Capítulo 30 🔞
Adriel
Los golpes que siento en el cuerpo no es nada para lo que siento en el alma cuando la tengo de frente, todas las emociones se hacen presente, la rabia, ira, ilusión, amor, alivio, todas ellas quieren hacer una sola cosa pero me contengo.
El fantasma se me escapado entre de las manos como arena, pero tengo nueva información y es que es mujer y no hombre. O pueda ser que me esté confundiendo, pero de algo estoy seguro que no puedo cantar victoria todavía hasta que tenga mejor información.
Olvido la discusión que llevaba con Kent por celular porque me respondió mis sospechosas, Kevin era otra víctima más del fantasma. Encontró lo poco que quedo de su cuerpo una marca.
Ahora mi atención está puesta en la chica que esta con un abrigo negro intentando huir de mi otra vez, pero mi mano se aprieta en su brazo arrastrándola al cuarto de limpieza.
— ¡Suéltame que me lástima!—gruñe ella intentando soltarse, pero mi agarre se mantiene firme.
Hasta que entramo, la suelto y cierro la puerta bloqueándole la huida.
—Ahora si vamos hablar tú y yo.
—No te tenemos nada de qué hablar. —sus ojos echan chispa con un cambio diferente a lo que he visto todo esto años en ella.
— ¿No tenemos nada que hablar?—me burlo de ella dando un paso hacia delante y ella da uno hacia atrás.— ¿Ya te has cansado de huir Malika? Porque ya me tienes cansado de que cada vez que huyes tengo que ir tras de ti buscándote.
—Yo no te pedí que me buscara.—se cruza de brazos desafiándome y eso hace que la rabia que cargo encima suba más.
— ¡¿Entonces por qué mierda ha vuelto?! Porque ya estoy cansado Malika.
— ¡No vine por ti! —estalla ella también y no sé porque me voy hacia delante aprisionándola entres mis brazos.
— Claro, tú nunca vuelves por mí. Pero claro siempre tengo que ser el que vaya por ti. Porque la niña es una reina y ellas no se arrodilla a nadie.
— ¡Que querías Adriel, que te viera volviendo hacer tu vida con Tina cuando mi vida es una mierda!—me empuja dándome un golpe al pecho molesta.
— ¿Y quién te dijo que yo volví con Tina?—aprisiono sus manos, pero es tan veloz que no deja que la agarre.
—No soy estúpida, los escuche aquella noche. No podía quedarme a ver como reacias tu vida cuando yo apenas tengo que volver a la mía, porque claro tú no eres el que tienes pesadillas cada noche, tú no eres que el que fue torturado. Tú no eres el que tiene la amenaza.
Sus ojos se vuelve cristalino y no me gusta verla llorar, pero ya estoy cansado de todo esto. Así que respiro hondo antes de soltar las palabras, pero son interrumpida cuando su celular suena, ella lo saca de su bolso y veo el nombre de un Juanpa en la pantalla.
— ¿Es tu amante verdad? ¿O tu nuevo novio?
Sus ojos apartar la mirada del celular y me miran cargado de fuego.
— ¡Adriel!—dice con una amenaza en esa palabras para que me calle, pero no lo hago porque lo tengo adentro termina estalla.
— ¡¿Qué?! ¡Me vas a decir que no es tu nueva víctima! ¡Que cuando saliste huyendo no terminaste en la cama de otro hombre!—un ardo corre mi mejilla cuando esta es volteada por la fuerte cachetada que me da Malika.
Ella respira fuerte y mi respiración se une a la de ella.
—Primera y última vez que me tacha de puta, cuando no soy yo el que se la pasa metiendo su polla en cada agujero que tiene falda o pechos.
Su dedo me apunta molesta y siento algo en mí que se enciende cuando ya sabe que el volcán hizo erupción. Veo rojo cuando mis manos se van a su cuello estampándola contra la pared y a pesar de que no aprieto con fuerza cortándole el aire es más como mantenerla en su sitio.
Ella suelta un jadeo por la fuerza que implemente soltando lo que tenía en mano, sus manos se posiciona en mis manos que se mantiene en su cuello. Nuestras miradas se conectan cada una con más chispa y candela.
Acerco mi cara a la suya.
—Me tacha de promiscuo cuando he tenido que ir a otros coños por culpa tuya de no aceptar esta polla, con tus malditas reglas de que quieres "estabilidad" y mandándome siempre a la Zonafriend —hablo cerca de su boca y aprieto un poco más robándole oxígeno.
