En un pequeño y acogedor bar en Manhattan, "The Velvet Note", donde Annette Arivee canta en el escenario. Es una noche tranquila, con un público reducido, pero atento. Las luces del bar, cálidas y tenues, iluminan su figura mientras interpreta una balada cargada de emoción.

Annette.—cantando.—"In the heart of the city that never sleeps, I chase a dream that's mine to keep. The lights, the stage, they call my name, but shadows whisper: nothing stays the same."

(El público aplaude con entusiasmo al terminar la canción. Annette agradece con una sonrisa nerviosa, pero en sus ojos se refleja la mezcla de esperanza y cansancio que lleva dentro.)

Tras los bastidores, conversa con su mejor amiga Rachel...

En el camerino pequeño, lleno de recuerdos y notas de canciones, Annette se quita los tacones mientras Rachel, su mejor amiga y compañera de cuarto, entra con una taza de café.

Rachel.—bromeando.— ¿Sabes? Podrías cantarle a una pared y aún harías llorar a la pintura. ¿Por qué no estás ya en Broadway?

Annette.—sonriendo, pero con un tono sarcástico.— Porque Broadway aún no sabe que existo. ¿O no escuchaste al director de casting la semana pasada? 'Gran voz, pero necesitamos alguien con más... presencia'.

Rachel.—cruzándose de brazos.—Por favor, 'presencia' es el código elegante de Nueva York para decir que quieren una cara conocida, pero ya verás, tu momento llegará. Sólo... no te olvides de mí cuando estés firmando autógrafos, ¿eh?

Annette.—ríe suavemente.— Primero tendría que ser alguien antes de preocuparme por eso.

(Mientras hablan, Annette observa un cartel en la pared del camerino: "Audición abierta para el nuevo musical Dreams in Light". Lo toma en sus manos y por un instante, la determinación sustituye su inseguridad)

En otra parte de la ciudad, Zèphir Chevelier llega a Nueva York. El bullicio de la estación Grand Central lo abruma, el constante ir y venir de la gente, los anuncios de trenes y las luces que parecen no apagarse nunca. Lleva una pequeña maleta y un cuaderno, su único compañero constante.

Zèphir.—pensando.— Nada aquí se detiene. París se siente como un susurro comparado con este estruendo... pero quizás eso es lo que necesito, algo que me ahogue lo suficiente como para olvidar quién se supone que debo ser.

(Zèphir toma un taxi y le entrega una dirección: Un modesto hotel en el Edison Times Square, al salir del hotel, las luces de los carteles lo hipnotizan. Por un instante, siente que todo es posible en esta ciudad)

Annette, aún pensando en la audición, camina de regreso a su apartamento con Rachel. La conversación es amena, pero su mente está en otro lugar.  Mientras tanto, Zèphir, luego de instalarse en el hotel, decide explorar la ciudad a pie.

(La narración alterna entre los pensamientos de ambos, mostrando cómo, aunque sus mundos son distintos, sus anhelos de libertad y éxito los conectan.)

Annette.—pensando.— Nueva York es implacable, pero no puedo renunciar. No puedo volver a casa y escuchar 'te lo dije' de mis padres. Estoy tan cerca... sólo necesito una oportunidad."

Zèphir.—pensando.— Este lugar es abrumador, pero hay algo en su caos que me atrae. Aquí, tal vez, pueda ser más que un...Chevelier, tal vez pueda ser libremente yo.

(Ambos se cruzan, pero no se ven, tal vez sea señal de que sus caminos están destinados a encontrarse)

Esa misma noche, Zèphir, mientras busca algo que lo inspire, entra a un bar al azar... Resulta ser The Velvet Note, donde Annette canta regularmente, aunque ella no está actuando en ese momento, Rachel lo atiende y le cuenta sobre el talento de su amiga. Zèphir, curioso, promete regresar para escucharla.

Rachel.—afirma con entusiasmo.— Si buscas algo especial, deberías venir mañana al mediodía. Mi mejor amiga Annette, tiene una voz que te hará olvidar todo lo que tiene tan pensativo. Incluso si no entiendes la letra.

Zèphir.—con una mirada fría y desconfiada.— Tal vez, la música sea lo único que realmente entiende mi corazón, ahora mismo. Probablemente vuelva.

(Zèphir sale del bar mientras Annette, en su apartamento, practica frente al espejo. Sus caminos están cada vez más cerca de cruzarse)