Capítulo 24
Adriel
<<¿Yo soy su padre?>>
He.
— ¿Anda solo? ¿Dónde está tu madre?—por fin logro salir de la parálisis de terror saliendo al pasillo, pero está más vacío que el pasillo de la muerte.
Ojalá que no sea un espectro.
<<Déjate de broma Adriel que es un niño de verdad.>>
Mi subconsciente me regaña y agarro al pequeño por la mano jalándolo hacia adentro para que hablemos.
— Mi mamá no sabe que estoy aquí, y soborne a mi abuela diciéndole que ella sabía que iba a venir. Por eso te vuelvo a preguntar ¿eres mi papá?
<<Ah, mando igual...>>
Cállate.
Me llevo las manos a la cara frustrado caminado de un lado al otro mientras que cuento del uno al diez para calmarme, pero soy interrumpido cuando mi celular suena y no hace falta ver la pantalla para saber quién es.
Dejo de caminar y me coloco en cuclillas frente del pequeño, vuelvo a mirarlo y sí.
<<Es igualito.>>
— ¿Quién es tu mamá?—pregunto en un susurro esperando que las pastillas no tenga un efecto secundario.
Él aprieta los labios antes de que sus ojos se encuentren con los míos.
— Tina, mi mami es Tina. ¿Tú eres Adriel verdad? Yo me llamo Anton.
—Qué bonito nombre Anton, pero creo que tu madre va a estar muy furiosa si se entera de que está aquí.
— No lo hará.
<<¡Ah, qué puta confianza tienen esta familia!>>
Yo jamás vivo confiando y al parecer esos genes se heredan por lo que veo.
— Ve pequeño, creo que es mejor que hables con tu ma...
—¿Eres mi papá sí o no? He escuchado hablar de ti, mamá y mi abuela siempre hablan de ti en susurros y eso no me gusta. Así como tampoco me gusta ir al día del padre a la escuela cuando todos mis amiguitos llevan a sus padres y yo no tengo nadie a quien llevar.—hace un puchero entre triste y molesto.
<<¿Recuerdan esa película de entrenando a papá?>>
Pues creo que salió a la vida real aquí.
—Te entiendo, eso debe ser muy duro.
Él sé apartar de mi molesto y se saca del bolsillo una hoja.
— Mamá hablo de donde vivía con la abuela y tuve que sobornarla con mis galletas, así que me debes muchas y de chocolate papá.
<<Alguien que me pegue un tiro.>>
No, mejor dos.
Estaba listo para responder cuando la puerta es abierta y un Theo entra alegremente con una caja de pizza en manos como si Taylor no hubiera dejado un batallón de comida en la nevera.
—¡Adriel mira lo que traje!—grita feliz, entrando sin percatarse de nada, cierra la puerta y cuando se da la vuelta ve el pequeño y después a mí —¿Y ese niño de dónde salió?
Pregunta frunciendo las cejas y yo me llevo los dedos al puente de la nariz, antes de levantarme y ofrecerle mi mano al pequeño que la agarra feliz.
— Theo te presento Anton, Anton él es tu padre y Theo... Anton es tu hijo.—lo presento, pero antes que algo salga de la boca de mi amigo, este se desmaya cayendo al piso.
El ruido fuerte es doloroso, además que la pizza cae a sus pies.
— ¿Se murió?—pregunta Antón desesperado cambiando su semblante y yo me agacho a su lado.
— No, solo se durmió de pies de tanta alegría por saber de ti.—miento un poco.
—¿Deberíamos hacer algo? Yo creí que tú eras mi padre.
—No vamos a hacer nada, ese vuelve ahorita. Ya lo verá.—me aparto de ellos y voy por mi vaso de jugo lanzándosela encima a Theo, que hace que se levante sobresaltado.
Sus ojos se encuentran con los míos desorbitados y me agarra por los tobillos desesperados.
—¡Adriel tuve una puta pesadilla, soñé que me presenta a un niño y que ese era mi hijo!—Chillo en la desesperación e hice que volteara la cara a ver al pequeño que observaba desde el lugar donde lo deje.
Theo lo mira y vuelve a desmayarse.
<<Qué puto circo me vine a gastar.>>
—Y volvió a dormir.
—¿Quieres pizza?—pregunto ignorando al desmayado en toda mi sala.
Anton asiente feliz y le extendió mi mano para que vayamos a la cocina.
Sé que esto no me competía, pero si el niño llego hasta a mí fue por señal divina.
***
—¡No puede ser mi hijo! ¡Yo no tengo hijo!... Aush ¿Por qué hiciste eso? —Theo se soba el sitio donde lo golpee mientras que lo jalo por el brazo hacia la habitación de él. Tina nos sigue en silencio.
—Cálmate y deja de decir eso en voz alta que hay un pequeño en la sala Theo. —lo regaño dejándome caer en la cama que Theo acondiciono para él.
Tina permanece parada en la puerta que cerro como si ese fuera el escape, mientras que Theo camina de un lado al otro mientras se lleva la mano a la cabeza.
— ¿Y bien?—pregunto llamando la atención, pero Tina prefiere mirar sus zapatillas como si ellas tuvieran todas las respuestas y Theo... bueno, no deja de caminar.
—¿Y bien qué? ¡No vez que no estoy para criar niños Adriel, ni siquiera sé cuidarme yo mismo como voy a criar a otro ser! —le lanzo lo primero que agarro y lo esquiva agachándose.
— Deja tu escándalo Theo que no tienes 16 años, tienes un trabajo firme y eres un hombre ya adulto de 26 años que sabe cuidarse bien solo y es responsable de las consecuencias que haga.
—¡Pero eso no!—señala él tras de él sabiendo que Anton está en la sala.
—Eso se llama Anton.—murmura Tina por fin alzando la mirada.
Veo como Theo se voltea hacia ella como si le hubiera deseado el mal a su madre y yo me levanto de una colocándome en el medio.
—Vamos a calmarnos, si estamos todos aquí reunidos es por algo.—miro a los dos, pero Theo prefiere mirar a otro lado y Tina mirar sus zapatos. Dejo salir un suspiro cansado. —Bueno, me van a decir que está pasando. Porque aquí el que debería estar molesto soy yo y no tú.
Silencio y cuando creo que nadie va a hablar, Tina es la primera.
— No sabía que era tu amigo.
—Y yo no sabía que era tu ex.
Dos años, y en los dos años a ninguno lo presente.
<<Estoy comenzando a creer que New York es pequeña en vez de ser grande como dicen.>>
— ¿Y qué más?—me cruzo de brazo Tina alza su mirada cristalina.
— Fue esa noche cuando me soltaste lo de Malika, esa noche solo quería olvidarte y me fui a un bar, bebí tanto que al día siguiente amanecí en la cama de un extraño que no sabía su nombre. Por eso el día siguiente fui y termine contigo no solo por la confesión, sino que te había engañado y eso me dolió, tres semanas después veo que te etiquetan en una foto y aparece ese chico, el chico desconocido con quien me había acostado esa noche de borrachera. Y un mes después me entero de que estaba embarazada de alguien que no recuerdo su nombre —explica ella a pesar de que contiene sus lágrimas, sé que lo que dice es cierto.
Alguien resopla tras de mi molesto.
— ¡Ósea que todo este drama es por la culpa de la reina de los demonios!
—Aquí el que tiene la culpa eres tú sabiendo que no eres tolerante a la bebida.—me volteo y le doy otro lepe.
Él se soba el lugar de la cabeza, pero no dice nada.
—Entiéndeme no sabía quién era o si me iba a creer...
— Es mejor que yo me salga, esto es algo que ustedes deben resolver... y Theo, es mejor que te controle, no olvides que soy un agente y no dudaré de pegarte un tiro si dice algo de mas, que te puedas arrepentir después.—ni siquiera dejo que responda cuando vuelvo a la sala.
Anton está en el sofá viendo caricatura y comiendo pizza.
Ese niño pudo sacar la cara de la madre y su pelo, pero la mirada y la confianza de Theo brilla por donde mire.
—¿Qué haces? —me dejo caer a su lado.
— Veo Sherk, burro, es tan divertido.—le da un gran mordisco a la pizza y ver ese niño tan seguro y que no le importe que hace una hora soltó una bomba sin saber que pasaría después, lo veo muy relajado.
— ¿Sí? Burro es mi personaje favorito, es tan cómico.—agarro también una poción de pizza que estaba en la mesa y veo la caricatura.
— Mami dice que es un personaje muy grosero, pero no lo creo. Ni siquiera se sienta a ver algo conmigo si no es puro trabajo.
—Te entiendo, Tina a veces se olvida del resto cuando el trabajo la consume.
Escucho un grito tras de mí y prefiero subirle más volumen a la tele.
— Yo creí que tu era mi padre, eres mejor que él.—suspira Anton después de un rato.
— Lo dice porque soy un agente policial.—bromeo y él niega triste
— Eres más divertido y no te duerme de pie.
—Theo también es divertido, solo que descubrir que es padre de un día para el otro es como si le diera un bajo de azúcar.
— ¿Qué es eso?—pregunta confundido y me doy una cachetada mental que él apenas tiene edad, que está aprendiendo cosa.
— Bueno, es algo como lo que le dio hoy...
—¿Ósea que quedarse dormido de pie es como bajón de azúcar?
—Sí.
—Entonces tendré que comer demasiado azúcar para que no me pase lo mismo.
<<Agh ya comenzaste mal siendo tío Adriel.>>
— No es así, es...—intente explicarle bien, pero escuche como una puerta se abría y apague el televisor confundido.
Voltee a ver por el pasillo donde una Tina venía roja de la ira hecha una furia y Theo le seguía atrás, pero intentaba decirle algo, pero conociendo a Tina ella jamás se detendría a escuchar.
Cuando sus ojos se concentraron con los de Anton se calmaron un poco y se acercó a él buscando la lonchera.
—Nos vamos, despídete de Adriel.—dijo cargándolo con cuidado.
— ¿A dónde va? Si todavía tenemos que hablar.—Theo intento acercase, pero ella negó colocándole de nuevo esa mirada que lo mataría si pudiera.
— Ve a Brooklyn que nosotros aquí no necesitamos nada de ti, más bien no necesitamos nada, estamos perfecto así.
—¡Tan perfecto que están, que ese niño le dijo a Adriel que no le gustaba ir solo a la reunión del día de padre porque no tenía uno!—grita Theo molesto y a pesar de que quise matarlo porque Anton se asustó escondiéndose en los brazos de su madre no pude dejar de pensar que todo esto es culpa de los dos.
—Vamos a calmarnos...—intenté apaciguar las aguas levantándome, pero Tina negó y se fue a la puerta.
—Anton es Hall, no tiene su apellido Tremblay. Así que le recomiendo que no se acerque a nosotros porque como dijo al principio usted no está listo para hacerse responsable de alguien más que no sea usted.—y con eso Tina se va.
Theo intenta ir tras de ella, pero yo lo agarro por el brazo impidiendo que meta más el dedo en la llaga, pero él se retuerce para que lo suelte, pero no lo hago.
—¡Suéltame!—me empuja molesto, pero no lo dejo ir.
—Tú no conoces a Tina, Theo. Así que es mejor que te quedes quieto y esperas que la marea baje porque si vas hacia ella así, las cosas no saldrán bien
—Me vale mierda lo que pienses Adriel, así que suéltame. —me empuja y lo suelto porque me ha tomado de imprevisto, y solo veo cómo sale por la puerta hecho una furia.
—Para que pagar Netflix si la vida de los que me rodean es tipo película. —suspiro cansado dejándome caer en el sofá.