No pelea o muestras ganas que la suelte, sino que me da la misma mirada de recto.
Y no sé porque tengo un deja vu en esta misma situación.
—Una zona que disfrutaba mucho maldito, porque mil veces te di señales y las mil veces la ignoraste porque huyes del amor. —una sonrisa burlona se formó en su precioso rostro y como quería borrárselo.
—Yo no huyo del amor.
Se burló, una pequeña risa salió de sus labios antes que sus uñas se apretaran en mis muñecas.
—Mira quién habla, el que tiene gusto difíciles de complacer porque lo normal lo aburre... y no me salga que no es verdad porque si lo es, por eso nunca tenía nada serios con aquellas chicas y por eso cuando volví dejaste a Tina porque sabias dentro de ti que algo paso entro los dos.
No me había percatado que su mano se había metido bajo mi camiseta y tocaba la cicatriz, la cicatriz que no tenía idea como me la había hecho. Pero al parecer alguien sí.
Pero estaba tan molesto y cargado de rabia, que cuando la bestia que tengo por dentro despierta no hay nada que me detenga.
—Bien tienes puesto el apodo de reina de los demonios.—una sonrisa malvada se formó en mis labios y su manos siguieron subiendo hasta mi pecho dejando un fuego que estaba quemando todo a su paso.
— ¿Terminaste? Porque tengo cosas importantes que hacer.—mis manos no quería soltarla, pero mi cerebro decía que sí.
Que la dejara ir porque si soltaba las palabras ya no había vuelta atrás.
Mis manos obedecieron mi cerebro y la solté, ella soltó una pequeña risa como si ya se lo hubiera venido venir y se agacho a recoger lo que se le había caído. Se levantó y me dio la espalda yéndose a la puerta, pensé que ya se había ido, pero nunca escuche la puerta abrirse.
—El mismo Adriel de siempre, cuando en verdad quieras hablar de lo que siente búscame antes que sea tarde.—soltó ella tras de mí y escuche en el momento cuando abría la puerta.
— ¡Mierda!—me di la vuelta desesperado, mi mano se fue contra la puerta cerrándola tan molesto que me importaba una mierda si alguien lo había escuchado. Agarre a Malika por el brazo dándole la vuelta y sin pensarlo uní nuestros labios.
No era la primera vez que lo hacía, no era la primera vez que besaba con un hambre astros. Pero ya estaba cansado y si ella salía por esa puerta no había chance que nos volviéramos a ver otra vez.
Sus labios sabían a gloria y ha pecado, esto no se compara a los piquitos que nos dábamos. Este beso habla y dice lo que no lo podemos decir con palabras y por eso la intensidad, el fuego que estaba comenzando a quemar dejaba claro que ya no había vuelta atrás. Porque jamás me alejaría de esto labios que sabían a gloria y nos estaba llevando a un lugar diferente al cielo.
Por eso lleve mis manos a su cara sosteniéndola cuando esa electricidad corrían entre nosotros, el olor a canela provocaba cada segundo más que el beso fuera caliente y que ella respondieran con la misma agresividad no apago la llama que se sentía en ese momento cuando de una le quite el abrigo que tenía.
Sus manos recorrían mi cuerpo tocando todo y las mías también, dejando llamaradas ardiente en nuestra piel.
— Vamos a saber si es verdad que eres capaz de aguantarme.—susurre en sus labios cuando mis pulmones reclamaban por aire.
Llevaba un vestido que era cubierto por el gran abrigo, que no me puse a detallar cuando lo destroce en mis manos. Mis labios fueron a su cuello que me llamaba a morderlo y lamer, lo hice y un jadeo salió de ella. Sus manos se agarraron de mi cabello como soporte cuando la alce, haciendo que sus piernas se enredaras en mi cintura.
—No... no te cohíba... déjalo salir. —jadeo ella cuando mis mordisco pasaron de su cuello a sus pechos.
Quería marcarla, que su cuerpo supiera que solo yo podía ponerla así y dejarla con mis marcas. A pesar de que mantenía su cuerpo al aire pegado a la pared, termine de desnudarla destrozando lo que tenía encima. Y me detuve solo unos segundo para ver el cuerpo que llevaba años con fantasía de probar.
Pero en esto momento no me iba a dar el lujos con los juegos previos, porque ya la bestia que estaba durmiendo dentro de mi salió y él solo quiere estar dentro de la chica que está sacando a la luz una nueva faceta que no había visto años atrás.
