capitulo 32
Capitulo 32
Kat:
Con la taza de café humeante entre mis manos, y la cabeza levemente apoyada en el frío vidrio de la ventana, observo el jardín. Las hojas amarillentas de los árboles flotan de forma casi elegante cuando la suave brisa del otoño las mece de un lado para el otro, antes de que caigan sobre el verde y perfectamente podado césped.
Desplazo la mirada hacia el gran barandal de madera en forma de arco, que está completamente rodeado de flores blancas y azules, con las cuales se separa en dos el jardín, aislándonos del área de la piscina, algunas luces cuelgan a medias de otro extremo de lo que será el podio donde en pocos días daré el si, ante el hombre de mi vida. Papá y mamá han insistido en que la ceremonia sea en nuestra casa y a decir verdad agradezco que hayan respetado nuestra decisión de que la boda sea algo sencillo y pequeña, solo para la familia y alguno que otro invitado, mayormente compuesto por las cabezas de las organizaciones que conforman la hermandad. «Después de todo ese es el propósito de todo esto.» Que todos vean a la hija del Pakhan finalmente contraer nupcias. O al menos así era antes de que Lev y yo, al fin les dijéramos a mis padres que realmente queríamos casarnos porque nos queríamos y no solo por un acuerdo.
Las reacciones de ambos, casi podría decirse que me ofendieron, mamá solo rio y lloro demasiado emocionada, antes de abrazarme e incluso a Lev, quien extrañamente no la apartó aunque su expresión fue tensa, y pude ver como se contuvo hasta que ella al fin sea aparto. Mientras que papá por otro lado, le dedicó una sonrisa cómplice y un asentimiento. Cómo si a ninguno de los dos, les sorprendiera en absoluto nuestra confesión. «¿De verdad era tan obvio»
En fin, ahora solo faltan dos semanas para la boda, pero aún sigo procesando información. Lev ha estado ocupado con el trabajo, pero no hay un solo día en el que no venga a desayunar o a cenar con nosotros a la casa, lo cual a mamá parece hacerla inmensamente feliz, ya que siempre deja su puesto listo en la mesa y trata de preparar sus quesadillas favoritas. Mi hermano acaba de llegar de viaje junto con mi cuñada, y tampoco pareció sorprendido por lo que respecta a mi boda con Lev, aunque ambos tuvieron una charla en privado de la cual no me permitieron formar parte. Dudo que Sashi sea capas de amedrentar a Lev, pero de todas formas el alma regreso a mi cuerpo cuando los vi salir del despacho, sonriendo antes de que mi hermano me abrazara y besara mi frente como cuando era pequeña.
Lily también estará de camino a Moscú en un par de días, luego de su paseo por las Vegas. No recuerdo la última vez que viajo dos veces seguidas a las Vegas, pero dijo que debía solucionar un asunto en esa ciudad antes de venir a Moscú. No pude convencerla de no realizar una despedida de soltera, y casi pude sentir la amenaza en su tono de voz, cuando le dije que no estaba segura, así que temiendo por mi vida, acabe cediendo. Aunque una vez llegue a Rusia, espero convencerla de organizar algo un poco menos alocado de lo que está acostumbrada, con los últimos acontecimientos y teniendo a alguien detrás de mi cabeza no puedo darme el lujo de exponerme, no exponer la vida de más personas, aún no supero que Yuri muriese protegiéndome. Y de no ser por la heroica aparición de mi mejor amigo, del cual no he sabido nada, probablemente estaría muerta o algo peor. Por otro lado de Jer no he tenido novedades, a pesar de que he intentado contactarme con el en reiteradas oportunidades, solo he recibido un mensaje de un número desconocido en donde me dice que esta bien y que deje de preocuparme. Pero cuando intente llamar nuevamente a ese número, nadie respondió.
—Demonios, ese animal está demente, hay que hacer algo con el o voy a castrarlo.
La voz de papá me hace voltear y entonces veo a Blue, pasar corriendo a toda prisa con dirección al jardín, con una de las pantuflas a cuadros de papá en el hocico.
—¿Qué pasa entre tu y ese perro?—pregunta mamá, que se voltea hacia el con las manos en las caderas.
—Esta demente, ese es el tercer par de pantuflas que se traga, por esa razón es que prefiero a los gatos. —Responde y mamá se ríe blanqueando los ojos.
Cómo si acabase de notar que estoy aquí, el me mira y le dedico una mirada de disculpa. Aunque se que papá bromea, le encanta Blue, hace dos noches lo encontré sentado en el sofá de la sala, con la cabeza tirada hacia atrás y los ojos cerrados mientras la cabeza de Blue descansaba sobre el muslo de papá y el mantenía una mano sobre el lomo del cachorro al que ahora amenaza con castrar.
—Buenos días princesa. —Se acerca y besa un lado de mi cabeza.
—Buenos días papi. —Le sonrío mientras mamá pone una taza de café en sus manos, cuando el se acerca y deja un beso suave sobre sus labios.
Por un instante los observo mientras se miran con tanto cariño el uno al otro, hasta que el le guiña un ojo y como si fuese una adolescente mamá se sonroja y voltea en dirección a la tostadora que hace saltar el pan caliente. Sonrío mientras veo la expresión de adoración que destella en el rostro de papá que no le quita la mirada de encima, hasta que parpadea y vuelve a mirarme, como si acabar de salir de un trance. Le sonrío enarcando una ceja divertida y finge demencia, mirando su reloj antes de beber un sorbo de su café. «Mamá lo tiene comiendo de su mano.»
Los ladridos provenientes del jardín hacen suspirar a papá y mamá junta el ceño mientras se voltea hacia la ventana, observo en su dirección y veo a Blue intentando cavar un hoyo en las hermosas flores de mamá, así que me adelanto antes de que acabe por destrozar el jardín.
—Mierda, ¡no! ¡Blue!— Protesto cuando lo veo tragarse una de las rosas —Yo me encargo. — Digo y salgo a toda velocidad por la puerta de la cocina hacia el patio trasero.
—¡Blue! No, deja eso.
El perro me mira alzando las orejas, pero obedece, y deja las flores para mirarme, sus ojitos negros y su nariz del mismo color son lo que mas resalta de su pelaje largo y dorado, mientras mueve la cola como si quisiera jugar. Palmeo mi pierna para que se acerque y lo veo ladear la cabeza, su cola se sacude con más energía y alza las orejas justo cuando siento las manos que me rodean la cintura y me arrastran hacia atrás, robándome un gritito, cuando me hace girar en el aire y luego me baja dejando mi espalda pegada al muro lateral de la propiedad.
—Buenos días hermosa.— Susurra y sonrío.
Ni siquiera me da tiempo a responder, cuando sus labios atrapan los míos, y mi cuerpo toma vida propia ante aquel contacto, mis manos le rodean los hombros y correspondo a su beso, mientras me derrito en los fuertes brazos del hombre que me estruja, devorando mi boca y mordisqueando suavemente mis labios, hasta que los suelta y pega su frente a la mía, con una mano en mi cadera, y la otra apoyada en la pared, justo a un lado de mi rostro.
—Buenos días para ti también.— Susurro con los labios aun ardiendo y la respiración entrecortada.
Lev sonríe casi con descaro al ver que me ha desestabilizado por completo con su cercanía, como cada vez que me atrapa desprevenida. Se que le encanta verme así, deshaciéndome entre sus brazos. Y no voy a quejarme, ni siquiera tengo como defenderme, el tiene razón, me encanta este nuevo Lev y la forma en la que me hace sentir, el como me toca, me besa y me...
—¿Sabes que eres la mujer más hermosa que he visto en toda mi vida?
Habla cortando mis perversos y pecaminosa pensamientos, mientras sus nudillos recorren mi barbilla y su pulgar acaricia mis labios, al igual que su cálida respiración, que casi se funde con la mía, por lo cerca que estamos el uno del otro.
—¿Ah sí? — le sigo el juego, preguntando en tono coqueta, y deslizando la palma de mi mano por su pecho mientras el me rodea la cintura con su brazo para acercarme más.
—Lo juro.
Se inclina hacia adelante y su nariz roza mi mejilla, y traza un lento y suave recorrido sobre mi mentón y cuello, que me quema y envía oleadas de excitación a mi vientre bajo, hasta que deja un beso bajo el lóbulo de mi oreja.
—Cuidado cariño, tal vez te crea. —Me rio cuando la sombra de su barba me hace cosquillas.
—Y deberias. —Susurra y muerde suavemente la piel de mi garganta-. Porque estoy besando el suelo por donde caminas, amor.
—Me sorprendiste.— Lo miro por debajo de mis pestañas— Tienes que enseñarme como haces eso, ni siquiera te escuché llegar.
—Ser silencioso e invisible, siempre ha salido mi fuerte.
Lo dijo como algo casual, pero no puedo evitar pensar en todo lo que me ha confesado días atrás, y en cuantas veces se habrá tenido que volver " invisible" para evitar que le hiciesen daño. Aún no puedo creer la crueldad de las personas, personas que debieron amarlo y cuidar de el desde el día uno. Cada vez que pienso en eso, el rencor y la ira me hacen arder la sangre, despertando un lado protector de mi, que no sabia que tenia.
—¿A donde se fue esa bella cabecita tuya?— Pregunta acariciando mi mejilla y vuelvo a mirar sus ojos antes de sonreír y negar con la cabeza.
—Solo pensaba en lo sexy que eres y lo afortunada que soy de tenerte en mi vida. Todos en nuestra familia somos afortunados de tenerte.
Su labios tiran en una sonrisa ladeada y mientras me recorre el rostro con la mirada, puedo ver el brillo travieso en sus orbes azules, su mano se desliza desde mi mentón hacia mi nuca y me acerca suavemente antes se volver a besarme.
—En eso estamos de acuerdo pequeña.— Su nariz roza la mia cuando se aparta de mis labios y palmeo su pecho con mi mano.
—Cuanta humildad Sakharov.
Una carcajada estalla desde lo más profundo de su garganta mientras me mira haciéndome sentir como si fuese todo su mundo, y luego esconde un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.
—En realidad estaba hablando de ti amor.
—¿Así que crees que soy sexy?— Una mirada juguetona se apodera de mi rostro, cuando lo miro de lado y asiente estrechando los ojos con suspicacia.
—Dulce, hermosa, sexy y jodidamente mia.
El tono posesivo de sus palabras me toma desprevenida al igual que sus labios cuando vuelve a apoderarse de mi boca con vehemencia.
—Mmm... Que posesivo.— Me rio y rodeo sus hombros con mis brazos cruzando mis manos tras su nuca.—¿Qué tal si nos escapamos un rato? —Propongo y el da una mirada por encima de mi cabeza con dirección a la puerta de la cocina antes de volver a mirarme con una mirada juguetona.
—Nada me gustaría más amor, de hecho estoy luchando conmigo para no arrancarte la ropa aquí mismo y devorarte por completo, pero tengo asuntos que arreglar con el Pakhan y no creo que le haga gracia ver todo lo que pretendo hacer contigo cuando te tenga al fin para mí solo.
Mis mejillas se calientan y siento el calor húmedo entre mis muslos mientras mis labios forman un mohín caprichoso y Lev besa con ternura mi mejilla, sin dejar de verme con ese brillo especial en sus ojos.
—¡Jesús! Eres adorable. —Se ríe mientras lo observo ladrando la cabeza y acariciando su pecho con mi mano que ahora desciende por su pecho hasta la cinturilla de sus pantalones.
—Kat...
Mi nombre abandona sus labios en una advertencia con dientes apretados, mientras aferra su mano en mi cadera, cuando meto la mano por debajo de su playera, deslizando mis dedos por los cuadros marcados de sus abdominales.
—¿Dime? —Pregunto con fingido desinterés mientras con descaro, sigo tocando su abdomen y su pecho por debajo de la tela. «Nunca voy a cansarme de tocarlo» No sabiendo que soy la única a quien se lo permite.
De un fuerte empujón, con su brazo rodeando mi cintura me jala hacia su pecho dejándome sentir la dureza del burlo entre sus pantalones y sonrío cuando lo veo deslizar la mirada hacia la puerta del cobertizo donde papá guarda la podadora y algunos accesorios de la piscina. Le dedicó mi más amplia sonrisa y me inclino poniéndome de puntillas para besar su mentón. No se mueve y sonrío para mis adentro mientras sigo besando su cuello, y su nuez de Adán que sube y baja cuando dejo otro beso sobre su cuello.
—¡Te lo advertí! —Gruñe por lo bajo y no me da oportunidad para responder, cuando de pronto su mano me rodea el cuello y empuña mi cabello haciendo que nuestros cuerpos choquen, cuando me alza con una sola mano; sujetándome del trasero y obligándome a envolver sus caderas con mis piernas. Un chillido por la sorpresa y una risa se me escapan de los labios, pero es silenciado cuando el hombre que me sostiene alzada entre sus brazos, estrella sus labios sobre los míos y se encamina hacia la puerta a pasos de nosotros.
—Creí que no querías hacer esperar al Pakhan. —Digo entre besos y mordiscos, desabotonando los botones de su camisa.
Sonríe sobre mi boca y jala más mi cabello haciendo que lo mire cuando separa nuestras bocas y me mira con el azul de los suyos casi negro y brillantes de deseo.
—Nadie está antes que las necesidades de mi chica. Ni siquiera el Pakhan, amor.
Sonríe con zalamería, con una leve inclinación de su cabeza a un lado como si fuese algún tipo de Bad boy universitario y cuando desliza la lengua entre sus labios, sigo hipnotizada el recorrido de esta. Mi intimidad palpita de necesidad, el deseo me nubla y acabo arrojándome a sus labios, besándolo con desespero mientras me aferro a sus hombros bajando la camisa tras su espalda mientras el estruja mi muslo en medio de besos feroces perdiéndonos en el interior del cobertizo.
***
Mis niñas bellas aquí volvimos con otro capitulo de "El corazón del Mafioso".
Espero que todas se encuentren bien, recuerden seguirme en Instagram: Valeria_hernandezbooks para enterarse de cositas sobre las actualizaciones y detalles de mis historias. También hay un grupo de telegram y el link lo encuentran en mi perfil de Instagram.
Las quiero mucho bellas, nos leemos prontito.
Se viene 🔥🔥 y una revelación para Kat. 👀
¿Lili en las Vegas? ¿Y ahora también está planeando una despedida de soltera para Kat..? 😏👀
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