Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 22

Hannah

Golpeo la bolsa de boxeo una y otra vez descargando mi rabia que no calma, pateo y golpeo hasta que mis brazos duelan pero aun así no me detengo.

—Fallaste.—escucho su voz molesta pero no detengo la tarea. —Fallaste otra vez, estoy comenzando a creer que no eres tan buena como me has prometido ser.

Dejo la tarea volteándome molesta enfrentándolo.

—¡El maldito tiene más reflejos que un fantasma y antes que apretara el dedo del gatillo ya sabía que la bala iba hacia él! —estallo recordando la pelea de anoche.

Lo estuve esperando en su apartamento llevo semanas o mejor aún meses calculando todo para que su muerte fuera perfecta, solo me dio tiempo de soltar la bomba porque el maldito lanzaba disparo como si llevara años en eso.

—¿Y quieres que te consuele por fallar? Por favor, eres una inservible que no vale para nada. Juras y per juras que puedes con esto pero cada vez te veo más lejos. Creo... corrijo. Sé que tu hermana lo mataría antes que él se diera cuenta que fue ella quien lo mato. —solo la mención de mi hermana me da estrago en mi estómago y la ira vuelve a surgir como el volcán a punto de estallar.

Él sigue permaneciendo con los brazos cruzados y su porte de querer matarme en cualquier momento, pero no puede.

— Si tanto te importa ella, ¿Por qué no la mandas?... No es tu favorita pues.—aprieto los puños con las ganas de ir a buscarla y partirle la cara a esa perra también.

Él se encoje de hombros y veo como su semblante cambia mientras la mirada se le ilumina y va a sus recuerdo más perversos.

— Todavía no es tiempo para que estemos cara a cara, pero cuando lo hagas haré que ella misma no solo lo mate sino que también haré que pruebe tú sangre.—sus palabras no me hiere para nada.

Saque el mismo gen de sádico de él, lo que me molesta es que siempre ha tenido preferencia por esa perra que lo único que ha traído a este hogar es destrucción.

— Si tanto quieres ver al Detective muerto porque no me dejas ir al hospital y ya, te dije que esta vez sí lo voy a lograr.—suplico apretando aún más los puños pero él niega mientras sigues en su pensamientos y veo como se saboreas sus labios sádicamente.

— Sigue infiltrada, investiga un poco más de él que quiero darle donde más le duele.—se va dejándome sola en la habitación de práctica.

Voy por la pistola y ni me molesto en colocarme los protectores cuando disparo una y otra vez el blanco que está en la distancia, es ella y él.

Ahí está la preferida de mi padre y en otra foto está el detective que veré bajo tierra.

Sigo soltando disparo hasta que se me acaban las balas, porque cuando tenga la oportunidad me voy a deshacer de todos y terminare vengando a mi madre. Mi hermana la mato, ella la metió tanto en la locura que la mato. Jugo con todas sus defensas mentales hasta que vi como ella se iba, me quito a lo que más me aferraba para seguir adelante y mi padre la amo más por eso.

Por eso cuando la vuelva a ver, no dudare hacerle lo mismo que le hizo a mi madre.

Dejo todo y me voy hacia las duchas, en el camino agarro la grabadora y me coloco los audífonos escuchando las últimas conversaciones del detective y su amiga. Ya que no tuve tiempo porque estaba preparando el terreno donde lo iba a matar.

Coloque micrófonos y ni cuenta se dio.

— ....¿Qué haces aquí? No te había dicho que te quedaras con tus padres.—es lo que le dice cuando escucho que cierran una puerta.

— Quiero estar aquí, no con mis padres iel. Si tanto te molesta, me lo fueras dicho que soy una cargar más a la que cuidar y proteger.—su amiga le responde y yo blanqueo lo ojos.

—No eres ninguna carga, solo te dije que te quedaras con tus padres porque no iba a estar hoy aquí.

—Pero si llegaste, y no solo.

— No empiece lika.

—Ni siquiera te estoy diciendo nada, solo volví porque aunque te cueste asimilarlo me siento más segura aquí que en otro lado.

—¡Si, y mira que paso cuando yo no estaba y fue en este mismo edificio!—estalla y escucho un vaso golpear algo.

Me quito la licra junto con el sostén deportivo antes de buscar la toalla y seguir escuchando.

—¿Y quién tiene la culpa? ¡Porque yo no la tengo, no tengo la puta culpa que fui el blanco de un asesino que lo único que me repetía en medio que estaba drogada que esto me lo merecía por ti!

Se hace un silencio sepulcral y pienso que hasta ahí llega la conversación hasta que veo que la conversación sigue.

— Lika...

— Todo me queda claro ahora iel, tú sigue en tu trabajo que yo tengo que sobrevivir y pelear con mis propios demonios. Porque ya sé que contigo no voy a contar esta vez.

— Lika, no sabía...

—Tú nunca sabes nada iel, porque ni siquiera te intereso nada. Te fuiste segundo que me sedaron dejándome en un país que no conozco, no estuviste en el hospital, no estuviste cuando te llame una y otra vez ese día, no estuviste hoy y tampoco estará cuando me vea en un puto ataúd.

Y ahí se corta las voces, vuelvo a repertirlo una y otra vez hasta que me decido dar una ducha y sonrió más.

<<Ya sé cuál es su lado débil, el lugar donde le dolerá como a más nadie. >>

Veré sus lágrimas correr por sus ojos y disfrutare de su sufrimiento, estaré ahí cuando me pida clemencia. Pero solo encontrara a su parca dispuesta a dejar que otro monstruo sigue caminado en la tierra cuando ya hay una reina que gobierna este mundo.

Termino de bañarme, me visto a tiempo récord ya que trabajar de infiltrada en la central está trayendo nuevos frutos. Paso por la sala donde el televisor esta encendido mostrando la noticia de ayer en la mañana donde se muestra todavía los vídeos del cuerpo de aquella mujer.

Mi padre está sentado en un sillón observándolo y veo desde lejos lo que hace.

Se masturba, disfrutando de aquello.

—Viste Hannah, eso sí es una obra maestra. —dice entre jadeos pero yo prefiero irme antes de sacar mi cuchillo y matarlo.

Eso no es nada para lo que corre por mi mente, y disfrutare colocándolo a prueba con el sexy detective.

»»--⍟--««

Adriel

Me duele la cabeza tanto como si me la fueran bateado, el pinchazo que produce cada segundo es como un recordatorio que quiero morir y no vivir.

Mi cuerpo se siente tan pesado, pero tan pesado que no quiero abrir los ojos pero lo hago. Una fuerte luz blanca hace que lo vuelva a cerrar y voltee mi rostro.

Siento una mano cálida apretando mi mano, pero me niego abrir los ojos.

— ¡Amor, despertó. Llama al Doctor!—el grito de Taylor perfora mis oídos y doy un gruñido molesto antes de abrir los ojos y esta vez si hago todo el esfuerzo para ver.

Otra vez en el hospital.

<<Dos veces en el mes, ya he roto el récord por lo que veo.>>

—Agua. —le pido con la voz pastosa y ella se separa de mi para ir por el agua que está a un lado.

Solo bebo la mitad cuando la puerta se vuelve abrir y veo como mi tío entra con el doctor y mi mejor amigo lo sigue. Lo miro más de la cuenta pensando en los últimos acontecimiento y recuerdo que alguien quiso matarme.

<<No olvides que también explotaron una bomba.>>

Gracias a Dios Theo no estaba ahí.

—¿Cómo se siente agente? —pregunta el medico encendiendo una pequeña linterna y pasándomela por la mirada pero hago todo el intento de huir de ella.

—Como si un camión hubiera pasado por encima de mí como cinco veces para confirmar que no vuelva a la vida esta vez. —Taylor sonríe pero una lágrima sale de sus ojos.

Ella se pega a mi lado, pero al tío no le agrada ya que se mantiene con los brazos cruzado y la misma cara de póker.

— Ojala te lo fueran pasado más de nueve veces para así ya ir preparando el ataúd de una vez.

—¡Ezequiel!—lo regaña su esposa pero él no dice nada.

—Que humor más horrible se cargan los Miller.—Theo apartar a mi tío del camino para colocarse a mi lado cuando el doctor se quita. —Bienvenido al mundo de los vivos amigo... ¿Está bien? ¿Qué paso? Alguien te encontró en un callejón, viste a tu atacante.

No entiendo lo que dice por eso frunzo mis cejas confundido, yo estaba en mi apartamento. Lo recuerdo bien.

—Gracias a Dios no llegaste a tu apartamento cuando explotó la bomba, creo que eso es algo bueno. —Taylor aprieta mi mano pero yo sigo sin entender.

—Me duele un poco la cabeza.

—Ya le diré a la enfermera que le coloque algo.—dice el doctor y lo veo que le hace señas a mi tío y este lo sigue al final de la habitación apartándose de nosotros.

—Dime que viste su rostro por lo menos a tu atacante.—pide Taylor en un susurro.

—¿Dónde me encontraron?

—En un callejón secar de tu apartamento.

—Pero yo estuve adentro, tienen que revisar las cámaras.—intente levantarme pero eso fue una mala idea.

<<Mierda como dolía.>>

—Un señor te encontró afuera, dudo que te hayan sacado de ahí Adriel.—Theo fruncía las cejas confundido y yo estaba muy seguro que yo estaba en el apartamento cuando me atacaron.

—Disculpa, creo que me golpearon fuerte y estoy confundiendo las cosas.—lo dejo pasar porque sé que no me van a creer.

—No importa, lo importante es que está vivo y seguirás con nosotros. —Taylor es como una mamá en esto momento.

Sé que quiero que mis padres estén aquí, pero es como más sufrimiento para ellos y no me gusta verlos llorar o preocuparse.

Así que acepto el consuelo de Taylor porque ya pertenece a mi familia como el mejor regalo que puede tener un Miller.

— ¿Y Malika?—pregunto volteando a ver a Theo pero él prefiere mirar a otro lado.

—Sigue sin aparecer.

—Pero me imagino que vio las noticias ¿verdad?

Yo espero que sí, y eso le dé ánimos a volver a verme.

<<Pero conociéndola y su orgullo de mierda, jamás harán que vuelva acá.>>

—Descansa primero, después hablamos de eso. —me pide Taylor.

Yo asiento porque sé que debo descansar, además mi cuerpo me lo pide a gritos.

Minutos después me quedo dormido y cuando me despierto son las doces de la noche, alguien está a mi lado me emociono pero ese ánimo cae al ver una melena rubia que sostiene un libro frente de ella.

—Hola Tina —murmuro con la voz pastosa y ella baja el libro sorprendida yéndose a mi abrazarme.

—Gracias a Dios sigues vivo, pensé que esta vez si iba a ayudar al jefe a preparar tu funeral. —bromea con lágrimas en los ojos y yo solo alzo mi mano para quitarla.

Ella no merece votar ninguna lágrima por mí, ella merece seguir adelante y ser feliz.

—¿Por qué no avanzas? —la palabras salen de mi boca antes que lo pienses tomándola desprevenida.

No voy a negar que Tina ha sido lo mejor que me ha pasado, pero siento que ella no es la indicada y sé que en el futuro no seriamos tan felices como creí ser.

Después que ella me cortó, la vi apartarse de mí poco a poco. Pero siempre preguntaba por mí a mi tío, nunca me ha devuelto las cosas que tuvimos juntos en su casa y dudo que lo haya quemado. Porque aún tiene el brazalete que le regale en su mano, aún sigo percibiendo la forma como su cuerpo se comportar como si siguiéramos antes que Malika apareciera.

— No sé de qué hablas.—finge que no me entiende mientras se limpia las lágrimas apartándose de mí.

No soy idiota o bobo, observar más de la cuenta es como mi maldición y un don que muchos odian.

