La deidad protectora de la tierra, y maestra de la guerra y sabiduría no podía dejar de tener un mal presentimiento en su interior, analizaba cualquier cosa que pudiese suceder

__En el santuario todo marcha bien, los caballeros viven en paz, los caballeros dorados han vuelto a custodiar los doce templos, Shion es el patriarca, Seiya y los demás viven una vida tranquilos y libres de batallas, mis amazonas ya no ocultan su rostro sin embargo aún no estoy tranquila
>Ante esos pensamientos la diosa decidió salir al balcón de su habitación a contemplar el firmamento, las estrellas callaban ante su presencia como si se guardaran una noticia , ella frunció levemente el seño y salió de su habitación hasta llegar al salón principal dónde el gran patriarca revisaba unos documentos<

__Buenas noches

__Ah diosa Atena me sorprendió
>Hizo una reverencia y sonrió<
Buenas noches, ¿Le sucede algo malo?

—No sabría decirte Shion, me eh sentido rara, algo confusa y no puedo dejar de preocuparme por eso-Ella caminó y se sentó en el trono con un gesto pensativo en su rostro, el sabio patriarca entró en preocupación-.

—Atenea, no sé realmente porque se siente de tal manera pero, si es alguna preocupación por algo relacionado al Santuario o sus caballeros, tranquila todo está en orden yo puedo entender que después de tantas peleas y sacrificios le haya quedado quizás algo de inseguridad de forma involuntaria pero no es nada mi diosa

—Es que justamente eso estuve pensando y no se relaciona con el Santuario y todo lo que este involucra, es una sensación como si se tratase de una intuición o un mal presagio

—Princesa, no me asuste, antes que nada dígame ¿Cree que se trate de algo relacionado con un dios?

—No sé, puede que sí o que no, pero de algo estoy segura no se trata de algo bueno

—Eso no me gusta nada, es muy probable que sí sea un dios, quién podría estar tramando algo maligno para atacarnos, será mejor que aumente la guardia por su seguridad

— Shion, está bien, te repito esto es sobre algo más que está más allá de nosotros-La diosa se paró y caminó hasta salir afuera del salón, se asomó por el balcón mientras Shion la observaba expectante detrás suyo-.

—Señorita, no me gusta no poder ayudarle, si vamos a Star Hill, ¿Cree que eso le ayudaría?

—Si, no había pensado en esa idea, vayamos allí, las estrellas nos podrían dar alguna pista

Con un asentimiento de cabeza más Afrodita convocado por seguridad al último momento los tres subieron hacia Star Hill, claro que el pisciano tuvo que esperar apartado ya que solo Atenea y el patriarca podían subir a ese lugar sagrado.

—¿Ves algo que te llame la atención Shion?

—Todo parece normal, y tranquilo vine hace tres noches y aparentemente todo sigue igual

—Mmm, parece que no obtendrè la respuesta que estoy buscando

—No se desanime cuando menos lo espere lo sabrá

La diosa de la sabiduría miró el cielo una vez más y antes de apartar la mirada se detuvo en la luna

—No sabía que está noche había luna llena

—Vaya eso sí que es extraño, según mis registros hoy debería estar en cuarto menguante

—Mmm, a demás eso no es todo

—¿A qué se refiere mi lady?

—Obsrvala bien, tiene un brillo más opaco como si se estuviera apagando, sé que suena raro pero siento algo, y es malo

—Prinecesa-Shion la miró intranquilo, luego vió como Atena buscaba caerse y la sujetó-.—¿Se encuentra bien?

—Debemos ayudar a la luna, Shion fué una visión horrible ví al reino lunar en una cruel batalla, un dios malvado está detrás de todo esto, mi hermana no podemos dejarla sola