Sus manos dejaron mi cabello para quitarme la camiseta y sus uñas se pasaron por mi pecho marcándolo a su paso hasta llegar hasta la pretina de mi pantalón.
Mis labios dejaron sus pechos para volver a su boca reclamando aquellos labios que me estaban volviendo loco y dispuesto a todo. Mis dedos recorrieron sus piernas hasta tocar su zona y sentir que ya estaba mojada, lo que provoco que gruñera en su boca.
Ella sonrió en mi boca y sentí dedos pequeños apretar mi polla cuando un jadeo salió de mí y ella se lo trago.
— ¿Quién ganara, la reina o la bestia?—mordió mi labio chupándolo lo que provoco que me excitara más y aparte su mano para agarrar mi polla y guiarla a su entrada.
—Eso lo descubriremos al ver quien pide más después. —con una sola estocada entre en ella.
Me trago su jadeo callándola y siento cuando sus uñas se incrusta en mi piel en los hombros, su coño esta tan cálido y apretado, pero es fácil para mi entrar porque esta mojada.
Le doy tiempo de adaptarse a mi tamaño, y después me muevo lento hasta que mi bestia interior me pide más rápido y lo hago.
Suelto sus labios y ella se lleva una mano para callar los gemidos que son difíciles de controlar, su piel blanca se ha puesto rojiza haciendo que algo en mí se encienda más. Agacho mi cabeza si dejan de follarla a sus pechos que me llevo a la boca, lamiendo y mordiendo como un niño necesitado de su dulce favorito.
Y cuando siento que ella ya está lista sigo embistiéndola más duro y fuerte apartando su mano de la boca, llevo mis manos a su cara y sus ojos se cierran solo, pero yo quiero ver esa mirada cuando llegue.
Quiero ver aquella mirada.
— Mírame.—exijo y ella hace el intento de mirarme colocando su mirada en mi apretando sus labios, mi dedo separan sus labios ya hinchados y los gemidos comienza a escaparse de ella que provocan que siga hasta que los dos llegamos.
Y antes que el sonido invada todo el cuarto mis labios chocan con los suyos tragándose la mejor melodía que sé que después escuchare.
Me vacío dentro de ella y a pesar de que aún no quiero salir de ella, es como si ella tampoco lo quisiera porque su agarre en mi cintura se afirma como un ancla de lo que acabamos de hacer.
Dejando los besos feroces, ahora solo nos damos besos pequeños más calmados besos que nos decimos todos y nada a la vez. A pesar de que nuestra respiración aún se está calmando es como si no quisiéramos romper esto.
—Creo que tú has ganado porque quiero mas.—una risa sale de ella, mientras que suelta sus piernas y la coloco en el suelo con cuidado.
—Déjeme decirle que los dos hemos perdido porque yo también quiero más.
***
No sé qué es peor, si sufrir de un dolor de polla todo el día o no poder hacer lo que más quiere.
Veo la hora en mi celular cada cinco minutos esperando la hora para irme, pero es como si las horas pasaran lentas. Mi polla reclama estar de nuevo dentro de Malika, pero tengo una suerte para estas cosas.
Iba a volver a follarla en el cuarto de limpieza cuando escuchamos la voz del Jefe, estaba como loco llamando a todos a una reunión de última hora. Así que tuve que dejar que Malika se colocara el abrigo porque lo demás lo había destrozado.
Cuando salimos al pasillo no había nadie por ahí como me lo había imagino, lo que hizo la tarea más fácil para que no me colocaran una sanción por follar en el trabajo.
Ahora no solo están casi la mitad de algunos agentes en la sala de reunión ya que algunos están trabajando en encubierta o está resolviendo sus casos, yo usaría mis días de descanso para irme pero cuando el Jefe me vio fui el primerito que llevo a la sala de reunión.
King esta decaída, se ha lavado la cara como cinco veces y sus ojos rojos de muestras que Williams era alguien importante para ella. Martínez está a su lado dándole apoyo. Fisher está sentado al lado del holograma mientras termina de pasar las imagines.
— Gente importante arriba quieren saber lo que ha pasado hoy en la estación, un agente murió y nadie lo vio venir. Fuimos engañados no solo nosotros sino también los expertos de los explosivos, así que para que no corten cabezas de ninguno de aquí. ¿Quién quiere el caso de Williams?
Todo el mundo se ve la cara y observo como King se le vuelve a cristalizar los ojos para llorar de nuevo.
— Discúlpeme que se lo diga, pero usted solo se quiere limpiar las manos por mandar un agente a su muerte.—Martínez habla y veo justamente como el Jefe coloca su mirada más dura hacia él.
Fisher apaga el holograma y no se quien prende las luces, me cruzo de brazos impaciente.
—¿Disculpa? ¿Acaso soy yo cualquier militar o capitán corruptible? —el Jefe coloca sus manos en la mesa de manera y veo en el momento que esta se aprietan para no irse contra Martínez.
—Solo digo lo que todos pensamos aquí
—Yo no.—digo yo y más agente más me apoyan asintiendo. Martínez me mira como si estuviera loco por no estar apoyándolo. — ¿Qué? Yo no fui el que le puso un arma en la cabeza para que fuera hablar con un terrorista habiendo personas que estudiaron para ser negociadores.
Eso como que no le gusta porque los ojos de King a igual que Martínez me lanza cuchillos desde donde están antes de que Martínez mire al Jefe.
— ¡Usted lo obligo bajar! ¡Yo escuche perfectamente cuando uno de los negociadores dijeron que no lo hiciera porque él no estaba preparado, pero usted lo obligo!—estalla y las personas que estaban en la fila donde estaba el Jefe se levanta apartándose cuando el Jefe se le va directo a Martínez agarrándolo por el cuello estampando su cara en la mesa robándose algunos jadeos de sorpresa por algunos agentes.
— ¡Tú a mí no me amenazas, recuerda quien es el Jefe y quien eres Martínez. Porque como dijo Miller nadie le coloco una pistola a Williams para que fuera! —la cara de Martínez estaba volviéndose morada y nadie se atrevía apartarlo.
Mi tío no estaba en esta Departamento porque quisiera o porque le regalaron el puesto, era bueno en lo que hacía y lo primero que se gano fue el respeto de los demás con miedo. Pero se lo gano, por eso nadie se metía en su línea de visión cuando le entraba el diablo. O que alguien le dijera algo, sabiendo que el error no lo cometió él sino uno.
—Señor lo lastima. —a King se le rompe la voz y yo me llevo la mano a la boca en un bostezo.
—Me imagino que ya terminamos, tengo un fantasma que capturar.—King me lanza una mirada de odio, pero eso a mí me resbala.
Prefiero estar metido en las piernas en alguien más ahorita que estar aquí viendo una pelea que ya sé quién va a ganar.
No hace falta que el Jefe diga nada cuando todos entiende el ambiente y comienza abandonar la sala de reuniones alguien choca con mi hombro pasando por mi lado y veo el cuerpo menudo de King.
— Es nuestro compañero quien murió y tu defiende al Jefe.—me dice cuando llego a mi escritorio y yo blanqueo los ojos.
—Corrijo, era su compañero porque Williams jamás fue mi compañero.
— ¡Ósea que te alegras de su muerte!—chilla molesta y no sé porque a veces no puedo sentir empatía por mis compañeros.
—Si quieres la verdad, pues sí. Eso significa que una escoria más fuera del planeta.
— Te vas arrepentir por estas palabras Miller.
—Si como digas.—recojo mis cosas y me voy.
No estoy para estupideces en este momento, tengo algo mejor que hacer.
Por eso cuando llego a la planta principal mi sonrisa crece al ver a la chica que espera sentada en uno de los asientos de esperar, su mirada está en su celular viendo algo mientras su ceño se frunce.
Tiene el cabello suelto tapando, me imagino la marca que he dejado en su cuello.
—Te quedaste.—digo cuando llego a su lado.
Ella levanta la mirada del celular para mirarme a mí antes de levantarse de un salto.
—No puedo volver a casa con el coño al aire libre iel, además es un viaje de carreta como de cinco horas así que se buena persona y cómprame algo.—susurra pegándose a mí y yo río al ver como sus mejillas se vuelve rojiza.
Por eso paso un brazo por su cintura pegándola más a mí.
—Tengo algo mejor en mente.
— ¿Qué?—pregunta con una picardía en su tono.
— Ya lo veras.—le doy un pequeño beso en los labios antes de sacarla de la central.
Hoy he decido que ya nunca más voy a dejarla ir, he probado la fruta prohibida y quiero más de ella.
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Hello, ya estoy un poco mejor. Mi mamá me preparó una sopa que hasta podía revivir un muerto 😅 y si funcionó conmigo.
Así que lo prometido es deuda, aquí le dejó unos de mis capítulos preferidos. Espero que le haya gustado también, nos vemos entre un rato en los otros capítulos.
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