— No me mientas por favor, sabes que te conozco más de lo que tú misma. Sé cuándo mientes y cuando no, por eso te pregunto por qué no avanzas Tina. Eres una mujer joven y exitosa, eres demasiado buena y te mereces a alguien que sea capaz de mover el mundo por ti.—agarro su mano cuando intenta irse y las lágrimas comienza adorna su hermoso rostro.

— Tengo esperanza aun, que vuelva ese amor que teníamos.—murmura y nuestros ojos se mezcla.

Diría que yo me merezco esto por siempre de dármela de lanzado, no debía soltar esas bromas como lo hice con Jennifer. Pero yo creí que estábamos bien, que éramos amigos sin importar nuestro pasado.

— ¿El de antes que Malika volviera?—pregunto y ella asiente. Llevo mis dedos a su rostro limpiándoselo,—Lo siento mucho Tina, pero creo que ese amor no volverá más. Yo siento que lo que tuvimos en el pasado fue un amor bonito, aquel amor que disfruta y te enseña amar más de la cuenta ese amor que te prepara el camino, ese amor que te deja bonitos recuerdos.

—Siento un pero es esas palabras.

— Pero no es el amor por el cual yo pondría el mundo a tus pies o lo quemaría para encontrarte.—un sollozo sale de ella y me levanto abrazándola.—Tina fuiste y siempre será la primera chica que gobernó en mi corazón y me enseño amar, pero sabes que yo no soy el indicado.

—Tú también fuiste el único que me enseño a no depender de un hombre y que si quiero algo por mí misma lo puedo lograr, que debo luchar por mis sueños sin importar si tengo la soja en el cuello... y por eso yo te amé y te sigo amando Adriel.—ella se separa y coloca sus manos en mi mejillas.

Yo le quito las gafas y también coloco mis manos en las suyas.

—Yo te quise y sé que no es lo mismo que un te amo, pero mi te quiero es un <<No quiero que te mueras o te apartes de mí>>. Sé que suena feo, pero es mi mejor muestra de amor que te he dado porque tú fuiste la primera en todo.

<<Excepto ser la dueña de mi corazón. >>

—Estuvimos todo el tiempo aprendiendo a caminar ¿no?—asiento y una sonrisa se cuela en ella y yo no puedo dejar de mirarla.

— Ahora aprendamos andar, y encontremos la persona indicada o mejor aún a nuestras almas gemelas.—ella asiente y yo la estrello contra mi abrazándola.

— Tengo algo que decirte.—murmura en mi cuello y yo cierro los ojos respirando su aroma antes de contar del uno al diez.

— Ya lo sé mi pequeño copo no tienes que decírmelo.—la llamo por nuestro apodo y aunque ella quiera apartarse de mi yo no la dejo.—¿Amigos?

Se toma más de lo debido pensarlo antes de asentir.

—Amigos.

— Con derecho a roce.

—¡Adriel!—chilla ella feliz apartándome y lo dos terminamos en una carcajada pero que yo corto porque todavía me duele mi cuerpo.

—Vamos tú lo pensantes.—le hago un lado para que se acueste conmigo y lo hace.

—Claro que no, aquí el pervertido eres tú. Yo te iba a proponer que solo fuéramos desconocidos.

— Desconocido que se follan.

—¿Algún día dejaras de hablar así?

— Nunca.—ella resopla y yo le revuelto el pelo.—Amas mi forma de hablar, así que las bromas no terminan aun.

—Ojala tu atacante te fuera golpeado más fuerte la cabeza reiniciándote para si no volver a escucharte hablar más así.

—Ya lo quisieras.

— Claro que lo quise bobo.—y después duramos dos horas más hablando de todo y de nada a la vez.

Ya para las tres el sueño volvía a mí, solo que no sabía lo que se vendría el día después cuando saliera de ese hospital.

.
.
.
Capítulo corto pero revelador, y lo más importante es:

¿Quien es Hannah y por qué comenzó narrando este capítulo?

No se ustedes pero a mi me gusto que Adriel y Tina hablarán y dejaran las cosas claras.

Besos y abrazos para todos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro