ambos son fantásticos.
Después de eso, los chicos se dirigieron a los vestuarios. Para mi sorpresa, Levie apareció tarde con su mochila de equipo.
Me acerqué para hablar con él. Decir que estaba molesto sería quedarse corto.
Pero las palabras que escuché salir de su boca me hicieron detenerme.
—El entrenador está jodiéndome de nuevo —comentó al otro chico que lo acompañaba.
—Pero tiene razón, no puedes seguir faltando o te suspenderán. No puedes fallarle a tu equipo.
—¿Y a mi familia sí? —noté su molestia—. Escucha, solo tengo que aguantar un poco más y esto terminará.
El otro chico se mordió el labio.
—¿Sabes que está mal?
—Sí, pero está aún peor que todo el plan se joda.
—Vas a romperle el corazón.
—Lo superará, lo sé, siempre lo ha hecho.
Me oculté tras la pared cuando empezaron a caminar, y me llevé una mano al pecho; mi corazón latía más rápido de lo normal. No me agradaba esa sensación...
Qué les digo? Todo va de mal en peor :)
Pero créanme, ya es lo último. Ahora que lo pienso la historia está a punto de llegar a la mitad ahhh. No puedo con tanto 😭 Y gracias por todo el apoyo que le han dado, sin ustedes Damon e Ethan no significarían lo que significan
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro