Capitulo 28

Kat:

Observo con detenimiento, al chico de espaldas a mi, quien se ha quitado la chaqueta y lleva las mangas de camisa doblada hasta los codos, mientras de cuclillas junto a la tina, coloca el jabón espumoso y algunos pétalos de rosas de un bonito frasco de cristal que ha tomado antes del estante junto a la ducha. Es extraño ver a un hombre tan grande e intimidante preparando un relajante baño de espumas con flores y fragancias florales, pero no me quejo.

El vapor cálido invade el lugar al igual que el delicioso aroma floral que ahora sale de la tina cuando acaba por vaciar el contenido de la botella de cristal en su mano.

Luego voltea en mi dirección y me sonríe, poniéndose de pie para dirigirse hacia mi. Me pongo de pie, y sin apartar sus ojos de los míos, acaricia mi mejilla con los nudillos, trazando un recorrido suave y lento por mi mentón, dibujando con sus dedos una línea imaginaria que quema con cada roce de sus dedos en mi piel. Su pulgar acaricia el contorno de mis labios y cuando los recorre con suavidad, separo mis labios y atrapo su dedo entre ellos, sin dejar de observar sus ojos, que ahora lucen oscuros cuando me miran chupar su dedo, acelerando los latidos de mi corazón en el proceso.

Coloco una mano sobre su pecho y recorro su rostro con la mirada, mientras el hace lo mismo conmigo, en tanto comienzo a desabotonar uno a uno los botones de su camisa, luce tenso cuando acabo por quitarle la camisa y bajo la mirada a su pecho, cubierto por las cicatrices que sobresalen por encima de los tatuajes, Pero no me detengo, en cambio deslizo mis manos por su piel, observando las marcas en ella. Líneas de diferentes tamaños resaltan sobre sus tatuajes, algunas mas gruesas que otras, y todas en diferentes direcciones, incluso algunas superpuestas unas encima de otras, junto el ceño observando con detenimiento, acariciando su pecho con la yema de mis dedos.

No puedo ni siquiera imaginar la magnitud de las heridas que pudieron dejar tales marcas, y de solo pensarlo, la rabia y el dolor me invaden, porque Lev siempre ha cuidado de mi, y de todos, y por eso me duele demasiado que nadie haya evitado que alguien le hiciese daño.

Un sonido similar a un jadeo abandona sus labios cuando recorro su abdomen con la yema de mis dedos, y de inmediato subo la mirada buscando sus ojos, pero están cerrados aunque mantiene un marcado ceño fruncido entre ellos.

-¿Te molesta?- Susurro pero no me mira, aunque lo veo apretar la mandíbula -¿Te molesta que toque tu piel?- Pregunto y pese a que no abre los ojos, vuelve a negar deslizando la lengua entre sus labios, sin borrar la expresión contrariada de su rostro.

-Si hay alguien en el mundo que puede tocarme, esa eres tu.-Responde con la voz enronquecida y una sonrisa leve amenaza con formarme en mis labios.

-¿Entonces, dices que soy la única que puede tocarte? -Dejo un suave beso en su pecho y puedo sentir como se estremece cuando mis labios tocan su piel, pero cuando lo miro lo veo asentir.

-Si. - responde con la voz enronquecida, haciendo que sonría.

-¿Qué soy la única, capaz de poner a latir este corazón?- Susurro deslizando ambas manos sobre su pecho, recorriéndolo con lentitud, desde su corazón, hacia los lados, antes de volver a besar la piel marcada por una gruesa línea que sobresale por encima de la tinta negra y roja, del fénix sobre su pectoral izquierdo.

-Lo eres.- Jadea y sus manos viajan a mis caderas, acercándome más hacia el.

No hay ni una pisca de duda en sus palabras, pese a que no me mira, y sus fuertes manos se aferran a mis caderas, enviando ráfagas de fuego a mi vientre bajo.

-¡Demuéstralo! - Pido y en cuanto abre los ojos, de inmediato busco su mirada.

Junta el ceño, cuando desabrocho el primer botón de mi blusa, y luego los demás, para que la tela se deslice por mi espalda, dejándome completamente expuesta ante sus ojos.

Tengo tanta confianza en el, que la pena y la vergüenza son palabras inexistentes para mí cuando se trata de Lev. O tal vez se deba al hecho de que le creo cuando ha dicho que no ha tocado a otra mujer que no sea yo, pero sea lo que sea, me hace sentir completamente segura a la hora de desnudarme frente a el, porque de alguna loca manera eso me hace sentir mas suya que nada en el mundo.

-Hazme el amor Lev.

Las palabras abandonan mis labios con una seguridad inquietante, que no merma ni siquiera cuando veo que la mirada se le oscurece. Su mandíbula se aprieta y sigo el recorrido de sus ojos que se deslizan por mi cuerpo, hasta que ladea la cabeza y fija la mirada en mi pecho, sigo su mirada y una sonrisa nerviosa, tira de mis labios cuando desliza dos dedos por la vieja cicatriz encima de uno de mis pechos.

-No eres el único con marcas, cariño.- Respondo a la pregunta no formulada que destella en sus ojos.

Me mira aún con el ceño fruncido plasmado en su rostro y se que quiere preguntar más, pero no quiero que lo haga, no en este momento. He tenido un día espantoso, y lo único que anhelo en este momento es enredarme entre sus brazos y olvidar que allá afuera existe un mundo. Así que le sonrío y deslizo la lengua entre mis labios, lo cual capta de inmediato su atención y de un momento a otro, su brazo me rodea la cintura, su pecho se pega al mío y con su mano libre me levanta como si no pesara nada, antes de besarme, le rodeo la cintura con las piernas, mientras correspondo a su beso, dejando que nos mueva hacia la tina.

Lev me quita los pantalones y me deposita con cuidado en la cálida agua de la bañera, me pongo de rodillas y me acerco al borde sin quitar mis ojos de los suyos, cuando la cremallera de sus pantalones queda a escasos centímetros de mi rostro y me acomodo para desabrocharle los pantalones, el me mira pero no me detiene, en cambio desliza su pulgar por mi labio inferior mientras le bajo el pantalón junto con los calzoncillos. Su gran erección se libera frente a mi rostro y por un instante me pregunto que se sentirá tenerla en mi boca, pero cuando Lev levanta mi mentón con sus dedos y me mira, no puedo decir nada.

-Después amor.- Me sonríe y luego aparta la mano de mi mentón, para meterse en la tina.

Parte del agua se escapa cuando el enorme cuerpo de Lev se sumerge detrás de mi espalda, sus piernas descansan una a cada lado de las mías y su pecho se pega a mi espalda cuando con suavidad me acomoda para que así sea. Besa la parte trasera de mi cabeza y me recuesto ladeando la cabeza, dejando que me bese el cuello, mientras siento que mi centro palpita por la excitación que se acumula. Jamás creí vivir algo tan romántico y erótico a la vez, como lo que siento ahora, mientras Lev desliza la esponja suavemente por mi hombro, y espalda, mientras su labios besan la piel debajo de mi oreja que se calienta cuando su aliento la roza.

Su mano derecha recorren la piel de mi brazo, mientras con la otra desliza la esponja por mi hombro, descendiendo hasta mi codo.

-Lev...- casi gimo cuando siento su mano derecha deslizarse ahora por mi cintura, debajo del agua, en dirección a mi abdomen, donde sigue descendiendo mientras besa mi cuello, logrando que por reflejo, separe un poco mas las piernas, cuando preveo el recorrido de sus dedos que bajan un poco más en dirección a mi sexo.

-Te amo. - Susurra sobre mi oído mientras con los dedos, comienza a trazar suaves círculos sobre mi clítoris.

Gimo y tiro la cabeza hacia atrás, muerdo mi labio inferior, dejando que sus dedos me acaricien, los movimientos son tan precisos y certeros que todo el cuerpo me quema y la respiración se me acelera haciendo que mi pecho suba y baje cada vez más de prisa, cuando el hormiguero en mi intimidad amenta con el orgasmo que comienza a formarse poco a poco pero que me desestabiliza y envía mis neuronas de paseo.

-Y yo te amo a ti, Lev.- Susurro con la voz temblorosa, mientras los dedos de mis pies se arrollan en el instante en el que el acelera el movimiento de sus dedos entre mis piernas, desencadenado el orgasmo que m hace gemir su nombre y enterrar las uñas en la piel de su brazo.

-Dios santo amor, esto es...

Las palabras mueren en mi boca cuando gira mi rostro por encima del hombro y me besa. Aún mantiene su mano entre mis piernas, mientras me devora los labios y ya no lo resisto, así que me separo de sus labios y me volteo, y me acomodo sobre el, a horcajadas.

No me detiene, en cambio me besa con más intensidad empuñando mi cabello humedecido, apoyo ambas manos en sus hombros y me separo de sus labios, para buscar sus ojos, me mira y acaricia mi rostro sin decir una palabra. Ambos nos mantenemos la mirada mientras levanto mis caderas y me acomodo sobre su erección, recuesto mi frente a la suya y con una suavidad inquietante y abrumadora me deslizó sobre ella dejando que me llene.

Lev gime y afirma su mano que se sostiene de mi cadera, mientras la otra sigue empuñando mi cabello cuando me balanceo sobre el lentamente y comienzo a cabalgar sobre el con suavudad. No estoy segura de estar haciéndolo bien y el agua hace que el movimiento sea algo difícil al igual que la posición en la que estamos, pero da igual. Quiero sentirlo dentro de mi otra vez, estar así con el es el paraíso y el hecho de saber que ambos somos solamente nuestros, solo intensifica la sensación por la cual no me preocupa cuando sigo balanceándome, sintiendo que el abismo me arrastra, con la fricción de su piel con la mia, cuando me muevo sobre su polla, haciendo que jadee sobre mi boca, antes de besarme.

-Te amo, te amo demasiado amor.- Jadea sobre mis labios y me muerde, haciendo que sonría y le devuelva el mordisco.

-Lo se...- Gimo al borde de otro orgasmo cuando sus manos viajan a mis glúteos donde los aprieta, levantando mis caderas, ayudándome a que me balancee con más velocidad.

-Te sientes tan bien...- Muerde mi labio y lo jala con suavidad- tan cálida amor...

Mis uñas se clavan en sus hombros y luego lo rodeo con mis brazos pegando mis pechos al suyo, mientras me aferro a sus brazos sin dejar se moverme sobre el que me envuelve desde la cintura apretándome contra el.

-Voy a correrme amor...- Vuelve a gemir apretando la piel de mis caderas, con sus dedos y tiro la cabeza hacia atrás, mientras el desliza su lengua en mi garganta hasta mi mentón y vuelve a empuñar mi cabello, devorando mi boca.

-Córrete conmigo amor.- Susurra sobre mis labios y vuelvo a balancearme más rápido, sintiendo que todo el cuerpo me quema.

Lev muerde mi barbilla, lame mis labios y vuelve a besarme, mientras correspondo a sus salvajes besos que me llevan al límite, cuando acabo estallando sobre el, en un segundo orgasmo arrollador que me deja temblando pese a que el me balancea con sus manos suavemente sobre su miembro, hasta que gruñe y siento como su liberación llega cuando se corre dentro de mi, con un jadeo tan brutal como caliente.

Mi frente descansa sobre su hombro mientras lo abrazo y el peina mi cabello con su manos, recorriendo mi espalda, aún con la respiración acelerada sin salir de mi. El agua aún sigue tibia y sonrío con el rostro recostado en su piel.

-Al menos este día ha terminado bien.- Musito divertida, intentando recuperar el aliento, mientras recorro con las yemas de mis dedos su piel.

Su pecho empieza a sacudirse de pronto cuando comienza a reír, haciendo que también me ría, hasta que ambos estallamos en carcajadas antes de que me enderece para mirarlo, mientras se sigue riendo. Los ojos le brillan y algunas líneas suaves se marcan a cada lado de ellos, cuando se ríe y peina mi cabello empapado con las manos.

-Me alegro haber sido de ayuda para algo. -Dice antes de volver a besarme.

***

Amores ¿Como están? Bueno primero que nada lamento la tardanza, como les comenté en Instagram, he tenido algunos inconvenientes familiares, por lo cual me atrase con el capítulo. Espero que sepan comprender y a todas aquellas chicas que me han enviado mensajitos de animo, se los agradezco muchísimo y en cuanto pueda les iré respondiendo a casa una. Mil gracias por su apoyo y por seguirme siempre.
Nos leemos prontito.

No olviden seguirme en Instagram: Valeria_hernandezbooks para no perderse información importante como el anuncio que hice para comentar que tardaría un poco la actualización.
Nuevamente muchas gracias hermosas.
☀️Las quiero mucho.☀️