¿En qué momento venimos a parar aquí? Siempre sospeche que tina ocultaba algo, y lo confirme cuando a mi tío se le salió en una borrachera que Tina había pedido un permiso de maternidad. Creí que era mío, pero recordé que era difícil cuando usabas protección, aunque estaba el 1% de fallo que da la advertencia.
Solo esperaba que ella me lo contara, pero me di cuenta de que eso sería difícil, aunque una vez Tina se colocó nerviosa cuando vio a Theo que fue a buscarme en la central. La vi perderse antes que él la viera.
Pero veo que al final mis sospechosas son ciertas, uní los puntos, ya que no me era difícil cuando eres muy observado. Cuando alguien quiere ocultarte algo y no quiere que te enteres.
Huye.
Y eso no lo vi en Tina, ella se podría esconder, pero nunca huyo y a pesar de que tenía mil teorías en mi cabeza por pensar que ella no lo hizo por el trabajo. Creo que a la final pensé que no era mío, solo tenía que ver los cambios de temperatura de su cuerpo para ver si mentía o no. Aunque sé que ella aún me quiere, sé que no va a ser feliz. Y aunque me cueste admitirlo. Theo es la única persona que lo hará.
¿Así no se comienza una historia de amor en los libros, pues? La chica se emborracha y se acuesta con un desconocido, quedando embarazada de él.
Aunque hay muchos libros con el mismo contenido, creo que esto no aplicara aquí cuando vives en el mundo real.
Theo odia las relaciones, nunca le ha gustado está amarado a nada. Siempre dice que es un lobo solitario y prefiere follar que estar estable. Una vez me dijo en la secundaria que prefería ser el tío cool de mis hijos, que ser el padre amargado que se convertiría en el futuro.
Cuando le pregunte por qué decía eso, solo dijo que vio como era su padre de niño y prefería no convertirse igual que él. Creo que al final uno se ve en el mismo espejo que un padre cuando es pequeño.
La crianza que te aplica y lo que vez es lo que aprende, pienso que por eso Theo es así. Y yo también, me cuesta soltar las verdaderas emociones que guardo, porque al final herede algo que no me ayuda en mi vida personal.
Sé observador y calculador me llevo a ser quien soy, estar en el puesto que esto. Pero nunca me ayudo a enfrentar el mundo real. Sabía que peleas pelear y que peleas no podía ganar.
Mi celular suena y veo el número de Jennifer, resoplo cansado antes de contestar.
— Miller.
—Hello bombón, ¿está disponible?—va al grano y yo solo cierro los ojos antes de mirar el techo de mi nuevo apartamento.
—Depende para que sea.
— Me debes una cita, así que te quiero invitar a tomar algo.
—¿No debía ser yo el que insistas?
Ella ríe y escucho ruidos raros en el fondo.
—Estamos en el año 2023, ya eso pasó de moda, ahora somos nosotras las que tomamos las riendas de las cosas.
—No sé Jennifer, es que todavía sigo en reposo...
— No acepto un no por respuesta—me corta y yo aparto el celular de mi oreja para dar una respiración.
Después de esto creo que me voy a arrepentir.
— Está bien, pero seré yo el que pague.—ella da un grito feliz.
— ¡Claro que sí, y por favor detective recuerde que tenemos más que una cita hoy!—y antes que dijera algo cuelga.
Solo miro la pantalla que muestra que la llamada ha sido terminada y creo que, por primera vez en mi vida, debo dejar ir a Malika y pensar en el futuro.
Ella se fue, y no se quedó. Y si tengo que olvidarla con un polvo, con un polvo será olvidada.
.
.
.
Hello, ¿Que tal estuvo el capítulo de hoy? Porque yo lo amé escribiéndolo y más cuando Theo es don desmayos.
No olviden de votar y comentar si le gusto mucho, me ayudaría en la historia.
Besos y abrazos 😘🤗
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro