Capítulo 36
Advertencia
Contenido fuerte no para personas débiles, si decides continuar leyendo el capítulo dejo como tu responsabilidad lo que leas después. No me hago responsables de daños emocionales que puedan pasar.
Sin más que decir, sigan leyendo.
PD: Capitulo largo, disfrútenlo se lo merecen por esperar tanto.
»»--⍟--««
Adriel
— ¿Cómo es Theo? —aparto la mirada de los papeles y la coloco en Tina que remueve sus manos nerviosa caminando de un lado al otro.
— ¿He? —pregunto confundido.
Ella deja de caminar y se posiciona frente de mí.
— Tu amigo, ¿cómo es él? No es loco, demente, secuestrador o maltratador...—hablaba tan rápido que me confundía.
— Tina cálmate y deja de decir ridiculeces que mi amigo no es lo que dice o lo que piensa tu loca cabeza de nerd. —ella deja salir un suspiro antes de dejarse caer en la silla frente del escritorio. — ¿Por qué lo pregunta?
— Es que está peleando por la custodia, y hoy se llevó Anton a Brooklyn a pasar fin de semana con él. Y me preocupa, Anton nunca se apartado de mí y tu amigo ni siquiera sabe cuidarse el mismo.
Ah sí que Theo estaba peleando por recuperar a Anton ¿he? Ni lo sabía.
<<En realidad te lo había mencionado, pero ni caso le hiciste.>>
Cierro el expediente que estaba leyendo para colocar toda atención en la chica que estaba a nada de sufrir un paro cardiaco.
—Solo cálmate, Theo puede parecer muy loco e irresponsable, pero es el más responsable de nuestro grupo.
— Lo dices porque es tu amigo.—niego riendo porque Theo puede ser que cuando se moleste le entre Satán, pero defiende a los suyos y es incapaz de matar a una mosca.
<<No olvidemos que le tiene miedo a las cucarachas.>>
—Malika y yo siempre lo apodamos Marcus Burnett, ya sabes por la película esa de Bad Boy. —ella medio sonríe y se deja relajar.
— Si tú confía en él, yo confió en ti.
— Entonces...
— ¿Entonces qué? —pregunta ella enarcando una ceja confundida.
La sonrisa se me formar en el rostro, riendo un poco antes de acomodarme bien en mi puesto.
— Entonces va a dejar entrar a Theo a sus vida, bueno en la vida de Anton.—ella arruga sus cejas antes de cruzarse de brazos molesta.
—Me obligo, el muy imbécil coloco una demanda por ocultarle un hijo.
—Theo va directo al grano cuando ve que el camino bueno no le lloverá flores.
Ahora soy yo el que me cruzo de brazo frunciendo las cejas mirándola, ella deja salir un resoplido antes de mirar a un lado antes que a mí.
— Lo mande al infierno y le dije que no quería nada de él, dos día y medio Adriel... ¡DOS DIA Y MEDIO! Y boom una demanda.—grito molesta golpeado el pobre escritorio que no le había hecho nada.
—Tú te lo buscaste.—digo pensando en cómo se colocaría mi amigo si fue habla en buen manera con ella, pero en cambio salió una Tina diferente.
—No empiece, ya comenzó hacer una prueba de ADN.
—Eso no lo sabía.—me intereso volviendo a mirarla y ella resopla moviendo las mano como si no fuera nada.
—Claro que no lo sabía, porque andas ocupado.
— Bueno en eso tienes razón... Tina.
— ¿Si?—ella me miro y yo mire mis manos antes de mirarla a ella.
—Y si sale negativo.
— Pues ya sabremos si eres el padre.—ella lo dice tan normal y esa a mí no me cuadra.
No sé desde que tengo mis sospechas desde ese día que mi tío se le salió, nada cuadra. Ahora que se la verdad más bien estoy cruzando los dedos para que Theo sea el padre, ese niño se parece a él.
<<O es porque no quieres hacerte cargo del pobre niño.>>
Cállate conciencia, no está ayudando.
<<Solo digo lo que todos pensamos en esto momentos. Y es que tienes miedo que ese niño sea tuyo.>>
—Que gran consuelo.—le digo levantándome porque tengo que tomar camino a Brooklyn y no quiero hacerle caso a mis pensamientos locos.
— No te preocupes que tuyo no es, además ¿por qué estás muy relajado?
— ¿Qué quieres decir?—pregunto mientras recojo mis cosas.
Ella me señala de pies a cabeza.
—Si yo me enterrara que mi mejor amigo y mi ex follaron cuando yo salía y ella quedo embarazada, jamás me lo perdonaría. Creo que hasta haría un escándalo.
Guardo mi celular antes de tomar todo y la miro colocando una sonrisa en mi rostro.
— Ese es la gran diferente de un Neoyorkino y un Canadiense... o bueno yo, que no todos somos iguales. Si me dolió que fuera mi mejor amigo y mi ex, pero lo vi más como una linda oportunidad para que Theo sentara cabeza de una vez y ya tuviera la excusa perfecta para no moverse más por trabajo y tu salir de tu laboratorio y tener más vida social y pasar más tiempo con tu hijo que es lo que necesita... además Tina, necesita salir de ese encierro y volver a sonreír.
— Y tú crees que eso pasara con tu amigo.—ella me da una sonrisa armaga y yo me encojo de hombros.
— Solo veo, observo las personas y veo tu futuro, y lamento decirte el gran spoiler amiga pero da asco.—paso por su lado palmeando su hombro.
— Ni que el tuyo fuera tan bueno.—me responde y yo río abiertamente.
— Por lo que veo, es mejor que el tuyo Tina. Agarra mi consejo, se feliz y ábreles las puertas a un nuevo amor.
No decimos más nada, y termino abandonando la central. Me toma como 42 minutos llegar al sitio que me cito Malika, y eso porque al parecer reside casi en la otra mitad del mundo, ya entiendo porque no la encontraba en Manhattan.
Ya es casi la siete de la noche, la calle comienza a iluminarse el camino dándole un porte hermoso al lugar. Me abrigo más sabiendo que ya estamos entrando a temporadas frías y muy poco se acerca la nieve, camino hasta llegar a la chica que me da la espalda.
Ella mira el lago que tiene frente y observo también The Boathouse es una hermosa casona que esta después del lago de noche es hermosa. Que fue convertida en centro de visitantes. Llego hasta donde esta ella y la abrazo por detrás.
— ¿Prospect park? ¿Qué tan especial es este sitio?—pregunto dándole un beso en el cuello.
Ella se relaja en mis brazos, donde no me aparta si no que permanece mirando al frente.
Prospect park es un parque público de la ciudad de New York, situado en el Borough aquí en Brooklyn. El parque es uno de los mayores de la ciudad y es hermoso, porque tiene los mejores lugares para dar un paseo o relajarse. Se pone más hermoso en otoño y primavera.
— Mmm me gusta la tranquilidad que trasmite, es como si el silencio desapareciera de toda la ciudad y esto quedara en una burbuja insonorizada.—contesta ella apretándose más a mi cuerpo.
Dejo caer mi cabeza en su cuello oliendo su perfume, le gusta la canela. Siempre lo usa en shapoo, jabones, pintalabios o colonia. O donde sea que pueda haber canela.
Le doy otro beso cálido que ella se remueve en mis brazos y yo sonrió más.
— ¿Desde cuándo te gusta el silencio?
— Siempre me ha gustado, solo que tú y Theo jamás se callan y por eso me sacaba de mis casillas.
— Creí que te picaba.—poso mi barbilla en su hombro observando cada vez como la casona se ve más hermosas cada vez que va oscureciendo y las luces adornan.
— Es que ustedes son intenso, pero a veces es bueno el silencio. Te hace pensar de muchas cosas y creo que a veces necesitamos el silencio para escuchar lo que quiere decir nuestra mente.
— Te has vuelto poeta Cherry.—ella se voltea rápido frunciendo las cejas por haberla llamado así.
— Perdón ¿cómo me dijiste?
— Cherry —sonrió al ver como su semblante va cambiando y se quiere apartar de mí, pero yo la apretó más.
— Esta aquí conmigo y me está llamando como una de...
— Cherry es un apodo que se me acaba de ocurrir, deja el drama.
—No es drama, es que ya teníamos apodo. —y aquí vamos otra vez.
Blanqueo los ojos siguiéndola apretándola a mí, ya que intenta apartarse pero no puede.
— Ya no somos más amigos, así que tómalo o acéptalo. Pero ya decidí que te llamaría así, porque tu carita ya está rojita por el frío.—beso su nariz y ella se vuelve más roja.
— Agh detesto cuando te vuelves cursi.—deja caer su cabeza en mi pecho y sonrió más apretándola por la cintura.
— Creo que mi lado cursi es el que ama más.
— No, amo más el lado oscuro que ocultas. Pero ni modo, es el que muestra con ese me quedo.
Ella se aparta un poco y la dejo, nuestros miradas siempre conectadas pero las de ellas siempre es diferente. Dicen que las miradas hablan, pero las de Malika son difíciles de saber que dicen, porque a veces cuando crees saber, vienes y te golpea con otra cosa.
— ¿Qué piensa?—paso mi mano por su mejilla, ella solo me da una sonrisa pequeña de labios cerrados.
— Que Theo hoy fue a mi apartamento con un niño que supuestamente es de él y nadie me ha dicho.
<<Oh, aquí vamos.>>
—Te lo iba a decir.
— Sí, cuando llegaran los resultados. —deja salir una pequeña sonrisa de ironía y se aparta de mi volviendo a mirar el paisaje que miraba.
— El niño no es mío, Malika. Ellos tuvieron un desliz en el pasado...
— Si ya Theo me conto la linda historia, solo tengo una duda que no me deja tranquila.—se voltea a verme y yo prefiero mirar mis manos.
— ¿Cuál?
— ¿Por qué esta tan tranquilo sin hacer nada?—trago saliva antes de mirarla a los ojos.
— "Cuando la adversidad te golpea, es cuando tienes que ser el más tranquilo. Dar un paso atrás, permanecer fuerte, permanecer conectado a la tierra y seguir adelante." Lo dijo LL Cool J... Tú, Tina y Theo pueden creer que estoy bien y que esto no me afecta, pero apreciaba a Tina o bueno la sigo apreciando. Pero estoy 100% seguro que Anton no es mío, si me dolió la traición y el engaño. Pero más daño hice yo manteniendo una relación con ella cuando en realidad yo te amaba a ti, me metí en la mente que estar con ella te iba a sacar de aquí.—apunto mi corazón mirándola a los ojos y por primera vez veo algo diferente en sus mirada.
<<Siente lo mismo que yo.>>
— Pero nunca paso. —termina ella y yo asiento. Ella da un paso al frente agarrando mi mano. —¿Te cuento un secreto? —pregunta en un susurro como si le costara soltar esas palabras, con mi otra mano alzo su rostro para que me mire y cuando lo hace una lagrima cae por su mejilla que limpio.
— Si te siente cómoda en contármelo, sabes que puedes confiar en mí. —ella asiente sin dejar que apartemos nuestras miradas.
— Siempre fuiste tú.
*** 5 horas Después***
Fantasma
"Las noches son tranquilas cuando te veo, no tengo pesadillas cuando estamos respirando el mismo aire. Siento que lo que hay en mi pueda dañar lo que vendrá después, no tengo miedo y tú tampoco debes de temer.
Ya es algo de mi naturaleza que no se puede parar, solo me toca decir: Que no me arrepiento de nada...
Juego con el encendedor en mi mano mientras releo lo que tengo en mano.
— Santo, te ha vuelto muy cursi para mi gusto.—bufo antes de encender el encendedor y mover la hoja a la llama que lo consume tan rápido como puede.
Saco el papel en llamas lo dejo en el muro que termina por quemase todo, he salido a la azotea a fumarme un cigarro antes de mirar la gran ciudad.
Es de noche y es cuando el cazador sale a cazar, le doy otra calada al cigarro y respiro hondo.
Todo esta semana me he mantenido quieta porque no he tenido mucha ganas de cazar, pero hoy. Hoy tengo ese deseo de ver y probar sangre.
Así que termino mi cigarro con calma y bajo por las escalera de incendio, me acomodo mi chaqueta y comiendo a caminar sin rumbo, por la ciudad.
La ciudad está apestadas de turistas y otros universitarios que quieren disfruta la noche en los bares o clubes, yo por mi parte me mantengo alejado de esos lugares.
El ruido siempre me ha molestado y no confió mucho que consiga lo que busco ahí.
— ¡Tía mira por dónde camina!—alguien me insulta mientras su asentó se hace notorio.
Miro a la chica que esta con un grupo de amigas que estaban a punto de entrar al club, no me acostumbro a detenerme si choco con alguien en el camino o no.
Pero las letras del club me llaman la atención y solo alzo la mirada un poco más para observa que las cámaras están apagadas, conociendo esto tipos de club solo la usan para fachada y decir que cumple con el protocolo de seguridad.
Otro grupo de chicos pasa por mi lado y huelo ese olor a mortecina que siempre me dice que hoy hay muerto.
Siempre he tenido las sospechas que cuando ese olor esta tan cerca de mí es como si la muerte se presentara y me dijera la presa que llevare hoy a su fin.
— ¿Vas a entrar?—el guardia me saca de mis pensamientos y asiento pagándole la entrada y dejándome entrar al sitio.
El fuerte sonido de alguna música casi rompe mis tímpanos, pero lo ignoro y camino por los alrededores, hasta que voy a la barra y me siento dándole la espalda a todos.
El barman no me nota por mi abrigo negro que me cubre y además como estoy en la equina donde está la oscuridad puedo observar todo mejor.
El grupo de chicas que casi atropello afuera se deja caer en la barra y el barman le reparte tragos.
Una de ella saca un teléfono y logro ver que esta comenzado hacer un en vivo, sus amigas se le unen menos una que bebe como si ya quisiera emborracharse.
—... ¡Y eso es todos amigos, estaremos volviendo hacer otro en vivo dentro de unas horas más y no van a creer quien está con nosotras!—la chica que hacia el en vivo miro a su amiga que bebía pero esta la ignoraba.
Bufe un poco antes de poner los ojos en blanco.
<<De seguro son de esas que se hacen llamar Tiktoker.>>
O pueden ser "influencer".
Las horas pasan y las demás chicas van a la pista cuando algunos chicos se le unen, menos una que prefiere ir al baño caminando tambaleante.
Salgo de la oscuridad para dirigirme a la puerta de salida, pasando por medio de muchos cuerpos que sudan y beben.
Las luces son bajadas y la esfera de colores hace difícil el reconocimiento de muchas caras, pero sigo hacia adelante hasta que por fin veo la salida.
Abro la puerta y estoy a punto de salir cuando escucho que alguien se queja.
— ¡Oye déjame! ¡Suéltame!—volteo un poco cubriéndome con la capucha cuando la voz arrastrada intenta alejarse de alguien.
—Yo te conozco, te he visto y se lo que haces maldita.—el gruñido de un chico molesto arrastrando sus palabras solo detienen mi paso.
Me volteo por completo y noto que el pasillo de salida estaba muy junto al baño que ha quedado solo por lo que veo.
— ¡Suéltame imbécil, voy a gritar!—ella intentan apartarse de él, pero esta tan borracha que se le hace difícil.
Y como si supiera cual es el próximo movimiento de él, se cumple cuando en medio del forcejeo cocha a la chica con la pared del alado y esta se golpea la cabeza tan fuerte que queda inconsciente.
Él de lo asustado que esta se queda ahí viéndola sin moverse.
Aprieto mis labios un poco con molestia antes de caminar hacia él y sacando de mi bolsillo la pequeña inyectadora que guardaba para mi victima donde la iba a dormir.
— Me dañaste la presa imbécil.—el chico se asusta al escucharme pero soy rápida clavándole la aguja al cuello donde me empuja hacia atrás pero ya el líquido está en su sistema.
— ¡¿Qué... Que me...—se lleva la mano al cuello asustado pero antes que termine la oración cae en el suelo dormido.
Miro a los alrededores y noto que no hay nadie, pero por precaución camino hasta la fiesta donde noto que todos siguen igual y regreso al baño antes de acomodar los cuerpos como si ellos estuvieran desmayados de la borrachera.
Solo hay tres cubículos, abro el primero pero no hay nadie, voy por el segundo y este vacío. Y tengo suerte en el último donde una chica esta encorvada en el retrete llorando tapándose la boca para aguantar el llanto.
Acomodo bien mi capucha mientras llevo mis manos a los bolsillos.
— Tienes suerte chica, no estoy muy animada para dejar testigo. Pero trabajo es trabajo.—un sollozo sale de ella cuando me oye y cuando su mirada choca con la mía, suelto el disparo que le arrebata la vida.
Saco mi navaja sacando la bala y recogiendo el casquillo que cayó al suelo. Vuelvo al pasillo y me llevo primero a la chica que la saco por la puerta de salida dejándola en el callejón oscuro trasero del club y después voy por el chico.
Trabo la puerta y saco el móvil que cargo conmigo, solo envió un mensaje y mientras tanto espero fumando un cigarro hasta que veo el vehículo llegar al callejón oscuro.
Me acerco al vehículo que espera por mí, donde saco las cuerdas en la parte trasera y los amarro a los dos.
—Como te gusta trabajar doble. —lo ignoro cuando la persona sale del vehículo para ayudarme y lo dejo cuando los mete en la maleta.
— Hay un cuerpo en el baño y encárgate que nadie más me haya visto.—le ordeno arrebatándole las llaves de la mano.
No dice nada pero me hace caso.
No tenía planes de llevar doble presa, me conformo siempre con una. Pero esta noche quiero divertirme como nadie.
Y por eso conduzco por la ciudad hasta llegar al almacén donde tuve prisionero a Kevin, entro por el estacionamiento subterráneo sabiendo que nadie anda por esta horas en esto lado de la ciudad.
Por lo que entro al sitio que espera por mí, voy hacia los guantes negros que me coloco y acomodo todo en su sitio antes de volver al vehículo y sacar los cuerpos.
A la chica la acuesto en la camilla amarrándola de pierna y manos, y al chico lo llevo a otra habitación donde lo encadeno en el tobillo.
Todavía sigue dormido, por lo que me da tiempo de quitarle la camisa. Y hacer una pequeña cortada a un lado no profunda y meter ahí algo que más adelante deseara. Coso la herida y vuelvo a colocarle la camisa.
Me estoy levantando, cuando el grito de la chica del otro lado de la habitación se oye fuerte.
—¡Ayuda! ¡Alguien que me ayude!
Me quito los guantes negros junto con la capucha que dejo en una silla que estaba en la entrada en la habitación dándome tiempo de enviar un último mensaje.
La pequeña habitación solo tiene un bombillo que alumbra el cuerpo que está en la camilla sin poder moverse porque la amarre bien.
Mis botas hacen ruido al agua sucia que esta por todo el piso que no me he molestado en limpiar, y tampoco lo hare.
Lo que hace que ella voltee su rostro rojo por llorar, pero no vea nada.
— Oye suéltame, yo no he hecho nada. Enserio tío yo no soy ella.—suplica en medio del llanto pensando que soy aquel tipo. Pero la ignoro permaneciendo un poco más en la oscuridad.
Este edificio que quedo como almacén está abandono hace más de 20 años, el moho y las cloacas son lo que abunda este lugar dejándolo ver como un lugar en el cual nadie quiere estar.
Y no se diga de las ratas que se dieron un buen festín con Kevin que todavía anda por ahí.
—¡Suéltame imbécil! ¡Que te he dicho que no soy yo!—ella grita fuerte intentando mover sus manos en la camilla para ver si se suelta, pero no funciona.
Así que salgo de mi escondite caminando hacia ella, su visión debe estar borrosa por el llanto y me imagino que la borrachera que se cargaba encima ya se le paso al despertar amarrada en una camilla donde una bombilla le alumbra como si estuviera en una pesadilla viviente.
Claro que si yo fuera normal me asustaría.
<<Pero solo son aburridos, creo que si yo estuviera en su lugar hasta botaría un bostezo.>>
— Hola Angelina
— ¿Quién... quién eres tú? —abre demasiado los ojos al ver que no soy el tipo del club y más al saber su nombre.
— Nadie, no soy nadie.—dejo claro al ver que ella ahora se aquedado quieta al analizarme un poco.
Pero la sonrisa que le doy la pone en alerta y el miedo comienza a correr por su cuerpo entero.
— No sé quién sea, pero por favor no me hagas nada malo.... Por favor, tengo familia...
— Si una hermanita de 4 años y unos padres divorciados. —la corto en su suplica lo que hace que ella entienda que la conozco más de lo que ella imagina
Cierra los ojos negando mientras unas lágrimas corren por sus parpados y los abres colocando en mí de nuevo.
— ¿Qué quieres?—pregunta débil pero me hago la pensativa un poco.
— Mmm, que tal si jugamos un juego fácil. Si responde correcta las preguntas que te hare, sale libres, si contesta mal... Uff tu sangre se verá divina en mi daga.
—Eres una psicópata. —escupe al analizar mis palabras pero me encojo de hombros dándole la vuelta a la camilla.
— Ya lo sé, pero para que te quede claro el juego. Vemos como se vería mi daga con tu sangre.—y sin que ella lo espere, paso la daga que llevo conmigo cuando tengo que retirar la bala de algunos cuerpo. Se la paso por el abdomen plano haciéndole una cicatriz no tan profunda.
Ella deja salir un grito doloroso mientras su cuerpo intenta sacudirse pero las cuerdas la mantienen en su sitio.
A pesar que solo lleva un top pequeño y una mini falda porque ha venido de turista nunca debió colocarse en mi camino.
— Se ve preciosa ¿No lo crees?—miro la daga con su sangre maravillada, pero el llanto de ella es música para mis oídos.—Primera pregunta Angelina: ¿2+2 son?
Ella no responde a la primera sino que permanece llorando sin intensiones de verme, a lo que me doy la vuelta y voy por unos guantes nuevos y regreso a ella, donde presiono la herida haciendo que ella suelte otro grito de dolor.
—¿2+2 son? No hagas que lo vuelva a repetir
— ¡4! ¡Son 4!—grita a los minutos y sonrió orgullosa.
En ese momento suena mi teléfono y logro leer el mensaje por arriba dándome la confirmación. Aplaudo feliz antes de mirar a Angelina.
— Excelente... siguiente pregunta. ¿Cuánto crees que tarde un cuerpo en morir?
— ¿Qué?—me mira como si estuviera loca pero es que ya me estoy aburriendo de sus gritos y solo quiero ver sangre.
— No me gusta repetir Angelina, no soy grabadora para estar repitiendo.
— ¡Aaaaaaah! —el grito que da es desgarrador cuando paso mi daga por su cara.
— No tengo toda la noche, alguien me esperar. Pero como quieres saber por qué está aquí, bueno que tal esto. —agarro la Tablet que estaba a un lado de las herramientas y la enciendo.
Le doy play a un video, y su rostro pierde color cuando el video correr haciéndola llorar.
La herida que le hice se llevó desde su sien hasta su barbilla tocando el ojo izquierdo que no para de sangrar.
— Yooo... por...—las palabras se estancan cuando el video termina.
— Sí, sí, sí. Todos son iguales, pero para que veas que no solo fuiste una presa al azar he. Vas hacer la primera en conocer a Mario y sus amigos. —me aparto de ella y la escucho sollozar más fuerte.
— Por favor solo no me hagas nada, déjame ir. A nadie le diré de ti... por...
Camino hasta la mesa de herramientas de tortura y voy por la jaula que esta tapada con una manta negra.
Las ratas chichan cuando me ven y sonrió al saber que debe estar hambriento.
— Holas preciosas, mamá volvió. No se preocupe que sé que tienen hambre.—agarro la jaula por arriba cuando todas ellas se mueven y chichan.
Haces días la atrape y las he tenido en jaula sin alimentarla, deben estar muriéndose de hambre.
— ¡Oye, que vas hacer con eso... no aléjate!—Angelina chilla cuando nota lo que tengo en manos pero la ignoro.
— Es Mario y sus amigos, están hambriento. No te preocupes, que ellos son amables.—lo dejo a un lado de la camilla y agarro de nuevo la daga.
Donde hago dos cortadas no profunda en su estómago haciéndola gritar, el llanto y el chillidos de las ratas son músicas para mis oídos. En las cortadas tiro varios pedazos pequeños de quesos, y con ayuda de mi mano los voy metiendo dentro de las cortadas como si estuviera sazonado carne. Así que voy por ellas sin dejar de buscar el soplete que estaba a un lado.
— No, no, no... por favor.—suplica cuando volteo la jaula en su estómago y con un clip que hago a un lado, la jaula se abre la puerta dándole paso a que las ratas comience a oler la sangre fresca.
Le tomara unos segundo para comenzar a comer, pero apuro el proceso con el soplete que enciendo arriba de ella haciendo que la temperatura aumente.
Las ratas chillan más fuertes, y el grito que ella da en el momento que quiere moverse pero el amarre la mantiene en su sitio hace que goce con la tortura.
— ¡¡¡Están.... Están dentro.... Ayuda!!!! —grita en medio del quebrantamiento del llanto, quito el soplete moviendo la jaula que hace que algunas de las ratas corran y salte fuera de la camilla al suelo, me aparto cuando noto el hueco grande en su estómago.
Y mi vista se va al bulto que camina dentro de la piel que pasa por su pecho hasta salirle por un ojo.
<<Mejor que las películas de terror.>>
Unas cadenas son escuchadas afuera con un grito más de ayuda.
Mi sonrisa no se hace esperar cuando dejo de mirar lo que las ratas se comen al pensar que pueda hacer que todavía esté lista para otra tortura más.
—Si la noche todavía no termina.
.
.
.
Holis mis fantasmita, espero que estén bien. Pero bueno, tengo días inspirada y extrañaba un poco leer las cacería del Fantasma.
Se que es un capítulo un poco fuerte, pero ya saben. Dejó mis advertencia al principio porque se que no a muchos le gusta leer escenas así.
Espero que lo hayan disfrutado un poco, nos estaremos leyendo en los próximos capítulos.
The Boathouse ( la casona que Adriel menciono)
No se olviden de dejar su ⭐ si le gusto.
Cajita de:
Dudas, Quejas o teorías.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro